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❀❘ 016

SEÑAL DE HUMO.

El castaño miró a Sasha quien veía hambrienta la comida, él bufó y le advirtió lo siguiente:

— Sasha, si tratas de comerte las proviciones le diré al capitán Levi que te corte en pedacitos del tamaño de un bocado. — ingresó a la cabaña junto a ella y Armin.

— No comeré nada, eso espero. — susurró lo último.

— Oigan, ¿no pueden limpiarse los zapatos antes de entrar a la casa? — regañó Eren, se veía tan chistoso haciendo la limpieza del hogar.

— ¿Qué? No sé de qué carajos estás hablando, pero creo que estás exagerando, ¿no? — dejó el costal sobre la mesa.

— Qué idiota, ¿crees que con esa actitud complacerás al capitán Levi? ¡Esta mañana hice tu cama, maldito arrogante! ¿Y si no la hubiera hecho, qué? — gritó.

— ¡Ya cállate! ¡¿Quién crees que eres, mi mamá o qué?!

Lily los miró mientras usaba el plumero para quitar el polvo por las paredes, habían muchas telarañas.

— Lily, ¿cómo te encuentras? ¿Aún te duele la pierna?

— Armin... — saludó ella sin expresión de alegría o alguna otra emoción, era una expresión normal. — Mmm. — negó. — Ya no me duele mucho, ya puedo caminar bien. Gracias por la preocupación.

— Me alegra. — sonrió.

— Ya volvimos. — dijo la azabache al entrar por la puerta, se tomó el tiempo de limpiar sus zapatos antes de arruinar la limpieza de Eren.

— ¿Qué? ¿Fuiste a cortar leña? — preguntó Armin angustiado por los límites de la terquedad de Mikasa.

— Así mejoro mi condición física. — se excusó.

— ¡Fuiste herida por un titán! ¡Aún no debes moverte, Mikasa! — dijo el rubio preocupado.

— Ni siquiera a mí me hace caso, incluso la ví haciendo abdominales. — habló Eren.

— ¡Bastardo, ¿por qué la espías?! — le gritó Jean.

— ¿Qué? Eso no es espiar, estúpido.

La mujer Ackerman dejó la leña en un rincón de la cabaña mientras Armin le reprendía por lo terca que podía llegar a ser.

— Mikasa, no puedes curarte como un animal salvaje.

Lily continuó limpiando restándole importante a la discusión, conocía lo terca que era Mikasa, ni con los castigos del capitán Levi podía dejar su terquedad de lado.

— De cierta forma, parece que volvimos a la tropa de cadetes, ¿no? — preguntó Sasha con una sonrisa.

— Pero... ¿Por qué nos eligieron para ser parte del escuadrón de Levi? — cuestionó el rubio. — Proteger a Historia y a Eren es una misión muy importante.

— Debe ser porque somos buenos soldados. — dijo tomar un pan y meterlo a escondidas en su bolso.

— Sasha... ¿Acabas de meter algo a tu bolso? — preguntó.

— Juro que no fue un pan ni nada parecido. — se excusó.

— Oye, eres una...

El rubio agarró su muñeca mientras que los demás se acercaban a la chica patata por sus intentos de robar la comida.

— Devuelve eso.

— Concéntrense, debemos terminar de hacer la limpieza antes de que vuelva el capitán. — y hablando del rey de Roma, el burro se asoma.

— Bienvenido, capitán Levi. — dijo la castaña al verlo pasar a un lado.

— ¿Por qué tanto escándalo? — le preguntó seriamente, causando algo de temor en ella.

— ¡Las proviciones son muy valiosas! — dijo el rubio de ojos azules descubriendo a Sasha, con las manos en la masa.

Todos permanecieron en silencio al ver al capitán Levi pasar su mano por debajo de la mesa, encontrando polvo en ella. La castaña con coleta ocultó su plumero detrás de ella y miró a otra dirección. Ella era la que sacaba el polvo y Eren barría, y por lo visto, hizo una mala limpieza.

— Creí que les había dado el tiempo suficiente para limpiar. — el de ojos esmeralda se llevó una mano la cara, todo su esfuerzo arruinado. — Ya no importa. Por el momento pospondremos sus tareas de limpieza. Eren, Hange no está esperando para comenzar con el experimento.

— Ah, ¡sí!

Lily miró con algo de tristeza al joven castaño, durante este tiempo no hubo tiempo para que Eren descanse de sus experimentos con la sargento Hange. Ya estaba muy al tanto de la situación, sabía que Annie era la titán hembra y que ahora estaba encerrada en el distrito de Utopía, gracias a su poder de cristalizar su cuerpo, a Hange se le ocurrió la idea de hacer que Eren tenga la misma habilidad.

Pero lastimosamente no habían dado un sólo resultado y tantos experimentos lo dejaban seco, como si no hubiera tomado agua en años.

