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❀❘ 039

CULPABLES.

La castaña miró a la rubia más baja entre ellos, de alguna manera no podía dejar de verla con esa expresión tan sombría mientras cocinaba... Sí, ella como toda antisocial, se mantenía separada, hasta de su propio bando, pero los celos de Lily eran algo incontrolables. Hange notó esto mientras la veía cortar patatas rápidamente con el cuchillo, era muy ágil gracias a Sasha que le enseñó a cocinar.

— O-Oye, Lily, ten más cuidado, te puedes cortar con esa navaja. — mencionó la comandante.

Armin bajó la mirada que tenía puesta en los ojos de Lil hacia sus manos, sin dudas daba miedo cada vez que le tocaba cocinar. Bueno, ella misma se ofreció a ayudar a Hange para despejar la mente, pero no era algo tan fácil teniendo en cuenta que era una mujer celosa y que causaba terror en la cocina.

— ¿De qué habla? Puedo hacer estas labores perfectamente... — respondió.

— Ten cuidado con esa mano, no quiero sangre de demonio en mi comida. Suficiente tengo que la esté preparando una. — habló Theo Magath a un costado de Hange.

Todos estaban de pie, separados en sus respectivos bandos. Guerreros con guerreros y soldados con soldados. Armin iba a responder en nombre de Lily, pero la castaña lo miró y negó para que no le dé un contraataque con sus palabras.

— Pensar que estaríamos cenando con los que matamos y con quienes nos han matado. Es interesante. ¿Qué les hizo cambiar de parecer? Saben que conseguirán el mundo que quieren si dejan a Eren Jaeger destruir el mundo. Sería el cielo para ustedes, demonios de la isla, estuvimos tan cerca de mantener a Eren y Zeje fuera de contacto. Si tan solo no los hubieran ayudado...

Soojin intentaba mantenerse al margen sabiendo que lo quería descuartizar en estos instantes.

«Métase el demonio por donde no le entra el sol, maldito viejo...» – 🌺

— Como ya le expliqué, general. Nadie de nosotros quiere un genocidio. No salimos corriendo hacia el bosque para ocultarnos y hacer estofado.

— Estás diciendo que por fin ves cuál lado tiene justicia.

— ¿Justicia...? — Soojin estaba por reventar de ira. — ¡¿Justicia?! ¿Tú de todas las personas habla sobre justicia? ¿Nosotros somos los villanos por querer sobrevivir y luchar contra los titanes que ustedes nos enviaban?

— Cálmate, Soojin. — pidió Hange.

— ¡Claro que nos hemos manchado las manos... Y ustedes también lo hicieron! ¿Cuál es la diferencia? — gritó. —  ¿Y estás ahí, intentando decir que esto es algo que solo los demonios harían? ¡No me jodas!

— Sí. — bebió un sorbo de licor. — Ustedes sí parecen demonios para mí. Todas nuestras ocupaciones sobre Paradis se hicieron reales, y hasta ahora están intentando destruir al mundo. Este es el resultado de todas sus duras batallas...

— ¿Insinúas que nada de esto hubiera pasado si nosotros dejáramos de pelear por sobrevivir? En primer lugar... Si no hubieran destruido las murallas, su madre no habría muerto frente a sus ojos... Tal vez así no hubiera pensado en destruir el mundo. Ustedes hicieron todo esto, ¿no es así?

— ¿Ahora quieres hablar de historia, niña? — por fin se dignó a verla a los ojos. — Al menos entiendes que Eldia fue la primera en devastar Marley y hacer sufrir a su gente, ¿verdad?

— Por favor, ¿piensas defenderte con eso? ¡Ni siquiera tú naciste! ¿Cuánto más piensas hacerte la víctima, por algo que sucedió hace 2 milenios?

— Es como hablar con una niña. Aunque por tu estatura, parece que en realidad lo hago.

Bruno la tomó de la cintura porque ella ya iba avanzando para darle la paliza de su vida y que por fin pueda decir que una mujer eldiana lo hizo sufrir como sus antepasados.

— Oigan... Deténganse. — pidió Hange. — Nadie quiere oír su disputa sobre cosas que nadie de nosotros vió hace 2000 años. Soojin, el general está desconcertado por nuestra existencia. La existencia de extraños demonios que están tan desesperados por salvar a toda la gente que intentó borrar esta isla, que están dispuestos a rechazar la entrada al cielo. Vivimos en el mundo exterior por unos cuantos meses. No podemos volver a hacer unos ignorantes demonios de la Isla.

