🔦 . *. ⋆ 𝟎𝟏𝟎 ┊ 𝐓𝐫𝐚𝐝𝐞 𝐀𝐛𝐛𝐲
No supe que responder, el solo pensar que Mike les había dado a su hermana a los animatronicos sonaba como algo increíble, falso, no podía imaginarlo.
Pero sabía porque lo haría; Garrett. Esa era la única razón coherente, aún así no era correcto.
Suspire y seguí conduciendo.
Llegamos pocos minutos después, estacione el auto y lo apague.
—Bien, tú vendrás conmigo, te abrirá la puerta la horrible tía y después entraré yo.
—¿Qué le harás?–Pregunte mirándolo por el espejo retrovisor, estaba volviendo a cambiar a ser solo la máquina que se supone que era.
—No querrás verlo, eso es seguro.
Baje del automóvil y fui hacia la puerta, toqué un par de veces y me abrieron, traté de sonreír, como si no supiera la verdadera razón del porque estaba aquí esta noche.
—¿Hola? ¿quien eres?–Me preguntó una mujer, estaba fumando un cigarrillo, parecía algo cansada.
—Soy amiga de Mike, me pidió revisar a Abby.
—¿Ah si?–Se cruzó de hombros y me inspeccionó de arriba para abajo, no estaba tan bien vestida, pero al menos no traía puesto el chaleco de la pizzería esta vez–Linda no es necesario, yo soy perfectamente capaz de cuidar a una niña.
—Lo supongo, señora, pero Mike me pidió que...
—Escucha jovencita, regresa por donde viniste, yo soy capaz de cuidar a esa estúpida niña, no necesito que alguien como tú venga a "revisar" a Abby.
—Mike me pidió...
—Ya escuché eso muchas veces, dile a Mike que si dejó encargada a Abby conmigo, debería de confiar más–Me cerró la puerta en la cara.
—Maldita–Susurre y mire de vuelta hacia mi vehículo, el animatronico ya no se encontraba ahí.–Mierda...
Me acerqué a la ventana de inmediato para ver qué estaba pasando, si es que había entrado cuando yo no veía, y así era.
Lo vi acercarse a la mujer, y cerré los ojos cuando la mató, el grito siendo apenas opacado por las delgadas paredes de la casa. Mire cuando los gritos cesaron y vi a Abby hablando con Freddy, que era un niño otra vez, tal vez así los veía ella; como si siguieran siendo niños, tal vez yo también quería verlos así de alguna forma, pensé en Chica, Chica no es Susie, es solo una parte de ella, una parte que no está viva.
Solté una lagrima, como si hubiera sido la primera vez que me enteraba que había pasado con ella.
La puerta se abrió y me quite las lágrimas de inmediato, el niño me inspeccionó.
—No puedes llevarnos en este estado, llama un taxi, por favor.
—¡Sabri!–Abby me abrazó apenas me vio y yo correspondí.
—Yo llamaré el taxi–Murmuro el niño, le pase mi teléfono y llamó sin problemas.
El taxi no tardó en llegar. Yo me subí al frente y los "niños" se subieron en la parte de atrás, el conductor no notó de inmediato la rareza de sus pasajeros, lo cual me alegro, porque no pudo sacarnos de inmediato.
—¿A donde van?–Nos preguntó el hombre. Más después de un segundo, el auto de mi lado se bajo un poco al tener el peso del animatronico. El conductor saltó del miedo–¿Que es esa cosa?
—No te preocupes por eso...–Susurre. Abby río.
—No está cool. ¿Por qué siempre me tocan los raritos?–Se quejó antes de iniciar con el viaje.–¿Pero si van a pagarme, verdad?
—Si, tengo algunos dólares.
—Bien, porque no haré esto gratis–Empezó a conducir.–¿A donde?
—¿Conoce el viejo restaurante de Freddy Fazbear's Pizza?
—¿El que está a cinco kilómetros?
