Amistades feliz navidad, les dejo actu y una vez más agradezco que sigan leyendome.

Ya estoy trabajando de tiempo completo así que si demoró en subir capitulo no es por gusto si no por él maldito trabajo.
Espero hayan disfrutado sus fiestas, sigan votando y comentando, son libres.

-K
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Uno, dos, tres, cuatro, respira.
Uno, dos, tres, cuatro, respira.
Uno, dos, tres, cuatro, respira.

Era lo que me repetía mientras desde la jaula donde pelearía, la observaba. Ella cuál servatillo redeado de un nuevo entorno; sus ojos no reflejaban miedo si no emoción y yo quise hacer, desee hacer que esos ojos no tuvieran más que solo eso, emoción y felicidad.
Nunca me había sentido nervioso antes de una pelea, pero verla a ahí, en la zona especial donde mi familia y equipo es asignado y verla observarme de forma sin igual fue la magneficencia absoluta para mí.
Me sentí invencible y muy, muy nervioso.

Aquella vez cuando la conocí en el restaurante de mi amigo André y Satoru me la presento quise fingir que no le tome importancia, pero a quien voy a engañar, desde que la miré supe que tendría toda la importancia del mundo y que ese "no le tome importancia" para nada, NUNCA, sería verdad pues tan equivocado estaba que solo escuchar su risa me hizo quedar flechado, desde el momento cero yo ya había caído por ella y no me arrepentia.

Si bien aceptaba que gustaba de ella eso no significaba que fuera a hacer algo estúpido o apresurado, se cuan intenso puedo llegar a ser y lo menos que quiero es que se aleje por mis tonterias -demasiado tengo con tratar de borrar mi grito de "si acepto salir contigo" de aquella vez- la recordaba reír para así al menos tener algo de su felicidad y hacerla mi suerte.

Regularmente cuando peleaba, mi mente se ponía en blanco y hacia lo mío hasta que la campana me indicaba que había terminado el encuentro, pero ahora me encontraba pensando en todo lo que la involucraba a ella y lo poco que yo la conocía.
Era mi primer encuentro profesional de lucha y no paraba de pensarla, mi abuelo dice que peco de ser un romántico empedernido y lo confirme cuando un golpe de mi contrincante me saco el aire y me hizo caer; sonó la campana y tuve unos segundos donde el aire volvía a entrar a mi sistema y recobre la conciencia.

-"¡RYOMEN!

-¡SUKUNA!

-"¡Chico!,¿estás con nosotros?, trata de tomar aire."

-"Sukuna que fue eso, concéntrate, recuerda porque estás donde estás."

Al enfocar de nuevo pude ver de forma fugaz como mi padre, el nuevo entrenador Yaga y Satoru se acercaban y comenzaban a hablarme para así retomar la conciencia y también la vi a ella, estaba junto a mi madre, está la tenía rodeada con un brazo y mi bello ángel estaba con la mirada preocupada y con una mano apretando su pecho y entonces supe que el grito de mi nombre no había sido de nadie más que de ella.

A pesar de estar emocionado por verla ahí, yo quería darme otro golpe demoledor y así poder olvidar tremenda vergüenza. ¡COMO ERA POSIBLE QUE LA IMPRESION QUE LE DI FUE DE UN MALDITO QUE NO SABIA HACER SU TRABAJO!, así que con toda la vergüenza y emoción que sentía me obligue a dar todo de mi, no quería arruinar está noche, ni está pelea, era mi pase decisivo en lo profesional y no podía hacer que me creyeran alguien incapaz; no me lo perdonaría si eso pasaba, no quería decepcionar a nadie y mucho menos quería decepcionarme a mi. El camino del deporte es muy difícil, si no le interesas a la gente así seas el mejor en tu actividad, no vas a triunfar, yo no queria eso para mí, estaba reacio a abandonar mi sueño, cuando menos lo pensé, todo había terminado.

-"Los jueces han tomado su decisión, el ganador del encuentro estelar de esta noche con 9-7 en el último asalto es para Sukuna en su noche debut"

Después de mi incidente puse toda mi concentración en la lucha y cuando menos lo pensé ya había acabado todo y la gente gritaba mi nombre; estaban viroteando mi nombre, están celebrando por mi, simplemente mi emoción creció y solo quería salir a correr y abrazar a mis padres pues me sentía como un niño pequeño que acababa de ganar un premio en la feria.

Salí de la jaula y me encamine al camerino que tenía para esa pelea, yo seguía demasiado emocionado y también muy cansado, las emociones reprimidas de días pasados y los nervios habían salido por fin a flote y me hacían sentir como si cargará un costal de harina pero contrario a todo, lo cargaba con orgullo y gusto.
Mi mayor sueño se había hecho realidad y el debut me sabía a gloria, todo mi esfuerzo, el de mi familia y el de el equipo valió la pena y ahora por fin podía subir otro peldaño.

-"Por un momento creí que habíamos perdido el encuentro pero tú no decepcionas chico, felicidades"-comento el entrenador Yaga.

-"¡ESO SUKUNA!"

-"FELICIDADES SUK"

-"EL CAMPEÓN DE LA FAMILIA ESTA LISTO"

-"Hijo ¿te encuentras bien?, cambiate, estaremos afuera. Felicidades campeón"-me dijo mi padre y palmeó mi espalda.

-"Papá..."

El entrenador y los demás chicos del equipo ya habían salido del camerino y antes de que mi padre saliera corrí a él; desde niño siempre que miraba a mi padre, tenía que hacerlo hacia arriba, para mí en ese entonces era muy alto, y aún así a pesar de que ya tengo 27 años y no diferimos mucho en estatura, sigo sintiendo que hay una diferencia abismal entre los dos y es que lo admiro y respeto mucho que todo lo que se y me gusta ha sido gracias a él y su apoyo; y el haber ganado este encuentro y tenerlo como mi entrenador y manager, me hacía sentir como un niño de nuevo. Corrí hacia él y lo abrace con fuerza.

-"Gracias por todo tu apoyo, estoy tan feliz, los amo..."

Me abrazo de vuelta y acaricio mi nuca.

-"¿Que acaso no te lo he dicho siempre?, por más descabellado que sea algo si quieres hacerlo, ve a por ello, yo siempre te apoyare, me alegra que estés feliz, campeón, anda apresurate, estaremos afuera"

Al salir y abrir la puerta lo que me recibió fue mi ángel de cabellos de fuego.

-"Vine porque estaba preocupada, ¿te duele la ceja?, muchas felicidades en tu victoria Ryomen, sabia que lo lograrias, pero me sorprendí mucho al ver los golpes que te dieron y termine preocupada y ahora estoy aquí y tal vez estoy hablando mucho, perdón es que estoy nerviosa y emocionada, ¿como te sientes?"

Cuando me di cuenta estaba encorvado para que ella no se pusiera en puntillas y la tenía tocando mi corte en la ceja con mucho cuidado. Ni siquiera recuerdo cuando me lo hice ni quién me curo; lo que si recordaré para siempre será su tacto y su bella sonrisa.

-"¿Te han dicho alguna vez que tu sonrisa nerviosa es bellísima?"