01. the blonde girl
𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗼𝗻𝗲 : 𝖽𝖺𝗒𝗅𝗂𝗀𝗁𝗍
𝘁𝗵𝗲 𝗯𝗹𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗴𝗶𝗿𝗹
' 𝗍𝗈𝗎𝖼𝗁 𝗆𝖾 𝖺𝗇𝖽 𝗒𝗈𝗎'𝗅𝗅 𝗇𝖾𝗏𝖾𝗋 𝖻𝖾 𝖺𝗅𝗈𝗇𝖾 '
Mientras Kreese entretenía a sus alumnos con sus relatos de guerra, Logan y Miguel intercambiaban miradas escépticas. La duda se cernía sobre ellos como una sombra, mientras los demás alumnos absorbían cada palabra del sensei con fascinación.
—Eran más, pero teníamos armas, en verdad, lo de Ruanda no era un juego. — proclamó Kreese, su voz resonando con autoridad.
—¿No dijo Somalia? — inquirió Miguel, su tono lleno de sospecha.
—Mogadiscio está en Somalia, Ruanda es otro país. — añadió Logan, su voz firme y segura.
La mirada severa de Kreese se posó sobre ellos, pero sus explicaciones apresuradas parecían convencer a los demás. Sin embargo, para Logan y Miguel, las dudas solo se profundizaban.
La entrada de Johnny rompió la tensión. Su presencia imponía orden y disciplina instantáneamente.
—¡Atención!— su voz retumbó en el dojo. —Veo que hay nuevos reclutas. Bien ¡fórmense en filas y líneas ordenadas! — ordenó.
Johnny inspeccionó a los nuevos con una mirada crítica, deteniéndose para reprender a un pelirrojo antes de permitir que un hombre barbudo se quedara tras ofrecer dinero.
—Creí que mi anterior grupo era patético, pero si hacen lo que les digo, tendrán la oportunidad de volverse luchadores. Así que, ¿quién tiene las agallas para enfrentar al campeón?— desafió Johnny.
Los alumnos vacilaban, pero Logan sonreía con indiferencia. Nadie osaba desafiarlo; nadie podía derrotarlo.
—Yo lo enfrentaré. — La voz clara y desafiante de la chica rubia capturó la atención de todos. Logan no pudo evitar sonreír ante su confianza.
—¿Oh, lo harás?— Johnny cuestionó con burla.
—Vi su demostración en el Valley Fest. Hicieron un buen espectáculo, pero ¿saben pelear?— retó ella con una sonrisa altanera.
El interés de Logan por ella crecía; ansiaba enfrentarse a ella.
—Eso suena a desafío. — Johnny se acercó a la desconocida intentando intimidarla, pero ella no se inmutó.
—Me gustan los desafíos. — replicó ella con sencillez.
Johnny asintió y se apartó para dar inicio al combate.
—Señor LaRusso, muéstrele a nuestra fanfarrona lo que es Cobra Kai. — Los alumnos se hicieron a un lado mientras Logan y la rubia tomaban posición.
El combate comenzó con una danza de esquivas y ataques. Logan le pidió acercarse; ella corrió hacia él solo para ser derribada hábilmente.
—Anuncias el golpe. No me permitas ver. — advirtió Logan tras esquivar otro ataque y contraatacar con una patada certera.
Ella respondió lanzándose sobre él y tumbándolo en la colchoneta.
—¿Ese lo anuncié?— preguntó Tory desde arriba.
Logan la derribó usando sus piernas y le extendió su mano en señal de respeto.
—Tal vez. Soy Logan. — dijo él, claramente impresionado por ella.
—Tory, con Y. — Ella aceptó su mano solo para tirar de él nuevamente hacia la colchoneta.
Los senseis intercambiaron miradas cómplices; habían presenciado el nacimiento de la futura estrella de Cobra Kai y quizás de algo más que una amistad, el posible inicio de un amor.
[...]
En la tienda, Logan y Aisha seleccionaban golosinas despreocupados, cuando un mensaje interrumpió su tranquilidad. Aisha frunció el ceño ante su teléfono, atrayendo la curiosidad de Logan y de Tory, quien acababa de entrar.
—Déjame adivinar, ¿una foto de un pene?— preguntó Tory con una sonrisa burlona.
Logan apenas pudo contener una risa antes de que su propio teléfono vibrara con un mensaje de su hermano.
—"Estamos en el club de playa, papá me arrastró aquí. Estoy aburrido, ¿vienes a rescatarme?"— leyó.
La petición de su hermano le arrancó una sonrisa a Logan, pero la presencia de Sam era un problema.
—Mi madre quiere que vaya a la playa— compartió Aisha con resignación.
—Qué tragedia— comentó Tory con sarcasmo.
—Es solo que Sam, su hermana y mi amiga, probablemente esté ahí y estamos peleados, —cambió de tema, —Da igual, por cierto, soy Aisha.
Aisha explico, mientras que Logan desviaba su atención hacia la pulsera de Tory.
—Que linda pulsera, — elogió Logan, —Tengo una igual, solo que en negro. — alzó su mano, mostrando su pulsera.
—¿Es solo un adorno, o también es útil? Una vez un extraño trato de agarrarme, pero lo bloqueé y le di un regalo que jamás olvidará. — comentó, mostrando las púas de su pulsera.
Una leve mueca se mostró el rostro de Logan al ajustarse la pulsera en su muñeca. Era más que un simple adorno; era su escudo, una barrera entre el mundo y las cicatrices que marcaban su piel y su alma. Con cada giro de la pulsera, ocultaba no solo las marcas físicas sino también la verdad de su dolor, un secreto que guardaba con vergüenza,
—Vaya. — responde Aisha sorprendida.
