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❀❘ 041

ME ENSUCIÉ LAS MANOS.

Una mano se posó en el hombro de Lily, era Annie quien tenía una expresión arrepentida en ese rostro que mayormente se mostraba frío, ni siquiera podía mirarla a los ojos. La castaña se sintió desconcertada por el leve contacto entre ambas, la mujer de cabellos rubios tuvo el valor de finalmente verle a la cara.

— ¿Necesitas algo? — preguntó con indiferencia. — Deberías ir a tu posición con Reiner, el plan está por comenzar.

— No merezco que me perdones. — desvío la mirada. — Sólo quería que sepas que estoy muy arrepentida por lo que hice, es díficil perder a las personas que más te importan y no volver a verlas... Y también — se miraron a los ojos —. porque no me golpeaste a mí cuando enfureciste.

— ... Odio a Reiner. — dijo lo suficientemente claro. — Siéndote sincera, me gustaría que mueran, pero... No puedo dejar que mi egoísmo siga gobernando mis acciones impulsivas. — volteó para retirarse, pero se detuvo un segundo para verla de reojo desde su espalda. — Sólo... Recordé las veces en que escapamos juntas de los entrenamientos de combate cuerpo a cuerpo, eran muy buenos tiempos... Es todo.

Annie permaneció en su lugar y mostró media sonrisa, sintiéndose aliviada. Ella también lo recordaba, a pesar de que escapar era un engaño para escabullirse en la capital e investigar, no podía evitar recordar las veces en las que la ayudó a entrenar para pagar deudas por cubrirla. Lily no tenía problemas en ayudarla, a ella tampoco le gustaba pelear y en esos tiempos sólo era una niña más viendo las cosas fáciles. Una de las personas más conformistas de la vida.

La operación del bote volador dió inicio. Connie, Armin y Soojin se pusieron en marcha para llamar a Floch, él estaba en el edificio central con la señora Azumabito y sus ingenieros, todos estaban bajo la amenaza de Floch.

— ¡¡Floch!! — llamó la pelirroja, su voz resonó en todo rincón. — ¡¿Dónde están los Azumabito?!

— ¡¿Soojin?! — abrió la ventana, mostrando su ubicación. — ¡¿Dónde has estado?! ¡¿Por qué gritas así?!

— ¡Íbamos detrás del titán Carguero! ¡Está con el titán Acorazado! ¡Se escaparon por el agua! — el pelirrojo no lo podía creer, que se escape de una de las mujeres más fuertes en la historia de la humanidad, después de Mikasa. — ¡Si no nos apuramos, escaparán! ¡Necesitamos el bote volador ahora! ¡Apúrate y trae a los Azumabito para que lo hagan volar! ¡De inmediato!

— ¿De qué estás hablando...?

— ¡¿Qué estás haciendo, Floch?! ¡¿No estabas detrás del Carguero?! ¿No es obvio que van al sur? ¡Ellos mataron a Jean y a Onyankopon! — pataleó en el caballo. — ¡Mueve el maldito trasero! ¡¿Acaso quieres perder la oportunidad de acabar con Marley de una vez por todas?! ¡Si los matamos, nadie podrá detener a Eren y Eldia se salvará!

— ¡Armin, Soojin, ahí está el bote volador! — informó Connie llendo directo al bote con alas.

— ¡Floch, apúrate y trae a los Azumabito! — dijo mientras iban detrás de Connie, rogando a que su actuación haya sido la mejor.

Pero... Soojin tampoco era muy consciente del tiempo que requerían los ingenieros para hacerlo funcionar.

Ambos chicos llegaron al barco y bajaron de sus caballos para correr en dirección del bote volador. Frente a ellos estaban dos de sus compañeros que conocían desde hace varios años.

— ¡Deténganse!

— ¡Daz, Samuel! ¡¿Qué están haciendo?! — el rapado divisó el bote volador, encima de este habían explosivos, tal y como dijo Soojin. — ¿Explosivos?

— ¡Desconéctenlos!

— ¡Usaremos esa nave para perseguir a los marleyanos que escaparon por el mar!

— ¡Esperen, cálmense! — habló Samuel. — Verán... Hay rumores de que ustedes trabajan con Marley para detener el Retumbar usando este bote flotante, y que Soojin en realidad era una infiltrada que le pasaba información al capitán Levi y a la comandante Hange.

