𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐭𝐰𝐨 - 𝘛𝘴𝘶𝘨𝘶𝘬𝘰
𝐀𝐫𝐜 𝐎𝐧𝐞 ⨾
𝖳𝗁𝖾 𝖱𝖾𝗂𝗇𝖼𝖺𝗋𝗇𝖺𝗍𝗂𝗈𝗇 𝗈𝖿 𝖺 𝖲𝖺𝗂𝗇𝗍
𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐨𝐧𝐞 (二) ⨾
❛❛ 𝘛𝘴𝘶𝘨𝘶𝘬𝘰 — 継ぐこ❞
La joven adolescente comía con furia su comida, su hermano menor jugaba con su palillos mientras que el pilar comía y en cada bocado gritaba umai, mientras que varias personas que se hospedaban en el local miraban algo confusos con una gota de sudor caer por sus caras.
Tras terminar de cenar ambos se retiraron a su habitación, donde miraron las prendas de los niños lavadas y secadas, sorprendido la eficaz del hotel.
─Les dejare propina.─ Mencionó el pilar por lo que la adolescente asintió, cerrando la puerta detrás de ellos.
─bien, hay que dormir, mañana nos levantaremos temprano!─ Sacó un futón y lo colocó al suelo donde se quitó su haori junto su espada para dejarla aun lado, quitándose su zōri blancos con tiras rojas.
La menor le quitó sus pantuflas a su hermano y lo recostó, quien miraba todo atento.
─Onee-chan, ¿Cuando volveremos a casa?─ El inocente niño miró a su hermana quien se congeló, miró a un punto fijo sorprendida.
El pilar de fuego se detuvo unos segundos para sentarse y mirar a la menor que estaba estática, esperando alguna respuesta de ella.
(¿Acaso recuerdo donde vivíamos?) Muchas sensaciones extrañas la invadieron, le picaba de cierta forma todo el cuerpo aunque no tuviera comezón, arropo bien a su pequeño hermano y le sonrió.
─Tal vez kumiko.─ Menciono acariciando sus cabellos negros alborotados, el menor le regalo una sonrisa adorable haciendo que la menor se entristece un poco pero si demostrarlo, acariciando el cuero cabelludo de su hermano para que se durmiera.
─Kyojuro-sama, usted dijo que nos diría cómo nos encontró.─ el hombre mayor de 20 años abrió la boca un poco y luego la cerró, dándose cuenta que ella no recuerda lo que había pasado.
(-----)
Se encontraba corriendo por los desolados caminos llenos de nieve, corriendo con su velocidad impresionante para los que no estaban en las tropas de cazadores de demonios pero en medio camino se detuvo para ayudar a un anciano.
Luego que el anciano le agradece por la ayuda y dispuesto a darle un poco de dinero por su ayuda quien se negó, aunque se negara varias veces luego de minutos, se escucharon unos gritos, giró su cabeza al ver niños corriendo a su posición.
─¡AYUDENNOS!¡NUESTRA AMIGA!¡ELLA!─ El niño colapsó pero fue atrapado por el hashira, mirando a los otros dos niños, niña y niño, miraban tembloroso a su amigo desmayado.
─¿Sucedió algo?─ Llamó la atención de los menores quienes se retorcieron del miedo y shock, pero el niño dio un paso adelante.
─¡Nuestra amiga y su hermano fueron atrapados por un demonio!¡Nos emboscaron!¡Yo!─ Bajó la cabeza lleno de impotencia sin saber cómo explicarlo.
─Lo que Kiyoshi quiere explicar es..─ Trago grueso jugando con sus dedos, mirando al paciente pilar. ─Estaba siendo un día normal, Hanabashi-san junto a su hermano los seguíamos ya que ella debía de dejar alguna comida, era acompañada con el hermano mayor de Yamato-kun, Ryu-kun.─ la menor señala al que se habla colapsado en sus brazos, Kyojuro asintió mirando de reojo al niño y su ropa, estaba algo rasgada y con manchas de sangre, alzando la vista al ver lo mismo.
─¡Y un demonio apareció!¡Ryu-kun hizo lo posible para protegernos pero también fue infectado por el demonio que salió corriendo!─ Kiyoshi interrumpe abruptamente, el pilar dejará al menor a un lado de la casa del anciano.
─Por favor, le pido que los cuide mientras que averiguar eso, ustedes quédense aquí con el amable señor.─ se inclinó para salir corriendo a una velocidad sorprendente antes que alguien pudiera decir algo.
Corriendo entre la nieve y mirado a los lados, tratando de detectar algún ruido anormal, seguía buscando a la menor que probablemente ya fue comida por el demonio adolescente.
