Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✦⋯ 13 ┈┈┈•

Ambos se encontraban plácidamente dormidos en la cama luego de un largo día lleno de actividad física.

Desde hace tiempo, Beomgyu había dejado de jugar al 'tú la llevas' y demás por estar leyendo, pero el búho extrañaba eso y fue un poco travieso al quitarle el libro e iniciar así una persecución. Una que, tan rápido como terminó, hizo que Beomgyu se sintiera nostálgico y quisiera jugar nuevamente como hacían antes.

Claro, ahora que es mayor resultaba mucho más ingenioso y ágil a la hora de esquivar y ocultarse del ave en el 'tú la llevas' y el 'escondite'. Incluso en una torre con pocas opciones para esconderse, Beomgyu fue bastante original, haciendo que la tarde pasara rápido entre carcajadas y aleteos.

Es por eso que nada más meterse en la cama, ya se encontraban en el quinto sueño recargando toda la energía gastada.

Desde aquella vez que Beomgyu le dijo lo de dormir en su cama, el ave no desaprovechó la oportunidad, y ahora suele acurrucarse al lado del rubio, o incluso encima de este cuando hacía más frío.

Nunca pensó que le agradaría tanto dormir con Beomgyu. Hasta su sueño, que solía ser bastante ligero, se volvió muy pesado desde entonces.

Pero esa noche en específico, ambos despertaron repentinamente por un fuerte sonido en la planta de abajo, justo donde estaba el ventanal más grande de la torre.

Beomgyu se levantó algo adormilado de la cama mientras se frotaba los ojos.

—¿Buh?

—Seguro que el viento volvió a abrir la ventana. Iré a cerrarla, quédate aquí —avisó con la voz ronca, dejando unas suaves caricias en la cabecita del animal, quien cerró los ojos complacido por el acto.

Dicho eso, Beomgyu bajó sin necesidad de prender alguna vela, la luz de la luna pasando a través de las pequeñas ventanas a lo largo de las paredes era suficiente iluminación para él.

Una vez abajo, confirmó que efectivamente la ventana estaba abierta, haciendo que el viento lo hiciera temblar por las frías y escandalosas ráfagas de aire que entraban.

Suspiró cansado y la cerró poniendo el seguro. Muchas veces se olvidaba de ponerlo, y de ahí que esta se abriera sola, por eso nunca sentía miedo cada vez que escuchaba la maldita ventana.

No había absolutamente nadie alrededor de la torre. Sabía que esta estaba muy alejada de todo, así que no tenía que preocuparse por cosas como robos, allanamientos o visitas de malhechores y/o curiosos.

Su confianza en estar completamente seguro era tal que jamás hubiera esperado voltear y ser sorprendido con una mano que lo tomó del brazo sin cuidado.

Estaba en la oscuridad con alguien agarrándole muy fuerte, y la luz lunar no era suficiente para lograr ver la identidad del sujeto, pero esas ásperas manos no tenían ninguna similitud con las del hechicero, las cuales eran extremadamente suaves y jamás lo tomarían de forma tan agresiva.

Recordando todas las veces que de pequeño lo agarraron así, sus piernas temblaron con temor de volver a pasar por todo aquello. Se encontraba incapaz de forcejear debido al shock, y sin querer un gritito de auxilio salió de lo más profundo de su garganta.

Lo siguiente pasó muy rápido, tanto que Beomgyu no pudo procesarlo correctamente.

Se escucharon fuertes aleteos seguido de lo que parecía ser muchas plumas chocando entre sí, como si una bandada de aves hubiera entrado a la torre. Y toda esa mezcla de sonidos terminó con un jadeo que parecía ser de hombre.

Mientras Beomgyu mantenía sus ojos completamente cerrados debido a la repentina y desagradable sensación de peligro, notó como alguien lo abrazaba por la espalda de manera protectora, sintiendo finalmente la suavidad y calidez que tanto recordaba.

—Luces, por favor —dijo una voz rasposa que Beomgyu no reconocía, pero sabía que provenía de la misma persona que jadeó. Que por cierto confirmó enseguida que no se trataba de quien lo estaba abrazando.

Al momento, todas las velas de la ostentosa lámpara se prendieron, y ahí Beomgyu abrió lentamente los ojos, encontrándose con el intruso encapuchado de negro y varias gotas de sangre en el suelo mientras dos grandes filas de puntiagudas plumas negras invadían parte de su campo de visión.

