៚ 05 : : CAPÍTULO CINCO

i. MALOS AUGURIOS

NI TODA LA COMIDA QUE A CONSUMIDO ha sido suficiente para que los pensamientos de la pelinegra puedan disiparse, está ansiosa e intranquila, sobre todo porque comenzaba verde envuelta en la ansiedad que la persigue desde una edad temprana. Sus dedos se tuercen al rededor del tenedor, sus ojos oscuros se clavan en el palito de comida que está casi vacío.

Chopper a su lado se a quedado en silencio viendo la manera en que Padme consume la comida, plato tras plato desde que llegaron no había parado de comer. Pide cualquier platillo que pueda consumir no importa si es dulce o salado, solo quiere comer.

El menor no sabe que hacer.

Como siga así, la cuenta que tendrían que pagar sería demasiado larga.

──por favor Padme deja de comer.── le pide.

Padme no lo esucha y termina de comer el último poco de comida que tenía en el plato.

Por suerte el lugar al cual había ido se encontraba solitario y solamente había una mujer que es dueña del lugar, junto a ella el cocinero que había estado en la cocina durante más de una hora.

──te gusta comer mucho.── comento la mujer del cabello corto y negro.── y tienes una gran figura, que envidia tener ese metabolismo.

──es herencia de mí madre.── responde limpiando sus manos con una servilleta.

──tu madre si que te a dejado una buena herencia.── agrego y le dio una calada a su cigarrillo.── y dime pequeña Monkey ¿que haces por aquí?

Padme frunció el entrecejo.

No recordaba haberle dicho su nombre a la mujer.

──¿cómo sabes mí nombre?── pregunto ella.

──oh quería tu rostro está en un cartel de Se Busca.── señaló al que se encontraba pegado en la pared.

Padme dirige sus ojos hacia el lugar señalado encontrando su cartel junto a otros pegado ahí.

──¿va a entregarme a la marina?── cuestiona alzando su ceja.

──tranquila, descuida no pienso hacerlo.── responde.── pero es curioso que de todos los negocios hayas eligido el mío.

──creo que aquí no van a encontrarme.── suspiro y apoyó la cabeza sobre la mesa.

Shakki es una mujer que tiene una intuición perfecta, sin mencionar que también es madre de dos niñas.

Y su instinto materno junto a su intuición se habían activado en el momento. Sobre todo al ver a la chica intranquila, debido a que desde que llegó había llegado con ese extraño comportamiento.

──me parece que algo te preocupa.── comentó, apoyó los codos sobre el mostrador.── y dudo que sea la marina.

──hay una persona que me importa, y esa persona quiere un futuro conmigo.── murmuró.

──ya veo.── responde la mayor.── solo te diré que escuches a tu corazón, por lo general solemos ignorarlo.

Padme apretó los labios.

No estaba segura de saber lo que si corazón le dicta. Es difícil saber que ella no podría tener una vida tranquila de por si. Llevar un apellido como el suyo significa llevar un peso invisible sobre los hombros.

Siguió en la misma posición, con la cabeza apoyada en la mesa y sus brazos colgando a los lados.

Llevaba ya un largo rato en aquella taberna solitaria. Le agradaba pues podía disfrutar de al menos un poco de paz.

Al menos así fue hasta que la puerta se abre abruptamente, llamando la atención de las personas que se encontraban adentró.

La repentina luz ingresa en la taberna la persona parada en la puerta no se puede distinguir a la perfección, más que solo la silueta. Pero al ver la silueta su corazón comenzó a bombear más rápido la sangre por su cuerpo y sabía que solo una persona es capaz de provocar ese sentimiento dentro de ella.

──¿Law?── preguntó cómo si con ello quisiera negar la verdad.

──te estuve buscando por todos lados Padme.── habla con un ligero tono de voz preocupado.── casi le doy la vuelta a todo el archipiélago.

──¿cómo me encontraste?── cuestiona levantando la cabeza.

