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quedate

"ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴛᴏᴅᴏ ᴘᴀʀᴇᴄᴇ ᴛᴇʀʀɪʙʟᴇ ᴇ ɪʀʀᴇᴠᴇʀsɪʙʟᴇ, ᴄᴜᴀɴᴅᴏ sɪᴇɴᴛᴇs ǫᴜᴇ ᴇʟ ᴘᴇsᴏ ᴇs ᴅᴇᴍᴀsɪᴀᴅᴏ ғᴜᴇʀᴛᴇ ᴘᴀʀᴀ ʟʟᴇᴠᴀʀʟᴏ sᴏʙʀᴇ ᴛᴜs ᴇsᴘᴀʟᴅᴀs, ǫᴜᴇ ᴇʟ ᴅᴏʟᴏʀ, ʟᴀ ᴀɴɢᴜsᴛɪᴀ ʏ ʟᴀ ᴅᴇsᴇsᴘᴇʀᴀᴄɪóɴ ᴅᴏᴍɪɴᴀɴ ᴛᴜs ɪɴsᴛɪɴᴛᴏs; ᴇɴ ᴇsᴇ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ ᴛᴀɴ ᴏsᴄᴜʀᴏ, ɴᴏ ʜᴀʏ ǫᴜᴇ ʀᴇɴᴅɪʀsᴇ, ʜᴀʏ ǫᴜᴇ ɪʀ ʜᴀᴄɪᴀ ᴀᴅᴇʟᴀɴᴛᴇ, ᴏʙsᴇʀᴠᴀɴᴅᴏ ʟᴀ ʟᴜᴢ ǫᴜᴇ ɴᴏs ʀᴏᴅᴇᴀ, ʙᴜsᴄáɴᴅᴏʟᴀ ᴅᴇɴᴛʀᴏ ᴅᴇ ᴜsᴛᴇᴅᴇs, ᴇsᴛᴀ ᴀʟʟí, ɴᴏ ᴛᴇ ʜᴀ ᴀʙᴀɴᴅᴏɴᴀᴅᴏ, ᴇʀᴇs ᴛᴜ ᴇʟ ǫᴜᴇ ʜᴀs ᴀᴘᴀɢᴀᴅᴏ ᴇʟ ɪɴᴛᴇʀʀᴜᴘᴛᴏʀ; ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴀ ʟᴀ ᴍᴀɴᴇʀᴀ ᴅᴇ ᴇɴᴄᴇɴᴅᴇʀʟᴀ ʏ ʟᴀs ғᴜᴇʀᴢᴀs ʀᴇɢʀᴇsᴀʀᴀɴ ᴀ ᴛɪ; ᴛᴏᴅᴏ ᴇsᴛᴀ ᴇɴ ᴛɪ ʏ ᴇɴ ᴇʟ ᴊᴜsᴛᴏ ᴠᴀʟᴏʀ ǫᴜᴇ ʟᴇs ᴅᴇs ᴀ ᴛᴜ ᴄᴜᴇʀᴘᴏ, ᴀ ᴛᴜ ᴍᴇɴᴛᴇ"

STAY

Sus palabras resonaron en mi cabeza, una y otra vez. Hasta que, por fin, algo hizo click en mi. Mis ojos, rojos llenos de lagrimas lo miraron. Él era real, Finnick estaba vivo. Tenía una enorme herida en su cuello, pero lo estaba. ¿Cómo era posible? Simplemente no lo sé, es casi inexplicable. Yo vi como cayó ahí abajo y miles de mutos de balancearon contra él. Pude escuchar sus gritos, su sufrimiento. Sentí como si yo realmente hubiera estado en su lugar. Vi su vida, desde que nació hasta ahora. Eran pequeños flashees con distintos momentos de su no tan larga y vivida vida.

A pesar de que aún estábamos en un caos, me tomé los segundos para abrazarlo. Como si nunca lo hubiera hecho, como si fuera la primera vez. Me sentía un poco mejor al saber que estaba bien, una mitad de mí lo hacía. Pero la otra aún estaba mal por la muerte de Steven. Él se dejó caer, se arriesgó. Y, posiblemente, eso fue lo que salvó a Finnick. Como siempre, Steven Gray, termina siendo el héroe en esta historia. Siempre tiene ese complejo de héroe salvador. Y eso me enoja, porque si él no hubiera tomado esas decisiones, ahora, estaría vivo. Si él hubiera pensado en los demás, está desgracia no existiría. Nosotros, hoy, estaríamos juntos. Pero no, lo único que nos quedará de él son sus recuerdos. Ya que por culpa de Snow, no quedó ni un pedazo de él.