—¿Q-qué? —se preguntaba Beomgyu, volteando un poco la cabeza para encontrarse que estaba siendo abrazado por un chico de cabello negro y mechas grisáceas.

—Oh, parece que ya lograste dominar tu forma humana, Taehyun —dijo el intruso.

El mencionado frunció el ceño—. ¿Quién eres? —cuestionó demandante, amenazando con cortar de nuevo al intruso con las afiladas plumas de sus grandes alas.

Beomgyu estaba extremadamente confundido. Por la capucha del intruso cree que es el hechicero, pero a la vez era muy distinto al hechicero que él conocía.

El que lo había visitado cuando estaba enfermo tenía dulce voz y manos suaves, mientras que ese encapuchado que tiene enfrente ahora mismo era de voz grave y manos ásperas. Y su confusión aumentaba por culpa del desconocido que lo estaba abrazando, y que a pesar de no saber quien es, se sentía extrañamente seguro.

Ahora mismo el rubio era un mar de preguntas, y se encontraba lo suficientemente cansado y shockeado como para no poder recitar alguna en voz alta.

—Pueden estar tranquilos, vengo en son de paz —dicho esto, el encapuchado finalmente se quitó la capucha con su mano algo ensangrentada, haciendo que Beomgyu se sorprendiera aún más por ver de quien se trataba.

—¿Kim Namjoon? —cuestionó quedando casi boquiabierto.

—¿Me recuerda, príncipe Choi?

—¿Cómo podría olvidar al mejor mago de Daegu?

Desde muy pequeño, Beomgyu amaba la magia. Y antes de que lo encerraran en los calabozos, siempre se escabullía para observar a escondidas cuando Namjoon practicaba algunos trucos.

En una ocasión el mayor lo pilló, y en vez de echarlo, este le permitió quedarse a observar, siendo siempre muy amable con el rubio. Se podría decir que era el único en el reino al que Beomgyu le tenía cierto aprecio.

Al ver que el rubio lo conocía, el tal Taehyun cerró sus alas, dejando de lucir a la defensiva pero sin bajar la guardia. También conocía a Namjoon, aunque no le caía muy bien que digamos. Mucho menos ahora al ver la marca del fuerte agarre que dejó en el brazo del rubio. Estaba enojado por ello.

A diferencia de él, Beomgyu no le dió mucha importancia. Estaba más concentrado en sus pensamientos como para percatarse de su delicada piel y del pelinegro. Y tras reflexionar un poco finalmente preguntó: —Espere, ¿fue usted quien me trajo aquí? —señalando al mayor.

Namjoon asintió en respuesta.

—¿Puedo preguntar por qué? No es que me moleste, pero siento curiosidad sobre cómo llegó a planear algo así.

—Descuida. Vine por eso, ambos ya están lo suficientemente grandes como para hablarles de todo.

—¿Ambos? —ahí Beomgyu recordó la presencia del chico pelinegro, quien por cierto seguía abrazándolo. Y como no lo conocía, Beomgyu se separó rápidamente—. ¡¿Y tú quién eres?! —gritó nervioso.

—¿Tantos años viviendo juntos y no me reconoces? —se quejó con un puchero, dándole un leve golpecito en la cabeza con los nudillos.

—¿Eoduun?

—Ajá —respondió con simpleza, mostrándose bastante calmado para la situación.

La confusión de Beomgyu no hacía más que crecer—. Ugh, siento que mi cerebro explotará en cualquier momento...

—Veo que se llevan bien —interrumpió Namjoon con una risita adorable—. ¿Les importa si nos sentamos y aclaramos todo?

Beomgyu accedió rápidamente. Taehyun no dijo nada, simplemente se sentó en una silla dispuesto a escuchar.

Sí, gente, todos estos capítulos Eoduun y Taehyun eran el mismo. Algunos se dieron cuenta y otros no. Mi intención  es que fuera obvio sin necesidad de mencionar a Taehyun, así que emoji de clown para quienes no lo averiguaron.

Siento que se comieran tanto relleno hasta este momento. Es para que cuando relean la historia sientan las acciones de Eoduun más lindas ahora que saben que es Tae.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro