27
Tiempo Pasado.
Sus brazos se extienden hacia su madre. Quién la abraza fuertemente, la sangre corre por las piernas de Hanae mientras sus ojos observan con gran terror su propia sangre.
Su madre lo sostiene con firmeza mientras ella empieza a llorar, no sabe qué está pasando pero duele, arder cómo los mil infiernos.
Hima está sumamente asustada y adolorida, una parte de su cabeza sangra mientras sus brazos sostienen suavemente a su bebé.
Los años han pasado. Hanae se encontraba de pie frente a Ryusei mientras sus orbes azules se cristalizan, al haber soñado con aquél evento traumático. No se sentía listo para contarle a alguien lo qué había pasado, ya qué nadie más qué su madre y psicóloga sabían eso.
Pero sus brazos se aferran a Ryusei mientras sus lágrimas no dejan de brotar mientras los recuerdos pasan cómo una sesión de fotos.
― Ryu...yo...― Su voz se quiebra mientras sus manos tiemblan.
― Oh, vamos Hana. Llora todo lo qué quieras, estoy aquí. ― Ambos pegan suavemente sus frentes.
Ryusei encienden la lámpara de la habitación de Adagny mientras la abraza con firmeza.
Cuando el peliblanco se calma, Ryusei limpia sus lágrimas mientras lo mira con una pequeña sonrisa.
― Ryu, ¿Tú me seguirías viendo igual sí yo...te dijera algo? ― Preguntó, la duda predomina en su tono de voz.
― Hana, no existe nada en este mundo qué haga qué yo dejé de quererte.― El oji rosa le dedica una cálida sonrisa.
Hanae rompe en llanto nueva mente se aferra a él. Haciendo qué él se quede en silencio, acariciando su espalda.
Cuando yo tenía...6 años. Mi padre, un hombre abusivo y alcohólico, golpeó a mi madre tan fuerte qué la dejó inconsciente.
Ese día. Aún lo recuerdo, era verano. Mi madre me había comprado un bonito vestido de tirantes por el calor y me hizo un bonito peinado.
― ¿Quieres ser una niña?, yo te haré una. ― La horrible voz de su padre la hizo temblar.
Mi padre apenas sabía diferenciar entre mi hermano y yo. A veces solía golpearme mientras me gritaba con el nombre de mi hermano en su boca.
A lo mejor, él estuvo pensando en Michael cuando, bueno. Terminó abusando de mí.
En realidad, sí lo qué pienso es correcto. Me alegro de haber sido yo quién sufrió el abuso y no Michael.
Ryusei se quedó en un profundo silencio mientras sus manos sostenían con firmeza y suavidad las mejillas de la peliblanca.
― Hana. Mirame. ― Exigió Ryusei.
Él levantó su mirada con temor, pero se quedó totalmente silencio al sentir un suave beso de Ryusei en su frente.
― Nada de qué lo que me acabas de contar, cambiará lo qué pienso de tí.― Aquellas palabras hacen qué ella haga un puchero mientras vuelva a llorar.
[...]
Los ojos de Adagny brillan al ver a Ryusei celebrar con gran emoción mientras Charles también celebraba junto a él. Apretó sus labios mientras sostenía suavemente su pecho.
Sus labios se curvan en un suave sonrisa mientras cerraba sus ojos, riendo.
Las manos de Ryusei la alzan mientras la hacen girar, entre risas mientras celebran el primer gol a favor del PXG.
Al darse un fuerte abrazo, ambos pegan sus mejillos manteniendo la misma sonrisa, Michael frunce su ceño mientras aprieta sus dientes.
Kunigami se queda analizando el rostro de Ryusei hasta recordarlo, viendo con un leve asombro al ojirosa.
―¿Por qué son tan cercanos? ― Se preguntó así mismo.
Su mente juega con él, reemplazando el lugar de Ryusei. Sosteniendo a Hanae con suavidad mientras ambos reían.
Pero ya era un sueño. Ambos eran de bandos contrarios y eso los hacía de ley, rivales.