Soojin se calmó al fin y Bruno esperó un rato para por fin soltar su cintura. Annie quien no veía a nadie más que el vacío, se rindió para preguntar cómo vencerían a Eren. Todos aquí tenían razones similares para detener a Eren, pero Annie era distinta.

— ¿Entonces? ¿Podrán matarlo?

Tanto Mikasa y Armin abrieron los ojos con sorpresa. Lily terminó de cortar las patatas y Hange la agradeció la ayuda, la castaña se levantó sin dejar de sostener el cuchillo de Soojin, era la primera vez que lo usaban para cortar patatas... Un arma que mataba humanos pasó de la noche a la mañana a cortar papas.

— ¿Podrán matar a Eren?

— ... Matarlo no es la única forma de detenerlo.

— Imaginé que tú dirías eso. ¿Entonces qué? ¿Vas a detenerlo hablando? — preguntó. — ¿Creen que alguien que intenta cometer suicidio en masa los escuchará y cambiará como si nada? 

— Eso no lo sabremos hasta hablar con Eren.

— Bien, digamos que llegan a hablar con él. ¿Qué harán si no detiene el genocidio? ¿No creen que deberíamos considerar un último recurso? — nadie respondió. — Lo sabía. Si intentamos proteger nuestro hogar en Marley y matando a Eren... terminarán peleando contra nosotros para protegerlo, ¿no es así? — la azabache Ackerman no respondió, su única acción fue bajar la cabeza. — Así son las cosas, ¿verdad? Eren es en lo único que piensas. — sonrió, logrando que ella se enoje.

La azabache sacó sus cuchillas. — ¿Entonces dices que yo debería morir? — la rubia mostró la parte afilada de su anillo.

— No te acerques o en verdad te mataré.

— ¡Leonhardt! — llamó su general.

— Sobre mi cadáver, Annie... — dijo Lily frente a Mikasa, apuntando a Annie con su navaja.

Annie bajó la mano y paró a Lil.

— Te entiendo bien. Yo sólo tengo una razón para detener a Eren. No quiero que mi padre, que está en Marley, muera. Es la única razón por la que necesito de su ayuda. Si en verdad puedes detenerlo, por mí bien. No luchemos ahora, no es necesario.

Llily ocultó la navaja en su bolsillo sin entregarlo a su propietaria, la pelirroja estaba teniendo un mal presentimiento sobre esto. El cucharón del estofado resonó en el el caldero, era Hange quien llamó la atención de los demás diciendo que la cena estaba lista.

— ¡A ver, a ver, a ver! ¡El estofado está listo, vamos a comer! Lily, ayúdame con los platos, por favor.

— Claro.

Las cosas al fin se calmaron, un poco, mejor que hace un rato. Mientras comían, la castaña soltaba pequeñas lágrimas de sus ojos, el sabor era parecido al estofado de conejo que le preparaba su madre cuando era una niña.

— Serán 5 horas a toda velocidad, incluso con los caballos descansando. Vamos a confiar en los Azumabito. Según Kiyomi-san, en el puerto hay un bote volador creado para observar el retumbar. Podemos acercarnos al titán fundador usándolo.

— Lo sabía, así que los Azumabito estuvieron ayudándolos desde las sombras. — habló Magath.

«Aquí vamos de nuevo...» – 🌺

— El problema sería saber dónde está el Fundador. Nos quedaremos sin combustible en poco tiempo si solo volamos sin un objetivo.

— Y lamentablemente no tengo acceso a esa información... — dijo Soojin. — Tal vez no muchos la tengan, ese hombre es muy precavido.

— Y por eso la capturé a ella. — habló el general refiriéndose a Yelena, admiradora número uno de Zeke Jaeger. — ¿A dónde se dirige Eren Jaeger?

— ¿Por qué habría de saberlo? Y aún sabiéndolo, ¿por qué debería responderte?

— Tú le ofreciste a Eren tu conocimiento del continente cuando él no tenía ninguno. Él tiene un camino en su mente para usar el Retumbar. Deberías poder adivinarlo.

— Bastardo. — soltó. — Estoy preguntando por qué debería ayudar a marleyanos bastardos como tú.

— Porque nosotros decidimos si vives o mueres. — respondió Annie.