El titán de Eren gritó muy fuerte y cayó al piso, otra vez estaba muy exhausto como para levantarse.

— ¡Eren! ¡¿Qué te sucede?! ¡De pie! — ordenó la sargento. — ¡Todo el destino de la humanidad depende de ti! ¡Levántate!

— Cuatro ojos, parece que esta vez hay algo diferente. — dijo el capitán Levi. — Ahora no alcanzó los diez metros, algunas partes le faltan músculo y su trasero está expuesto.

— Sí, eso puedo verlo. — aclaró. — ¡Eren, ¿todavía puedes moverte?! ¡Danos una señal de que estás bien!

— ¡Eren! — la azabache bajó de su caballo para actuar. El cadete Jaeger no daba señales de vida y Mikasa ya se estaba desesperando.

— Mira, esa mocosa volvió a actuar por su cuenta, ¿quieres que le dé un castigo–...?

— No será necesario, Eren no nos da señales de vida. — dijo. — ¡¡Eren!! — la sargento y Moblit bajaron de la cima para sacar a Eren del cuerpo de su titán antes de que se cocine.

Lily se acercó a ellos y cortó en las zonas donde estaba más apegado, la sargento Hange agradeció o tiró con fuerza su cuerpo.

— ¡No puede ser, todo su cuerpo está hirviendo! — cuando volvió a tirar de él, vio el rostro del Jaeger hecha una calavera sin fondo, su cara sangra mucho. — ¡Ahhhhh! ¡Mira esto, Moblit! ¡Rápido, haz un dibujo de la cara de Eren!

— ¡Sargento, ¿que no tiene compasión por los humanos?!

Mikasa valientemente cortó en las zonas donde Eren no salía y Hange tropezó hacia atrás con el castaño, Lily la ayudó a incorporarse sobre el cuerpo del titán de Eren, sostuvo al portador en sus manos y volteó a ver a otro lado.

— Creo que me emocioné de más... — confesó apenada. — ¡Terminó el experimento! ¡Todos, retírense de inmediato! — ordenó.

— ¡Weigel y los demás, revisen que no haya testigos! — ordenó uno de sus superiores.

— ¡Sí, señor!

Lily metió las zanahorias y las papas picadas en la olla hirviendo, dentro de poco estaría lista la cena, Sasha estaba que moría de hambre. Antes de que ella se vaya a vigilar la zona, la castaña le dió una zanahoria sin que nadie se de cuenta.

— Lily, ¿dónde está la sal? — le preguntó Mikasa. — ¿Puedes pasármelo, por favor?

Lily asintió, buscó el salero con la mirada y vio que estaba sobre una repisa, se estiró para alcanzarla y se lo entregó a Mikasa.

— ¡Eren, tienes que seguir en cama! — habló Mikasa. Lily levantó la mirada con una mano en el cuchillo, Eren que chocó mirada con ella se puso algo nervioso.

No era su intención, pero Lily en la cocina era como ver a una carnicera de las buenas, y no sólo él lo veía de eso modo. Claro que desde pequeña se defendía con una simple sopa, pero gracias a los sabios consejos de Sasha, aprendió a cocinar diferentes tipos de platillos con carne.

— Tr-Tranquila, estoy bien. Estuve dormido todo el día. Además, por mí se tiene que posponer el plan de recuperar la muralla María.

— ¡Eren, eso no es culpa tuya! — le dijo Mikasa. — ¡No te preocupes por eso! — se le acercó. Eren agarró otro cuchillo y comenzó a pelar patatas junto a Connie, quedando en medio de la castaña y del joven Springer.

— Para mí es suficiente enfrentar a ese maldito Titán Bestia. — dijo él. — No pienso perdonar a ese mono, nunca olvidaré lo que hizo.

Lily vio de reojo al rapado, comenzó a temblar por la furia que le guarda a esa bestia. Lily miró a la ventana, parecía que el turno debía continuar con Connie y Mikasa. Armin se dejó ver en la puerta.

— Lily, es hora de que descanses un poco. — habló él.

¿Qué había pasado? Ésta mañana, ella, Sasha, Christa y Mikasa fueron a cazar por los bosques mientras que los demás aún estaban en la cabaña con lo más pesado. Al saltar cerca de un lago, se torció el tobillo un poco, pero podía cominar bien.

Excepto que Armin se lo tomó como algo muy grave.

— Aún tengo otra pierna, ¿no? — dijo ella. Armin se acercó y la tomó del brazo. — Armin.

— Lily. — ambos se miraron entre sí y ella por fin suspiró, perdió el duelo de miradas. — Vamos, ya hiciste mucho por hoy. Fue arriesgado de tu parte sacar a Eren en tu condición. — decía mientras ambos se retiraban de la cocina.