─¡RYU!─ Se detuvo al escuchar un grito y giro a su izquierda mirando a la menor recostada contra el suelo siendo retenida por el mayor que mordida un palo de madera con fuerza contra su boca que retenía de comer a la menor que hace la fuerza posible.
─¡Reacciona!¡Ryu!¡Tú no eres así!─ Gritó con más fuerza para empujar con más fuerza al contrario pero el tuvo más fuerza anormal que la sorprendió y la hizo entrar más en pánico y miedo.
Ella sabía que sus palabras no funcionaban por lo que lo tomó del cuello y lo empujó hacia aun lado de ella para alejarse rápidamente pero el contrario hundió su dedo en la pierna del menor rasgando su pierna y liberando sangre creando una profunda herida.
Grito de dolor pero con la rama que tenía lo golpeó con fuerza para alejarse, liberándose de su agarre doloroso y corriendo hacia un bulto lo que más pudo, tomándolo entre sus brazos y protegiéndolo con su cuerpo cuando el demonio menor se abalanzó contra ella para atacar.
Respiración de fuego.
La menor abrió los ojos como platos al mirar abrasadores llamaradas cortando la cabeza del demonio que la había atacado, respirando de una forma irregular y temblorosa mientras que se retorcía del frío y coraje, sintiendo todo su cuerpo tensarse al tiempo frío.
La cabeza cayó a un lado al igual que su cuerpo, el hashira guardó su katana y se giró para mirar a la menor con una sonrisa resplandeciente.
Quien se desmayó al instante pero el pilar fue más rápido para tomarla entre su brazo, mirando su pálida cara jadeando además de estar rasguñada y el bulto entre sus brazos dándose cuenta que era el hermano de ella quien defendía.
Se las arregló para tomarlo con si otro brazo y dejarlo aun lado para recostar a la menor en la fría nieve, y examinar para ver su pierna que está herida, sacando un pañuelo de su bolsillo haciendo un torniquete en su pierna para detener el sangrado, también dándose cuenta que tenía el tobillo torcido probablemente fue más antes que él viniera.
También se dio cuenta de algo, se había arriesgado para salvar la vida de unos niños para que corrieran avisarle, pelear con una demonio sediento de sangre y apenas con una transformación que toma toda su energía tuvo que ser difícil para ella.
─Que valiente.─ mencionó tomando entre sus brazos al menor para darle un poco de calor, observando curioso a la fémina que jadeaba incontrolablemente, como si tuviera una pesadilla.
Luego de una hora, ella despertó.
(------)
─Así fue como los encontré.─ Miro como ella inclinaba la cabeza haciendo una mueca llena de remordimiento, era normal cuando se da cuenta que no fue lo suficiente para proteger a su amigo convertido en demonio.
─Kyojuro-sama.─ Miro como la menor estaba inclinada y apretaba con fuerza la falda, mordiendo su labio inferior aguantando las ganas de llorar pero frunciendo el ceño.
─¡Me poder enseñar hacer eso!¡Hacer eso a lo que ustedes están apasionados!¡Que salvan interminables vidas arriesgando la vuestra!¡Por favor, Kyojuro-sama!─ Su cabeza chocó contra el suelo de madera y sus manos quedaron en una posición de triángulo enfrente de esta.
(Esta niña demostró mucha determinación cuando salvó a sus amigos.) El pilar mira a la adolescente en esa posición, pensaba un poco ante eso, podría enviarla a cualquier maestro, el maestro de Tomioka, el pilar de agua o otros para que pudieran entrenarla como su Tsugoku.
Tsugoku.
La definición es sencilla, es quien será una reserva para un pilar cuando muera siendo firmemente entrenado por esta con habilidades extraordinarias y destacables, su pasión de salvar a quienes no pueden defenderse.
Sería interesante tener esto, además destacando el hecho que su familia no podrá tener más linaje de los hashira de fuego, por supuesto, no culpa a su hermano menor, él no nació con alguna cualidad destacable.
─Hanabashi-san, levantate.─ Exigió el pilar de cabellos flamantes, la menor acató su orden y lo miró con ojos llorosos.
─Haz demostrado gran determinación cuando salvastes esos niños que vieron a mi, arriesgando tu vida por la de tu hermano, la valentía y coraje siendo fuertes ante el peligro, diría que estoy sorprendido cuando tratabas de razonar con un demonio pero también evitando que escapara.─ Los niños le contaron cuando volvió a verificar si estaba bien, que ella se arriesgó mucho para que el sediento demonio no les hiciera nada, usando una rama para evitar que mordiera y deteniéndose a que pudiera hacer algo más.
