❀❘ 014
➤ LOS GUERREROS.
La dichosa lluvia comenzó a empapar sus cuerpos poco a poco, Lily subió a la muralla por el ascensor de una persona y Mikasa le tendió la mano para ayudarla.
— Lily, sujétate. — dijo.
— Gracias, Mikasa. — ella la tomó y empleó fuerza para llevarla a la cima, la chica se percató de su brazo y lo volteó para tener mejor vista de su herida. — ¿Qué te pasó?
— Cerré la puerta, pero esta astilla le llegó a mi brazo. — explicó.
¿Cómo lo hace ver tan normal? Si a esta mujer le cae la muralla encima, vivirá para contarlo con simpleza.
— Me da gusto saber que estás bien, Lily. — dijo. — Armin estaba muy preocupado por ti, ¿sabías?
— M-Me lo hizo saber. — rascó su nuca con nerviosismo. — Se preocupa mucho por sus amigos, es lo que me agrada de él. — Mikasa cambió de expresión a una más seria por lo que ella dijo.
«Qué ciega es...» – 🧣
— Aún no puedo creer que Ymir sea un titán... Y ellos–
— Sasha. — Mikasa la miró, ella entendió el mensaje de que estaba por hablar sin pensar. Lily no las comprendió.
— ¿Están todos? Después lidearemos con lo de Ymir. Tranquilo, nosotros enviaremos un escuadrón a que puedan revisar tu aldea, Connie. — habló la sargento Hange. — Pero por el momento quiero que se concentren en reparar la muralla, ¿entendido?
— Ah, sí. — dijo este.
— Pero... Esto es extraño, pensé que veríamos más titanes. — dijo. Lily se asomó por el borde, habían soldados que estaban abajo.
— Es Hannes. — habló Mikasa.
«¿Hannes? ¿Quién sería?» – 🌺
— Así es. — afirmó Hange. — Son la vanguardia del este. Vinieron a decirnos dónde está la abertura.
Ayudaron a Hannes a subir a la cima de la muralla, este se quedó ahí mismo en el borde y habló por fin.
— No vimos ninguna abertura. — declaró. — Estuvimos toda la noche buscándola. — Eren lo ayudó a incorporarse nuevamente, no iba a aguantar en el borde. — Lo bueno es que al menos entre el distrito Trost y el distrito Klorva, la muralla está muy bien.
— ¿Cómo es posible?
— Nos encontramos con soldados de Klorva y retomamos nuestros pasos, tampoco hemos visto a algún titán por el camino.
— Pero... Nosotros vimos a los titanes de este lado de la muralla. — mencionó el rubio sin poderlo comprender, era imposible que los titanes lleguen de la nada sin una abertura donde pudiesen entrar.
— ¿En verdad no los viste? ¿Estás seguro de que estás sobrio?
— ¡No bebí, te lo juro, Eren! — dijo este. — Un momento, díganme, ¿por qué ustedes tres se encuentran aquí?
— ... — ninguno de los tres se había atrevido a responder.
— Si no hay abertura, entonces no hay nada que podamos hacer. — dijo Hange. — Muy bien, decidido. ¡Por favor, atención a todos! ¡Volvemos al distrito Trost! — Hange se retiró del grupo junto a Moblit, el que se encargaba de servir a la sargento y también su mejor amigo.
— Y ustedes chicos, no bajen la guardia. — advertió Hannes. — Nosotros los alertaremos.
El rubio mayor de las Tropas de Guarnición se retiró de la misma manera con su equipo de maniobras y bajando desde la muralla sin miedo alguno, ya había informado lo que debía desde aquí.
— Armin, aún no termino por entender la razón por la que no encuentran una abertura en la muralla. ¿Cómo es que los titanes entraron? — preguntó Lily.
— Me pregunto lo mismo, no había pasado nada parecido en cinco años y ahora pasa todo de golpe.
— Supongo que el mundo se pone loco cuando se le da la gana. — la castaña caminó junto al rubio con Sasha y Mikasa detrás de ellos.
Eren fue llamado por Reiner que quería conversar de algo con él. Ahí fue cuando el rubio, la azabache y el castaño se pusieron más alerta.
