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capítulo 31.

Sabes que no me importa ni mierda lo que tú esperes, que te quede claro que no tienes voto aquí, no eres nada. ❞

este capítulo es dedicado a: CottonCandy3012
leí que fue tu cumpleaños, ¡felicidades! y perdón por tardar tanto.

D E E P  W E B.
...

—¿No lo hiciste verdad?

Abraham no puede evitar tragar saliva cuando escucha la pregunta con atención, una gota de frío sudor cae de su rostro deslizándose hasta caer en el suelo.

Jeongguk lo sabe, claro que lo hace.

—Yo...Gguk, lo siento. —Es todo lo que puede soltar el rubio mientras siente la devastadora mirada del mercenario puesta sobre él, le perpetua de una manera tan intimidante. —No me atreví, no podía.

—Debí suponerlo, eres un maldito hijo de perra cobarde. —Le suelta con veneno, Jeongguk no puede evitarlo pues los celos lo ciegan y la imagen de Seokjin tomándole las manos a Taehyung se reproduce en su mente de manera tortuosa.

—Tienes que entenderme, yo jamás he lastimado a alguien.

Jeongguk se ríe, una carcajada muy irónica que ocasiona que el rubio se desespere.

—¿Piensas que voy a creerte? ¿Me estás diciendo que estuviste en la maldita red oscura sin hacerle daño a nadie? No me jodas, hasta tu amigo Bogum era un puto asesino.

—¡Es la verdad, Gguk! Jamás he lastimado a alguien o acosado, nunca. —La sinceridad en los ojos de Abraham permiten que el azabache considere las palabras qu está diciendo pero claro, no era Jeongguk si no la cagaba. —Yo sólo me dedicaba a hackear fondos monetarios, cuentas personales y sé que es un delito pero nunca herí a alguien.

—Menuda mierda lo que sale de tu boca.

—¡No asesiné a Seokjin porque no puedo! Él tiene nuestra edad, dios, no podía hacerlo. —Abraham alzó la voz cada vez más tenso e inseguro de lo que decía, probablemente en cualquier momento terminaría muerto. —Entiéndeme, por favor.

—Cierra la boca. —Ordenó tomándolo del cuello, el rubio puede sentir perfectamente las dos manos hacerle presión en la yugular. —Taehyung duerme justo ahora y si él despierta tú no vas a vivir para contarlo. —Le amenaza Jeongguk antes de soltarlo con la misma brusquedad que usó anteriormente.

—Seokjin no hará nada.

—¿Nada, imbécil? ¿Estás seguro? Estuvo a punto de llevarse a Taehyung hace dos días, si se lo hubiese llevado, él probablemente hubiera estado muerto a causa de Seokjin en menos de un día. ¡Y estamos en su casa! ¿Quién nos asegura de que va a vender nuestra ubicación?

—Seokjin nunca lo dañó. —Respondió sinceramente, a pesar de todo no sabe porque pero cree en las palabras de aquél muchacho. —Y no hará nada de eso, puedo asegurarlo.

—¿Por qué lo defiendes tanto?

—No lo hago.

—Está vivo aún, ¿Sabes que significa eso para ti, Walkings?—Le cuestiona de manera pausada, Abraham traga saliva preparándose para lo que venía.

—No...no lo sé.

—Significa que tú debes de estar muerto, una vida se canjea por otra.

—No estás pensando bien, Jeongguk. Los celos te están absorbiendo, escucha lo que dices.

—Estoy consciente de lo que digo perfectamente así que no me supliques por tu asquerosa vida. —Suelta de manera tajante, no parece interesarle seguir charlando.

—¿Ggukie? ¿Por qué se escucha tanto ruido? ¿Están bien?

Ambos se giran para ver a la misma personificación de un ángel en las escaleras, Taehyung está bajando los escalones en su pijama gris de cuadros. Talla sus ojitos mientras mira entre confusión a los dos chicos tensos, Jeongguk muerde su lengua para evitar soltar una grosería.

—¿Todo bien?

—Todo bien, vuelve a la cama. —Le dice en un tono autoritario, el pelirrojo niega con las cejas fruncidas mientras lo mira.

—Dormí muchas horas, hyung.

—Vuelve ahora.

—¿Abraham?—El adolescente posó su vista en el chico esperando por una respuesta coherente, el rubio se encogió de hombros sin saber que decir pues está recibiendo una mirada de ira por parte de Gguk.

—Vuelve a tu habitación, Taehyung.

El pelirrojo se enfada cuando vuelve a escuchar la voz del mercenario, está hablando con Abraham no con él.

—Estoy hablándole a Abraham, Gguk.

—El idiota no mató a Seokjin. —Le suelta Jeongguk finalmente mientras se tensa, Taehyung abre sus ojos con demasiada sorpresa. —Lo dejó escapar.

—¿Lo hiciste? Me alegra que no le hicieras ningún daño, eres realmente bueno.

Abraham suspiró con tristeza, sabe el gran corazón que tiene Kim Taehyung pero él puede darse cuenta de que eso no será suficiente pues Jeongguk está más que furioso.

—Estás hablando pura mierda. —Menciona el mercenario ganándose una mirada enfadada de Taehyung, él la ignora por supuesto. —No hizo lo que le pedí.

—¡Y me alegra que no lo hiciera!

—¿Y tú que te crees? ¿Piensas que por el hecho de follar ya tienes derechos de decidir algo aquí?