─Te mandaría con cualquier maestro pero, Akemi ____ Hanabashi, quiero que seas mi Tsugoku.─ Habló con determinación cerrando su puño con emoción, mirando a la menor sacudir su nariz.
─¿Qué es eso?─ Ladeo la cabeza confusa observando al hashira caer de espalda pero luego reincorporarse.
─Tsugoku son quienes fueron elegidos o recomendados por hashiras para ser potenciales pilares en un futuro.─ Comentó mirando a la menor limpiar su rostro de lágrimas y mocos, asintiendo con determinación.
─¡Cuando empezamos el entrenamiento, Kyojuro-sensei!─ Mencionó con brillos y determinación en sus ojos, mirando al mayor reír.
─¡Mañana!¡Cuando vayamos a la mansión Rengoku!
─¿Eh?¿Mansión?
[Tiempo después]
─¡Que grande!─ Mencionó con sorpresa la menor mirando a la mansión, El pilar río con aires orgullosos seguido del menor que cargaba en su brazo.
─¡Onee-chan!─ Akemi diría que tuvo que restregar sus puños contra sus ojos al mirar una versión más pequeña de su sensei.
─¡Sensei!¡No sabia que tenia un hijo!─ Se acercó al menor quien se sorprendió y negó varias veces nervioso, Kyojuro río un poco más.
─¡A-Ah!, No, siempre se confunden pero no, soy su hermano menor, Senjuro Rengoku, Mucho gusto.─ Se inclinó en forma de saludo algo que también hizo rápidamente la menor.
─Akemi ____ Hanabashi, pero llámame ___, Senjuro-kun.─ Mención apretando los puños con determinación, los cuatro pasaron al hogar de los hashira.
─Bien, Senjuro, Toma a Kumiko y cuidadolo, hablaré con padre sobre Hanabashi-san siendo mi Tsugoku.─ El menor se llenó de sorpresa cargando apropiadamente el niño, aunque quiso decir algo no pudo ya que el menor jalo sus cabellos riendo un poco.
Ambos se fueron hacia la habitación del mayor, descalzos, Kyojuro toco la puerta y al recibir ninguna respuesta abrió la puerta mirando a un hombre de lado leyendo algo, algo que sorprendió a la menor.
Ambos se sentaron, cerrando la puerta detrás suyo, Kyojuro dejó su espalda aun lado y saludo al igual a la menor pero en silencio.
─Padre, Tengo un Tsugoku.─ La menor jadeo ruidosamente cuando el contrario fue tan directo ante ello, mirando al frente como el hombre mayor se congeló un poco y dejó el libro aun lado para darse la vuelta y sentarse de una forma, vulgar.
─¿De qué mierdas hablas, Kyojuro?─ El pilar fue veloz y tapó los ojos de su aprendiz quien le salió un signo de interrogación ante ello.
─Padre, le pido que sea más educado, tenemos una dama aquí.
─¡Responde mi maldita pregunta, Kyojuro!
─Quiero entrenarla padre, aparentemente si muero, los lazos de los hashira de fuego se romperán, ya no habrá más pilares de fuego o portadores de ello.─ Hablo aun teniendo sus manos en los ojos de la menor, quien escuchaba atenta; ─Además falta un toque femenino, solo quiero mencionarlo, se que no estarás de acuerdo pero quiero hacerlo aunque te niegues.
─Tsk, haz lo que quieras, no me interesa.─ Se da la vuelta para seguir bebiendo y leyendo, quita sus manos de los ojos de la menor y se inclina un poco colocando su mano detrás de su espalda para que ella también se incline.
Baja su mano y se levantan ambos para retirarse del lugar donde Rengoku suelta un pesado suspiro mirando a la adolescente con una sonrisa cálida.
─No te preocupes, ambos estarán bien, no se topen con mi padre.─ Con su mano libre tomó la diminuta mano de la menor que temblaba, ni ella se había dado cuenta de ello, apretándola con seguridad y confianza.
─Ustedes dos, pueden considerarse de la familia se gusta.─ Ella lo miraba detenidamente, sintiendo algo bajar por su ojo, las abrasadoras llamaradas de juego que tanto la estaban llamado comenzaba a calentar su frío ser.
¿Esto es hogar?
─¡Ahora!¡El entrenamiento será feroz!¡Sufridas por estos dos años!
─Espero que no mucho..
