➤ OPORTUNIDAD...

Los gritos de desesperación que se oían eran realmente aterradores, iban muriendo uno a uno soltando sus últimos gritos, las noticias han llegado muy tarde... Y eso les trajo consecuencias a todos los habitantes de ese pobre pueblo.

Los animales estaban inquietos, el piso resonaba en grandes pisotones como un terrible temblor. Lily no sabía cómo reaccionar ante la llegada de esos gigantes a los que se les temía tanto, la principal razón por la que eran privados de su libertad... Había uno de tres metros delante de ella con una sonrisa aterradora y grotesca en su rostro que la miraba como a su cena...

Las piernas de Lily le temblaban mucho, su boca estaba abierta del terror, su mandíbula no dejaba de temblar... Y no sabía si iba a resistir más ahí luego de ver a sus conocidos morir, tampoco sabía nada de sus padres ni dónde podrían estar en un momento así de escalofriante. El titán de tres metros se acercaba a ella a pasos lentos con la sangre en su boca, pero ella sólo quedó perpleja sin moverse, su cuerpo no reaccionaba.

De pronto sintió algo tibio y suave sujetar su mano y entrelazarla, su cuerpo comenzó a moverse de golpe en contra de su voluntad.

— ¡¿Qué haces, tonta?! ¡Corre, corre, corre! — habló su mejor amigo al agarrar su mano para escapar los dos juntos.

— ¡Jack...! — reaccionó la castaña.

— ¡¿Pensabas morir?! — la regañó. — No tienes de qué preocuparte, ¿sabes por qué? Porque ya estoy aquí. — suspiró para poder calmar a la menor.

Esperó a que el chico se meta a un callejón y esperar a que el titán se desvíe para escapar. Aunque aún debían evadir a muchos y salir por el puente.

— Lily, hay... Hay algo que debo decirte, y en una situación así... No puedo esperar el mejor momento.

— ¿De... De qué me hablas, Jack?

El chico apretó un poco más el agarre de sus manos y la miró con una sonrisa. Sus lágrimas bajaban con miedo, pero su sonrisa le  mostraba lo contrario. Le daba paz en ese momento de destrucción...

— Lily... Te quiero mucho... — Lily se sonrojó mucho por la confesión de su amigo. — Me gustas, Lily, pero no como amigo o un hermano. Ahh... Sólo a mí se me ocurre decirte esto en un momento tan horrible...

— Jack, yo no sabía que...–

Una sombra enorme apareció, era un titán de unos 14 metros de altura que les sonrió con la boca llena de sangre, el cuerpo de Lily se paralizó. Este titán estaba por tomar a Lily de no ser por Jack, que la empujó para evitar que ese monstruo la mate.

— ¡¡Ahhh!! — gritó. —¡¡Jack!!

— ¡¡Tonta, huye!! — suplicó. — ¡¡Ve!! ¡¡Lily, corre de una vez antes de–!!

El titán destrozó su cabeza de un bocado sin piedad ni misericordia, Lily sintió su sangre caer a su cara como lluvia, una gran punzada en el corazón que la sofocó... El grito que soltó fue desgarrador.

— ¡¡JACK!!

Lily gritó y se levantó del piso aún más asustada que antes, estaba por escapar sola, de todos modos Jack ya estaba muerto. Pero no contó con el otro titán que salió de la esquina del callejón, al notar la presencia de la niña, se acercó más a ella.

— No... No es justo... — dijo con las lágrimas bajando sin control. — Ya me arrebataron... Todo. Mi razón de vivir, todo... Pero aún así, yo...

Su enorme mano la agarró de la cintura, pero ella no articulaba palabras al haberse quedado helada del miedo. Aún así, no quería morir. Poco a poco, ese titán la acercaba a su boca, los ojos de la castaña claro volvieron como sus lágrimas a la tierra, mostró expresión de horror al ver su propia muerte abrirle las puertas del infierno al cielo.

Lily no sabía qué hacer para salir de ese aprieto...

Sus pies tocaron los dientes de ese monstruo. Hacía todo por resistir, su última acción fue cerrar los ojos con fuerza y esperar su final... Soltó sus últimas lágrimas para aceptar su final trágico e irse de este mundo cruel con los que tanto amaba en el paraíso.

Y entonces... La castaña lo recordó en ese preciso momento, el deseo de Jack por la vida de Lily, vivir hasta sus últimos días, como una anciana arrugada y sin fuerzas. Eso era lo que él quería, y si su vida era el mayor sueño de su difunto amigo, daría todo por cumplir su deseo.

— ¡Suéltame! ¡No puedo morir hoy! ¡Tengo que vivir! ¡¡Debo vivir por él! ¡Hasta que sea una vieja! — el titán comenzó a cerrar la boca para acabar con ella. Su desesperación por vivir se hacían cada vez más grandes. — ¡¡Déjame vivir!! ¡¡Te pido una oportunidad, Dios!! ¡¡A ti, que lo ves todo desde allá arriba!! ¡¡Dame una última oportunidad para vivir mi vida otra vez!!

¡¡Dame otra oportunidad!!

|❀|

— ¡Ahhhh! — gritó la chica con sudor frío bajando de su frente sin control, sintió presión en su débil corazón muerto de miedo.

Otra vez... Esa maldita pesadilla.

— Lil, ¿estás bien, mija? ¿Te agarró el telele? — preguntó la castaña que asomaba su cabeza desde arriba del camarote. — ¿Quieres comer?

— ¿Estás bien, Lily?

— ¿Lily, qué ocurre?

— Es... Estoy bien, chicas. — dijo con las mejillas rojas. — Sólo fue una pesadilla de mal gusto...

— Bueno, sí es así, vuelve a dormir. Mañana temprano vamos a tener entrenamiento.

— Y no querrás que el instructor Shadis te castigue por llegar tarde.

— Sí. Lamento tener que hacerles esto casi a diario, chicas.

— Te entendemos, Lil. Tu bienestar es importante para todas nosotras. — habló la rubia más baja de rostro angelical.

— Gracias... Descansen. — soltó para volver a cubrirse con las sábanas y mirar fijamente el techo de su camarote.

«¿Todo fue una pesadilla? ¿Por qué no puedo recordar? Ni siquiera sé cómo fue que escapé... Todos mis recuerdos están perdidos...» – 🌺