Los brazos de Finnick rodearon firmemente mi cuello y ahí, otra vez, el tiempo se detuvo. Todo lo de nuestro alrededor desapareció, no importó. Así fue por varios segundos, hasta que tuvimos que regresar a la realidad. En esa en la que aún seguíamos en peligro, y si no escapábamos, iba a ser una muerte ya escrita.

Ambos nos levantamos rápidamente, eche una pequeña mirada hacia las alcantarillas y aún estaban los mutos, intentando subir. Por lo que no se me ocurrió otra idea de usar el holo. Boggs había explicado que se auto destruirá si mencionamos sólo tres palabras: jaula de noche. Al recordar todo eso, saqué el holo de mi traje. Apreté un botón y susurré lo anteriormente mencionado. Sin más nada que hacer, lo dejé caer sobre todas esas monstruosidades. Tuve que separarme un poco porque eso volaría en un radio de cinco metros, pero a pesar de eso, me sentí vengativa. Fue divertido ver a esas cosas explotar en mil pedazos, ver como ahora les tocaba arder en el mismísimo infierno.

Una vez que la explosión terminó, todos salimos corriendo de ahí. Nuestra salida fue por la zona de la estación, y como si no fuera novedad, una nueva amenaza nos esperaba ahí. Miles de agentes de la Paz nos comenzaron a disparar sin piedad alguna. Todos tuvimos que escondernos detrás de unas columnas, y también, devolver el ataque. Como Katniss lanzó una de sus flechas explosivas, logró aturdir a los hombres. Eso no dió ventaja de salir corriendo de ahí. Todos escapábamos de la muerte, que nos estaba pisando los talones. El pasillo por el que estábamos corriendo cada vez se hacía más y más extenso. Hasta que, de la nada, algo raro sucedió. Messala que estaba al frente de mi, se desintegró. Quedé impactada, eso lo había hecho una luz. Que poco a poco comenzaron a aparecer y desaparecer. Todo eso sucedió en cuestión de segundos o menos de eso si es que existía.

La mano de Finnick tomó la mía, haciéndome reaccionar. Y a la vez, nuevamente, comenzar a correr por nuestra vida. Fue agotador tener que esquivar todas esas columnas de luces que casi nos dejan como cera de vela en el piso. Pero fue más agotador tener que apurar el paso por una de las nuevas amenazas. Esta era como una picadora de carne que estaba en el piso, y rodaba. Así, destruyendo todo lo que estaba a su paso. Incluyéndonos, si no hubiéramos saltado el escalón que estaba al frente de nosotros. Una vez que pudimos salir de ahí, pare un minuto. Mi corazón latía a mil, esto fue muy difícil. Cada vez se dificultaba más, era obvio que Snow no quería que siguiéramos. Aunque eso no importaba, porque íbamos a seguir. Yo iba a seguir, no voy a parar hasta matarlo. Hasta que su sangre no pinte sus instalaciones.

Como no podíamos tener mucho tiempo ahí, tuvimos que escapar. Pero eso nos tomó unos minutos de más, ya que Peeta se había negado a seguir con nosotros. Katniss, indignada, se negó. Le dió un corto beso en sus labios y continuamos corriendo por la ciudad. Al llegar un poco más al centro, pudimos ver como nuestros rostros aparecían en cada esquina, con un gran letrero que decía: se busca.

Cressida había dicho que conocía un lugar cerca de aquí, entonces la seguimos. Ella nos guió hacia la zona comercial, hasta un local en específico. Se acercó a la vidriera y golpeó repetidas veces. Pero, sorpresa, nadie respondió. Así fue por varios minutos de plena tensión, hasta que una silueta se dejó ver a través del vidrio. Al abrir pudimos ver a una mujer, ni si quiera le pedimos permiso, todos entraron corriendo hacia adentro.

—Cierra la puerta, ciérrala.

Katniss inmediatamente le apuntó con su arco. Cressida se acercó hacia ella y asintió, calmándola un poco. Ella, no tan segura, bajo lentamente su arma. Una vez que pudimos estar más cerca de la luz, pude observar quién era la mujer que estaba al frente de nosotras. Ella era como un felino versión humana. Se me hacía muy conocida, si no me equivocaba, era una estilista de los juegos. Ella ayudo en la preparación de mi entrevista y coronación.

—Tigris, ¿Te acuerdas de mí?Estamos trabajando con Plutarch. Necesitamos tu ayuda—pidió Cressida

Mientras nosotras estábamos aquí, los chicos fueron a revisar la otra parte del local. Una vez que terminaron, Gale se acercó a decirnos que estaba todo despejado. Tigris nos observó a todos y ladeó con su cabeza, indicando que la siguiéramos. Todos le obedecimos y seguimos hasta la parte interior de su taller. Cuando llegamos a la mitad, ella se quedó quieta. Bajo lentamente su cuerpo hacia el piso, y levantó el tapete que estaba sobre nosotros. Este se despegó con facilidad, dejando ver un pasadizo. Lo levantó, y me observó.

—Te conozco, eras estilista en los juegos—murmuró Everdeen

Ella levantó su capucha, dejando ver completamente su rostro y parte de su cuello. Cómo había visto antes, tenía manchas y bigotes. Asimilando el aspecto a felino.

—Hasta que Snow decidió que no era lo suficientemente bonita—soltó ella

Hubo silencio, hasta que Katniss habló

—Nosotras vinimos a matarlo.

Una enorme sonrisa se formó en la cara de Tigris, ella levantó la madera dejando ver una escalera debajo de nosotros. Todos bajamos hacia abajo, era una especie de depósito de ropa. Estaba oscuro, pero no importó. Me fui a uno de los rincones que estaban en plena oscuridad y recosté mi cuerpo sobre la pared, un inmenso suspiro se me escapó al instante. No podía creer todo lo que había sucedido, todas las muertes que podríamos haber evitado. Hubiera querido que todo esto sea una pesadilla; que mamá me despierte de este horrible final, y que todos aún estén vivos. Pero no, ya no será así. Los muertos están muertos y ya nada podrá regresarlos.

No podría llegar a enumerar con mis manos lo que todo este período me ha robado. Lo único que sabía en este momento era que me estaba quedando sola, sabía que tenía el apoyo de todos los demás, pero de igual manera me sentía sola. La familia que me acogió y cuidó durante los sexagésimos octavos juegos del hambre poco a poco dejó de existir. Lo único que quedan son los recuerdos, hermosos recuerdos que pensé que podría seguir coleccionando a lo largo de mi vida. Pero no, parece que la vida planea otra futuro para mi. Una que no me gusta, que no soy ni mínimamente feliz.

Me permití llorar, necesitaba hacerlo. Fue por lo bajo, pero sentí un peso menos cada vez que una lágrima salía de mis ojos. Tenía muchas cosas en mi cabeza, aún sigo pensando que esto es mucho para una sola persona. Estoy acompañada en este proceso, pero no es suficiente. Estoy cargando con miles de vidas, esta cosa es muy grande para un pequeño grupo. Estamos intentado dar el paso más grande en toda nuestra historia.

A la lejanía escuché unos sollozos. Cuando levanté mi cabeza me encontré con Pollux. Fue inevitable que no me sintiera culpable por la muerte de su hermano. Y ahí fue cuando también recordé lo que hice, que les mentí. Les dije que tenía indicaciones de Coin, cuando no fue así. Y ahora por eso todos están muertes. Yo los mate, les mentí.

—Lo inventé todo, todo esto—mi voz salió entrecortada—No hay ninguna misión especial de Coin, este era nuestro plan—sin dejar de ocultarme en las oscuridad, susurré:—Todas las muertes fueron por culpa mía, los engañe.

Hasta mis propias palabras tenían la capacitad de destruirme en mil pedazos.

—También la mía.

Otra voz se escuchó aquí, la de Katniss.

—Todos ya sabíamos eso, los soldados también—la voz de Cressida se oyó—¿De verdad pensaron que Jackson creyó que tenían órdenes de Coin? Confiaba en Boggs y quería que ustedes sigan adelante.

Y eso me destruyó todavía más. Un pequeño sollozo se me escapó, pero inmediatamente me quedé en silencio. Sentía como las lagrimas saladas caían por mis mejillas y recorrían cada parte de mi cuerpo.

—No era mi intención de que esto pasará...yo, yo los maté—nuevamente, sollocé. Pero esta vez no lo oculte, dejé que me escucharan—Lo lamento mucho Pollux, por todos...perdón.

Todos se quedaron en silencio.

—Jason, Max, tu madre, tu hermana, Cecelia, Wirres, Blight, Mags, Kenny, Hanna, Henna—una nueva voz redondo en todo el lugar. La voz de ni más ni menos de Finnick Odair—¿Qué significan esas muertes? Que nuestras vidas no nos pertenecen. No era una vida real porque no teníamos elección, nuestras vidas pertenecen a Snow al igual que nuestras muertes. Pero si lo matan, si terminas con esto. Esas muertes tendrán significado—hizo una pausa y enumeró nuevamente. Cada nombre, era una apuñalada para mi corazón—Boggs, Castor, Jackson, Homes, Steven...ellos eligieron esto, te eligieron.

Ellos me eligieron, pero yo nunca lo hice.

