Estaba frente a la mesa del comedor de mi apartamento, una gran pizarra se encontraba frente a mi con un montón de nombres, caras, fotografías.

Mamá me había dejado vivir sola hace un tiempo, y vivía aquí trabajando en el servicio al cliente de una empresa mientras que al mismo tiempo seguía con el caso.

Yo tenía dos hermanas menores, ambas eran mi prioridad, me sentía responsables de ellas dos.

Hasta ese horrible día.

Estábamos en nuestra pizzeria familiar favorita de todos los tiempos; Freddy Fazbear's Pizzeria, mis hermanas amaban ir a ver el show de los animatronicos, yo amaba los videojuegos que ahí se encontraban y mis padres amaban el hecho de poder mantenernos distraídas por un rato.

Por lo general solía quedarme con mis hermanas mientras el show ocurría y después me las llevaba a jugar videojuegos juntas hasta que la pizza estuviera lista en nuestra mesa.

Recordaba aquellos momentos, todo era muy colorido, la gente se vestía de la mejor manera, recordaba tener diferentes amigos con los que siempre me encontraba en la parte del árcade, uno de ellos también era el hermano mayor de dos niños, tal vez por eso habíamos conectado tan fácil, aunque él no quería tanto a sus hermanos como yo quería a las mías.

Un día, un 26 de junio, después de haberme enojado con mis padres por una estupidez, me fui al baño, supuse que mis padres habían seguido con su actividad de dejarnos vagar mientras llegaba la comida y dejaron solas a mis hermanas.

Después de quedarme en el baño lo que recordaba como una eternidad, empecé a buscar a mis hermanas por todas partes, pero no pude encontrar a una de ellas; Susie.

Seguí buscándola por un buen rato, me preocupe tanto que corrí hacía mis padres llorando, mi pequeña hermana había desaparecido.

Inició una investigación, mi pequeña Susie no había sido la única niña en desaparecer, habían sido otros cuatro niños. Arrestaron a un sospechoso de inmediato, pero después lo dejaron libre porque no habían suficientes pruebas.

Nunca encontraron el cuerpo de ni hermanita.

El funeral fue estúpido, al menos eso me pareció a mi. Era una caja vacía, bajaron una caja vacía y la enterraron así, me encargue de poner en su tumba uno de sus juguetes y su batidor favorito, ya que siempre cocinabamos juntas.

No lloré en su funeral, recuerdo todas las miradas juzgadoras sobre mi, pensando que era una mala hermana por poder ver como bajan una estúpida caja en un estúpido agujero sin soltar nu una sola lágrima o lamento, ahí no estaba mi hermana, tenía ganas de gritarles a todos que se fueran al infierno y que me dejaran en paz.

Mi familia se mudó, no soportó el dolor de estar cerca de la caja vacía, del lugar donde desapareció Susie. Y para ser honesta, yo tampoco lo soportaba, pero tenía que ser fuerte para la hermana que aún me quedaba.

Mis padres cambiaron un poco después de lo ocurrido, no nos dejaban salir con tanta facilidad, pero mi hermana seguía siendo responsabilidad mía, aunque mis padres si ejercían su papel de padres conmigo.

Siempre sentí que yo era más la mamá de mis hermanas, que ellos. Y cuando perdí a Susie, ese día ella se llevó un pedazo de mi que no había podido recuperar aún.

Acerqué mi mano a su fotografía en el tablero y la acaricie, no queriendo llorar. Verla aún me parecía difícil.

Vivía sola, pero mis padres y hermana aún llamaban de vez en cuando, en especial mi hermana que ya estaba en la universidad, solo por eso me permití mudarme sola, porque sabía que ella se mudaria y no tendría que estar con mis padres. Incluso cuando yo me fui a la universidad ella se la pasaba más conmigo que con ellos.

No los culpo a ellos, no del todo, entiendo que cada quien tenia sus problemas, y ahora que ya somos mayores se preocupan más, al menos a mi me llaman tres veces a la semana para asegurarse de que todo este bien y a veces mandan dinero.

