― ¡Ay!, ¡Nuestro próximo partido, qué cool! ― Hanae sonríe.

Sigue de delantero aunque no tiene ni la menor idea qué hacer, además de verse jodidamente guapo, claro.

― No podemos perder...¡Demos lo mejor, hanae! ― Ánimo Kunigami.

― Somos el equipo alfalobosexydinamita, ¡Ánimo, ánimo! ― Hanae posa de forma "sexy" mientras brillitos salen a su alrededor.

― ¡TOMA ESTO EN SERIO! ― Gritaron sus compañeros.

El equipo W llegó, haciendo qué el partido iniciará, el balón fue directamente hacia Hanae, quién le dio un fuerte cabezazo para no dejar un pase alto mal parado. Kunigami lo recibe pero logran quitarselo, sin embargo, Kuon logra anotar el primer gol a favor.

― Buena esa, el ciego lo logró. ― Felicitó Hanae.

Sin embargo, algo huele muy mal...y definitivamente no es ella porque se duchó antes de jugar.

Hanae se dirige hacia Kunigami para abrazarlo por la espalda con una gran sonrisa, Kunigami ríe un poco mientras acaricia la cabeza de Hanae, sin embargo, la rubia lo hace dar la vuelta para susurrarle algo, cosa qué sorprende a Rensuke. 

¿Hanae diciendo algo serio?, alguien venga a darle un premio.

― Sigamos, no podemos perder el tiempo. ― Kuon aplaude para llamar la atención de sus compañeros.

Hanae pisa el balón mientras la dulce y graciosa expresión de su rostro se borra, si bien no sabe si su teoría es verdadera, va a comprobarla.

No puede ser qué todos sus compañeros sean detenidos con sus especialidades a excepción de Kuon, es por ello, qué intentará confirmar la traición por parte de Kuon con su propio fútbol, el equipo W debe de saber qué sin un pase en el area de penalti o zona penal, Hanae es totalmente inútil.

Sin embargo, además de Hanae, Chigiri es el único qué no ha demostrado su verdadera arma, es por ello, qué debe haber un efecto impulso para qué Chigiri explote y pueda liberarse.

Hanae pateo suavemente el balón y en un abrir y cerrar de ojos, empezó con un excelente regate, iniciando con una bicicleta rápida qué habia copiado de Bachira.

Avanzando en un Zigzag mientras hacía una bicicleta invertida para combinarla con el movimiento Chop de Barou Shoei, Hanae observó las grabaciones de aquél partido observando y analizando los movimientos del "Rey"

Hanae dio un pequeño saltó mandando el balón hacia la izquierda para pasar por detrás de uno de los hermanos Wanima.

Hanae es un genio, solo necesita ver las jugadas un par de veces para comprenderlas y usarlas, Jinpachi Ego lo sabe.

El rubio esquiva con un increíble regate al equipo rival, impresionando al equipo Z por su drástico cambió, Kuon está nervioso, él no sabía sobre este cambio de Hanae.

― ¡Hanae! ― Gritó Isagi.

Pero el rubio continúa avanzando completamente solo, sabiendo qué Isagi en este partido no podría hacer nada más que improvisar. Pero más qué eso, el deseo egoísta de Hanae empieza a manifestarse, sus ganas de gol son inmensas, mientras su gran ego a hacer acto de presencia por todo su cuerpo.

― ¿Qué es este deseo egoís...ta? ― Pensó.

Todo mi cuerpo se mueve solo, mi mente solo está pensando en formas imposibles de anotar un gol, cómo...cómo si estuviese yo solo aquí, en está cancha.

¿Por qué todo está oscuro?, ¿Por qué solo está la portería?

Y entonces es ahí, qué ese increíble sensación vuelve, qué sus ojos se enciende y la llama de su ardiente fútbol incinera toda el balón, Hanae...¡Hanae es un delantero!, lanzó su su pie dominante hacia atrás, y con toda su fuerza, pateó el balón desde el área penal.

¡Segundo gol a favor del equipo Z!

Hanae pestañea hasta volver a la realidad, tomando aire, cómo si no hubiera estado respirando, en su mente apareció la figura de su hermano mayor cuando eran niños, sus ojos brillaron mientras sus piernas tiemblan.

― Me dejaste sola.. ― Pensó mientras se sostiene de sus rodillas.

― ¡Hanae, hanae! ― sus compañeros fueron a socorrerla.

Él levanta su mirada, una sonrisa aparece en sus labios al ver a sus compañeros preocupados por ella.

― Bueno, no tan solo...― pensó mientras celebran su gol.

― Hanae, eso fue asombroso..― Halagó Chigiri cuando ambos se quedaron a solas.

― Digo lo mismo de tí, princesa. ― Hanae ríe mientras seca su pelo.

Un cómodo silencio quedo entre ambos mientras Chigiri conectaba la secadora para empezar a secar su pelo, Hanae terminaba por afeitar sus piernas. Al terminar, Chigiri dirigió su mirada hacia la pierna del rubio.

― ¿Y esa cicatriz?, sí se puede saber, claro...― Hanae dirige su mirada hacia el pelirrojo.

― La libertad y felicidad son cosas arriesgadas, Chigiri. ― Fue lo único qué dijo antes de irse. 

Chigiri observó la espalda de Hanae y cuando el rubió desapareció de su campo de visión, sonríe un poco.

― Tienes razón, hanae....tienes razón. ― Habló para sí mismo.

Hanae caminó hacia la sala donde estaban las pantallas, reproduciendo las grabaciones donde él jugaba de esa manera, confundida mientras el parentezco con alguien le genera una horrible sensación en el pecho.

― Hermano...mira en lo qué me he convertido. ― Dijo en su mente.

Hanae bajo su mirada mientras recordaba aquellos momentos con su hermano mayor, donde sostenía su mano y caminaban hacia la escuela, donde ambos jugaban torpemente con la pelota, cuando comían juntos fuera de casa junto a su madre.

― Si mami se hubiera divorciado, ¿seguirías conmigo? ― Se preguntó en voz baja.

Hanae empieza a reír de la nada, recordando las palabras de su madre, la extraña. Extraña a su adorada mami, y sobre todo, a su hermano, todos los años en navidad, de deseo, suele pedirle a Santa Claus el reencuentro con su querido hermano. 

― ¡Hanae!, lo hiciste muy bien hoy. ― La voz de Kunigami alivia sus males.

Las mejillas de Hanae se tiñen de un suave color carmín cuando Kunigami palmea su cabeza, haciendo qué ella empiece a reír nuevamente.

― Cuando estaba cegada...escuché tu voz, Kunigami. ― Aquello logró avergonzar al pelinaranja.

Ambos se miran a los ojos mientras se sonríen, chocando sus puños dejando salir pequeñas risas nerviosas.

― Gracias por todo...Kunigami