Todos se quedaron en silencio, incluyéndome. No sabía qué decir ni cómo reaccionar. Siendo sincera, me sentía devastada. Cada vez que lo hago quiero desaparecer de este lugar.

Los minutos pasaron y pasaron, lo único que hice fue llorar, hasta que simplemente me quedé sin lagrimas. Mis ojos ardían, al igual que cada parte de mi cuerpo. Necesitaba apoyo, necesitaba que alguien esté conmigo. Y como si lo hubiera dicho, Finnick apareció adelante de mi. Con una pequeña vela en su mano, iluminó la zona en donde estaba. Apenada de como me veía, mire hacia abajo. Él se sentó al frente de mi, y apoyo la vela en el piso. Carraspeó un poco e hizo que levantara mi cabeza, con la ayuda de su mano. En silencio, levantó una pequeña caja que había dejado en el piso. La abrió y sacó algodón y alcohol. Suavemente, hecho el líquido sobre el alcohol. Una vez que terminó, me miró directo a los ojos. Fue por unos segundos, hasta que decidió cortar el momento. Colocó el algodón el la herida de mi ojo, y se centró en limpiarla. Siendo sincera, me había olvidado que estaba ahí. Pero cuando el alcohol hizo contacto en mi piel, se me hizo inevitable no soltar un quejido. Ardía mucho, y parecía que era muy grande.

—Lo lamentó.

Fruncí mi ceño.

—Yo lo lamentó.

—¿Por qué?—preguntó, aún limpiando la herida

—Porque yo los mate.

Al escucharme, se quedó quieto. Sacó el algodón de mi cara y me miró directo a los ojos.

—Tú no hiciste nada.

—Exacto, tampoco hice nada para salvarlos.

—No metas en mi boca cosas que no dije.

Me quedé en silencio.

—Yo debo pedirte perdón, fui un cobarde—se quedó en silencio por unos minutos, y luego continuó—No puedo evitar esas cosas que te hacen mal; no pude salvar a tu mamá, no pude salvar a nuestro equipo, no pude salvar a Mags, no pude salvar a...—antes de que siguiera hablando, lo interrumpí

—Basta.

—A Steven...

Escuchar su nombre me dolía.

—Perdón...—su voz se rompió, y lo que pareció un llanto se escuchó

Eso hizo que mi corazón se achicará mucho más. Inmediatamente lo abracé, pero al escuchar un quejido me separé de él. Había olvidado que estaba gravemente herido. Lo único que hice fue encerrarme en mi propia burbuja de dolor e impotencia.

—Ahora déjame a mí.

Saqué un algodón nuevo y lo remojé en alcohol. Suspiré profundamente, y comencé a limpiar su herida. Él lanzó varios quejidos de dolor, que me hicieron detenerme. Pero luego me hizo una seña para que siga. Esto no sería suficiente, su herida era corte pero profunda. Un poco más y daba con la carótida, si eso hubiera sucedido, se hubiera desangrado. Pero a pesar de eso aún necesitaría una sutura. Una vez que terminé, rompí un pedazo de tela que estaba aquí abajo. Arme una especie de venda y comencé a colocarla en su cuello. No sería de gran ayuda, pero nos daría tiempo para buscar otra alternativa que esté a nuestro alcance.

—Listo.

Él sonrió de lado.

—Necesito hablar contigo—se notó un poco nervioso

—Bueno, lo estás haciendo.

—Es de otra cosa.

—Lárgalo.

Finnick tragó grueso.

—Nos conocemos hace mucho. Pensé que el tiempo podría sacarme esta sensación pero...

—¿Pero?

—No puedo, solo sucede si tú te alejas.

Mi ceño, nuevamente, se frunció. No estaba entendiendo nada.

—¿Estas diciendo que me quieres lejos?

Inmediatamente negó con su cabeza.

—No, claro que no. Todos somos fugitivos de nuestras propias emociones. Hasta que llega ese momento en que nos dejamos atrapar para arriesgarnos a ser felices, sin importar los daños.

—No te entiendo...

Él me calló.

—Sola escúchame, por favor...

—Habla, entonces.

—Un día cualquiera, descubrí que te quería. Te quería en la única vida que tengo para ofrecerte. Y hoy, aquí me tienes, arriesgándome a esos daños. Porque, Sprintkount, me enamoré de ti. Te he elegido para complicarme la vida contigo. Y para muchísimos cosas más—hizo una pausa—No eres el amor de mi vida, porque no hemos tenido una vida juntos...pero eres el amor de mi existencia, de mi momento. Y espero que algún día te conviertas en el amor de mi vida.

HOLAAAAA. AQUÍ NUEVO CAP

espero que les guste

cuídense mucho que los amo🧡

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