— ... — la pelirroja levantó la mirada y se acercó a ambos con ese par de ojos dominantes. — ¡¿Acaso crees que quiero que los Marleyanos nos maten?! ¡¿Estás loco?! ¡¿Qué será de esta Isla sin Eren?!

— E-Es verdad, señorita Kang... — dijo Daz con las manos en alto.

— Ustedes nunca pondrían de nuevo en peligro esta Isla justo cuando nos acabamos de salvar... ¿No es así?

Esta tensión era insoportable, Soojin era quien lucía más natural en esta situación de actuación.

— ¿Qué esperan? Debemos matar a los marleyanos que escaparon. — dijo Armin esta vez.

Samuel y Daz se miraron y este se acercó a paso lento a la caja de explosivos, los ojos de Soojin, Armin y Connie lo siguieron.

— Pero, verán... También tengo la ligera sensación de que ustedes intentarán evitar que Eren mate gente incluso si son enemigos.

Cuando Daz apagó los explosivos, hasta la propia Soojin no pudo evitar tensionarse. Las expresiones los delataban, ahora también a ella.

— ¿Q-Qué pasa? Desactivamos los explogsivos.

Tan solo unos segundos pasaron y un par de disparos se escucharon en el interior del edificio central donde estaban los Azumabito. Fueron los suficientemente fuertes como para hacer sospechar a Daz y Samuel de las intenciones de sus compañeros.

Fallaron.

Dentro de la habitación hubo un giro inesperado. La señora Azumabito había aprisionado a Floch en en el suelo y lo apuntó con la misma arma.

— ¡No moriré sin más!

— ¡Maldita sea! ¡Mátenla! — ordenó.

Mikasa ingresó rompiendo una ventana y asesinó a dos Jaegeristas con sus cuchillas.

— ¡Kiyomi-san! — llamó.

Lily ingresó por otra ventana y guío a los ingenieros de Hizuru por las escaleras. Floch al ver la escena, salió por una ventana y gritó:

— ¡Escuchen! ¡Mikasa, Armin, Lily, Soojin y Connie han traicionado a Eldia! ¡Mátenlos!

— ¡Mikasa! — llamó Lily desde ya el segundo piso. — ¡Van a entrar por las ventanas! ¡No te quedes atrás!

— ¡Vayamos al sótano! ¡Será más seguro!

Una fuerte explosión se llevó cerca de Lily, lo cual expulsó su cuerpo a un costado, dejando a los ingenieros muy preocupados.

— ¡Señorita!

— ¡Estoy bien! — dijo algo adolorida por los pequeños cristales que habían en sus brazos. — ¡No se queden quietos, sigan adelante!

Todos ellos bajaron mientras que Lily verificaba que todos estén completos, decayó un poco en el piso y se levantó rápidamente para seguir. Mikasa llegó y le preguntó si estaba bien, ella asintió y continuó bajando con ella.

— ¡Mikasa-sama! — llamó Kiyomi.

Había un grupo de cuatro Jaegeristas en el final de las escaleras. Lily sacó dos pistolas y corrió en un ataque frontal mientras gritaba.

— ¡Apártense del camino! —  la castaña cayó en el piso entre los cuatro muchachos, mientras su cuerpo avanzaba desde ahí, disparó en sus cabezas de cada uno y murieron.

— ¡Por aquí! ¡Resistiremos su ataque en el sótano! ¡Si quieren vivir, vengan! — habló Magath, detrás de él estaban Jean, Bruno y Hange.

Desde el otro lado del puerto, Daz volvía a activar los explosivos del bote volador al darse cuenta que todo era un engaño y que los rumores sobre el escuadrón de Levi eran ciertos. Soojin se acercó a este para agarrarle del brazo y enfrentarlo, evitando a toda costa que haga un movimiento más del que ya hizo, pero alguien la empujó a un costado y lo siguiente que se escuchó fueron tres disparos.

— ¡Armin! — gritaron ambos.

Soojin se quedó estupefacta mientras veía el cuerpo de Armin caer al piso y mancharlo de sangre, no se esperó que el futuro novio de su mejor amiga la salvara. Las balas que se dirigían a ella las recibió el rubio, afectando el abdomen, pecho y y boca...

— ¡No se muevan! — amenazó Samuel. — ¡Si lo hacen, serán los siguientes! ¡Quédense ahí!

Soojin acercó un poco su mano para revisar a Armin, pero él escupió su sangre por la boca, todos sus dientes se destruyeron... Diablos, eso debía doler demasiado. La regeneración era algo común en los portadores de titanes y lo titanes comunes; sin embargo, eso no significaba que no les doliera los golpes.

