La esponjosita gatita blanca comenzó a maullar exigiendo por su comida, siguiendo a su dueña por toda la cocina, la mujer sonrió con dulzura al verla pararse de dos patas, colocando las delanteras sobre las puertas de los almacenes de abajo, abrió la lata de aún para combinarlo con el alimento y agregó unas cuantas vitaminas. Era una buena mañana para ser el comienzo de su nieto, lo cual escuchó sus pasos que venían en los escalones, dejó el plato con el alimento a Linda, en segundos no tardó en aparecer ChangBin.

Tenía los cabellos húmedos, vestía de unos jeans negros un poco ajustados, una playera de ese mismo color con estampado de una banda de rock alternativo, y bueno, su chaqueta de cuero y unas botas que al pisar, es un poco fuerte.

—No hay un funeral a cual tienes que visitar. — Dijo, yendo al refrigerador para sacar lo necesario para hacer el desayuno. — ¿Vas a visitar tu nueva universidad?

—Si. — Lo vio abrir uno de los almacenes para sacar el cereal. — Y abuela, admite que me veo bien usando el negro, ese color es mi obsesión.

—Siempre te ves bien, a tu edad tú padre solía usar demasiado ese tipo de chaquetas, eran tiempos del Rock and Roll y ese ha sido su obsesión.

—Eso me lo contó cuando comencé a comprar este tipo de estilo.

—Olvidé que clase de estilo es el que te gusta, espero que hagas nuevos y buenos amigos.

—Prometo no alejarme demasiado, me aprenderé bien el camino.

Asintió la mayor entendiendo, minutos más tarde ChangBin caminaba por el vecindario, se había puesto sus airpods para comenzar a escuchar su aleatorio, en sí suele escuchar kpop, el hip hop y el rock, una combinación perfecta para él. El pensamiento de visitar los lugares donde solía ir llegó a su mente, aún se sabe de memoria en donde se localizan, por eso prefirió desayunar lo más ligero posible para ir a la cafetería donde le fascina ir.

Estando allí unos minutos mientras empezaba a leer a través de su celular, la historia que tiene pendiente en su biblioteca, a ChangBin le agarró gusto la lectura cuando empezó la secundaria, había comenzado a decir que eso es para nerds y muy aburrido, bueno, terminó siendo uno, hasta tuvo la idea de escribir su propia historia, y si se metía en los concursos de escritura o poesía, siendo el mejor de su clase. ChangBin es un chico tan inteligente, igual divertido como cualquier de su edad.

Su próximo destino es visitar su universidad para terminar unos detalles en los trámites, memorizando la trayectoria y calculando los minutos de su casa hasta ese lugar. El campus es demasiado grande que su antigua escuela, los pasillos están completamente vacíos, seguía el mapa que le habían mandado para encontrar la dirección, lo cual no ha sido ni un problema, conociendo a su alrededor mientras tomaba ese camino.

Será bastante extraño pasar estos años sin Bangchan a su lado, pero por una parte se siente seguro que le va ir tan bien.

El director ha sido amable con él, dándole la bienvenida cuando esos trámites finalmente tuvieron los últimos requisitos, hizo una pequeña reverencia antes de salir de la oficina, efectivamente al día siguiente será su primer día de clases, localizando a la perfección la facultad de medicina. Caminaba para irse de allí, se siente un poco nervioso ya que es la primera vez que va comenzar hacer las cosas por su cuenta, teniendo la mayor responsabilidad para sí mismo, si en ahora en adelante tendrá el apoyo de su abuela y algunos familiares, es un gran momento para empezar de nuevo.

Un chico castaño se subió al banco después de haber pegado una extremidad del cartel, tomó la cinta y lo cortó con sus dientes al tener la medida indicada, así para tomar la otra extremidad e intentar estirarse para que tuviera una altura pareja, hacía lo posible de que la cinta no se pegara en su mano y eso sucedió, maldiciendo bajo intentando en quitárselo, sin soltar el cartel.