──Chopper me llamo.── responde e ingresa en la taberna.── ¿por qué te fuiste así? me preocupe demasiado. No puedes andar por ahí como si nada, y lo sabes perfectamente.── ataja con rapidez al detenerse frente a la mesa de ella.── maldición no hagas eso de nuevo, me preocupe mucho.

Padme hace una mueca.

Las palabras de Law son tan sinceras siempre que es imposible no poder creer en ellas.

──solo quería comer.── responde cruzando los dedos.── lamento no haberte avisado, lo siento.

──está bien pero no lo hagas de nuevo.── le pide apoyando las manos sobre la mesa.

──esta bien.── responde ella.

El silencio es notorio detrás de Law aparece Shoko quien lo había seguido desde que inició la búsqueda de la revolucionaría.

En cada rincón se aprecia el silencio nadie dice nada ni los insectos que revolotean por el alrededor. La pesadez del momento es tan densa que un par de tijeras se puede cortar.

──vamos de vuelta al submarino.── le pide extendiendole la mano.

Padme lo duda.

Ella no quiere volver.

Ella no está segura de querer volver.

Durante todo ese largo tiempo se dio cuenta de que no había sido una buena idea el aceptar el trato que le propuso hace meses Law.

Ahora conocía las consecuencias, su convivencia había escapado un grado demasiado alto que ahora no sabe cómo controlar. Enredarse con el solo aumento de las posibilidades de generar sentimientos entre ambos.

Sabo siempre le dijo que no podía dejar que los sentimientos se mezclen con el trabajo.

Ella una vez termine con la misión que le encargo Law, volvería a sus labores habituales en la base de los revolucionarios. No sé volverían a ver y cada uno seguiría con su respectivo caminó predestinado.

Y si no había acabado la misión aún es porque no había querido decirle que ya había encontrado lo que él quería. No tenía el valor suficiente para separar de él pero debía de comenzar a poner límites entre los dos, volver a colocar esas paredes entre ambos.

──quiero estar sola.── pronuncia tras haber regresado a la realidad.── no deseo pasar más tiempo contigo, Law.

──Padme ¿que te pasa?── pregunta y muerde el interior de su mejilla.

──solo quiero estar un momento sola.── declara de nuevo.── necesito tiempo ¿entiendes? tengo que aclarar muchas cosas conmigo misma.

Padme se levantó de la mesa.

Law siguió cada uno de los movimientos ajenos y dejó que pasar a un lado suyo porque no era de aquellos que arme escenas.

Pero está vez se ve necesitado en detenerla, no puede permitir que se le vaya a escapar de las manos.

De inmediato la alcanza en la salida.

──espera Padme.── le dice justamente cuando ella llega al inició de las escaleras.── escúchame.

Ella se detiene.

──no me insistas Law, quiero estar sola.── repite de nuevo.

──escúchame solo por favor.── le pide.

Ella le da la esplada.

Los últimos rayos de sol tocan las tierras del archipiélago, el sonido de lss burbujas reventadose hace eco en los rincones de los manglares.

Los ojos de Law se ven de color dorado por la luz que recibía, mientras que Padme se ve como una lejana sombra ante él.

El silencio de ella lo toma como un si, se lame los labios buscando las palabras que debe de decirle.

──yo no quiero perderte.── habla y su voz tembló.── nunca quise precionarte, se que he sido muy insistente pero no quiero perderte.── repite de nuevo. La culpa invade su pecho.── por favor, no te vayas.

Padme cierra los ojos.

──necesito tiempo.── ataja.── si tanto me quieres, vas aceptarlo.

──¿volverás?

──solo quiero aclarar algunos pensamientos, nada más. Y estando a tu lado no podré hacerlo.

Law aprieta los labios.

Ella no le dice más nada y decide continuar con su caminó.

Law no la detiene pues sabe que aunque lo haga ella no se detendrá.

El cirujano siente un fuerte impulso por ir detrás de ella, quiere detenerla, besarla y decirle cuánto la ama pero sabe que no funcionará.

¿Por qué siente que ese es el final?

¿Ese es el fin?

¿Ahí acababa todo?