— Daz, haz que exploten de una vez. ¡Hazlo! — ordenó el más alto.

— Samuel, vamos...

— Nos traicionaste, ¿no? Dijiste que haríamos que todo mejorara juntos, que comeríamos carne... ¿Cómo pasó todo esto? — estaba temblando, llorando, suplicando que todo fuera una mentira.

Lo más triste de la traición es que no viene de tus enemigos... Y ahí fue cuando la memoria de Armin se activó, viendo como en ese entonces, Bertholdt pasó por lo mismo que él está pasando ahora.

Dos enormes fuentes de luz se encendieron en el cielo, ya les tocaba a Reiner y Annie cometer toda esta masacre para salvarse. Connie aprovechó la distracción para tumbar en el piso a Samuel, Daz estaba siendo ahorcado por Soojin para evitar que active los explosivos y termine arruinando el plan que tenían.

Connie y Samuel sostenían la misma arma y luchaban por quitársela a su oponente. Daz le metió un codazo a Soojin en la costilla, pero ella no se soltó. Daz levantó el cuerpo y se movió bruscamente para dejarla caer en el agua, y así lo hizo.

— ¡Ahh! — y lo peor de todo es que ella no sabía nadar.

— ¡Soojin! — gritó Connie.

Armin se asomó de inmediato con las pocas fuerzas que tenía para salvar a su compañera. Soojin salió a la superficie a toser, el agua en su boca no la dejaba respirar y se sujetó como pudo de las redes e intentó volver a subir.

— ¡Estoy bien! — se sostuvo de las cuerdas que la ayudaron a mantenerse a flote. — ¡Daz, hijo de p**ra! Pagarás por esto...

El rubio se lanzó encima de Daz y ambos continuaron forcejeando. Daz retiró hacia adelante el cuerpo de Armin, pero él volvió a acercase. Él no aguantó más y apuntó a su cabeza para terminar con la vida de Armin.

— ¡Nooo! — ambos estaban en aprietos, Soojin salió finalmente del agua y agarró la cabeza de Daz para torcerle el cuello y tirarla al mar para que, en caso de emergencias, ya no pueda respirar más.

— ¡¿Por qué, traidores?! ¡¿No somos compañeros?!

— ¡Sí lo son! Pero, yo... — no quería hacerlo, eran sus amigos, crecieron juntos. Pero si no lo hacía pronto... — ¡Ahhhh! ¡Ahh!

Gritó mientras le quitaba el arma a Samuel finalmente, Samuel veía horrorizado a la escena de muerte de Daz y volvió a fijar su vista en Connie quien lo miró de la misma manera.

— ¡De-Detente!

Siempre hay alguien que debe ensuciarse las manos con sangre... No importa quién, alguien debe dar el primer paso. Jamás podrás separar al humano de la violencia.

— ¡AHHHHHHHHH!

Soojin no dijo nada, no sentía nada... Estaba triste, pero siempre se planteaba la idea de: "Si no lo hago, matarán a mis amigos." Armin había dejado caer un brazo en la orilla, lloriqueó tristemente por Daz.

Los planes cambiaron, ahora por el tiempo que requería preparar el bote volador para volar, les sería muy díficil cuidar este lugar. Sólo usarían el bote grande para llegar al continente y hacer todo desde ahí. Lily acotó todo esto de inmediato y le informó el cambió de planes a Annie mientras que Mikasa se lo comentaba a Reiner.

Al ver esto, Annie recibió lanzas relámpago en su brazo y la batalla continuó. Lily utilizó el suficiente gas en su equipo y se elevó por los cielos con mucha velocidad, esquivando los disparos de los Jaegeristas y asesinándolos con el dolor de su corazón.

La castaña llegó al tercer piso en donde los demás se abastecían, bajó un poco y terminó por hacer explotar una lanza Relámpago entre ellos. Algunos sobrevivieron y atacaron a Lily con disparos, ella se apegó al piso y pasó entre ellos dándoles un disparo en la cabeza y corazones. Uno de estos la sujetó del cuello por la espalda y la quiso estrangular. Ella le metió un codazo en su costilla y una patada en su entrepierna, la castaña se sacó al tipo de encima y lo agarró para usarlo de escudo humano. Tiró el cuerpo a un costado y disparó una lanza Relámpago para hacer explotar sus cuerpos. Los charcos de sangre parecían una laguna, la menor corrió entre ese mar rojo y se lanzó al ataque nuevamente.