— No tiene sentido, ella quiere morir. — habló el cara de caballo.

— ¿Pero no estás luchando contra Marley por el bien de tu propio hogar? — cuestionó Connie. — ¿Estás bien así sin hacer nada, dejando que los aplasten?

— ¿Yelena? — Onyankopon se unió a los interrogatorios que le hacían.

— Ella no debe. Porque ella es una marleyana bastarda igual que el resto de nosotros.

Esto sorprendió a muchos que no sabían el origen de la más alta, ella aborrece Marley...

Después de la forma en que nos superaste en Liberio, Yelena... — la titán carreta avanzó hasta quedar detrás de ella. — Hicimos una completa búsqueda de tu pasado. Nacida en una familia marleyana común y corriente. Aún así, pretendiste ser parte de una pequeña nación anexada por Marley desde que conociste a Zeke. Desilusionada con Marley, inventaste una historia. Un milagroso cuento de salvar el mundo con un príncipe. Podrías ocultar tu propia mentira hasta que lograras ser parte de la historia humana. Estoy impresionada por lo profundo que era tu deseo.

Yelena tenía todas las vistas puestas en ella. La rubia volteó un poco y acarició el rostro del titán de Pieck debajo de su ojo.

— ¿Salvar el mundo? ¿Existe alguna palabra más dulce y seductora? Ustedes se entregan a la emoción sublime de salvar a cientos de millones de vidas. Se aferran a ello como si fueran a lavar su odio hasta ahora, como si nunca hubiera existido. Esa es la perspectiva que tengo de ustedes en este momento. Sólo piénsenlo un poco, ¿sí?

Lily cerró los ojos y apretó un poco la cuchara, volvió a abrirlos y siguió comiendo.

— ... — la rubia miró al robusto del grupo y comenzó la plática de desunión. — Reiner Braun. Me pregunto cuántos eldianos fueron comidos por los titanes después de que hicieras ese hoyo en la muralla. — el mencionado desvío la vista a un costado con vergüenza.

Lily se detuvo en ese momento, lo único en lo que podía pensar era en Jack y Marco. Se tragaba sus ganas de golpearlo comiendo estofado.

Annie Leonhardt. Me parece que mataste un gran número de miembros de la legión de reconocimiento. Y que también aplastaste a una incontable cantidad de residentes del distrito Stohess. Sí, también los de Paradis. — era su turno. — Fueron bastante valientes cuando pelearon contra la gran nación de Marley. — comenzamos. — Armin Arlert. La escala de tus hazañas militares solo puede ser igualadas por las bajas que dejaste, incluyendo civiles, niños y ancianos. — el rubio bajó la mirada con los ojos cerrados.

Lily seguía comiendo y de vez en cuando veía al rubio, las palabras de Yelena eran más picantes que la salsa roja.

— Desconozco el alcance de su valentía en Liberio. Sobre todo Lily Weigel... — la mencionada la miró con el ceño fruncido. — Eres tan falsa, querida... Valientemente arrojaste una lanza Relámpago contra Falco, ese chico de allá, para derrotar al Cuadrúpedo. ¡Ja! Y ahora finges que te preocupan esos niños que mataron a tu amiga... Sé bien que los odias y que deseas matarlos.

— Ya cállate, no tienes ni la menor ides de lo que hablas.

— Y hablando de matar, ahí está Gabi, la niña que le disparó a Sasha. — Jean y Connie bajaron la cabeza al escuchar el nombre de su mejor amiga en esta mala conversación. — Sasha era una buena chica, hasta a mí me entristece mucho lo que ocurrió. Pero comparado con las familias y personas con las que convivieron, su dolor no se compara al mío. — la pelirroja chasqueó la lengua y la más la miró. — Kang Soojin, ¿qué se siente matar a tus camaradas?

— No es algo que tú no hayas hecho, eso es seguro. — devoró otra cucharada.

— Pero yo nunca elegí hacerme la buena para salvar mi pellejo y no ir a la cárcel. ¿En serio mereces ser feliz después de todo lo que hiciste?

— Eres una perr*-

— Estuvo delicioso, Hange-san, ¿se puede repetir? — preguntó Jean interrumpiendo la grosería de Kang Soojin.

— Sí, yo también, por favor. — dijo la castaña con una sonrisa de gato.

— Claro, hay bastante. — comentó ella de igual forma recibiendo los platos de Lily y Jean, este último agarró una botella de vino y la agarró para jugar con ella.

