Hola amistades, aquí les traigo nuevo capítulo, ando inspirada hahaha. Quiero dedicarlo a mi bella amiga KluKluu ya que sus ánimos me motivan mucho, yo la admiro demasiado, gracias a ella me anime a publicar y a el_gato_espia ya que sus comentarios me animan a seguir también💜.

Espero disfruten el capítulo ya que se viene algo de drama, espero les esté gustando la historia y voten ⭐ ya que estás me hacen muy feliz.
Gracias infinitas a todos🫰.

-K.

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Ya tenía yo al rededor de un mes en Australia, estaba quedándome sola en el departamento de Satoru hacia dos semanas ya que este tuvo que regresar a la ciudad a seguir haciendo su trabajo de CEO; estaban por lanzar una línea de ropa deportiva en colaboración con una marca bastante famosa y él debía estar en la sede central para llevar todo bajo control.
Antes de que se fuera le mandé una carta para que le entregará a mi padre ya que si bien estaba teniendo contacto a través de llamadas, estas no duraban mucho, ni mucho menos le daba explicaciones, pero era obvio que él sabía lo que pasaba, los padres siempre lo saben.

En la carta a mi padre le expliqué que mi móvil había quedado enterrado en el mar gracias a una visita que hicimos con la familia Itadori hace unos días y yo al olvidar que lo tenía en la bolsa del vestido que llevaba, este calló al fondo; si bien Sukuna se avento a por el, le dije que no valía la pena, y así lo dejamos morir.
Mis amigos estaban enterados también que había dejado de tener móvil, que no se preocuparan y que esperarán por mi regreso; días después Choso hizo llamada y para mí sorpresa estaban todos mis amigos al speaker, dándome palabras de amor y felicitaciones atrasadas. Ese día me sentía en demasía feliz y se notó pues Ryomen no paraba de decirme cumplidos que me ponían nerviosa y mucho más feliz.

Desde el día de su pelea hasta la fecha él siempre se ha mostrado real y sincero, no tiene miedo a expresar sus sentimientos así estos sean "vergonzosos" y tampoco teme al rechazo. Hacia unos días salimos a festejar el cumpleaños de un amigo de él a un bar atendido por una familia muy amiga de los Itadoris. Todos estábamos en un ambiente bastante entretenido, la temática era de karaoke, Ryomen era muy querido y estimado por muchas personas y aunque trataba de escapar de todos en todo momento para estar conmigo, no podía y yo le dije que no se preocupara por mi, sorprendentemente no me sentía sola en ese lugar.

Horas después yo me sentía algo cansada y algo mareada ya que habíamos estado bebiendo entre todos, me había amistado con una pareja de chicos conocidos de Ryomen y habíamos pasado la noche hablando. Me despedí di ellos, me acerque a la señora Kenny y le dije que me iba pues me sentía cansada, está dijo que me llevaba a lo cual yo le respondí que estaría bien, que siguieran celebrando; de un momento a otro Ryo apareció detrás de mi, me tomo de los hombros y le dijo a su madre que él me llevaría, ella acepto y yo me despedí de todos.

-"¿Te molestaría si vamos en mi motocicleta?-pregunto Ryomen.

-"Nunca me he subido a una, pero no me molestaría si me aseguras que no nos vamos a caer"-voltee a verlo hacia arriba pues aún me llevaba tomada del hombro, yo no me aparte, en cambio él si lo hizo

-"Yo nunca te dejaría caer, cualquier cosa que tenga que ver contigo yo sería el primero en aventarme y asegurarme que es seguro para ti"

Alargó su brazo pidiendo mi mano, yo se la di y este la puso al rededor del suyo, caminamos como chaperones.
Íbamos platicando de mucho y de nada al mismo tiempo, no medi el tiempo y tampoco le di importancia al camino, hasta que llegamos al edificio donde estaba el departamento de Satoru, yo me largué a reír.

-"Tu motocicleta si que estaba estacionada bastante lejos"

-"Ya te lo dije, yo sería el primero en revisar que las cosas sean seguras para ti, bebimos, no iba a conducir mi motocicleta así y mucho menos llevándote conmigo. El trayecto fue agradable, ¿puedes culparme?".

Me sonrió de una forma bellísima, de una forma bastante íntima y yo quedé embelesada. Lo sentí agacharse y acercace hacia mi, hacia mis labios, sentí su tacto en mi mejilla y yo solo pude voltear la cara, cerrar los ojos y alejarme de él.

-"No puedo hacerlo Ryomen, perdoname pero no quiero herirte... Aún hay cosas que no sabes de mi y lo último que quiero es que mis problemas te lastimen".-le dije mirándolo, yo había comenzado a soltar lágrimas.

-"Tu no podrías lastimarme, ¿como un ángel con cabellos de fuego sería capas de lastimar a alguien?; estoy seguro que todo llegará a su tiempo, he esperado 27 años, puedo esperar más... Me gustas T/N, me gustas mucho y se  que hay algo que te tiene en posición de no aceptar mis sentimientos, pero el no decirtelos es como si no los aceptará o no los quisiera, y yo realmente quiero poder estar contigo...".

Nadie dijo nada por unos minutos, la calle estaba desierta, nosotros nos mirábamos a la cara, yo había dejado de llorar y en su lugar el odio y culpa me consumían; Ryomen se volvió a acercar a mi y quitó las últimas lagrimas que tenía frescas en mis mejillas, también depósito un mechón de mi cabello detrás de mi oreja

-"No te digo todo esto para tenerte en una situación incomoda, ni tampoco estás obligada a aceptar mis sentimientos o a mi, solamente quería que supieras... Anda a descansar, ya es tarde. Mañana vengo por ti, vayamos con Yuu al parque, ¿te gustaría?".

-"Me encantaría mucho.... Gracias Ryomen, eres un gran hombre, ve con cuidado a casa, descansa".-me puse de puntillas y le dejé un beso en la mejilla y entre al edificio.

En definitiva los días aquí eran agradables, cálidos y divertidos. La familia Itadori me había acogido de una manera que aún me resultaba bastante intimidante en el ámbito de que eran tan demostrativos y tan hogareños que siempre los miraba embelesada.
Regularmente me la pasaba con la señora Kenny y Yuu, a veces solo éramos Yuu y yo durante el día y a veces era solo yo... Pero no había día, mejor dicho noches en la que no lo pasará con Ryomen, siempre hablando, siempre pasando tiempo juntos, siempre juntos; al menos entre semana, ya que este debía de atender sus obligaciones en la academia de su padre y yo acudía por él al término de sus clases, y los fines de semana lo pasábamos con su familia pero de igual manera los planes podían cambiar.

Al tiempo que llevábamos amistando descubrimos muchas cosas el uno del otro; para empezar una de esas cosas es que Ryomen es una pantera negra por fuera y todo un Golden retriever por dentro, y no lo digo solo por decirlo, me lo ha demostrado en muchísimas ocasiones, hasta su abuelo se lo dijo.
Ryomen es un parlanchín igual que Yuu, así que la plática nos dura muchísimo y así como es un parlanchín, así es de sincero y a veces no se da cuenta que puede ofender fácilmente; en definitiva Ryomen Itadori era la personification de lo borde y lo caballeroso en una persona y lo se porque han habido 2 ocasiones en que hemos tenido malentendidos.
Entre muchas cosas más.

Hoy sábado toda la familia salimos a tener picnic de desayuno a la playa y para la tarde habíamos quedado solos en el departamento de Satoru. Kenny, Jin y el pequeño Yuuji prefirieron ir al cine y en cambio yo debía regresar ya que tenía un paquete llegando y necesitaban mi firma para recibirlo.

Ya teníamos bastante rato en la casa, vimos la película de "el jinete sin cabeza" mientras comíamos sushi y ahora Ryomen estaba en una llamada con uno de sus alumnos del grupo de adolescentes que manejaba y yo estaba haciéndome las uñas en la sala mientras tenía un podcast de fondo que me gustaba mucho y esperaba por él para ver la segunda película del día.

Ya teniamos unos 20 minutos de break, yo estaba esperando que el segundo pie se secara pues en ocasiones Ryomen pasaba y me movía la mano y yo hacia un desastre y en otras el susodicho mencionado se sentaba en el sofa en el cual estaba recargada y comenzaba a jugar con mi cabello.

Pasaron así otros 10 minutos donde yo terminé con mis pies y me levanté al baño, al regresar Ryomen me hizo una señal de que estaba por terminar y yo asentir en entendimiento; cuando estaba por regresar a la sala, el sonido del timbre de la puerta me sorprendió ya que mi paquete había llegado hacía rato y no estábamos esperando algo más.
Me encamine a ver quién era a través del intercomunicador y la personal del otro lado era nada más y nada menos que el abogado de la familia Zen'in.

Y ahí salto de nuevo mi verdad, estaba tan alejada de la realidad que me tenía pendiendo de la cuerda floja en mis días llenos de vida aquí que cuando lo mire ahí parado fuera con su porte altivos y soberbio recordé algo muy importante; algo que no le había comtado a Ryo cuando esté me preguntó de qué huía.
Pues a la fecha no quiero decirtelo Ryo, ¿me culparas por eso?.

Preferí atender la puerta porque mientras más rápido sepa que necesita, más rápido se iba. Yo no estaba preparada para decirle la verdad a Ryo, él me hacía entrar en una faseta mía que no conocía pero me gustaba mucho y sobre todo no quería decepcionarlo.

Respiré hondo y conté hasta tres para abrir, soy de estatura baja así que tuve que ver hacia arriba para darle la cara al abogado.

-"Buenas tardes señora Zen'in, es bueno saber se encuentra bien después de haber desaparecido todo un mes; su esposo el señor Zen'in me envía para hacerle llegar estos documentos los cuales necesita firmar...-se escucha algo de cristal caer al suelo y hacerse añicos- perdón, ¿interrumpo algo?".

-"¿Esposo?

La voz de Ryomen se escucha detrás de mi en la puerta y lo peor no es está visita inesperada, lo peor fue el dolor que se escucho en él. Yo me congelé.