Aslan era un joven de 14 años que ya tenía viviendo en ese orfanato unos 5 años, más o menos; no recordaba mucho.
Era más bajo de normal para su edad, de complexión delgada, cabello rubio algo largo y bellos ojos verdes; era el chico más grande de todos los niños del orfanato "P. Diana", un jovencito que siempre ayudaba a los demás y cuidaba de los más pequeños. Todos ahí le tenían tanto cariño y anhelaban que si su destino era ser adoptado, fue una pareja que le diera todo eso que él se merecía.

No asistía a la escuela porque el orfanato no recibía mucho apoyo del gobierno como para mandarlos a escuelas, pero hacia ya unos 6 meses habían empezado a tener un benefactor que les había conseguido profesores particulares a todos los niños que habitaban ahí y eso él lo agradecía ya que a pesar de su destino, él tenía muchos sueños que quería cumplir y no iba a desistir de ellos; antes por su cuenta iba a la escuelas más cercana y escuchaba las clases escondido en los pasillos, o iba a la biblioteca publica y se la pasaba horas leyendo libros y realizando los ejercicios que venían en esos libros, también el bibliotecario había empatizado con él y le fotocopia cuadernillos de ejercicios donde Aslan pudiera poner en práctica lo que estudiaba; su aprendizaje era kinestésico y eso le ayudaba mucho.
Ahora con ese benefactor sentia que la vida le sonreía y no podía estar más que feliz, así que aprovechaba todo el tiempo que podía con esos maestros y esperaba poder algún día conocer a su ángel y agradecerle.

-"Vamos Lynx, hoy tengo una misión para ti, no es que quiera que descanses de los gemes, claro que no, solo quiero que me ayudes".

-"Los gemes no me molestan para nada Thomas, se que mi cara parece de aburrimiento y de pocos amigos, pero solo es mi cara, tristemente no puedo cambiarla; pero de verdad que me encanta estar con los gemelos, están comenzando a leer y me pone feliz escucharlos. En cambio, mejor dime qué es todo esté alborotado que hay, la señorita Nora está más nerviosa de lo normal y eso pone nerviosos a los demás... ¿Es esa cita mensual de adopción?".

Thomas era uno de los jóvenes que trabajaba en el orfanato y era el "amigo" más cercano de Aslan ahí; a veces trataba de que el jovencito se despegará de los niños más pequeños y más de los gemelos que habían llegado no hace mucho y los cuales habían adoptado a Aslan como si fuera su mamá gallina y no le daban tregua. Por eso es que lo había sacado del salón de juego y lo había llevado con él.

-"Vamos chico, aceptar que también te enfadas no está mal de vez en cuando... Bueno te he traído conmigo porque necesito ayuda con algo y se que te va a encantar. El benefactor mando muchísimos libros, de verdad muchísimos y el salón al que le estábamos dando mantenimiento hace días era el que sería la biblioteca de la casa así que fuiste el ganador para arreglarla y decorarla como tú quisieras. Vamos que no hay prisa así que toma tu tiempo y por la tarde, te daremos un regalo que el benefactor dejo para el afortunado que arreglará la biblioteca, así que es toda tuya; iré a recoger unos papeles a una oficina, pero la señora Kate y el cuidador Jake se quedan, la señorita Nora ya no tarda en llegar también, por favor, no dejes que esos diablitos te quiten tu día libre, bueno adiós -dijo Thomas despidiéndose de Aslan y caminando a la salida-".

Aslan comenzó a sacar los libros de las cajas y comenzo a ordenarlos por categoría y después por rango de edad; así paso su día, después cuando regreso Thomas y miro su avance le dijo que era suficiente, que saliera a dar un paseo y que no regresará tarde; le dio el regalo que le había comentado por la mañana y Aslan estuvo demasiado feliz pues siempre que iba a caminar por el mall ansiaba poder jugar en las salas de arcade y ahora podía hacerlo realidad.

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Aslan sabía que la ciudad en la que vivía era un mundo inmenso, sabía también que fuera de las paredes del orfanato se podía topar con muchas personas y que estás no siempre eran educadas o respetuosas y que incluso podía meterse en problemas si no ponía atención donde caminaba o con quién hablaba, justo como en ese momento.

Era la hora de la tarde donde los oficinistas salían de sus respectivos trabajos y las calles estaban llenas de personas en traje y maletines; Aslan en cambio destacaba pues llevaba un pantalón cargo color verde militar, una playera negra y una boomer jacket anaranjada, su cabello rubio atado en media coleta y en la mano tenía un batido de frutas. Iba caminando a paso tranquilo, admirando la marea de gente y tratando de no chocar con nadie, cuando de pronto siente que alguien lo empuja desde atrás y choca de lleno con un hombre ataviado en un traje oscuro, lo peor es que su batido ha terminado bañándolos a ambos y al ver la cara roja del hombre, comienza a entrar en pánico.

-"¡¡Pero que te pasa pedazo de imbécil!!, has arruinado mi traje con tu porquería, más te vale que tengas dinero contigo porque vas a pagarme tu chistecito. Esta no es una calle para que un niñato como tú esté paseando como si fuera su palacio, anda págame"

Aslan estaba en shock, el tipo ese comenzó a gritarle y hasta lo aventó haciéndolo caer a la acera, estaba casi sobre él; miro a los lados para ver si alguien podía ayudarlo pero nadie se detenía y los que lo hacían solo lo veían pero no hacían forma de ayudarle.

-"Perdone señor, fue un accidente -dice levantándose, ese hombre le sacaba más de dos cabezas de diferencia-, alguien me ha empujado de atrás, no era mi intención ensuciarlo... Yo, yo no tengo dinero para pagarle, perdone...-".

-"¡¡PERO QUE ACABAS DE DECIR INSOLENTE!!, de esta no te la vas a salvar -le dice el extraño y comienza a acercarse a él, lo toma de la chaqueta y levanta su puño-".

Aslan está asustado, se ha congelado, ni siquiera puede moverse y solo mira a ese hombre, esperando por el golpe.

El golpe nunca llega.

-"Oye!, dejalo en paz... -T/N toma a Aslan colocándolo detrás de ella así cubriéndolo de ese hombre- Ya ha dicho que lo siente y ha sido un accidente, ¿como te atreves siquiera a levantarle la mano y peor a hacer una escena en plena calle? No tie...".

-"Tu cállate estúpida, ese cabrón ha manchado mi costoso traje y debe de pagar por el, no me iré de aquí hasta hacerlo que me pague -comienza a avanzar a ella y es detenido por su brazo-".

-"Acercate un paso más y no seré gentil; señor ya está mayor para hacer está escena en público, mucho menos para intimidar así aún niño... Tome -le pasa una tarjeta de presentación- compré un traje nuevo o lleve este a la tintorería, yo me haré cargo de pagar por el; le doy mi palabra, y aún si no me cree, en la tarjeta viene mi teléfono personal y la dirección de mi oficina, ahora sí me permite -le da la espalda y volte a ver al chico-, vámonos cariño, te llevo a lavarte".

Aslan no hablaba, estaba asombrado por como habia sido defendido por esa extraña y en como eso le había hecho sentir un vuelco en el corazón.

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-"Así que será cumpleaños de tu Ryomen, de tu hermanito menor y de una de tus mejores amigas y quieres que te acompañe a comprar regalos... Hmmm no se T/N eso suena a mucho trabajo, tal vez si tuviera una pista de cuando llegará ese tomo de manga firmado que me dijiste, taaaaaaaaal vez y pueda motivarme... -la mira y se sueltan a reír a carcajada suelta-".

T/N y Aslan habían congeniado tan bien que después de enterarse que ella era la benefactora del orfanato, había comenzado a visitar las instalaciones y a convivir con los niños, había involucrado también a sus amigos neoyorquinos que el orfanato comenzaba a tener mucho apoyo.

Después del incidente con el traje de ese hombre, T/N llevo a Aslan a su oficina, primero el chico estaba reacio a ir por miedo pero ella le tranquilizó diciéndole que no le haría daño, que estando ahí llamarían a sus padres, que ellos no debían de preocuparse por el pago del traje, ya que ella se haría cargo como ya había comentado. Aslan al ser alguien pacifico y evitar problemas siempre, está situación lo habia superado al punto de que cuando T/N menciono "padres" a él le llegó la realidad y comenzó a llorar. Hace mucho no pensaba en ello y en estos momentos donde necesitaba de apapachos, no había nadie... No, estaba equivocado, si que habia alguien.