Ese no podia ser el final. No podía terminar de esa forma, tenía que existir algo más, más tiempo.

Pero su tiempo parece que había llevado a su fin.

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LAS NOCHES HABÍAN SIDO DIFÍCILES PARA Law las horas parecían ir más lento desde que Padme se fue no tenía grandes motivos para despertar, tal parece que la idea de ella se había transformado en la perdición del pirata. Sus compañeros lo ven vagar como un fantasma por los pasillos no tenía vida ni ganas de continuar.

¿Ese era su capitán?

Law no era siempre el hombre más llamativo emocionalmente pero está vez se le nota que está deprimido.

Y todo surge por la repentina desición de la chica que los acompaña, ella había decidido alejarse de la tripulación por unos días, puede que sea difícil adivinar el estado emocional del capitán pero en esta ocasión se le podía ver desde lejos la tristeza.

Mientras Law parecía estar pasándo esos días mal, sus compañeros decidieron no hacer comentarios acerca de la pelinegra, aunque sabían en el fondo que las cosas no estaba nada bien.

Los niños que los acompañan se habían dividido, Shoko se había quedado con Law. La niña había representado de cierta forma un tipo de apoyo para el capitán, aunque no hiciera o dijera nada. Ella sabía a la perfección lo que sucedía con él.

Le parecía triste que las cosas se estén por terminar, después de todo Shoko se había tomado libertad de leer la mente de Law y descubrir con ello lo que le preocupa.

Pensamientos revueltos, dusas y misterios al rededor de esa mente gris.

Descubrió que el pirata había hecho un trato con la marina hace tiempo. Y ese trato ya le empiza a pasar factura.

──¿no piensas comer?── le pregunta la niña cuando se levanta de la silla.

──ahora no tengo hambre.── responde el pirata.

──tampoco duermes.── comenta ella.── Law, no me gusta verte así.

──la extraño Shoko.── confesó. Tal vez hablar con la niña sería de ayuda.── no siento que sea lo mismo, sin Padme, no es lo mismo.

──pero ¿ella volverá?

──no lo sé.

El silencio es perturbador.

No eco ni sonido las respiraciones calmadas las emociones encontradas la soledad que el cirujano siente en el pecho, ese vacío esa frialdad que a recubierto su corazón por mucho tiempo volvía una vez más a aparecer.

Está abrumado y cansado.

¿Ella volverá?

No debido haberla dejo ir, debió haberla detenido y decirle lo mucho que la quiere en lugar de haber visto como se iba.

¿Por qué es tan complicado?

¿Por qué tuvo que enamorarse?

No tiene sentido.

Y no debería encontrar una repuesta pero desde que Padme llego a su vida, ese segundo en que permitió que ella entrar en su corazón. Supo que se condeno así mismo a caminar sobre una cuerda floja.

Paso mucho tiempo con ella, dejo que ella entrar en su vida y cambiara todo lo que quería.

Últimamente había querido que el tiempo se detuviera, había olvidado por completo su propósito principal. Olvidó la razón del porque había salido al océano a buscar venganza.

Su corazón se cegó y por más que su cerebro le gritó que no debía de tomarle cariño, no lo escucho. Dejo que sus sentimientos tomarán forma y ahora que no los podía controlar tenía miedo. El miedo de no saber que hará el día en que ella le falte, le duele saber que está tan cerca pero lejos.

Está perdido.

Padme se había convertido en aquella luz en su camino. La pequeña estrella que brilla en la oscuridad.

Oh Law está perdido.

Y lo peor de todo es que está arrepentido de lo que fuera a suceder.

¿Y si le decía que se fueran?

¿Que pasaría si se lo decía?

Le diría que se fueran y vivieran muy lejos alejados de todo ese mundo que los rodea. Quiere tranquilidad, paz y una vida que nunca tuvo.

¿Debería hacerlo?

Ella tendría que saberlo.

Pero primero tendría que buscarla.

No importa, lo haría y buscaría hasta en el último manglar de ser necesario pero la encontraría.