— Pero ya te dije que no me duele mucho como antes. — Mikasa sonrió de lado y se retiró junto a Connie para formar turno.

Christa... Perdón, Historia y Eren se quedaron solos en la cocina.

— Ellos realmente parecen pareja. — habló Historia para luego cambiar el tema. — Siento algo de envidia. Todos aquí ya tienen sus metas incluso sabiendo que no será nada fácil. Siendo sincera, desde que Ymir se fue, no sé qué es lo que quiero hacer de ahora en adelante.

— ¿No quieres ir a salvar a Ymir? — ella frunció el ceño.

— Pero... En ese momento no pude perdonarla, aunque sí quería salvarla. — confesó. — Pero ahora cambié de opinión. Ymir eligió su propio camino en la vida, no tengo derecho a entrometerme y tampoco es necesario.

— Vaya, al fin tenemos una conversación.

— ¿Ah?

— Cuando llegamos aquí nos contaste un poco sobre ti, pero desde entonces no volviste a sonreír ni mucho menos a hablar.

— Hacerlo es un fastidio. — Eren se sorprendió por sus palabras. — Perdón, pero esa chica sonriente ya no existe.

— No, creo que así es mucho mejor.

— ¿Qué?

— Antes parecía que te estabas forzando a sonreír, eras tan falsa que me hacías sentir asqueado. — Historia bajó la mirada. — Pero ahora creo que eres bastante normal, eres una chica tonta, honesta y muy común. Bueno, al menos tienes tiempo para pensar en Ymir, ella y yo...

— ¡Hange y los demás acaban de llegar, reúnanse a la sala principal! — informó Sasha.

Lily se sentó en una silla, Armin la dejó con total cuidado y le puso algo de hielo encima. Estaba tan frío que Lily llevó su cabeza hacia atrás mordiendo su labio por el escalofrío que recorrió su cuerpo.

«¡Esto está... Está muy frío!» – 🌺

— Descansa un rato, el médico dijo que no hagas mucho esfuerzo en tu pierna mientras te recuperas.

— Me siento mejor, Armin. No tienes que estar cuidándome como si fuera una niña de 5 años, puedo ponerme hielo yo sola. — habló ella en un leve puchero y su expresión de siempre.

— Si no te cuido de esta forma te forzarás tú sola, incluso si no te das cuenta de eso, así tu pierna nunca sanará, ¿me equivoco?

—- Mmm... — lo miró con fastidio, él tenía razón. — Sí, es verdad. Pero es verdad cuando te digo que esto no me duele.

— ¿Cómo está tu brazo? — preguntó esta vez. — ¿Tus uñas? Creo que ya han crecido más.

— Mi brazo está bien y mis uñas igual. — confesó viendo sus dedos, hasta que recordó esa escena. — Armin, quiero preguntarte algo.

— Claro. — respondió.

— ¿Por qué nunca me dijiste que Annie tenía el equipo de maniobras de Marco? Después de la revisión de los equipos, actuabas muy raro, eso me molestó de cierta forma.

— Lo siento, no sabía cómo decírtelo sin que te hiciera daño... Siéndote sincero, no quería creer que Annie fuera la titán hembra, siempre la admiré y se me hacía difícil dudar de ella a pesar de tener tantas pruebas en su contra... Y peor aún cuando supe que ella veía en ti a una gran amiga. — Lily abrió un poco más los ojos que antes.

¿La mismísima Annie Leonhart la consideraba una amiga? ¿Esa chica que no soltaba una sola risa durante más de tres años? Lily sintió un nudo en su garganta, y no por la pena, sino por rabia y enojo.

— Esa vez, en la inspección de los equipos, pude reconocer todos los arañazos que Marco y yo le hicimos, y mis sospechas se hicieron cada vez más claras con esos datos.

Lily comenzó a llorar, el rubio paró de hablar y se levantó de golpe de ahí para acercarse.

— ¡Discúlpame! — dijo. — No era mi intención que...–

— Si tanto me consideraba su amiga... ¿Entonces por qué carajos tenía el equipo de Marco? — le preguntó. — Estoy segura que todos acá sabían de lo que sentía, ¡y aún así esos tres se atrevieron a alejar a Marco de mi lado...! ¿Qué les hizo él? ¡No lo logro entenderlo!

Armin se acercó a ella y agarró su rostro lloroso con ambas manos, le quitó las lágrimas con sus pulgares para que dejara de llorar, aunque eso fuera difícil. Aún le dolía mucho, no podía superarlo tan fácilmente, él era muy importante para ella.

Lily y Armin hicieron contacto visual, el mundo ya no existía en ese pequeño instante. Nadie existía, sólo ellos dos, una chispa mágica que se encendía en el corazón del rubio. Y Lily, que en esos momentos veía lo hipnotizante que eran los ojos del joven Arlert. De un momento a otro, la distancia entre ellos era más corta, la castaña estaba muy nerviosa al tenerlo tan cerca de ella. Esto sólo le pasó una vez... Y fue con Marco, ¿por qué con él?