—Parece que ya sabes cómo patear traseros, no necesitas a Cobra Kai. — comentó, ignorando aquel mal recuerdo.
—Fui a algunas clases de boxeo, pero siempre quise partir las tablas con vendas. — responde, haciendo una clara referencia a la presentación de ambos.
—También tomé algunas clases. — admitió Logan con una mueca nostálgica.
—Me gusta tu anillo.
—¿Cuál?— se quitó al que pensaba que se refería, —¿Este?— tory asintió, —Tómalo, considéralo como Jesús dijo, "ayudar al prójimo". — citó con burla.
—Oh, ¿eres religioso? gracias, pero no me queda ni en el dedo gordo. — comentó con burla.
—Para nada, —responde, —En ese caso, puedes ponerlo en un collar. — sugirió Logan.
Aisha se sintió fuera de lugar ante el creciente vínculo entre Logan y Tory.
—Bueno, ¿quieren acompañarme al club de playa? Creo que necesito algo de apoyo. — mira en súplica a las chicas.
—Podríamos hacer ese sacrificio, ¿no?— cuestiona Tory y Aisha sonrie.
[...]
El club de playa era un mundo aparte, y Tory no pudo evitar maravillarse ante la vista. Decididos a aprovechar la ocasión, el trío se dividió: Aisha se dirigió al buffet mientras que Tory, con una sonrisa traviesa, arrastró a Logan hacia el bar.
—Vamos, ricitos de oro. — bromeó Tory, su mirada centelleante de complicidad. —Una para empezar.
—¿Y por qué no dos?— La risa de Logan era contagiosa.
Con una botella de vino para Tory y una de vodka para Logan, se deslizaron entre la multitud en busca de Aisha. La sorpresa en el rostro de su amiga fue evidente cuando les mostraron el botín.
—¿Cómo lo hicieron?— preguntó Aisha, su voz mezcla de asombro y preocupación.
—El bar no se dará cuenta. — aseguró Logan con una sonrisa despreocupada. —Todos están demasiado ocupados disfrutando.
Tory asintió con confianza. —Nadie notará un par de botellas menos.
—Devuélvanlo, o estarán en problemas, — se dirige a su hermano, —Le diré a papá.
—Sam, por favor— dijo con desdén. —A papá nunca le importó lo que hago, ¿por qué le importaría ahora?
La tensión entre hermanos se disipó momentáneamente cuando Logan entregó un videojuego a Sam para Anthony.
Ella lo miró con confusión. —¿Por qué debo darle ésto?
—Lo vi en una tienda y recordé que él lleva bastante tiempo tratando de conseguir ese juego, así que se lo compre. Solo hazme el favor de darselo. — explicó, Sam asintió y después el trío se alejó, dejando atrás a Sam.
[...]
La risa compartida entre Tory, Logan y Aisha se vio interrumpida por la voz acusadora de Sam.
— Mi mamá perdió su cartera. — comentó, Logan alzó una ceja, prediciendo a donde quería llegar con eso.
—Qué pena. — la respuesta burlona de Tory y la complicidad de Aisha en su risa no hicieron más que avivar la tensión.
—¿No sabes nada de eso?— Sam cuestionó directamente a Tory, mirándola mal.
Logan observaba la escena con una mezcla de curiosidad y desdén hacia su hermana. La acusación directa de Sam hacia Tory encendió una chispa defensiva en él, y su reacción fue instantánea y feroz.
—¿Qué mierda insinúas?— cuestionó a la defensiva, su molestia era más que evidente.
—Espera, ¿que insinúas?— La confusión y el desafío se entrelazaron en la voz de Tory, mientras Sam persistía con su demanda, su tono cada vez más tenso.
Dame la cartera y no le diré a seguridad. — exige Sam entre dientes, sin apartar su mirada de Tory.
—¿Estás bromeando?— la incredulidad y el enfado se pintaron en el rostro de Tory ante las acusaciones infundadas.
—Sam, ella no robó la cartera de tu mamá. — Aisha intentó mediar.
—Claro, — responde Samantha de manera brusca. —Y tampoco una botella de vodka y vino, ni robaría todos los cubiertos.
—Mira, no le robé a tu mamá, perra. — dice Tory, acercándose de manera amenazante a Sam.
El enfrentamiento escaló rápidamente cuando Sam intentó tomar la bolsa de Tory.
—Dejala en paz, Sam. Ya dijiste suficientes estupideces. No tienes ningún motivo para acusarla de algo así. Deja de comportarte como una niña. — Logan intervino.
El empujón accidental que recibió Sam por parte de su hermano la envió contra la barra del buffet, con la comida cayendo sobre ella como una lluvia de vergüenza. Tory se alejó molesta y Logan no dudó en seguirla, lanzando una mirada significativa a su hermana antes de irse.
—No le des importancia, — dijo Logan con firmeza. —Sam es una idiota, ella no tiene porque tratarte así.
Tory se detuvo, su frustración evidente. —Juro que no robé nada, — Su voz temblaba ligeramente, revelando el dolor detrás de su fachada fuerte.
Logan se acercó a ella, con una sonrisa. —Lo sé, no tienes que explicarte. Conozco a mi hermana y sé que eres inocente. — Su apoyo era incondicional.
—Gracias por defenderme. — respondió Tory, su gratitud era sincera.
Actualice, hagan fiesta.
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