Soojin pateó una cubeta de metal, la cual se estrelló en un árbol justo en el blanco. Ya no quería seguir escuchando la palabra "matar". Esos tiempos eran otros, ahora ella era otra persona, una mejor.

— Iré al bosque a caminar. Perdón, Hange. La comida estuvo deliciosa. — se retiró furiosa, pero disimuladamente.

Bruno se levantó tambaleándose y la siguió por detrás.

— Gracias, Yelena. Estás tratando de que resolvamos nuestras diferencias, ¿no? Y de esa manera aliviar nuestros corazones. Mataste a muchos de los tuyos con tal de cumplir tu sueño y al ver lo que pasó, solo pensaba en morir. — bebió. — Lo siento si te molesté.

— Oh, lo había olvidado... ¿Quién fue tu mejor amigo, Jean? — suspiró. — Lo tengo en la punta de la lengua, también fue el primer amor de Lily.

La castaña se quedó perpleja al escuchar sobre su primer amor. Annie y Reiner se pudieron en blanco al sacar ese tema de la nada.

— ¡Ah, claro, era Marco! — dijo chasqueando los dedos.

Annie y Reiner inconscientemente vieron a Lily, notaron que sus dientes temblaban frenéticamente y sus ojos se agrandaban.

— Según escuché, Annie tuvo que ver con su muerte. Lily, ¿por qué no le preguntas su versión de la historia? Pregúntale cómo murió ahora que tienes la oportunidad.

Lil miró a Annie con enojo sin dejar que sus dientes tiemblen, estaba esperando una respuesta de su parte. Armin por su lado quería calmar a la chica, esto era algo que había pasado hace años, pero ella aún lo tenía en su mente y corazón como el primer chico del cual se enamoró.

— ... Yo le quité el equipo de maniobras, por eso los titanes se lo comieron.

— Yo se lo ordené. — habló Reiner. — Marco escuchó mi conversación con Bertholdt, él era demasiado inteligente, por eso decidí matarlo para que no hable. Lo golpeé en el aire y lo mantuve inmóvil mientras Annie le quitaba el equipo de maniobras. A Marco se lo comieron ahí porque no podía moverse.

— ... ¿Cuáles fueron sus últimas palabras? — preguntó Jean.

— Aún muriendo... Sólo pensó en ti, Lily. Lo último que dijo fue: Aún no recibí su respuesta. — la castaña comenzó a sollozar con la mirada baja y acercó sus manos a su corazón mientras lo estrujaba. — En verdad lo siento...

— Es eso. Ni siquiera recibimos una respuesta... Sólo nos concentramos en matar y no nos tomamos la molestia de escuchar lo que otros tienen que decir, por eso estamos como estamos ahora. — dijo Jean.

— No es tarde para empezar. Ahora mismo estamos intercambiando algunas palabras apesar de que tratamos de matarnos. ¿Quién podría haber imaginado que comeríamos juntos alrededor de una fogata?

— ... Mientras veía que se lo comían, me preguntaba por qué se lo estaban comiendo.

Jean y Lily voltearon a verlo con la peor de las expresiones, ya dijo lo que tenía que decir, pero lo estaba empeorando. ¿Acaso quería morir de verdad?

— Oye, ya basta. — pidió Jean mientras sostenía los hombros de Lily quien la pasaba peor que él.

— Y debido a la ira, maté a ese titán y grité: "¡¿Cómo pudiste comerte a Marco?!"

Lily tenía la mandíbula entreabierta mientras negaba con la cabeza, quería que cierre la boca de una maldita vez. Su segunda reacción fue apretar los puños y tomar su cabeza con fuerza.

— ¡Cállate, cállate, cállate! — rogaba. — Deja de hablar.

— ¡Suficiente! Debiste volverte loco por la culpa.

— Perdón. Realmente no...

— ¡Ya basta, Reiner...! ¡Cállate! ¿No ves que esto le afecta? — Jean estaba igual de harto que ella, tal vez peor. — Ya nos dijiste que tú lo mataste, no te molestes en agregar lujo de detalle sobre su muerte. Aprende a interpretar la situación, imbécil.

— En verdad lo lamento.

Y explotó. En verdad explotó... Reiner fue derribado por Lily quien gritaba como loca y golpeaba el rostro del rubio con todas sus fuerzas, estaba desfigurando su rostro con los golpes más duros que ella podía dar en su vida. Gabi estaba estupefacta, jamás había visto este lado amargo en Lily, y le dolía tanto que esté lastimando a su primo mayor. Por lo general, su rostro daba a ver que era una chica tranquila.

— ¡¡Ahhhhh!! ¡Ngh...! ¡Ngh...! ¡Tú lo mataste! ¡Eres un maldito asesino de mierda! ¡¿Por qué tenía que ser él?! — gritó. Armin corrió para agarrarla de los brazos, pero ella siguió, pateándolo estaba vez en el rostro. En estos pocos segundos, ya le había desfigurado la cara. — ¡¡Muérete de una maldita vez!! ¡No sabes cuánto te odio! ¡Debiste ser tú el que muera, no Marco! ¡Él era alguien muy gentil con sueños muy nobles! ¡Él sólo...! Él quería ir a la Policía con Jean y conmigo. Yo lo amaba, Reiner... ¡Yo lo amaba!

Gabi vió el problema que tuvo con Kaya reflejado en su primo y Lil. Connie, Jean y Mikasa se levantaron de sus lugares para detenerla al haber pensado que ya se había detenido.

— ¡Lily, no pierdas la cordura! — la hicieron retroceder. — ¡Cálmate, por favor! ¡Sé que duele, mucho! ¡Pero no te dejes llevar por las palabras de Yelena! ¡Es lo que ella quiere!

Yelena ladeó la cabeza y se encogió de hombros. Gabi se interpuso en el último golpe que pudo dar Lily, recibiendo el daño. La castaña abrió los ojos en par al ver que lastimó a Gabi, rápidamente se detuvo y gritó del susto.

— ¡Gabi! — el pequeño Grice corrió en su rescate. — ¿E-Estás bien?

— ¡G-Gabi! ¡Oh, perdona, lo siento! — dijo la castaña tan arrepentida de sus actos. — Y-Yo... No estaba pensando con claridad... No era mi intención hacerte daño.

— Lo lamento tanto... Nuestra única esperanza era matar a todos los de la isla Paradis. Nosotros matamos a muchos para ser reconocidos y que perdonen nuestros pecados, rogamos que los de esta isla desaparecieran. Es por eso que perdieron a sus familias, amigos, personas que amaron. Lo lamentamos mucho...

Con una costilla rota, Gabi se arrodilló frente a ellos rogando su ayuda. Esto era en lo único que se diferenciaba de Eren. Ella era capaz de reconocer sus errores y aceptar la ayuda de los demás, cosa que Eren jamás hizo.

— Sé que no tengo el derecho, pero los necesitamos. Por favor, ayúdenme... Ayúdenos. — Falco no dejó que siga en una mala postura y la hizo levantar hasta quedar de rodillas.

— Por favor. Detengamos el Retumbar juntos.

— ¡Por favor!

— ¡Por favor!

— ¡Por favor!

— ¡Por favor!

— ¡Por favor!

— ¡Por favor!

Lily negó varias veces y se agarró de los cabellos sin dejar de sollozar y tambalear, respiraba mal y su corazón se detenía. Tuvo la necesidad de escapar rápidamente del lugar sin dejar de llorar.

Armin fue tras ella para calmar las cosas. Ella aún tenía la navaja de Soojin... Cualquier cosa podía pasar.

Y hablando de Kang Soojin... Ella se adentró al bosque y se quedó quieta mirando las estrellas. No quería reventar en furia frente a los otros, así que guardó sus ganas para desquitarse con la naturaleza. Estaba llorando de furia... La última vez que lo hizo fue hoy cuando vió al capitán Levi dormido y con vendajes en todo el rostro. Lloró dos veces en un sólo día, eso era un nuevo récord en su vida.

Escuchó unas ramas quebrarse, inmediatamente volteó, encontrándose a Bruno. ¿Por qué siempre era él? Donde ella iba, Bruno estaba ahí.

— Oye... ¡¿Por qué siempre estás persiguiéndome?! — preguntó. — ¡Ve con los demás, quiero estar sola!

— Querer estar sola nunca es bueno, Kang Soo. — rió sarcástica. — Al menos déjame acompañarte un rato, te juro que me iré y te dejaré en paz.

— ¡No! Ya te lo dije, vete. — esto ya la estaba fastidiando.

— Por favor...