— Armin, ¿no crees que sea algún agujero en el piso y no en la muralla? — preguntó Sasha.
— Si ese es el caso, entonces estamos en un gran problema, ni siquiera las murallas podrían protegernos si llega a existir un titán que tenga la capacidad de crear agujeros debajo de la muralla. — mencionó la castaña concentrada en eso. Al voltear, pudo ver a Mikasa separada de ellos, viendo directamente a Eren, Reiner y Bertholdt.
Su conversación parecía ser muy interesante.
— ¡Mikasa! ¡Chicos, ya debemos de irnos! — avisó Sasha.
Armin volteó de reojo con un semblante serio, Lily se iba a acercar, pero el rubio la detuvo tomándola de la muñeca.
— ¿Qué pasa?
— Ya nos alcanzan. — dijo.
Lily por un momento se sintió incómoda con la persona que era dos centímetros más bajo que ella. Una bandera roja se rompió debido al viento y cayó al piso en un muy mal momento, el choque con la muralla no se podía soportar, un horrible eco. Sintió una muy pequeña corriente eléctrica por su cuerpo debido a lo incómoda que estaba, se quedó mirando a esos tres desde su posición. Armin no quiso soltarle la muñeca, la tenía muy bien sujetada por precaución.
Algo estaba ocurriendo y no podía comprender lo que era... Vio de reojo que Mikasa sacaba sus armas del porta armas. ¿Qué era lo que haría con esas cuchillas? Esas armas eran únicamente para cortar carne de titán... Lily estaba nerviosa, ¿qué iba a hacer? Todo este ambiente era muy sofocante y el suspenso la hacía trizas. Nadie más se movía de su posición...
Reiner se sacó sus vendajes con algo de molestia, dejó mostrar su brazo "lastimado", de este salía vapor... Reiner se le acercó a Eren de forma desesperada y Mikasa actuó antes de que le ponga un dedo encima, la Ackerman le clavó su arma en ambos brazos a Reiner, ya que este los usó en su defensa. Eren por poco cae al piso y Mikasa le hizo un corte en el cuello de Bertholdt.
Mikasa puso el pie encima del cuerpo de Bertholdt para matarlo, pero Reiner la empujó. Y de la nada, el cuerpo de Reiner comenzó a brillar junto al de Bertholdt.
Ya no había dudas, ni hacía falta que se lo expliquen, ahora mismo sólo podía preocuparse por sus amigos al estar tan cerca de esos dos. Lily no supo el momento en que ella y todos los demás corrieron para salvar a esa pareja, pero fue muy tarde...
Un enorme rayo amarillo descendió del cielo, cayendo encima de esos dos chicos, el viento feroz hizo a los demás volar en dirección opuesta. Lily sintió su cuerpo retroceder en contra de su voluntad, sin poder ver a dónde la llevaban a rastras. Se sujetó para no seguir retrocediendo, el humo y los escombros no la dejaban ver claramente...
— ¡¡Ymir!! — escuchó por parte de su rubia amiga, estaba en peligro.
Al ver mejor hacia arriba pudo ver a dos figuras muy reconocidas y odiadas por la humanidad, eran el famoso titán Colosal y el odiado titán Acorazado. Sí, eran Bertholdt Hoover y Reiner Braun los propietarios de este poder tan monstruoso. El cuerpo del titán Colosal estaba prendido de la muralla desde la mitad, pero el titán Acorazado agarró a Eren y comenzó a bajar de la muralla.
— ¡Se llevan a Eren! — gritó.
No pasó ni tres segundos, pero el rugido del titán del joven suicida se escuchó junto al golpe de la muralla. Lily se mantuvo alerta en todo momento, estaba en total desventaja al tener ropa de civil y un brazo lastimado.
— ¿Dónde está Mikasa? — preguntó Lily de repente.
El titán Colosal levantó su mano, estaba por matarlos a todos, Hange ordenó que todos salgan de ahí. Sintió un brazo en su cintura y sus pies despegarse del piso para dirigirse al borde dea muralla, era Armin quien volvió a protegerla. Lily vio que el titán Colosal tenía a dos personas entre sus manos, y se las tragó. Su cuerpo descendió a los costados de la gran muralla, aún no podía creer lo que veía.