Dolor. A pesar de que Taehyung sabe que está tratando con alguien psicológicamente dañado no puede evitar sentirse tan mal por dentro, le lastima el hecho de ser considerado como una puta cuando un mes atrás era un adolescente normal con un enamoramiento por un chico lindo. Claro, un chico lindo que resultó ser asesino y que lo vendió. Y aunque él mismo se prometió hacerle retorcer a Jeongguk en sus propias palabras, no puede hacerlo.  Quiere creer que aún es bueno, que aún no es una persona aberrante como los que conoció.

—Claro que sé que tú sólo quieres usarme, ¿Qué puedo esperar de un asesino como tú? ¿O quién te ha dicho que siquiera espero algo de ti?—Murmura el pelirrojo conectando miradas con Jeongguk, parecía muy tenso con la mención de sus palabras.

—Sabes que no me importa ni mierda lo que tú esperes, que te quede claro que no tienes voto aquí, no eres nada.

—Jeongguk, cierra la boca. —Defendió Abraham por primera vez observándolo con enojo, la figura de Taehyung se escondió detrás de él.

El mercenario apretó sus puños de igual manera, no le gustó para nada la imagen que veían sus ojos y estaba a nada de morirse de celos. Ya entendía todo, entendía el constante apoyo de Abraham a Taehyung o porque se aseguraba de defenderlo.

—Te has tardado, Walkings. —Masculló con una sonrisa de sorna en sus labios mientras se acercaba a paso lento a ambos chicos, el rubio tapó a Taehyung de la vista del furioso azabache. —Ahora entiendo todo. ¿Qué? ¿Te gusta la puta también?

—Vete al infierno, imbécil. ¿Estás escuchando lo que dices? ¿Hasta dónde vas a llegar con tus estupideces?

Abraham no estaba dispuesto a escuchar las ofensas hacía Taehyung y aunque Jeongguk también era su familia, jamás permitiría que le dañara. No cuando Taehyung fue el que estuvo ahí y él que le dió consejos.

—El infierno soy yo, jodido traidor. —Respondió acercándose peligrosamente a ambos, por instinto Abraham hizo que el adolescente retrocediera pero desafortunadamente él no pudo porque Jeongguk lo había empujado al suelo con brusquedad.

—C-Cálmate, ¿De acuerdo?

—Ni una mierda.

—¡Ya basta, Jeongguk!—Le gritó Taehyung alterado cuando notó al azabache poner sus manos alrededor del cuello de Abraham.

El mencionado hizo caso omiso ignorando sus palabras, su mirada estaba sedienta por dejar sin aire al cuerpo debajo suyo. Sus manos comenzaban a ejercer presión sobre la yugular de Abraham quien se removía con todas sus fuerzas, en cualquier momento le quebraría la tráquea.

—¿Te gusta?—Cuestionó apretando más fuerte sobre su cuello, el rubio comenzaba a patalear con más fuerzas intentando liberarse del tosco agarre. —¡Responde! ¿Te gusta mi puta, eh? Todo este tiempo viéndome la cara de imbécil.

—N-No...es así. —Logró formular entre desesperantes jadeos, Jeongguk soltó una irónica carcajada por su básica respuesta.

—¡Te dije que basta!

Taehyung intervino colgándose de su espalda para separarlo a como fuera lugar del otro adolescente, era algo suicida comparando que ambos eran unos críos apenas y Jeongguk les doblaba probablemente en fuerza.

—Carajo, suéltame, Taehyung. —Respondió con enojo quitándolo con facilidad, el pelirrojo quiso volver a golpearlo pero Jeongguk lo detuvo.

—Gguk...¿Qué haces? ¡Mierda, no te atrevas a ponerle una mano encima!

Y la habitación quedó en silencio después de oír aquél estremecedor ruido, Taehyung se llevó la mano a su mejilla tocándola entre lágrimas.

Abraham se levantó con dificultad del suelo después de casi quedarse sin oxígeno y empujo con coraje el cuerpo de Jeongguk sin importarle ser asesinado.

—Nos vamos. —Fue lo único que pudo formular Abraham antes de ir con rapidez al escritorio que estaba a unos cuantos metros, tomó la arma que anteriormente portaba para amenazar a Seokjin y la cargó consigo. —Ven, vamos a irnos de aquí ahora.

Taehyung cruzó miradas con el mercenario, parecía arrepentido. Sólo parecía.

—Vámonos, Taehyung.

El rubio tomó su mano comenzando a caminar hacia la puerta, en cuanto Jeongguk volvió en sí se colocó de pie con brusquedad.

—¿¡A dónde crees que te lo llevas, Walkings?!

—Un paso, un sólo paso más y te voy a disparar.

—No puedes llevártelo. —Negó dando un paso hacia a ellos, Abraham jaló del gatillo pero la bala aterrizó cerca de sus pies, lo suficiente para que supiera que en verdad iba a dispararle. —¡Es mío, Walkings! Mío.

—Estás enfermo, no es tuyo. Él no es algo que puedas poseer. —El rubio tenía el arma en sus manos con seguridad sumamente atento a cualquier movimiento por parte del mercenario. —Taehyung, sal de la casa.

El pelirrojo dudó en hacerle caso, mantenía sus ojos posados en Jeongguk y viceversa.

—Taehyung, sal de la casa, por favor.

—Yo...sí. —Murmuró dándose la vuelta para salir por la puerta pero los gritos de Jeongguk lo hicieron detenerse abruptamente.

—¡Taehyung! ¡Kim Taehyung!

Y lo que dijo después le dolió terriblemente.

—¡Joder, te quiero! ¡Lo hago!

¿Quién es él que realmente estaba mal entre ambos?

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