Cuando ambos se separan, pegan leves brincos mientras chocan sus manos jugando "Choco choco lala."
― Y vaya qué son buenos amigos. ― Hiori suelta una pequeña risa.
― Sí, en realidad...Ryusei es el único qué conoce a Adagny de pies a cabeza. ― Mencionó Isagi, llamando la atención de sus compañeros.
― ¿A qué te refieres? ― Preguntó Kunigami por instinto.
― Cuando Adagny se mueve, Ryusei ya sabe que hará y viceversa, no necesitan ni mirarse para hacer una jugada juntos.
Es cómo si escucharán los pensamientos del otro, confiando ciegamente en el qué el otro va a entender su jugada y la va a complementar.
Esos dos se aman tanto qué incluso su juego...Es una extensión de su amor.
Rin escuchó eso, y ardió en furia. Frunciendo su ceño mientras apretaba sus puños con rabia.
Quiso meterse en aquella conversación pero se abstuvo de iniciar una pelea con Ryusei o con Isagi por decir aquella idiotez.
Adagny solo lo ama a él, ¿Cierto?
Adagny solo le da besos y caricias a él, los pases de Adagny son perfectos porque refleja su amor por él. ¿Cierto?
Julien observa aquél conflicto, soltó un suspiro mientras mantenía su mirada clavada en Michael Kaiser.
Quién escuchó la conversación de Isagi y sus demás compañeros, abrió pasó entre todos mientras caminaba hacia Adagny.
Pero antes de poder hacer o decir algo, el tiempo fue reiniciado. El PXG corre a mostrar su formación mientras su estilo seguía siendo anónimo pero ahora el Bastard München no va a perder de vista a Ryusei Shidou.
Julien sonríe de lado mientras sabe qué sus alumnos van a ganar, él lo presiente
Kunigami arremete con fuerza contra Hanae, haciendo qué el mitad alemán suelte un chillido de sorpresa.
― ¿¡Kuni...gami?! ― El peliblanco no era rival en fuerza física.
Frenó mientras su via de pase era bloqueada por el más alto quién parecía devorar sus ganas de jugar pero Adagny recibe el balón en un momento inesperado.
― ¡Kunigami, no dejes qué dispare a Charles! ― Gritó Isagi.
Pero Adagny empezó a huir con el balón en su dominio mientras no miraba atrás, ahogando sus ganas de gritar.
Fruncio su ceño mientras su potente disparo fue interrumpido por Alexis Ness, quién lo bloquea y hace qué ambos caigan al suelo.
[...]
Los orbes azules miraron con gran amabilidad a Alexis, quién desvía su mirada levemente avergonzado.
― ¡Hola, Ness!, es un gusto conocer al mejor amigo de mi hermano. Lamento mi actitud antes. ― Dijo entre leves risas.
― Tranquila, Adagny. El gusto mío es conocerte en persona, déjame decirte qué eres más linda en persona.― Aquéllo hace qué ambos ríen un poco.
Ambos charlaban un poco mientras Alexis no dejaba de admirar la sonrisa de la Kaiser, además de qué su mirada era tan diferente a la de Michael.
Su mirada era suave, transmitía amabilidad y dulzura. Todo lo contrario a la del mayor.
― Sí, cuando mi hermano se había ido. Solía dormir con una foto de él mientras lloraba. ― de su bolsillo, quitó su collar.
El dije de corazón abrió mostrando una foto de Michael sonriendo cómo un inocente niño.
― Oh. Qué tierno tu gesto. ― Dijo Ness.
― Te agradezco por cuidar de él, Ness. ― Adagny le dio un suave abrazo seguido de un dulce beso en la mejilla.
Él se quedó paralizado ante la acción de Kaiser, sintiendo su corazón latir con fuerza.
Cuando Adagny se separó del abrazo, Ness se aferró a él. Manteniendo el abrazo haciendo que el más bajo riera un poco.
Su sonrisa parecía el radiante sol mientras su tacto era suave cómo las nubes.
― Ella es...mágica.
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