— Bertholdt... — murmuró Armin.
— ¡¡Soldados, listos para atacar!! — Hange dio su orden para atacar. — ¡¡Vamos a derribar al titán Colosal!! ¡¡Es una amenaza para toda la humanidad!! ¡¡Ataquen al desgraciado!!
Los soldados en disposición de luchar siguieron a Hange hacia la cima para contraatacar al desgraciado, el rubio volvió a subir a la muralla junto a Lil manteniendo distancia de él, quería analizar mejor a ese traidor para sacar su hipótesis. Lily se quedó detrás de él con una mirada muy preocupante y aterradora, estaba asustada de tener tan cerca de ese monstruo sin piel, el causante de todo... El mismo Dios de la destrucción.
Bertholdt soltó vapor desde el cuerpo de su titán para que la Legión no se le acerque a la nuca. Todos de juntaron a una distancia, varios muy heridos por el calor excesivo que causaba él.
— ¿Intenta desaparecer otra vez? — preguntó Hange al lado de Armin.
— No, señora. — negó. — Ahora es diferente. La última vez se desvaneció al instante, pero ahora mantiene su forma y emite calor como una hoguera. Si él se sigue protegiendo con vapor... — disparó uno de sus cables a su dirección, este salió en dirección opuesta, confirmando sus sospechas. — ¡No podremos atacarlo con el equipo de maniobras! ¿Qué... Qué vamos a hacer?
— No haremos nada, sólo esperar. — dijo. — ¡Tercer y cuarto escuadrón, esperen detrás del objetivo! — dió sus órdenes a otros escuadrones. — Es probable que se mantenga así por un tiempo, pero al final tendrá que salir de ahí. Esperaremos ese momento para atacar. Escuchen. — llamó la atención de los demás. — Olvídense de la orden de captura... Mátenlos y no lo duden.
Lily llevó sus manos a la boca sin poder procesar la situación, no quería sentir piedad por esos dos después de lo que hicieron, pero era inevitable no sentirlo... Es parte de la naturaleza humana.
— Bien, Armin y escuadrón uno, ¡vengan conmigo! ¡Iremos por el titán Acorazado!
Armin apenas pudo ver a Lily antes de marcharse, la castaña ni siquiera lo vió partir. Escuchó que la estaban llamando, era una mujer de cabello corto y rojizo que estaba cerca de Connie y Christa. Ella se acercó más a ellos, la mujer le pidió que pueda mantener su distancia de él, estaban desarmados y sin el equipo.
— Por favor, mantengan la distancia y encárguense de los heridos. — la mujer se iba a retirar, pero la rubia habló.
— Sé que Ymir diguecon vida... Por favor, ¡rescátenla!
— ¡¿Y Reiner y Bertholdt?! — preguntó Connie. — ¡Esos dos no tienen su equipo de maniobras! ¡Se lo ruego, sálvenlos!
Lily miró a Connie de reojo, este realmente parecía preocupado por ese par de traidores... No podía culparlo de querer el bien de las personas que eran sus camaradas.
La castaña volteó, viendo a los heridos con quemaduras en el piso. Se acercó corriendo a los barriles con agua y mojó de unos trapos para colocarlos en sus quemaduras, así hizo con varios de ellos. Un hombre se presentó ante ella y la castaña se levantó del piso. Era ese tal Hannes del que hablaba con Armin, Eren y Mikasa.
— Se-Señor.
— Ese es el titán Colosal, ¿qué demonios hace ese maldito aquí? — se preguntó para él solo mientras temblaba al sujetar sus armas. — Dime, ¿en dónde está Eren? ¿Cuál es la situación?
— Eren está por allá. — señaló a su derecha. — Está combatiendo con el titán Acorazado, señor.
— ¿E-Eren? — se preguntó al verlo desde la cima. — ¿Ese es Eren en su forma de titán? — ella afirmó con la cabeza a su pregunta.
Hannes parecía estar muy nervioso al ver a ese niño problemático que tanto apreciaba convertido en un titán, lo conocía desde que era un niño en pañales, básicamente él era como un padre para esos tres.