──¿a dónde vas?── pregunto la menor al verlo saltar del sillón.

──voy a recuperar a Padme.── le notifica llendo directo a la salida de su oficina.── no voy a dejar que se me escape. No la dejaré irse.

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PADME AUNQUE NO SE OCULTÓ LE pidió a Shakki si podía mentir acerca de su estadía en la taberna. No quería hablar con nadie en ese momento tenía muchas cosas en que pensar aunque evadir su realidad no es exactamente la idea más senta que a tenido.

Por suerte Shakki había accedido a seguirle el juego. Por lo que las veces que el pirata conocido como el cirujano de la muerte llego a su negocio varias veces, le murió en cada una negando la estadía de Padme en su taberna.

Habían pasado ya varios días, los cuáles estuvo en aquella taberna junto a su pequeño Chopper. El menor se había quedado con ella y también se escondía cuando Law aparecía por mucho que le haya gustado decirle que todo ese tiempo estuvieron ahí.

Las horas habían sido un poco eternas para ella pero en ningún momento quiso pensar, no quería aclara nada. No tenía deseos de saturar su mente con pensamientos, suficiente tenía con saber que algo malo está a punto de suceder.

Aquella vez se encontraba en el segundo nivel tirada en la cama que le habían prestado. En la ventana se encontraba Chopper el menor estaba viendo por la ventana el exterior.

Todo estaba tranquilo hasta que se escuchó demasiado ruido venir de la parte de abajo, junto a una voces al menos una ya la conocía que era la masculina, sin embargo, la femenina no le parecía familiar de ningún lado.

Shakki le había comentado hace unas horas que Luffy había arribado al archipiélago.

Y aunque Padme quiso ver a su pequeño hermano prefiero no hacerlo, sobre todo porque no quería toparse con Law y sabía que si salía de la taberna había una gran posibilidad de encontrarlo.

──¿crees que venga Luffy?── comento Chopper al dejar la ventana.

──es posible que si.── responde levantándose de la cama.── me parece que el que vino primero fue Zoro.

──¡Zoro! ¿puedo ir a verlo?── cuestiona el menor.

──de acuerdo, tal vez yo vaya también. Quisiera saber sobre Luffy.

Chopper salta emocionado y corre a la puerta siendo seguido por Padme quien va menos apresurada.

Con forme van bajando las escaleras esucha las voces más claras. A nada de llegar al último escalón la pelinegra observa al espadachín y a una chica pelirrosa que están hablando con Shakki.

No habla puesto que no quería interrumpir la conversación y se dirige directamente hacia Zoro.

El espadachín tiene una botella de sake en la mano, la cual está bebiendo muy gustoso.

──¿que tal espadachín?── pregunta ella al estar cerca de él.

Zoro abre un ojo pues tenía ambos cerrados al estar bebiendo.

──¿Padme?── dice inseguro.

──la misma.── afirma ella sentandose en la mesa.── dime ¿Luffy vendrá?

──vendrá pronto supongo, está con los demás explorando el archipiélago.── responde cuando aleja la botella de su boca.── no pensé que nos veríamos aquí.

──tampoco yo pero me alegra verte.── dice sonriendo amablemente.

Ahí estaba de nuevo esa coquetería que le salía tan natural. Y que puso nervioso a Zoro.

El espadachín se concentra en beber su sake no tenía ganas de que ella notará el sonrojo en sus mejillas.

Padme le siguió hablado con naturalidad ignorando por completo el color rojo en las mejillas del espadachín.

Quería distraerse un poco pues el mal presentimiento comenzaba a crecer cada vez más. Y no quería ponerle atención quería creer que solo estaba siendo un poco exagerada.

Al menos eso creía Padme, porque muy pronto la realidad está por golpearle la cara.

jane's note's

saquen pañuelos, porque vamos a llorar en los siguientes capítulos

¿que les pareció?

estamos en la recta final del fic

diosmio estoy tan emocionada y a la vez triste, pues este será el quinto fic que finalizó

¿que creen que pasé?

hasta la próxima¡<3