Lily sintió que las manos de Armin eran muy cálidas, sentía el cariño que le transmitía, eran un poco ásperas por el entrenamiento que tenían, pero aún así eran suaves. Sus manos eran tan perfectas, su rostro no parecía tener ni una sola imperfección y eso era lo mejor. Sus cabellos de oro, de lo más lindo que vió, brillaban más que el sol... Todo en él es perfecto.

¿Qué era este sentimiento? ¿Era normal que se sienta tan a gusto con Armin por ser un "gran amigo" que le daba consuelo y apoyo? Sólo su mente le decía eso, ¿pero acaso su corazón no podía opinar? ¿Qué era lo que debía decir el corazón de Lily por Armin?

Armin se acercó un poco a ella, sus labios casi se rozaban entre sí, esto era lo más cerca que podía llegar él, estaba muy nervioso. El rubio quiso dar el último paso, sería el boom entre sus labios.

— ¡Hange y los demás acaban de llegar, reúnanse a la sala principal! — informó Sasha desde la entrada de la cabaña.

Lily se dio cuenta recién de lo que estaba por hacer y se apartó de él, dejando al rubio con las ganas, pero ella no lo sabía. Lil se levantó de la silla dejando caer el hielo al piso al incorporarse correctamente. Llevó una mano a su cabello y comenzó a jugar con este.

— Perdóname, Armin. — dijo Lily nerviosa desde la puerta y con el rostro hecho un tomate, se retiró sin antes decir. — De-Debemos ir...

— Sí... — al verla irse, suspiró, estaba tan cerca, pero se maldijo internamente, no era el momento más adecuado y lo sabía.

Se dejó llevar poras emociones.

La sargento Hange y los otros estaban ahí reunidos, tras recibir las noticias por parte de la castaña se quedaron más que sorprendidos.

— ¿Qué dijiste? — preguntó el capitán Levi.

— Lo que oíste, Levi. El pastor Nick está muerto. — declaró. — Lo asesinaron. Fue hoy, en el cuartel central de Trost.

Hange comenzó a explicar lo que vio al llegar al cuartel central. Habían dos miembros de la Policía Militar de la capital en el sur de Trost, ¿por qué desde tan lejos? Hange dijo que le tomó las manos intencionalmente para poder verificar si habían rastros de algún moretón en sus nudillos. Evidentemente tenía golpes y las manos frías. Se notaba desde lejos que no fue hace mucho que se lavó las manos. La Policía Militar de la división interna había torturado al pastor Nick y luego lo asesinaron.

— Supuse que la iglesia dejaría a Nick ya que estaba cooperando con la Legión de Exploración, por eso escondí su verdadera identidad dentro del cuartel. Pero... No creí que enviarían soldados a matarlo, fui demasiado ingenua. Todo esto es mi culpa... — habló.

— ¿La división interna torturó al pastor Nick sólo para averiguar cuánta información le compartió a la Legión? — preguntó Armin.

El capitán Levi dejó de beber su té negro de forma extraña y le respondió con un "Así parece ser".

— Si movilizaron al primer escuadrón de la división interna, quien está detrás de esto es alguien muy poderoso. — el capitán Ackerman volteó a ver a Hange. — Oye, ¿cuántas uñas le arrancaron a Nick, cuatro ojos? Tú lo viste, ¿no? ¿Cuántas fueron?

— Lo vi por un segundo, pero... Parece que le arrancaron todas.

— Los que hablan, hablan a la primera, y los que no, les arrancan todas las uñas de las manos. El pastor Nick era un hombre bastante idiota, pero al parecer nunca se doblegó en sus creencias hasta el final. — sus palabras causaron que Hange se ponga nerviosa. — Eso significa que ellos desconocen lo que sabemos de la familia Reiss. Aunque, alguien dentro del gobierno nos está vigilando, no me queda la menor duda. — habló.

— Capitán Levi, con permiso. — desde la puerta entró una chica de cabello corto y rojizo, muy linda. — Es un mensaje del Comandante Erwin. Fui a contarle sobre el pastor Nick, pero el Comandante me dio esto. — el capitán comenzó a leer la carta y rápidamente dijo:

— Todos, retírense. Nos vamos de aquí. — se levantó. — Y eliminen cualquier rastro.

¡Feliz cumpleaños para Armin de Shingeki No Kyojin! (◍•ᴗ•◍)❤ Nuestro Armando tiene un año más en nuestros corazones, y por eso le dedico el nuevo separador y la este inicio de la tercera temporada.

¡Feliz cumpleaños, Baji de Tokyo Revengers! ¡Estás hecho un papu, guapo! ( ˘ ³˘)♥ Enséñales a brillar.

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