El fuerte rugido que hizo el titán Acorazado hizo que Lily viera la batalla entre ambos titanes, Eren tenía a Reiner entre las piernas y los brazos y no lo soltaba. Más cerca en la muralla estaba Armin y los demás como espectadores del duelo.
De repente escuchó algo parecido a unas galletas romperse. Volteó a ver al causante de este, Connie y Christa que también estaban cerca voltearon para verlo. ¿Estaba mal de la vista? ¿Por qué el cuerpo del titán Colosal parecía irse a un lado?
— Oye... — habló Connie. — ¡Oye, oye, oye! — el titán Acorazado volvió a rugir y el titán Colosal comenzó a caer, sus huesos estaban rotos y esto causó que caiga. Lily no podía estar más que aterrada, su corazón se detuvo en ese instante.
— ¡¡Cuidado!! — gritó un superior.
El titán Colosal se estrelló, causando por segunda vez un desastre. Lily se mantuvo sujetada de los carriles para irse volando por los aires, la intensidad del golpe fue terrible. El Rigo del titán Acorazado se escuchó otra vez... Y luego de eso, pasos que se alejaban.
La castaña se sentó en el piso, por fin terminó de atender a los que sufrieron quemaduras, durmió un rato ya que Armin le dijo que trabajó mucho, ya habían pasado 5 horas desde el ataque de los titanes. Armin y Lily estaban bien, casi en su totalidad. Sasha lo había salvado de quemaduras graves y la castaña se lo agradeció personalmente. Y así fue, su tiempo de dormir fue corto, recostada en el hombro de Armin sólo porque su cuerpo cayó encima.
Lily sintió que alguien la tomó de los brazos, al abrir los ojos soltó un pequeño grito por el miedo. Mikasa la miraba fijamente con los ojos tan oscuros y fríos, capaz de matar a cualquier titán o humano.
— ¡Ahh! — el grito agudo y angelical de Lily despertó a Armin que estaba a su lado. — ¡Mikasa! ¿Qué pasó?
— ¡¿Dónde está Eren?! — preguntó muy alterada.
— Mi-Mikasa, no te levantes, cálmate. — la azabache se dirigió al borde de la muralla, ni Armin podía hacer que se tranquilice. — ¡No conocemos la gravedad de tus heridas!
— ¡¿Dónde?! — volvió a preguntar.
— Escucha, Mikasa. Eren ha sido secuestrado. — habló Lily con su misma expresión de siempre, pero aún así algo preocupada por lo que podía ver. — Se los han llevado Bertholdt y Reiner...
— Han pasado 5 horas... — dijo. — Lo derrotó el titán Acorazado.
— ¿Y alguien... los persigue? — la castaña negó ante su pregunta. — ¡¿Por qué?!
Lily suavizó su expresión a la de siempre, como lo era siempre.
— Los caballos están del otro lado de la muralla, necesitamos que los ascensores los trasladen a este lado. Mira a tu alrededor, no hay muchos soldados capacitados para formar un escuadrón. La sargento Hange y los demás están muy heridos y aún no han despertado en estas 5 horas. — Lily la miró. — Tenemos tiempo para tratar tus heridas, así formaremos un escuadrón en buenas condiciones y con la experiencia suficiente. ¿Ahora lo entiendes, Mikasa? Concéntrate en recuperarte, esos dos no pueden haber llegado tan lejos. Ya conoces a Eren, no se dejará llevar.
La azabache agarró su cabeza con dolor, la castaña rápidamente puso su mano sobre su hombro, Armin también se preocupó por ella y le preguntó:
— ¿Te duele mucho?
— Lo hizo otra vez... — susurró para ella misma. — Creo que me golpeé la cabeza, pero estoy bien. No es grave. — aseguró. — Sin embargo, cuando Annie trató de llevarse a Eren pude seguirla al instante. El capitán Levi me ayudó a pelear y al final la vencimos y logramos recuperar a Eren. Pero... Esta vez perdí 5 horas.
Mikasa se levantó y agarró su bufanda que estaba doblada a un costado, la tomó y se lo colocó en el cuello.
— Armin... ¿Por qué Eren siempre se aleja de nosotros? — preguntó con la mirada baja.
— Sí, ahora que lo mencionas... Desde que éramos niños, él siempre va hacia adelante y nos deja atrás. Tal vez él estaba predestinado a marchar al frente, como siempre.
