𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟢𝟣
Me llamo Kamado, como el horno; de nombre, Tanjiro. Tenía 15 años cuando fuí asesinado, el 6 de diciembre de 1973.
Si ven las fotos de niños desaparecidos de los años setenta, yo no sabría si decir que eran como yo: la mayoría eran blancos de cabello castaño con ojos marrones comunes, en cambio, mi cabello era más oscuro de lo habitual y tenía ojos burdeos con una piel algo bronceada. Eso era antes de que en los envases de cartón de leche o en el periódico empezarán a aparecer niños de todas las razas y sexos.
Eso era cuando la gente aún no creía que pasaban esas cosas.
Apesar que yo intentara ser buen estudiante, acaba teniendo sanciones porque regularmente llegaba tarde a la escuela por ayudar a mi familia en nuestro negocio familiar: una panadería, que se ha heredado de generación a generación. A diferencia de muchos de mis compañeros que seguían muchas modas del momento como lo eran el rock o estilos de famosos, me consideraba un chico de letras; como una vez dando un fragmento de un poema en el anuario escolar que decía así: «Si te dan papel rayado, escribe de través». No era algo totalmente apreciado, pero tampoco era discriminado; así que solo pasaba inadvertido. Un chico más en una escuela más.
Apesar que formaba parte del club de cocina por la afinidad de mi familia hacia ella, me gustaba la clase de historia, dada por el profesor Kyojuro Rengoku, uno de mis profesores favoritos gracias a su manera tan única de impartir sus clases.
No me mató el profesor Rengoku, por cierto. No todas las personas contadas en mi historia son sospechosas. Ese es el problema. Nunca sabes.
El profesor Rengoku estuvo en mi funeral, así como su hermano menor, Senjuro, a quien conocía porque aveces iba a visitar a su hermano mayor desde su secundaria al terminar sus clases; ambos lloraron bastante.
Asistieron también casi toda la escuela, si me permiten decirlo; Jamás fui tan popular que en ese momento.
Tenia otro profesor sustituto estimado que impartía cualquier materia básica si algún maestro faltaba por alguna razón: el señor Tokito, quien tenía a dos hijos gemelos prodigio en esa misma escuela. Lo recuerdo bien, ya que tenía uno de sus hijos enfermo y todos nos reíamos de sus chistes pasados de moda, aunque sea forzado, para tenerlo feliz, para animarlo. Su hijo mayor, Yuichirou, murió un año después de mí por leucemia. Aunque nunca lo he visto en mí cielo.
Recuerdo que en mi cumpleaños me regalaron una cámara; me gustaba como una simple foto podía captura un momento, antes de que se fuera. Me gustaba fotografíar a mi familia, amigos, mis alrededores, porque así sabía que si el rumbo de mi vida cambiaba cuando creciera, esos momentos y esos instantes, incluso un florero viejo regalado por mi padre hacia mi madre se había movido de lugar, sabría dónde habría estado antes, y los recuerdos que habrían sido posiblemente olvidados cuando estaba en ese lugar.
Sabía que sería un panadero oficial del negocio familiar cuando creciera, pero este hobbie había venido para quedarse, así que me imaginaba en algún punto explorar diferentes montañas y pueblos a fotografíar el día a día de diversas criaturas y personas. De todas formas había sido criado tal vez en un ambiente moderno, pero el aura de campo y humildad de gente rural está fusionado con nosotros, había descendido de parte de mi madre.
Es curioso los recuerdos que guardas.
Recuerdo que iba con mi papá al basurero atrás del monte Sagiri. Ahí solíamos tirar muchas cosas que difícilmente podrías tirar en un cesto de basura común, como un viejo, grande, descompuesto e irreparable refrigerador.
Y también recuerdo a los chicos que vivían ahí; Sabito y Makomo. Los chicos de la escuela decían que eran raros, pero ahora se, que ellos veían cosas que otros no podían.
Recuerdo también lo peor que nos pasó como familia.
Mi hermano más pequeño, Rokuta, se estaba ahogando con un dulce mientras estaba jugando en el patio con un amigo de su guardería. El día que casi dejo de respirar.
Recuerdo que había llamado a mi mamá y mi papá desesperadamente mientras corría por toda la casa buscando su presencia, pero al ver que no estaba ninguno de los dos no dude en ir con mi hermano, llevarlo a uno de los dos carros de nuestro garaje, romper una maceta con fuerza para así encontrar las llaves de repuesto, encender el auto y conducir al hospital más cercano con gran adrenalina apesar que no sabía manejar. Nunca en mi vida había tocado el asiento del conductor y mucho menos encendido un carro, pero había visto a mis padres, a otras personas, sabía lo que tenía que hacer.
Recuerdo que casi choco varias veces, recibí muchos pitidos e insultos por mi imprudencia pero en ese momento no escuchaba nada, solo mi concentración estaba en los carteles de las calles donde indicaba la dirección a un hospital. Incluso no sabría que había parado el tránsito por unos minutos en unas calles encontradas gracias a que deje a unos conductores desconcertados por la velocidad en la que iba por pisar tan duro el acelerador.
En uno de esos coches, iban mis padres, quienes volvían a casa después de un largo día de compras de víveres para la casa.
Cuando mi hermano despertó, todos nos alegramos, habíamos estado preocupados por él, pero nos ánimo mucho que lo primero que hizo fue sonreírnos con sus dientes de leche a todos nosotros con entusiasmo.
— Rokuta — había llamado mi madre, mientras lo abraza y repartía besos por todo su rostro, diciéndole palabras dulces y de reproche por tener más cuidado.
Recuerdo bien la luz en los ojos de mis padres. El descanso. Sentí algo muy reconfortante al pensar que pude ayudar y más al ver los resultados en frente mío.
Sabía que ahí estaba esa gente, gente sin suerte, y que le pasaba cosas malas sin razón.
Mientras mis padres hablaban con el doctor, Haganezuka, quien era un amigo de la familia, tan apegado que hasta parecía sanguíneo nuestro apego, me llamo hacia él, mientras fumaba un cigarrillo.
— Sabes que los budistas dicen, que si salvas la vida de alguien se te recompensará el resto de tu vida...
Él predijo que tendría una larga y feliz vida gracias a que salve la vida de mi hermano sin fines egoístas.
Pero, él se equivocó.
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Primer capítulo publicado.
Este es mi primer fanfic de este fandom y espero que sí tiene buena suerte, me atreveré a publicar otra idea un poco más original que está.
Tengo nervios, totalmente nunca había publicado algo de un fandom de Japón en esta cuenta. Se que hay muchas opiniones de diversas cosas en los fanfic's así que por esos decidí aclarar cosas. Así que, si veo un comentario de insulto que no sea una crítica constructiva o comentarios de odio sin razón definitivamente borraré los comentarios, y bloquearé al usuario. Jamás recibí hate, y no me arriesgaré a tener la experiencia.
Aún así, espero que disfruten la lectura. Para personas que no han leído el libro, por favor no den spoiler y si hay gente joven que ni ha visto la película, por ellos, no digan spoiler x2 por favor.
Escribo esto porque ya quería una adaptación de esta bella historia, espero que ustedes disfruten conmigo <3
No sé cuándo publicaré el siguiente capítulo, pero para los que me conocen saben que deben esperar acostados, ya que me suelo tardar. Espero entiendan.
Con amor.
— RinLian
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