Al bajar, encontró muchos más hombres que la rodearon, pero Annie se encargó de aplastar a la mitad y los otros murieron por el ataque frontal de Lily y un par de cuchilla que les quitó a la mayoría la mitad de su cuerpo. Se reunió junto a Mikasa y Hange que estaban en el otro techo.

— Los refuerzos están llegando. Olvídense de escapar, vamos a morir aquí.

— Comandante, no diga eso. — opinó Lily limpiando su rostro lleno de sangre. — Lo mejor que podría pasar en estos momentos es que el tren explote de la nada.

Sus deseos eran órdenes, el tren en donde se traía a los refuerzos de los Jaegeristas explotó, dejando los vagones en llamas. Hange miró a Lily impresionada por su predicción. En eso se escuchó dos sacos caer, las cabezas de Annie y Reiner se desprendieron de sus cuerpos, la castaña por poco vomitaba al ver la escena.

Los Jaegeristas aprovecharon la oportunidad para acabar una vez más con ellos, pero Connie y también Lily, que no dudó en atacar, los defendieron.

La menor le cortó la garganta al primer hombre que yacía cerca de Annie para matarla. Divisó a dos más y voló de espaldas para extender sus cuchillas y decapitarlos a ambos. Rodeó un edificio y paró encima de la gran torre, varios soldados estaban ahí y apuntaron a Lily. La castaña se percató de una pequeña falla en su equipo que le impidió saltar, por lo que quedó ahí para atacar con sus manos y pies. Cada uno recibió un disparo en la cabeza, uno de ellos resistió y le apuntó en la cabeza a la menor. La cuerda de el equipo se ajustó en el cuello de ese chico para cortarle la cabeza de un apretón. Lily volteó viendo a Bruno apartar la mirada. Lily cerró los ojos y le dió un golpe a su equipo, milagrosamente volvió a funcionar después de disparar un par de veces para que las cuerdas vuelvan a ajustarse.

El titán Carguero se unió a la batalla, siendo el nuevo objetivo de la facción Jaeger.

Una luz cegadora llevó a la castaña a taparse la boca, el único titán que tenía prohibido luchar era Falco. Él... Se había transformado en un titán. Su cuerpo era como el de un ave humana con una mandíbula de plumífero y orejas de duende. 

— ¡Falco...! — la castaña se asustó y saltó del tercer piso para defender al niño.

— ¡Ataquen! ¡Perdieron su coordinación!

El titán Mandíbula de Falco atacaba si piedad a los Jaegeristas a tal punto de tener al líder, Floch, frente a él. El pelirrojo gritó y atacó al niño, pero mucho éxito no tuvo por la presencia de Hange, Pieck y Lily. Al verse en aprietos, su última lanza la apuntó hacia el barco para que no escapen. Antes de que pudiera disparar, una bala le cayó en el brazo desviando su arma al agua... Fue Gabi quien disparó.

— ¡Ya podemos zarpar, suban de una vez! — informó Onyankopon.

Todos escucharon el mensaje... Todos, excepto Falco, él seguía en su mundo asesinando a la facción Jaeger. Pero ya era suficiente, debía parar con esto. Pieck ya lo veía venir, cuando te transformas por primera vez, nunca suele salir muy bien.

¡Falco! Los enemigos ya no están. Sal de ahí- — el Grice notó su presencia y la tumbó en el piso para morder la nuca de carguero.

— ¡Pieck, sosténlo bien! — gritó la castaña. Saltó en picada del poste donde estaba de pie y cayó sobre la nuca del menor de rodillas, Theo Magath también se había levantado para ayudarla. — Longitud: un metro. Ancho: diez centímetros...

Hizo un corte limpio para sacar con cuidado en cuerpo de Falco de su interior. Magath lo sostuvo entre sus brazos y Lily se arrodilló frente al menor que tenía los ojos entreabiertos.

— Tranquilo, Falco. Lo has hecho bien. — felicitó su general al ver el desempeño que tenía su estimado guerrero.

— Ángel... Veo un ángel... — susurró viendo a Lily casi a los ojos, estaba moribundo al gastar casi todas sus energías en combate. Magath se impresionó de escuchar la palabra ángel salir de Falco. El general observó como Lily sostenía la mano de el Grice menor para plantar un pequeño beso en sus nudillos.

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