El viento jugó con el cabello de estos tres chicos, Lily los miró a ambos, sintió que sobraba en esa conversación tan antigua como lo era su infancia junto a Eren. Ella no los conocía desde hace tanto, sólo fue por los entrenamientos...
De no ser por Eren que le pidió ayuda con el equipo de maniobras, nunca hubiera pensado en llevarse bien con ese trío.
— Lo único que quiero es estar a su lado... Es lo único que pido. — dijo la azabache al borde del llanto.
Lily notó la presencia de Hannes atrás de ellos, fue la primera en voltear para darse cuenta de la mirada tan apenada que tenía, junto a esos raros alimento que les daban a los cadetes.
Alimentos altamente nutritivos...
Básicamente, galletas saladas con alto contenido calórico y algunos otros alimentos enlatados, puede reponer rápidamente la energía que necesita sin usar fuego. El sabor también está ideado y no es desagradable.
Simplemente se levantó del piso y paró al lado de Hannes, ambos mirando en dirección opuesta.
— Por favor, intente animarlos, se ven muy tristes. Por lo que veo, usted los conoce mejor que yo.
Hannes le regaló una sonrisa y la castaña se retiró con quienes sus amigos, no sin antes recibir la comida de Hannes en sus manos, le dijo que no descuide su alimentación.
Hannes se acercó con un sonrisa a los chicos.
— Mikasa, parece que ya despertaste. — dijo. — Supongo que tienes hambre. Come esto. — le entregó la ración a Mikasa. — Armin, atrapa esto. — se lo entregó. — Para variar éstas son las únicas raciones que hay.
Hannes le dio un mordisco a su comida, Armin y Mikasa seguían igual.
— Esto no sabe ni bien, ni mal. Igual que siempre. — expresó. — Bueno, es lo mismo de siempre.
— ¿Lily... Recibió uno?
— ¿Hablas de la chica de hace rato? — él asintió. — Tranquilo, Armin, tu novia también recibió una ración.
Armin se sonrojó y apartó su vista a un costado con vergüenza y contestó en un tartamudeo.
— N-No es mi novia...
— ¿Quién lo diría? Nuestro joven Armin enamorado de una chica. Mmm... Es linda. — afirmó él. — Recuerdo que ustedes sólo se la pasaban rescatando a ese mocoso buscapleitos. Siempre limpian sus desastres, estos niños... — suspiró. — Sé que sin importar el tiempo o la situación, ustedes tres hacen lo mismo que cuando eran pequeños.
Armin rió. — Los titanes son más grandes que eso niños que nos molestaban antes.
— Sí, lo sé, pero... Aunque a ese mocoso se le dificultaban las peleas, creo que nunca le importó si se enfrentaba a tres o cinco personas más fuertes. Recuerdo que cuando aparecía Mikasa o los soldados, todo ya estaba golpeado. Sin embargo... — los chicos lo miraron. — Aunque no lo vi ganar una sola pelea, tampoco lo vi rendirse o perder en algún momento. Es tan tenaz que incluso a mí me llega a dar miedo lo persistente que es. Así lo derriben mil veces, él se pone de pie. Así es Eren. ¿Creen que él se dejará secuestrar sin oponer resistencia? No. — negó. — Él usará toda su fuerza para luchar. Hará problemas sin importar a quién se enfrente hasta que lleguemos. Eren es así, ¿o me equivoco?
Ambos se vieron mutuamente, él tenía razón, Eren no era de las personas que tiraban la toalla sin antes luchar o armar desastre.
— No saben cómo me encantaba esa época... Si le preguntaba a Eren, me decía que era una paz falsa. Pero para mí el hecho de ser un soldado ebrio e inútil era más que suficiente. Haré todo lo que esté en mi poder para volver a esos días, lo juro por mi vida... No importa cuánto tiempo me tarde. — los miró. — Yo también iré, si ustedes tres no están juntos, mis amados y tranquilos días no volverán.
Armin y Mikasa le dieron la razón a Hannes y comenzaron a comer de sus raciones con el fin de recuperar sus energías. Rescatarán a Eren, así les cueste la vida.
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