A veces siento que ellos creen que el dinero soluciona sus carencias de paternidad.

Escuche que alguien llamaba, me tarde en acercarme y responder.

-¿Hola?

-¿Hola? ¿Habló con la señorita Sabrina?-Se escuchó la voz de un hombre al otro lado de la línea.

-Esa misma, ¿llama con un problema de servicio al cliente, señor?

-No, nada de eso-Él rio. Enarque una ceja a pesar de que él no podía verme-Le llamaba para avisarle sobre el puesto de trabajo en la pizzeria Freddy Fazbear's Pizzeria, hace un tiempo parecía interesada en el empleo y creí que ahora podría estarlo también.

Reconocí la voz después de eso, era aquel hombre que ayudaba a conseguir empleo, solo lo habia llamado hace un mes o dos para saber el estado del restaurante, que parecía haber cerrado después de lo de los niños y que ahora solo buscaba guardias de seguridad para cuidar a los animatronicos que aún se encontraban ahí dentro.

-Si, eh yo...

Lo pensé por un segundo, ese lugar aun me causaba escalofríos, o al menos la mención de el, no quería volver a ese horrible día, pero no quería dejar a mi hermana por segunda vez.

¿Sería capaz de abandonar todo lo que tengoa ahora para encontrar por fin respuestas sobre el paradero de mi hermana que murió hace años a pesar de que probablemente no logre encontrar nada?

-Acepto.

Esto sería complicado, pero estaba dispuesta a arriesgarlo todo. Era todo o nada.

[...]

Decidí mudarme después de dos días para poder hacer el trabajo, aunque había dejado varias cosas en mi antiguo departamento, volvería pronto, entonces no tenía razón de sacar mis cosas.

Había llamado a mi hermana para decirle donde estaría, ella sonaba preocupada por mi en el teléfono, pero le insisti que estaría bien y que no servía de nada preocuparse de mi, y le advertí sobre no llamar a nuestros padres, no quería que me detuvieran y me sermonearan, quería hacer esto, lo necesitaba.

Encontré un pequeño departamento la ciudad que no cobraba demasiado, y como trabajaba desde casa, aún podía mantener mi otro empleo y volver después de encontrar respuestas.

O cuando me rindiera.

Ya tenía todo planeado, estaría ahí vigilando las cámaras en la noche y después iría a buscar por mi cuenta en el restaurante, igualmente me dijeron que no muchos querían entrar ahí por todo lo ocurrido.

Yo no había dejado mi verdadero apellido al aplicar para el trabajo la primera vez, solo por si acaso, para que no me vincularan con todo lo de mi hermana, pero no podía engañar a alguien que recordará la cara de Susie, éramos parecidas.

Me hice una coleta alta antes de tomar el chaleco entre mis manos, recordaba haberlo visto cuando era una niña, me resultaba extraño que en todos estos años no hubieran cambiado el uniforme, pero el restaurante seguía cerrado, entonces supuse que no se habían preocupado por los cambios en la moda de los 80's hasta el presente.

Me quite el poco maquillaje que me había puesto en la mañana, no lo necesitaría de todas formas, estaría entre máquinas y animatronicos viejos que lo más seguro es que estuvieran llenos de grasa.

Al menos de que tuvieran un encargado de limpiarlos, realmente no sabía y no me importaba en ese momento.

Solo tenia una misión; investigar lo suficiente.

Salí de mi apartamento y empecé a conducir hacia la pizzeria, aún recordaba gran parte de como era el camino hacia el lugar.

Llegue en pocos minutos y me quedé observando el lugar, sentí una inmediatas ganas de llorar, el solo ver ese estúpido letrero frente a mi, el lugar se veía mal, obviamente, pero el simple hecho de saber todo lo que había pasado aquí lo hacía aún peor.

Apague el auto, no estando lista para salir de el aún, tuve que respirar varias veces para tranquilizarme y no llorar en el primer día, me resultaba patético.

Me calme después de un corto periodo de tiempo y salí del auto.

Estaba lista para hacer lo que fuera necesario.

Todo por Susie.

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