Buenas buenas amistades, aquí les traigo un nuevo capítulo más temprano de lo usual; el trabajo ha estado menos estresante así que eso influye en mi "escritura".

¿Que tal les va con febrero?, espero que mejor que a mí. Espero este capítulo les guste mucho, yo no podía dejar de sonrojarme mientras lo escribía. Son tan buenos que debía de recompensar las lágrimas y corajes que les he dado.

Los tqm. Disfruten este capítulo, sigan votando ⭐ y comentando, amo leerlos. Una vez más muchas gracias por tanto, perdón por tan poco.

-K

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-"Perdoname por haber tardado en seguirte... Mis responsabilidades son muy importantes para mí así como lo son tus amigos para ti, por eso no quiero que vuelvas a preguntar si estoy molesto contigo por haberte ido sin avisar."

En algún punto después de haberme lanzado a sus brazos y llorar aferrada a él, Ryomen entro al departamento y para este momento teníamos ya más de una hora en la misma posición; después de calmar mi llanto y seguir con un vómito verbal de disculpas-pues es lo único que sabía hacer-, pasamos a hablar de todo; esos 3 días se sentían una vida y teníamos tanto que decirnos.
Yo hablaba, él me daba mimos, respiraciones calmadas y miradas que dicen todo. Cuando él hablaba yo escuchaba y no podía dejar de pensar que él era mi lugar seguro.

-"No quiero hacer como que nada paso esa semana antes de que regresarás, le prometí a mi abuelo que te pediría disculpas y me comportaría como un hombre a tu altura y aquí me tienes... Perdona por ser un cabezota, me equivoqué y ese error nos valió una semana más juntos. El miedo y celos me hicieron huir esa vez y decir las cosas que te dije; para mí era difícil aceptar lo que estaba pasando y más allá de eso, mi miedo a ser utilizado de nuevo me cegó. El abuelo me hizo ver las cosas diferentes, y eso solo me hizo reafirmar mis sentimientos hacia ti... Se que ahora estás en casa y tienes muchas personas que te quieren al rededor y que te pueden dar más de lo que yo puedo, pero aún así no puedo evitar querer estar contigo y ser esa persona en quien busques refugio cuando más lo necesites..."

Todo lo que me dijo, la forma en la que me miraba, el como sus fuertes brazos me sostenían en un abrazado tan reconfortante y el hecho de que podía escuchar su corazón latir desbocado a poca distancia de mí me hizo aceptar la realidad que tanto me negaba a aceptar por miedo y el que dirán.

Yo quiero estar con Ryomen, quiero ser reconfortada por este hombre, quiero que forme parte de mi vida y sobre todo estoy enamorada de él. Yo ya no tenía mucho que perder, lo que antes me aterraba de miedo al creer que hacía mal en darle a mi corazón un respiro y una nueva oportunidad llegó con su respuesta a mi vida en forma de Ryomen Itadori, con su bello cabello rosa, con esas miles de sonrisas que me regala y con sus hermosos ojos dorados...

Y no pude contenerme, lo bese...lo que antes me preocupaba respecto a Naoya y nuestro matrimonio ahora se miraba tan lejano y sin ninguna salvación. Todo lo que yo tenía que cuidar estaba conmigo misma y todo lo que yo merecía me tenia abrazada de forma tan amable.

Y Ryomen me besaba de regreso, de forma tranquila, sin prisas, sin segundas intenciones, todo lo que habíamos guardado estaba siendo expresado por nuestros labios. Mi cuerpo por instinto y comodidad se movió, me había sentado en su regazo y mis manos fueron a su cuello; él en cambio me tomaba por las mejillas y me daba caricias tan sutiles pero tan significativas. Lo que sentí en este momento yo nunca lo había sentido antes y eso me hizo derramar lágrimas de felicidad después de haber derramado miles de ellas por tristeza.

-"¿Que pasa nena?-me pregunto al sentir mis mejillas mojadas-"

-"Estoy tan feliz de que seas tu... De que estés aquí conmigo... No dudo de ti, ni de lo que sientes por mi... No puedo prometer que tú vida a mi lado sera color de rosa como esos romances de novelas, ni tampoco que no habrá problemas o peleas o tristezas... Lo que puedo decirte hoy Ryomen Itadori, es que daré todo lo que esté a mi alcance para ser felices juntos, trabajaré en mi para ser la mejor versión que conozcas. No quiero que sacrifiques tus sueños para estar conmigo, quiero que me elijas para festejarlos juntos... Aún me queda mucho por hacer y puedo jurar que a ti también. Yo no quiero ser solo la "pareja de alguien más" de nuevo, quiero ser completamente libre y feliz... Yo ya he perdido muchos años bajo una penumbra y si no tienes miedo al que dirán aquí estoy... Ya no quiero perder más tiempo negando la verdad. Te quiero Ryo, quiero estar contigo."

Yo no había conocido hombres tan sentimentales como lo son mi padre y mi hermano, pero aquí estaba este guapo hombre, llorando mientras me regala la sonrisa más resplandeciente que me había visto darme en todo este tiempo de habernos conocido y me sentí la mujer más plena del mundo.

-"No sabes, no te imaginas cuan feliz estoy de que hayas llegando a mi vida. Estoy dispuesto a enfrentar a quien sea si eso me mantiene a tu lado... Aún hay mucho que debemos hacer y hablar y enfrentar; pero estoy a tu lado y no te dejare sola."

Me volvió a besar y este segundo beso sabía a gloria, sabía a la mejor recompensa que pude haber obtenido después de tanto dolor y sufrimiento y a mí poco me importo lo demás que tenía que ver con el indeseable.

Cuando menos nos dimos cuenta nos habíamos quedado dormidos en el sillón de la sala, tantas emociones y sentimientos y jet lag nos tomo factura y habíamos caído rendidos; mire la hora en el reloj de pared de la sala y este marcaba las 09 pm. Desperté por qué tenía sed y los brazos de Ryo me tenían tan aferrada sin ser lastimero.
Me levanté con cuidado a por un vaso de agua y al regresar a la sala el sonido de la puerta y el intercomunicador me asusto; instintivamente dejé caer el vaso logrando que se hiciera añicos en el suelo y un deja vu bastante horrible hizo presencia de nuevo en mi, cuando reaccione Ryomen estaba a mi lado tratando de regresarme a la realidad cuidando que no me cortará los pies descalzos con todos los pedazos de vidrios rotos.

El segundo timbre sonó y yo reaccione, a pesar de todo había una diferencia abismal entre ese momento a hoy; no estaba sola, ya no estaría sola.