—Ajá.
—¿Cómo porque irían a ese lugar? Digo, dicen que ahí mataron a unos niños hace un tiempo...
—Solo conduce.
—Bien, bien... que genio...
[...]
Estábamos afuera del restaurante, Golden Freddy parecía un niño otra vez, tenía a Abby agarrada de una mano, y a mi me tenía agarrada de la otra.
Nos quedamos afuera unos minutos, contemplando la fachada, yo solo trataba de ver cómo escapar del lugar, el niño lo notó y apretó más fuerte mi mano, dejándola roja.
—Vamos, entremos–Abby emocionada entro al restaurante, el niño rubio me volteó a ver.
—Intenta cualquier cosa, y yo mismo me encargaré de matarte y decirle a Susie lo sucedido.
Quise hacer algo, pero sabía que, al menos en este momento, yo era la parte débil, no podría actuar fuerte porque no lo era, no contra el.
Asentí y me metí detrás de Abby al restaurante, se veía todo apagado, Abby tomó mi mano y me indicó algo afuera, el animatronico había desaparecido.
—Vamos Abby, sigamos–Jale un poco su mano para que nos acercáramos al área principal, pero no estaban, ningún animatronico estaba a la vista.
—¿Hola?–Gritó Abby.
Algo me llamó la atención, solté la mano de la castaña y fui a ver los dibujos, tenían una extraña luz sobre uno de ellos, uno de cinco niños, todos de la mano de un conejo amarillo enorme. Apague la luz y se encendió otra, la del escenario. Ahí estaban de vuelta.
Abby se acercó antes que yo.
Se escuchó un sonido raro antes de que la música principal empezara a escucharse, empezaron a hacer su show, bailando, moviéndose, y cantando.
Saque mi celular, pero sin mostrarlo, llame a Mike rápido y quite su sonido, para que solo el escuchara que estaba pasando.
Corte cuando Bonnie volteó a verme y entrecerró sus ojos, sonreí levemente.
Me hizo señas para que fuera con el, mientras que Chica le hizo señas a Abby.
Tome la mano de la niña, tal vez no había podido proteger a mi hermana, pero protegería a la hermana de Mike sin dudarlo.
—No me separare de ella, cualquier cosa que quieran con ella, yo también seré parte.
Las máquinas se vieron entre ellas, Foxy se acercó, trato de tomar mi brazo, pero terminó rasgándome sin querer.
—¡Dios!–lleve mi mano a mi brazo, quitaron a Abby de mi lado–¡Abby!
Bonnie, Foxy y Freddy se acercaron a mi, listos para detenerme, mientras que Chica se llevaba a la niña.
No, esa definitivamente no era mi hermana, ella nunca haría esto. Tomé una silla, lo primero que vi, y la estrellé contra Bonnie, quien se atontó y se hizo para atrás, desplomándose por el suelo.
Freddy y Foxy lo miraron antes de verme a mi, sabía que era hora de correr.
Corrí hacia la oficina, sentía sus pasos detrás míos, en especial los de Foxy, quien tarareaba su canción de piratas, tomé una pistola y un taser, lo que me pudiera servir. Las luces empezaron a prender y apagar, maldecí internamente y mire hacia la puerta. No sabía si lo adecuado era cerrarla, o luchar, después recordé que Abby estaba sola todavía.
Me acerqué a Foxy, el solo me cargo por encima de él, causándome algunas rasgaduras más, no veía a Freddy por ningún lugar, por lo que supuse que se había devuelto al escenario.
Intente luchar, usar mis nuevas armas, pero nada. El zorro pareció moverse a una gran velocidad, incluso a teletransportarse de cierta forma, por lo que, a los pocos segundos, ya estábamos junto a Abby y Chica.
Abby me miró con curiosidad, pero mentiría si dijera que sabía lo que estaba pasando.
Lo único que sabía era que esto era malo, muy malo.
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