11
Hanae y Nagi son el equipo C, dos genios novatos en un solo equipo, debían buscar una forma de complementarse para enfrentar al siguiente equipo.
Hubo gente qué confiaba en Hanae pero mucha más gente confiaba en Nagi ya qué demostró más habilidad qué el rubio.
― Pásala y yo anotaré. ― Dijo Nagi.
― Na' de eso, yo no soy Reo. ― Se quejó Hanae mientras se cruza de brazos.
― No ganaremos si estás así. ― Se quejó Nagi.
― No ganaremos si te comportas cómo un tonto.― Hanae también se queja.
Ambos se miraron a los ojos con el ceño fruncido mientras entraban a la cancha a esperar a quiénes habían elegido los respectivos equipos.
Se enfrentarán al equipo B, y luego al A.
― Nagi, Hanae...― Pensó Reo al verlos dándose la espalda con un aspecto de seriedad.
Yukimiya eligió el equipo de Hanae por igual, mientras qué Chigiri jugará junto a Otoya al igual qué otro muchacho.
― Hanae, juega en serio. Confío en tí.― Yukimiya acaricia la espalda de Hanae.
― Gracias, Yuki..realmente necesito confianza ahora mismo. ― Hanae miró el balón atentamente.
El juego analítico de Karasu se completaba muy bien con el de Otoya, ya qué mientras qué Otoya atraviesa defensas, Karasu analiza la próxima jugada.
Hanae debe evitar qué Otoya pase y que Karasu pueda analizar el fútbol de Nagi.
― Tengo una idea pero necesito de ustedes. ― Reo y Nagi voltean.
Los cuatro hacen una pequeña ronda para qué Hanae pueda hablar, al ponerse todos de acuerdo, el partido inicia con el equipo B con delantera.
Pero Nagi roba el balón con gran originalidad y precisión sorprendiendo a Chigiri.
El balón rebota hacía Yukimiya quién con su regate callejero logra pasar a Otoya.
El balón pasa por Reo quién se mueve con rapidez siendo capaz de hacer un amague para pasar a Karasu.
― ¡Eso es! ― Hanae recibe el balón y con un chute directo, anota el primer gol.
Poco después, Karasu marca gol empatando pero Nagi logra poner el marcador a su favor.
Hanae disparó con gran fuerza, siendo un tiro directo a la red, mientras su egoísmo lograba salir a la luz.
¡Hanae porfin está evolucionando!
Este es el impacto de la mariposa monarca. La mariposa ha salido de su capullo para mostrar sus bellas alas.
Hanae es una mariposa qué porfin piensa volar para demostrar la hermosura de su fútbol egoísta.
[...]
― Oye, Rin..― Llamó Hanae, ahora qué están en su hora libre.
Deben cenar para irse a dormir o algunos se quedarán entrenando para el partido contra la Sub-20.
Rin se quedó callado al escuchar la voz de Hanae y sólo volteó.
― Sobre lo qué pasó en el baño...― Al querer hacer mención, Rin fruncio su ceño.
― No te equivoques, Hanae. Ese beso no fue nada para mí, no soy gay. Además, no vine aquí a enamorarme. ― Aclaró Rin.
― Oh, entiendo. ― Hanae rasca su nuca para luego sonreír un poco.
Rin se quedó en silencio al ver la expresión de Hanae y no tardó en volver a fruncir el ceño mientras sus mejillas le jugaban en contra.
Hanae lo miró de forma intensa y tierna mientras sonreía cómo gato.
― ¡Malnacida! ― Gritó Rin mientras apretaba sus puños.
― Blah.― Hanae sacó su lengua en forma de burla ante Rin.
Rin tomó las muñecas de Hanae con fuerza, ambos entraron a la habitación más cercana, siendo el gimnasio.
― Entiendelo, no soy gay, Hanae. ― Intentó Rin de convencerse así mismo y a Hanae.
― Y si no lo eres, ¿Por qué me quieres besar? ― Preguntó mientras lo miraba con una sonrisa.
Rin soltó las muñecas de Hanae para acorrarla contra la pared mientras ambos se veían a los ojos.
― Te conozco, Hanae. Tan solo quieres provocarme. ― Rin enfureció.
― Mi intención no era enfurecer a tu amigo en el baño. ― El rubio lleva sus manos hacia las mejillas sonrojadas de Rin.
Rin sostiene la pequeña cintura de Hanae, mientras ambos acercan sus rostros.
― Es solo un beso, no tenemos qué estar enamorados. ― Rin habló en voz baja.
― Tú sabes cómo sacar lo mejor de mí, Rin. . ― Ella sonríe.
Ambos unen sus labios por segunda vez, cerrando sus ojos dejando qué el momento fluya cómo ambos desean, siendo su secreto carnal.
Porque desde la rivalidad también florece el amor. Aquél deseo tan intenso de tenerse, en anhelo de sentir sus labios moverse encima de los ajenos.
Y no se siente mal, se siente bien besar a un chico. Se siente muy bien.
Rin busca calidez, apegandose al cuerpo de Hanae quién lo recibe con las piernas abiertas, haciendo qué Rin lo cargue.
Sus lenguas se deslizan en la boca del otro mientras las caricias van y vienen, aumentando el deseo tan "inocente" qué ambos tienen.
― ¡Chic-...!― Isagi se queda en blanco al presenciar cómo Rin y Hanae se están besando.
Ambos se separan de mala gana, mientras qué Rin endurece mucho más su mirada mientras que Hanae empieza a ponerse igual qué un tomate.
Isagi también se sonroja de la vergüenza mientras qué Hanae se suelta del agarre de Rin.
Ambos desvían su mirada hacia otro lado mientras tosen un poco para qué Isagi pueda hablar o retirarse.
― Eh..yo- ¡Lo siento mucho! ― Isagi hace una reverencia y se va corriendo.
Rin dirige lentamente su mirada hacia Hanae quién ya lo estaba mirando.
― Y no eres gay, ehe. Qué sería si lo fueras. ― Hanae se burla mientras qué Rin le da la espalda.
― Deja de provocarme. No conseguirás nada más. ― Advirtió Rin
― ¿Y si lo único qué quiero es a tí? ― Preguntó en voz baja.
Rin se quedó en silencio ante las palabras de Hanae, volteando hacia ella quién lo miraba con una sonrisa.
Rin se acerco a la pelirubia nuevamente, sucumbiendo a las tentaciones. Besando sus suaves labios, los cuáles no sabían a nada más qué a gloria. Ella cerró sus ojos mientras sostenía el pecho de Rin.
Sus labios se mueven despacio pero muestran más qué una simple lujuria. Le trata con calidez, cómo si quisiera transmitir algo más qué un simple deseo momentáneo.
Rin le quiere y se lo demuestra con estos besos, al separarse ambos se miran a los ojos durante unos largos segundos.
― Uh..¿ya terminaron? ― La voz tímida de Isagi llamó la atención de los dos amantes.
Isagi se cubría los ojos con sus manos mientras se mostraba notablemente avergonzado.
― Devoraste. ― Se burló Hanae de Rin mientras le lanza un beso.
Hanae salió del gimnasio, segundos después salió Rin dejando al pobre Isagi con aquella escena en la mente.
― ¿Soy yo o este confinamiento le está sacando un lado muy homosexual a todos...? ― Se preguntó para sí mismo.
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