-"Soy huérfano, no recuerdo nada de mis padres, vivo en el orfanato "P. Diana" y no quiero que ellos paguen por algo que es mi culpa, no quiero que me hechen de ahí... Siempre trato de ser buen chico para que no me saquen, no tengo dónde ir si eso pasa... Yo- yo quiero hacer muchas cosas y cumplir mis sueños, quiero ayudar a esos niños, no puedo irme... Señorita por favor no les diga nada... - no sabía en qué momento se había aferrado a ella, pero no quería soltarla porque los mimos que ella le daba para tranquilizarlo nunca nadie se los habia hecho y su abrazo era muy cálido-".

Así que en la actualidad, después de 3 meses de haberse conocido y de que T/N se involucrará directamente en la logística de la educación de los niños siendo la benefactora con más capital invertido, es que habia podido comenzar a convivir con ese jovencito que le había robado el corazón.
Aslan le había contado que desde que ella llegó a ayudar al orfanato le dio mucho aprendizaje a él y que siempre había querido conocerla, que ahora que ya sabía cómo era, la admiraba mucho y quería poder cumplir sus metas para así agradecerle apropiadamente cuando fuera adulto.

Con el paso de los meses también tenían salidas tanto en grupo con los demás niños, como solos o con la familia de T/N; a su prometido aún no lo conocía pero si que sabía muchas cosas de él, por ejemplo, lo mucho que él la amaba, lo detallistas que eran el uno con el otro y el como se defendían mutuamente. Él los admiraba mucho y ansiaba que fuera ya las fechas de los cumpleaños pues toda la familia de ellos iban a visitarlos y ambos querían que Aslan los acompañaran también.

INICIOS DE DICIEMBRE:

Aslan había conocido unos chicos unos dos años más grande que él en el parque, eran residentes de otro orfanato de la ciudad pero este estaba en condiciones deplorables; se habían enterado por parte de los cuchicheos de los trabajadores del mismo que el "P. Diana" tenía un benefactor bastante adinerado y que gracias a ello la mayoría de los niños que tenían ahí habían sido adoptados. Habían estado vigilando al jovencito por eso dedujeron rápido que esa señorita con la que se veía cada semana era la famosa benefactora y querían sacarle información al niño para así ellos tuvieran la misma suerte.

22 DE DICIEMBRE:

Aslan a pesar de todo lo que la vida le había hecho no guardaba rencor alguno, no deseaba el mal y siempre trataba de dar lo mejor de si, aún si eso significaba convencer a las parejas que iban interesada por él, a qué se llevarán a otros niños.
Por eso cuando los primeros días de junta con esos chicos que querían ser sus amigos, poco a poco le iban pidiendo cosas; llegó a un punto donde supo que ya no era normal y les puso un alto.

Por más golpes que recibió él no desistió de dar información de T/N ni de donde vivía, aprendió que la lealtad se ganaba y que defender sus ideales así como le enseño Ryomen, era lo que lo convertia en un hombre.

Si, lo habían golpeado pero aquellos bravucones no se habían ido intactos tampoco. Caminaba lento pues el frío de diciembre le congelaba el cuerpo; le habían robado la chaqueta que Ryomen le había regalado y sentía tanto pero tanto sueño que estaba comenzando a rendirse pues no creía poder llegar al orfanato. ¿Alguien lo ayudaría?, no, nadie lo haría pues tenía ya más de 15 minutos caminando y escupiendo sangre y solo lo evadían. Al final si era un pobre diablo como le habían dicho una vez.

-Quizá si ya no regreso esos chicos se olviden de T/N y no puedan sacarle dinero... Si, eso haré. Creo que dormiré un poco aquí, ya no puedo andar...- pensó el chico.

Aslan estaba por desmayarse cuando es sostenido por unos brazos cálidos y ese inconfundible aroma a flores que tanto le había gustado la primera vez que la abrazo, lo sabía, era ella, su ángel; ahora podía dormir porque sabía que ella lo protegería, ya no tenía frío pues se sentía envuelto en algo muy calentito y la superficie donde estaba acostado era tan mullida que sentia que dormía en las nubes.

-"Descansa cariño, ahora estás en casa... No tienes nada que temer porque nosotros te cuidaremos...".

Si, esa es la dulce voz de T/N y también huelo la colonia de Ryomen... Si, este es el lugar correcto al que pertenezco.