— ¡Carajo, Bruno! ¡Aprende a respetar mi espacio! ¡Quiero estar sola porque me gusta!

— ¡A nadie le gusta estar solo! ¿Por qué siempre te alejas de los demás? ¡No es bueno! ¡Para eso nos tienes a nosotros que somos tus amigos! ¡Me tienes a mí y a Lily!

Soojin caminó hacia él, Bruno se sintió obligado a retroceder por los nervios que le causaba esta chica con temperamento de fuego, chocó con un árbol. La chica lo acorraló... Bueno, ya sabemos quién tiene los pantalones en la futura relación.

— ¡¿Y tú?! ¿Por qué siempre estás persiguiéndome? ¡¿Por qué te molestas en saber lo que siente una asesina como yo?! — cuestionó, para ella no tenía sentido esto.

— ... Es porque me gustas, Soojin. Me gustas mucho, esa es la razón por la que siempre estoy persiguiéndote y coqueteando contigo. — cerró los ojos y ladeó la cabeza a un costado

— ¿Qué? — preguntó. — ¿Estás demente? ¿Por qué te interesarías por alguien como yo?

— Pues no lo sé, simplemente me gustas y ya. ¿Qué? ¿Acaso es un delito? Puedo enamorarme de quien yo quiera. — respondió.

— Debes estar bromeando... Ya di la verdad, es imposible que puedas sentirte atraído por mí, soy solo una asesina que arrebató la vida a tantas personas con una simple navaja. Existen mejores chicas que serían un buen partido para ti.

Bruno frunció el ceño y sus lágrimas comenzaron a brotar de su ojos, es increíble que siga negándolo a pesar de todo lo que él hizo para demostrarle su amor.

— ¡¿Por qué nunca entiendes nada de lo que te digo?! — Soojin notó que lo hizo llorar y retrocedió unos pasos nerviosa. — ¡¿Acaso nunca te diste cuenta?! ¡Hasta el capitán Levi lo sabe! ¡Pero tú... Fuiste la única en no darse cuenta! Te amo, Soojin. Te amo con todo mi corazón.

— ¡E-Es que es imposible!

— ¿Por qué lo es? Ya te dije que puedo enamorarme de quien quiera. 

— ¡He matado a muchas personas inocentes, varios de estos eran mis camaradas! ¡Alguien tan sucia como yo no merece ser feliz!

— ¡¿Podrías callarte y escucharme por una vez?! — el joven la atrapó sosteniendo su nuca, dejando impresionada a la pelirroja.

La distancia entre ellos se acortó y Bruno plantó un beso en los labios de Soojin, provocando que ella se sonroje, su cara estaba peor que su cabello. Bruno apegó su cuerpo sosteniendo su cintura con la otra mano. Rápidamente se apartó y retrocedió hasta caer al piso por los nervios.

— ¡O-O-Oye! ¿Q-Qué crees que haces...? ¿Por qué me... besaste?

— ¿Qué más pruebas necesitas para aceptar que estoy enamorado de ti? No me hagas seguir repitiendo lo mismo uno y otra vez.

Soojin abrió los ojos, no era la primera vez que se le declaraban, pero esta era la primera vez que sentía algo mutuo. Bruno se acercó y se arrodilló frente a ella para darle un abrazo.

— No me importa que hayas matado a miles de personas, eso jamás podrá cambiar el hecho de que me gustas. No importa qué nos pase, sólo quiero que lo sepas...

La pelirroja no era muy fan de llorar, pero esta vez, sintió la necesidad de hacerlo. Tímidamente rodeó el cuerpo de Bruno con sus brazos y escondió su rostro en el cuello del chico.

— Bruno... Muchas gracias.

¡Haru Akaime! 🐿️ ¡Lily Weigel! 🌺 ¡Feliz cumpleaños! — 💗

Hoy es 29 de marzo, cumpleaños de mis dos personajes principales de cada fanfic de Armin. (Por ahora son dos)

Haru con su pingüino, (su mayor sueño era verlo).

Ella se hubiera llevado bien con Kuro (ignoren los ojos amarillos).

Lily siendo ella misma. (Me encanta tu chaqueta rosa, la hace tan linda).

Hermosa amistad que tiene con Kang Soojin. Las mejores besties.


Bruno y Soojin en el capítulo de hoy son así: ↑

Lily y Haru mis mejores protagonistas, las amo. Feliz cumpleaños a las dos 🎂🎈

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