Es donde comenzó a tambalear, prefirió bajarse, suspirando cansado para comenzar a pensar alguna buena idea para pegar bien el cartel.

—Disculpa. — La voz de un chico le llamó la atención, volteando. — ¿Puedo ayudarte?

—Bien, tengo que regresar a mi clase. — ChangBin asintió caminando hacia el castaño. — Pero... dudo que alcances. — Dijo después de que subió.

Eso le causó gracia para el castaño cuando ChangBin se dio cuenta a que altura piensa pegar el otro extremo, dejando en que el desconocido se subiera, así para ayudarle con la cinta, finalmente ha acabado, ha sido complicado pegar casi cinco carteles en algunos puntos del campus, ChangBin se quedó allí observando.

—¿Harán una especie de show de talentos? — Indagó.

—No eres de aquí ¿o si? — Dijo teniendo la cinta aún en mano.

—Bueno, mañana es mi primer día de clases.

—Okay, el consejo estudiantil está organizando el festival que la universidad hace en cada año, donde cada carrera tiene que demostrar lo que hacen ya que vienen chicos de los últimos años de la preparatoria, siendo un beneficio para que escojan su futuro, también está permitido que otras personas puedan venir. — Resumió, se escuchaba agotado. — ¿Qué carrera escogiste?

—De hecho, estudio medicina y preferí continuar aquí.

—No sé mucho de eso, yo vengo de arquitectura. — Bostezó. — No he dormido, perdón si me veo como un muerto viviente.

—Por cierto, me llamo ChangBin.

—Seungmin, Kim SeungMin. ¿Podemos vernos mañana? Así para que no te sientas tan solo en tu primer día.

—De acuerdo.

El castaño sonrió, sacando su celular, terminando por pasarse números y algunas redes sociales para tener contacto.

—¡Hyung! — Escucharon un grito animado. SeungMin volteó sobre sus talones viendo a su amigo correr donde están ellos. — Que bueno que te encontré. — Soltó agotado, notando que debió haber corrido por minutos. — Escuché que va ver una fiesta en casa de HyunJin, no olvidó invitarnos pero a mi si, olvidé decírtelo.

SeungMin soltó una media sonrisa, mirando al nuevo.

—¿Te gustaría venir?

—Será este viernes. — Continuó el contrario.

Vaya, es sorprendente que apenas va comenzar su primer día y ya tenga su primera invitación, ChangBin le fascina demasiado, terminando por aceptar.

—Solo mándame la dirección y allí estaré.

—Se ve que no eres alguien aburrido, JeonGin y yo te vemos mañana. — Abrazó al mencionado por los hombros después de tomar el banco y de darle la cinta. — Bienvenido.

—Un momento, ¿Es nuevo? — Murmuró, el mayor asintió. — ¡Bienvenido... ¿Cómo se llama?

—ChangBin.

—¡Bienvenido, ChangBin! Nos vemos mañana.

Vio a los dos chicos irse, hizo un ademán de despedida antes de continuar con su camino, si le cuenta de esto a su abuela le va animar demasiado en que asista, así podrá conocer a más personas y pasar bien sus momentos de juventud. ChangBin jamás tuvo problemas con eso, siempre ha sido un buen hijo que rara la vez lo regañan, pero si tuvo sus tiempos rebeldes.

Preguntándose qué clase de recuerdos va tener.

Lo que habían ordenado finalmente llegó, MinHo y Han fueron los primeros en recibir lo suyo, agradeciendo a la empleada del lugar, para Félix ha sido su peor día pero siempre mejora cuando está con las personas correctas. Hizo un ademán de agradecimiento, mirando al pelinegro que comenzó a combinar la mermelada con la crema de avellanas para que sus waffles sean más dulces, y bueno está JiSung poniéndole miel al omelette con champiñón que pidió, una combinación tan extraña para su punto de vista.

—Si quieres... — Habló MinHo viendo al pelinegro. — Te puedo acompañar a comprar los vasos, el alcohol y las frituras.

—Joder, