Holis amistades, les traigo un nuevo capítulo. Espero que estén muy bien y que a las nuevas personas les esté gustando la historia, los comentarios y votos me hacen muy feliz.

Una vez más gracias por tanto, perdón por tan poco, les mando muchas buenas vibras ✨💜.

-Kelly.

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-"Vengo a hablar contigo en son de paz, por los viejos tiempos"

...

Dos días después del incidente de la playa y que yo me haya refugiado en casa, llegó una persona inesperada queriendo hablar conmigo. Este día Yuuri se encontraba en clases ya que habíamos decidido era tiempo de que regresará; mis hermanos cada uno se encontraba en sus clínicas, mi padre había ido a atender una reunión a la empresa y Ryomen había ido a entrenar con el Team Island para no perder su condición; así que solamente me encontraba yo en casa.

Me encontraba haciendo decluter de mi habitación y redecorando ya que como estaría aquí viviendo de nuevo necesitaba cambiar cosas y donar muchas más. Hace días había ido en compañía de Satoru a comprar ropa nueva y había sido de los mejores días que había tenido aquí después de haber regresado; así que aún tenía mucho que acomodar y desechar.
Yo en modo concentración y en modo cantante de habitación estaba acomodando mis zapatos en el clóset al son de la música de Taylor Swift cuando escucho toques en la puerta y la voz del señor Yamada.

-"Magnífico puente de canción si me lo pregunta señorita, pero debo interrumpirla para decirle que tiene visita en la salita del té"

-"¿Si verdad?, Our Song es buenísima, no puedo evitar pensar que me recuerda un poco a Ryo y a mí; pero hablando de eso, porque no sube?, espera, o ¿es alguno de los chicos?-camino a dónde está mi móvil pero no tengo llamadas o mensajes de nadie- que raro, nadie aviso que venía, ¿quien es entonces?"

-"Ay señorita tan parlanchina como siempre, eso iba a decirle, no es el joven Itadori ni ninguno de sus amigos... es el abogando de la familia Zen'in"

Me sorprendí tanto que quedé muda, nunca acordamos una cita y en caso de haberlo hecho no se hacen de manera informal, mucho menos en mi casa; sin duda mi padre me hubiera comentado algo. No sabía que hacer, simplemente comencé a sobre pensar y a ponerme nerviosa, con todo lo que había estado pasando había olvidado que aún tenía pendiente de revisar los papeles que me había entregado en Australia que su visita bien podría tratarse de un lapso vencido o que se yo.
No sabía que hacer, el señor Yamada acudió a mi auxilio.

-"Dijo que era una visita no oficial pero aún así, ¿gusta que llame al señor Nanami para corroborar que debemos hacer en esta situación?"

-"¿Eso dijo?, no creo que sea bueno que llamemos al señor Nanami con este tipo de preguntas tontas, tiene trabajo por montones y no quiero darle más molestias... Bajaré en todo caso, no me puedo esconder por siempre "

-"Si, eso dijo, incluso viene de civil; lo que usted decida hacer se hará, señorita"

-"Te agradecería mucho si pudieras preparar café, ya bajo"

...

-"Me disculpo por la ropa, no esperaba su visita señor Mahito, pero también me sorprendió saber que era una visita no oficial, así que, ¿Qué puedo hacer por usted?"

-"T/N vamos, solíamos llevarnos bien, no vengo aquí como abogado, vengo como amigo"

-"Tu y yo ya no somos amigos, dejamos de serlo en el momento en que decidiste fingir ser mi confidente y al final terminar por contarle todo y cuánto decía y hacia a mi esposo... No volvere a caer está vez; así que dime a qué has venido, no eres bienvenido en mi casa Yue"

...

Yue Mahito y yo nos conocimos hace unos años; Tsumiki había dado una clase de repostería básica en la cafetería de su familia por la noche y yo había decidido asistir junto con Naoya ya que quería que intentamos una de esas actividades cursis de parejas recién casadas.

Tremenda tontería mía.

Naoya nunca llego ni contesto mis llamadas esa noche, ni siquiera llegó a dormir en los siguientes dos días.

Para ese entonces yo me encontraba llorando y llamándole desesperadamente, sentada en el parque que quedaba justo en frente de la cafetería de los Fushiguro.
Nunca fui atendida, el buzón de voz debía de estar lleno de mi, resignada a irme estaba por tomar mi bolso de la banca donde lo había dejado y al voltear estaba este extraño joven tendiendomelo hacía mi y con una cara de disculpa.

"Perdón no fue mi intención escuchar lo que decías, yo también he tenido un día difícil así que decidí pasar un momento a relajarme en este parque pero desde el otro lado del árbol se escuchaban unos sollozos y vine a ver qué era, sé que sonara raro pero ¿quisieras que tomáramos la clase juntos?, verdaderamente necesito algo dulce y despejar mi mente, claro que te pagaré mi parte... Soy Yue"

La clase no duró mucho, al terminar aún no era muy tarde y habíamos congeniado tan bien y la charla era tan amena que decidimos regresar al parque y comer las galletas de cheese cake de fresa que habíamos horneado.

Era un abogado amateur que estaba comenzando en su carrera profesional y la empresa donde habían sido solicitados sus servicios era muy exigente; su novia de la facultad había resultado embarazada y tenía el peso de ello por lo cual necesitaba un respiro.
Me fue imposible no sentir empatía por él.

Se presentó solo con su nombre, cuando me dio su tarjeta de presentación al despedirnos su apellido era otro. Tiempo después cada que nos encontrábamos era por "casualidad" y esa casualidad resultaba en horas de charla; después eran sobre acompañarlo a comprar cosas para su futuro hijo, o le ayudaba a buscar complementos para sus trajes y que se viera mucho más profesional, o me acompañaba a buscar regalos para Nao, y también habíamos decidido ser compañeros de las clases de repostería de Tsumiki.
Así nuestra amistad fue creciendo y yo ya le contaba cosas pues me sentía que podía desahogarme ya que no le podia poner rostro a Nao y eso me sabía una ventaja, también de que en ese tiempo Uta se encontraba en los preparativos para abrir su restaurante y se la pasaba bastante ocupada y yo simplemente no quería agobiarla con mis asuntos.

Nuestra amistad se basaba en saber "lo necesario" y darnos consejos.

Tres años después él simplemente apareció en la oficina de Naoya para una reunión donde yo estaba presente, me sorprendió mucho pero me acerque a él feliz de verle pues hacia más de 5 meses que simplemente no lo veía.

"Señora Zen'in es un gusto conocerla, soy el abogado de los Zen'in, Yue Mahito"

...

-"Creo que mereces saber la verdad, pero más que la verdad quiero advertirte de algo... No, no es para tener tu perdón o que salvemos esa amistad que teníamos, he venido aquí a hablarte por el cariño que te tengo o tenia, realmente no lo sé, solo mi parte racional me dice que es lo que debo de hacer...
¿De casualidad has revisado los papeles que te di esa vez en Australia?".

Yo no sabía que decir o que esperar así que simplemente estaba muda, todos los momentos que pase con Yue y el como éramos el desahogo para el uno con el otro me llegaron como dagas a la mente y al corazón.

¿Que haces despues de que te enteras que ese amigo que creías tener resulta ser falso y solo estaba jugando contigo por órdenes de tu esposo?, nunca fui de tener muchas amigas mujeres, creo que por el hecho de haberme criado en una casa con la mayoría de sus habitantes siendo hombres, esto hacia que yo congeniara mejor con ellos y por eso no me fue imposible con él; pero eso no quitaba que estaba furiosa, había pasado de la sorpresa a la incertidumbre, a la nostalgia y después al enojo, ¿porque me seguían sucediendo desgracias tras desgracias?.

-"Toma asiento por favor, vamos a resolver esto de una vez"

-"Antes, trae el sobre con los papeles que te di"

...

-"¿Entiendes todo ahora?, él no dejará que todo termine tan fácil; si no es el aceptar sus términos de seguir el matrimonio y aparte tener a su concubina, sera el dote matrimonial, no sin antes dejar a tu familia con un desvalance económico muy significativo por los términos del contrato matrimonial... Pero hay algo que la mente calculadora y malévola de los Zen'in no tomaron en cuenta nunca y creyeron que podrían pasar por alto... Quieres saber que es".

No Mahito, no quiero saberlo, todo lo que me haz contado me tiene en shock; porque por más que quiera terminar con todo me da miedo enfrentar a Naoya cara a cara, me da miedo el al fin quitarme la venda y el poco amor que me queda por él y ver todo lo que es capaz de hacer por poder; mi padre ha hecho demasiado por el clan familiar que el simple hecho de que eso se termine me da culpa y me da miedo, no se merecen eso, nada de esto o ese credito es mio... no puedo hacerle eso a mi padre. Eso decía mi cara, sentía mi corazón latiendo a mil, lo sentía subir por mi garganta y querer salir disparando por mi boca, pero es obvio que Yue no pregunto, me lo dijo porque sabía que por más que me negara al final yo sabía la respuesta.

-"Eres tu, la heredera absoluta de los Kamo"