𝟑.𝟓.-𝐍𝐈𝐍𝐄 𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎𝐎𝐍
Mai hace un tiempo que se fue, en cuanto llegó me llamo para avisarme y que no me preocupara; con forme pasaron los días me mandó fotos del departamento, del campus donde se quedaría como parte de su estancia escolar al menos por el momento; pues en sus planes está conseguir algo más espacioso pues como estudiante de Diseño de Modas, eso es lo que va a necesitar, espacio.
Si bien los días siguen tan normales como siempre, yo inicio hoy mis clases del curso de cerámica; Nao por su parte salió de viaje por 15 días para visitar una empresa que podría formar parte del grupo en algún futuro de ser aprobado. Así que estaría sola unos cuantos días.
Desperté a las 07 am cual hora normal, pero como no había nada que debía hacer temprano ni nadie a quien atender, opte por dormir un poco más.
Desperté por segunda ocasión a las 12 del medio día con una llamada entrante de Naoya.
-Hola cariño,¿que tal va tu día?-pregunta al otro lado de la línea, cuánta motivación para alguien que va despertando.
-Buen día Nao, volví a quedarme dormida un poco más. ¿Como va tu día, las reuniones están bien?-le pregunte un poco más concentrada en los acontecimientos.
-Te atrapé, dormilona. Te mandé mensajes porque no recordaba a qué hora eran tus clases hoy, solo quería desearte buen día pero como no contestaste decidí llamar; ahora que se que es tarde y no haz comido nada no puedo evitar preocuparme por ti.
Las reuniones van bien pero igual estamos tomando el tiempo necesario para abarcar bien todo lo importante. En este momento estoy por salir a comer algo. Deberías ponerte en marcha si quieres llegar a tiempo para tu clase.-lo escuché subirse a un auto.
-No te preocupes, ya estoy por levantarme y alistarme. Pasaré a tomar algo de camino al edificio. Come bien y trata de descansar. Ya te estoy extrañando, me hubiera gustado poder acompañarte y tener unas mini vacaciones...
-Querida ya hemos hablado de esto, solo te aburririas si vinieras; cariño come y disfruta tu día, cualquier cosa avísame. ¿Segura que no quieres que mande al chófer por ti?-pregunto por última vez.
-¡No!...no, así estoy bien, te amo, adiós.-le dije y corte la llamada. ¿Cuál era la diferencia de estar allá o acá aburrida?, al menos allá estaría con él.
Puse música desde mi teléfono celular al reproductor de sonido de la TV de la habitación y así motivarme por comenzar mi día.
Una vez duchada y cambiada, aplique mi skincare y después de secarme el cabello me puse algo básico de maquillaje, rubor en crema, delineado de ojos, estilice mis cejas y un bálsamo de labios con color. Accesorios para adornar mi look y por último los zapatos.
Como la clase era de cerámica, trate de elegir un atuendo que no me molestase manchar: unos jeans deslavados, una blusa básica con estampado gráfico de mis bandas favoritas, un blazer a cuadros pequeños beige y negro y unos tenis con plataforma para así hacerme ver más alta.
Tomé mi tote bag con lo básico dentro y me puse una gorra ya que el clima se notaba que en cualquier momento llovería y mi cabello con la humedad eran enemigos.
Cerre bien la casa, baje al lobby del bloque donde vivía y subí al taxi que ya había pedido con anterioridad al guardia de seguridad de la entrada.
-Buenas tardes, a la dirección acordada por favor.-pedi y el conductor se puso en marcha.
El trayecto fue tranquilo y se iba a demorar unos 30 minutos en llegar. Me puse a contestar los mensajes que tenía pendientes de Mai, de mi hermano y de Naoya, a este último le mandé foto de mi en el auto, se notificó de visto pero no contesto, creí que estaría ocupado así que salí de su chat, no quería molestarlo mientras estuviera atendiendo sus responsabilidades.
Llegamos al punto acordado, pague la tarifa y salí.
Eran las 02:45 PM así que aún tenía tiempo ya que la clase iniciaba a las 05 PM por lo que fui por algo de comer.
Camine un poco por los alrededores hasta que di con un un café gourmet el cual tenía un nombre bastante curioso para ser un café, "Divine Dogs" era el nombre.
Tomé mi turno en la fila, ya quedaba un espacio para mi turno pero la chica delante de mi comenzó a exaltarse y decir algo como que había olvidado su cartera y que lo sentia mucho.
-De verdad lo siento mucho, esto nunca me había pasado, no puede ser, hay alguna forma de hacer algo?, no tengo mis tarjetas disponibles ahora pero este reloj es una reliquia familiar y si lo dejo como pago momentario yo podría regresar y...
-Lo lamento mucho señorita pero el dueño no se encuentra en este momento para llegar a un acuerdo y yo soy nuevo-le comento el joven que estaba del otro lado de la caja el cual se miraba asustado.
Pobres, seguro ella creía que la gente comenzaría a juzgarla y él por su parte que le descontarían de su paga la situación.
-Disculpa, puedes cobrarlo de aquí -le dije pasándole mi tarjeta y sonriendoles a ambos.
-Okey, ¿gusta agregar algo más a la orden?-pregunto el trabajador el cual la placa con su nombre decía "Bam".
-Si, un caramel macchiato helado y un bagel con salmón y queso crema. Para el final te encargo también un té helado de frutos rojos-voltee a ver a la chica del incidente - ¿gustas agregar algo más a tu pedido?, no te preocupes con confianza puedes hacerlo- dije sonriendole.
-Un americano frío por favor.
-Muy bien-decia anotando todo en el monitor, cobró y me regreso la tarjeta- puden pasar a tomar asiento y en momento nos acercamos a dejar el pedido.
Agradecimos y salimos de la fila. La chica me guío a una mesa y pude verla bien al fin, bastante guapa y alta; sus ojos reflejaban pena pero su boca con ese mohin reflejaba contrariedad.
Tomamos asiento y ella hablo.
-No debiste molestarte con pagar mi cuenta, fue mi culpa por ser descuidada...-agacha la cabeza- pero te agradezco mucho que lo hayas hecho, muero de hambre y sin esto no aguantaría la próxima clase. Soy Iori Utahime, un gusto-dice tendiendome su mano por sobre la mesa.
-El gusto es mío Utahime, yo soy T/N Zen'in y no te preocupes, mi nana decía "hoy por ti, mañana por mi" así que no es molestia, creo que a todos nos pasa en algún momento -le dije regalándole una sonrisa tranquilizadora.
-Una nana, vaya eso es curioso...
-Si, mi madre nos abandono cuando yo tenía 2 años así que desde entonces estuve junto a mi nana hasta el año que me case y ella al fin pudo retirarse de trabajar para mí familia.
-Espera esto es mucha información, ¿como que casada si te miras muy joven?, y lo de tu madre, lo siento mucho, no era mi intención traer está conversación a la mesa... aunque te entiendo, en casa solo somos mi padre y yo.
El chico que nos atendió se acercó a dejar el pedido en nuestra mesa, le agradecimos y procedimos aprobar bocados. Todo estaba delicioso.
-Santo cielo esto sabe riquísimo, ¿como es que está solo?-pense en voz alta.
Seguimos charlando un poco más, Uta me platico que acababa de terminar la carrera de gastronomía pero que no ejercía porque quería ahorrar para abrir un restaurante ya que era su sueño; me dijo que tomaba clases de cerámica y que las piezas hechas eran encargos que ella vendía para así ir solventando gastos e ir ahorrando; así como que trabajaba también medio tiempo como niñera ya que la paga era muy buena para las pocas hora de trabajo y ahí me di cuenta de muchas cosas; Uta era muy entregada a sus responsabilidades, estaba luchando por su sueño y cuidaba mucho a su padre pues este quedó devastado después de que su madre los hubiera abandonado cuando ella recién había nacido-teniamos esa similitud en común-así que su sueño del restaurante era en parte el sueño de su padre también. Pero sobre todo me di cuenta de que Uta, debajo de esa fachada de chica gruñora, era muy amable y comprensiva; sabía que seríamos buenas amigas pues algo más en común que teníamos era que ninguna sabía convivir mucho en público.
Le comenté que yo hoy iniciaba a tomar las clases de cerámica, que ojalá pudiera guiarme y así no causar destrozos ya que solía ser muy torpe a lo cual comenzó a reír diciendo que le gustaría ver eso... reí en respuesta pues estaba feliz de hablar con ella. No pregunto por mi matrimonio lo cual agradecí.
Terminamos nuestros alimentos, tomamos nuestros pedidos finales y salimos caminando de regreso al edificio donde se impartiría la clase de la tarde.
Esa tarde pasaron muchas cosas, me di cuenta que con Uta no estaríamos juntas ya que ella era un nivel más avanzado así que me quedé en el salón correspondiente mientras ella subía más escaleras. Ya dentro anoté mi nombre en una pizarra para marcar asistencia y la profesora me asigno mi área y mis materiales -ya que el curso era de 6 meses y tú espacio era propio, no se compartía así que teníamos la libertad de dejar nuestras cosas y pertenencias sin problemas a qué alguien más lo tomara- conocimos a mis compañeros, los cuales eran 10 personas todos de edades diferentes lo cual hacía el ambiente más llamativo; nos explicaron lo básico del curso y nos familiatizamos con el salón y los compañeros. Ya que Uta estaba en una clase más avanzada por ende no estábamos en mismo grupo pero igual ese no fue impedimento para poder integrarme con los demás, si bien me sentía nerviosa al principio, todos eran muy amables. Nos explicaron que las clases se llevarían acabo 4 días a la semana, en un horario de 04:00 a 08:00 PM, creamos un grupo telefónico de emergencias a través de WhatsU, la aplicación de mensajes y así terminamos el día más temprano de lo habitual ya que eran meras formalidades.
Saliendo del salón me esperaba Uta, me sorprendió a decir verdad pero me hizo muy feliz, salimos del complejo y me pidió mi número telefónico.
-Como prefieres que te llame, ¿por el apellido de tu esposo, por tu nombre o por tu apellido familiar?; A todo esto cuál es si no es molestía- pregunto y me hizo reír, hablaba muy rápido y era muy expresiva, su altura solo era para hacerla ver matona pero realmente era muy agradable.
-Perdona que me ría mucho, no me río de ti, me río contigo... es solo que hacía mucho que no reía así. Muchas gracias por eso- realmente no me importaba revelarle mi vida personal a Uta, me inspiraba esa confianza a hacerlo.- puedes llamarme solo T/N, mi apellido familiar es Kamo por cierto. ¿Puedo llamarte Uta?
-Claro que si, mi nombre es difícil a decir verdad, intercambiemos teléfonos, ¿te parece?... y regresando al tema de nuestro primer encuentro, no llevo mi cartera conmigo, pero puedo pagarte la siguiente clase, o si lo prefieres mañana puedo mover mis cuentas y te hago una transferencia bancaria... solo no quiero que pienses que soy una aprovechada-sin duda el estar a su lado era ya salir de mi zona de confort y era agradable el cambio.
-no te preocupes por eso, no es nada. De hecho iba a abusar de tu tiempo un poco más, planeaba caminar un poco y buscar algún lugar rico para cenar... a decir verdad no me gusta comer sola pero debo hacerlo ya que eso es mi día a día, estar sola-todo esto lo decía mientras encontraba más interesante verme las manos a aceptar que podría haberla incomodado o causado lastima.-¿te gustaría acompañarme?, al terminar te acerco a tu casa también.-finalice mi vomito verbal mirándola y sonriendole de forma forzada pues estaba segura que de estar sola me pondría a llorar. Lo último que quería hacer ella llegar a una casa vacía.
Uta me miró cuál perrito callejero bajo la lluvia,no la culpo, a este punto ya no me importaba pues quería aferrarme a este nuevo entorno que había descubierto.
No dijo nada después de esa mirada, me tomo del brazo, paro un taxi y dio una dirección que desconocía. Al llegar me adelante pagando y bajamos, subimos por el elevador de un edificio y cuando saco las llaves de su mochila supe que era su casa. Me quedé estática en la puerta.
-¡Papá, he llegado y traje visita!-grito desde la entrada y me jalo con ella para ingresar, volteo a verme y me sonrió con destellos en sus ojos.- mi padre hace el mejor ramen del mundo, lo vas a adorar ya verás; siéntete como en casa.
Después de eso no recuerdo mucho, cuando regrese en mi de nuevo estaba sentada en la mesa de su casa, a mi lado estaba Uta y en la cabecera de la mesa estaba su padre el señor Kenzo ambos con un plato de ramen también y yo, en mi fuero interno, probando algo tan delicioso creo que todas las emociones y sentir se me juntaron y explotaron haciendome llorar mientras comía... el señor Kenzo rompió en risas y yo mirando a Uta también lo hice, ella me siguió.
Nunca había probado un sazón tan delicioso como ese, agradecí por la comida. Me ofrecí en lavar los platos sucios pero parecieron ofenderse así que lo deje. Uta me acompaño a tomar un taxi a unas calles de distancia de su casa, íbamos en silencio pero eso decía más que mil palabras; al detener un taxi me volví a verla y la abrace, ella correspondió el abrazo también.
¿así se siente el ser comprendida y no juzgada?
-Mi casa siempre estará disponible para ti T/N Kamo, no dudes en llamarme... ¿somos amigas, no?-solo asentí pues sabía que volvería a llorar si abría la boca.-ve con cuidado a casa y avísame cuando llegues, ¿está bien?.
Ondeamos la mano en despedida y seguí mi trayecto.
"Llegue a casa, muchas gracias por su hospitalidad. Dile a tu padre que su comida estuvo deliciosa :)" le escribí un mensaje a Uta, la respuesta llegó a los segundos.
"Que bueno saberlo, mi padre dice que vuelvas cuando gustes"
11 PM, no hay nadie esperando por mi, no hay llamadas o mensajes preguntando por mi día. Pero hoy si que había algo diferente, hoy fui T/N Kamo, hoy salí de mi zona de confort, hoy comí una deliciosa comida hecha en casa y hoy hice una amiga que sabía sería lo mejor que me pudo pasar. Así que en mi soledad me di la libertad de sonreír y llorar, pues este sentimiento no se comparaba.
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