Ya ha pasado una semana desde que Soobin logro acercase a Yeonjun. Al conocerlo mejor se dio cuenta que ese pequeño pelirosa no tiene ni idea en relaciones sexuales, es demasiado tímido. Y a Soobin le encantaría enseñarle unas cuantas cosas sobre el sexo.

Beomgyu no esta de acuerdo con que Yeonjun se lleve con Soobin, él lo conoce demasiado bien, él sabe sobre sus fetiches y lo que ocurrió con aquel chico. Su amigo le dice que solo son chismes de la gente y que no debe dejarse llevar por los comentarios, y que al contrario, debería tratar de hablar con Soobin por que él es una gran persona.

— Yeonjun, enserio, debes alejarte de él.

— He dicho que no, a mi no me parece una mala persona, es muy lindo.

— No sabes en lo que te metes, Choi Yeonjun, tu inocencia no te deja ver más haya de lo que realmente son las personas.— Beomgyu suelta un gran suspiro resignado.

— Es que sabes que soy muy curioso... me gustaría saber más de él.—Yeonjun mira a Soobin pasar fuera de su salón, este lo mira y le guiña un ojo para después seguir su camino.

— Entiende que él sólo busca lastimarte, Jun.

— No lo creo.

— Después no vengas llorando

— Bien...

Las horas de clases pasan rápidas para Yeonjun, a él le encanta estudiar, siempre ha sido de buenas notas.

— Hola, Junnie...— Un Soobin sonriente se acerca a él y le da un pequeño beso cerca de los labios.

— Ho-hola Soo.— El mas bajito le sonríe dulcemente y agacha su cabeza con las mejillas sonrojadas.

— Tan tierno...— Soobin pellizca dulcemente la mejilla derecha del más bajo y este ríe avergonzado.— Vengo a invitarte por un helado, ¿aceptas?

— Claro... vamos.— Soobin toma su mano y lo lleva hasta el estacionamiento donde se encuentra su motocicleta.

— ¿Nos iremos en esto?

— Claro..., ¿no te gusta?

— Si, es muy linda, muy varonil. Muy tú — los dos ríen. El alto se sube a la motocicleta y mira a Yeonjun indicándole que suba detrás, este hace caso y sube.

— Sostente de mi.— Yeonjun un poco sonrojado hace caso y abraza por la cintura a Soobin. La motocicleta arranca y Yeonjun sostiene más fuerte la cintura del contrario.

El aire fresco pega en su cara volando sus cabellos.

Un minuto más tarde llegan a la heladería y bajan de la motocicleta, entran al local y piden sus helados. Yeonjun lo pide sabor chocomenta y Soobin de vainilla.

— ¿Te gustaría ir a mi casa? — pregunta Soobin con descaro, pero Yeonjun no entiende sus intenciones.

— Claro, ¿que haremos? ¿Ver películas?.— El contrario ríe en su interior y acaricia la cabeza del más bajo.

— Haremos más que eso...

— Oh, ¿qué?

— Ya verás.— Yeon asiente con la cabeza algo confundido y sigue comiendo tranquilamente su helado.

Al terminarlo por completo los dos suben de nuevo a la motocicleta partiendo a la casa de Soobin.

Al llegar Yeonjun ve la gran casa, se ve que el menor en verdad tiene dinero.

— ¿Vives solo?

— No, mis padres están de viaje y tengo la casa solo para mi.

— Genial...

Al entrar la casa es aún más impresionante, mira todo con maravilla y entusiasmo.

— Vamos a mi habitación, allá tengo algunos juegos.

— ¡Me encantan los juegos!— dice Yeonjun alegre, Soobin lo guía por las escaleras y entran a la habitación.

— Bienvenido a mi habitación, Junnie.

O más bien a tu infierno

Ese infierno que sin saberlo, le terminaría gustando más de lo que alguna vez deseo...

Muchisimas gracias por leer bubus, tengan bonita noche o en cualquier hora del dia en el que se encuentren. 💖