Cuando mi madre se fue y nunca regreso por mi, o por mi padre o por sus cosas, al crecer supe que cargaba con la presión de su ser; Yo era ese cascarón que trataban de hacer perfecto para no salir mal como ella; y yo siempre le di el gusto a mi padre porque no me gustaba verlo decepcionado, no de mi. Por eso conforme iba creciendo los estándares que debía alcanzar eran cada vez más y más tontos y yo siendo digna hija de él quería demostrar que no era como ella, que yo sí podría cumplir mi deber de la mejor forma y me deje hacer tal cual muñeca. No me malinterpreten, mi padre no es un ser cruel, es solo que tanto a él como a mi, nos sigue acechando ese ser que me dio a luz, ese ser del qué él no debió de enamorarse.

Si bien se me enseño a ser una buena esposa, nunca se me dijo que debía ser una máquina de tener hijos y eso lo agradecí... Lo llevo en mi sangre, sabía que no sería una buena madre si de mi se trataba, es mi mayor miedo y es algo que nadie sabe. Puedo estar con un millón de niños, puedo aspirar a ser educadora y puedo cuidar de ellos, pero no puedo hacerlos míos, simplemente no puedo, yo no nací para ser madre. Así que como Naoya nunca me presionó para eso, ni nunca lo hablamos en ningún momento, no creí que fuera algo relevante en nuestro matrimonio.
Pero ahora tengo al padre de Naoya exigiendome un heredero que yo no quiero ni puedo darle... Y las palabras duelen como un carajo pues me hace ver cómo la mala cuando la decisión es mía.

-Sabes que padre no piensa eso que dijo el Señor Zen'in, ¿verdad?. Padre podrá ser un despiadado para los negocios y puede que haga cosas para nuestro beneficio, pero no te obligaría a hacer algo que no quieras... No lo haría.

Del lado opuesto de la casa familiar, había un lago con un muelle que conectaba con otras 4 casa más y el cual estaba rodeado por un bosque, después de levantarme de la mesa y llevarme a Yuri, comenzamos a caminar y decidí que sería buena idea hacer nuestro propio fin de picnic aquí. No quería que el pequeño sufriera por ese mal rato, y si bien debía hablar con sus padres sobre el incidente, queria despejar mi mente de los acontecimientos pues me sentía muy mal pero no quería que lo vieran, mucho menos Yuri.

-Crei que aún sería buena jugando al escondite, Choso, lo haz arruinado.

-Ay por favor hermanita, nunca fuiste buena realmente, te dejaba ganar que es diferente... Me haz escuchado lo que dije al principio, ¿verdad?

-Fuerte y claro, ¿Qué quieres que sea tu premio?

-Quiero que seas feliz...-en ese momento flanqueo mi sonrisa- quiero verte feliz, tristemente la última vez que lo vi fue antes de la boda... Sé... Sé que no puedo exigirte que me digas todo, pero me doy cuenta de ello T/N, y me duele porque se supone que mi hermanita debe de estar felizmente casada con el que se supone es mi mejor amigo... Pero solamente te veo forzada a las cosas, y todos pueden darse cuenta de ello menos él.

-Vaya mira la hora, los Okkotsu deben de estar por salir del gimnasio y yo debo de emprender camino con Yuri.
¡Yuri cariño, es hora de irnos!

Me levanté de dónde estaba sentada y llame a Yuri que estaba en la orilla del lago jugando. Mire a Choso a la cara y solo pude darle mi mejor sonrisa forzada, el solo suspiro.

-Puede que me creas un entrometido, y puedes odiarme si así lo quieres, pero si necesitas hablar estaré para ti, solo tú y yo...Sangre llama a la sangre, ¿recuerdas?

-Sangre llama a la sangre, claro que si... Aún no estoy lista, Choso, ¿puedes culparme por eso?

No dijimos mucho más, me abrazo y después Yuri se acercó pidiendo un abrazo también.

-Me iré primero, si preguntan por mi ¿puedes decirles eso?. Te amo, estamos en contacto.

Me encamine a la salida de casa, y busque a Matt, el chófer de mi padre; necesitaba que me llevarán al centro de la ciudad, aún era temprano pero yo ya no quería estar aquí. Tenia planes mucho más geniales para Yuri y para mí.

Matt nos dejó en unos de los Mall de la ciudad y si bien estaba reacio a dejarme y esperar por nosotros, le dije que unos amigos pasarían por nosotros y solo así pudo irse. Igual sabía que papá se iba a enterar, estaba haciendo espacio para atender su llamada.
Mientras tanto junto con Yuri tuvimos un día de compras, nunca me concidere una persona derrochadora de dinero, pero necesitaba sacar mi enojo acumulado hacia el señor Zen'in y que mejor manera de hacerlo que gastando su dinero.

Entramos a una tienda de niños, llevamos un outfit para cada día de la semana para Yuri. Fuimos a otra y yo no pude evitar comprarme unas playeras de estampado gráfico que me gustaban mucho. Fuimos a una tienda deportiva y llevamos un conjunto nuevo para Maki y zapatos especiales para Yuta. Salimos de ahí he hicimos un descanso para comer un helado a petición de Yuri.

-Oye tía, ¿ya será na-naviddad?-pregunto mientras comía su helado balanceando sus piecitos en el banquito donde estábamos descansando-.

-No cariño, simplemente creí que dar regalos a tus seres queridos sin algo especial de por medio sería buena ida; ¿Ya te haz cansado?

-Nop, me divierto mucho co-contigo. El gimnasio me aburre millones.

¿Cómo le podía explicar a un niño que el también me ayudaba a mi a no sentirme sola?

Terminamos los helados y seguimos con nuestras comprás pues aún faltaban unos cuantos regalos más. Era turno de una tienda de utensilios de cocina, ahí compramos un lindo estuche de cuchillos para el padre de Uta. Fuimos a una tienda de accesorios y ahí conseguimos para Uta un lindo juego de aretes y collar. Para Noba conseguimos un lindo sombrero ya que le gustaban mucho. Sentía que olvidabamos algo y cuando por fin me di cuenta, regresamos a la tienda de deportes para comprar unos pares de muñequeras y tobilleras para los chicos del Team Island pues ellos eran muy buenos conmigo todo el tiempo. A mi padre le compramos un lindo par de gemelos, a Choso un broche para su corbata y a Yuki un broche también para sus blusas.

Por fin terminabamos y ya se estaba haciendo tarde, Yuri a mi lado tenía una linda sonrisa y por más cargado que estaba al igual que yo, no trastabillo o se quejo, solo sonreira feliz.
Caminábamos hacia la salida para tomar un taxi e ir a casa de los Okkotsu cuando de pronto siento que alguien me toma del hombro.

-T/N te vengo llamando desde hace unos metros pero no me haces caso, ¿acaso ya no somos amigos?

-Joven Gojo, un gusto verlo y una disculpa por no voltear, no he estado prestando atención.

-No creí que te encontraría por aquí, este Mall no es tan exclusivo como de los que seguro haz de frecuentar con tu esposo. ¿Por cierto donde está ese ladrón?

-Hoy me acompaña alguien más, pero le daré tus saludos, si me disculpas debemos irnos, se nos hará tarde y como ves estamos cargados.-le sonreí y me voltee para comenzar a caminar de nuevo, cuando de pronto se planta frente a mi y casi choco con él -.

-Tengo años sin verte y casualmente te encuentro hoy, ¿van a casa, permíteme llevarlos, o es que Zen'in los está esperando fuera?

-Muchas gracias Gojo, pero no es necesario, cuídate.

-Insisto, por favor T/N.

Tomo las bolsas que cargaba Yuri y lo seguimos a la salida.
Llegamos a su auto y subió todo al maletero, esperábamos que no diera una señal para subir.

-Adelante, pónganse cómodos.-nos sonríe y yo decido subirme detrás con Yuri. No estaba asustado pero si muy serio.

-No sabía que habían tenido un hijo... De haberlo sabido yo... Hubiera enviado mis felicitaciones y un regalo... ciertamente me fui unos años y te perdí de vista, de todos modos sigues hermosa como siempre.

-¿A donde te fuiste si no es molestia saberlo?, Y Yuri no es mi hijo, es mi amigo y pasamos las tardes juntos, ¿a qué si cariño?

-Siiiiiii!, mucho gusto, soy Yuri Okkotsu.

-Pero que educado, yo soy Satoru Gojo, el gusto es mío Yuri.
Y contestando a tu pregunta, fui a terminar mis estudios al extranjero y estuve incursionando en el ámbito deportivo, no hace mucho regrese.

Cuando subimos al auto le pase la dirección al GPS y ya estábamos por llegar a la casa, fuera se encontraba el auto de los Okkotsu, realmente era tarde.

-es aquí, la casa color marfil, si eres tan amable.

Estacionó y nos ayudo a bajar las cosas, al ver llegar un auto Yuuta sale de casa y Yuri corre hacia él.

-Muchas gracias por tu ayuda Gojo, cuídate mucho.-le sonreí y me iba a dar la vuelta pero vuelve a tomar mi mano-.

-No me malinterpretes, es solo que después de años te vuelvo a ver y me sigo sintiendo ese jovencito de 19 años siendo rechazado por ti... No puedo evitar preguntarme si Zen'in te ha tratado bien.

Me quedé paralizada, con el ajetreo de la tarde había olvidado el incidente de la comida y ahora Satoru Gojo venía a volver a sacar mis sentimientos a flote, mi enojo se formaba en qué hasta él se preocupaba por mi y ni siquiera mi esposo por el contrario se había atrevido a llamarme... Que patetica soy.
Solo pude quedarme ahí quieta, sopesando sus palabras y con los ojos sobre su mano en mi muñeca

-¿T/N está todo bien?, ¿Te está molestando?

Tan pronto como llego Yuuta a mi rescate, Gojo me soltó y levanto las manos en son de paz. Yo pude reaccionar, él no tenía la culpa de nada y no quería causar un problema innecesario.

-No pasa nada, solo me despedía de T/N, somos viejos conocidos... Yo me retiro, que tengan linda noche. Esta es mi tarjeta con mi teléfono personal, llamame si necesitas algo.

Tomé la tarjeta y voltee a ver a Yuuta, Gojo ya se había alejado en su auto.

-¿De verdad lo conoces?, ¿estás bien?

-Si, lo conozco, no debes de preocuparte. Entremos.

Antes de entrar no pude evitar preguntarme si realmente todos notaban lo desdichada que era, ¿realmente todo mi "camuflaje" no servía de nada y solo era cuestión de tiempo para que explotara todo?, ¿Estaba lista para eso?.