[Un año después]
Cayó con rudeza al suelo hecha trizas luego de estar entrenando tanto con kanao en la mansión de las mariposas, ambas Tsugoku's de los pilares Mariposa y fuego.
─¡Bien hecho, Kanao-san y ____-san!─ Hablaron al unísono las niñas mariposas quienes miraban sonrientes y con admiración a las chicas entrenar.
─¡Gracias, Sumi, kiyo y naho!─ Acarició la cabeza de cada una quienes dieron mas sonrientes sonrisas complacidas, mantener la concentración respiración era algo complicado, mantenerla siempre activa fue algo que se le complicaba pero con el tiempo la manejaría.
Por supuesto, entrenar con pilares era lo peor, las ponían hacer muchas cosas pesadas para mantener su durabilidad, agilidad y resistencia en combates además de sus magulladas manos al sostener las katanas, cortar árboles de gran grosor le costaba mucho y diría muy bien que se llevaba bien kanao aunque siempre decidía con una moneda hablarle.
Estar en saunas ardientes le era difícil, puesto claro que debe de acostumbrar su cuerpo a altas temperaturas desde que está siendo entrenada para ser portadora de la respiración de fuego, derivada a la respiración solar.
También aprendí mucho leyendo varios libros prestados, Kyojuro también la entrenaba y corregía sus posiciones en katana, a veces peleaban ambos para ver su velocidad y tiempo de reacción.
Era difícil pelear contra un pilar cuando siempre terminas en el suelo hecho trizas tratando de regular tu respiración, por supuesto, un nivel bajo no era nada comparado con un pilar como el.
Selección final.
También era entrenada para eso si quería sobrevivir ante los cientos de demonios, matarlos durante siete noches si sobrevives claro.
Fue algo que Ryojuro y Shinobu le explicaron eso a ambos, respondiendo las preguntas -de la adolescente de largos cabellos negros- sobre todo lo que necesiten saber sobre ello, era sorprendente todo lo que se les explico con cuidado.
─¡____-san!¡Puede soplar ahora esto!─ Le enseñaron un gran tarro de calabaza donde debería de soplar, ella y Kanao se colocaron ambas para soplar con todas sus fuerzas hasta romperlo siendo felicitadas por las tres niñas.
Sus pulmones ahora son resistentes a cualquier respiración que tuvieran que hacer, por supuesto supo que kanao entrenaba para la respiración de la Flor, y ella entrenaba para la respiración del fuego, aunque faltaba un año y medio para ir a la selección final, le tenia un tanto preocupada por lo que trabaja extra duro con las niñas mariposa quienes la ayudaba.
─¡455, 456, 457, 458, 459, 460...!─ Seguía contando mientras hacía flexiones teniendo a Naho en su espalda.
Antes le era difícil hacer tantas flexiones pero ahora todo era fácil y sencillo aunque la katana siempre era su problema ya que se le resbalaba de las manos o se quedaba a medio corte.
También, hablando de ella misma a crecido mucho de la última vez, era un poco más alta de lo que ella misma recordaba y el pilar de fuego lo ha destacado además que ahora tenía 14 años ya estaba apunto de cumplir los quince años y su hermano menor tenía 5 años, siempre ayudaba a senjuro en lo necesario, una ayuda que senjuro siempre le encantaba tener cerca suyo y cuidarlo como si fuera su propio hermano menor hasta su hermano lo llamaba hermano mayor pero no le molestaba al contrario, ¡Está encantado ante ello!
─¡____-san tome esta botella de agua!─ Era como escuchar tres robots comandados diciendo las cosas al unísono, hizo que cayera una gota de sudor por su mejilla mientras tomaba agua.
Dejó la botella de agua respiración varias veces, manteniendo la concentración total a cada segundo, pasando su brazo por su frente para quitar su sudor.
─¡Ten esto!¡Deja de limpiarte así!─ La de dos coletas altas con dos mariposas azules con su uniforme de cazadora de demonios teñido ligeramente de azul junto un vestido blanco de enfermera encima, Aoi kanzaki, la ayudante en la mansión de las mariposa y con quien también se llevaba bien.
─¡Muchas gracias, Aoi!─ Agradeció con una gran sonrisa su entusiasmo como le mostró rengoku siempre estar.
La chica bufó y se retiró con una canasta de cameras de futon, las niñas mariposas la miraban paciente ante la próxima acción de la contraria quien limpiaba su sudor para dejar la toalla aun lado y tomar la katana que el pilar le dio, donde se acercó un muñeco para este tipo de cosa y comenzó a rematar contra el.
Así estuvo toda la mañana y tarde, por supuesto, teniendo sus tiempos de comida.
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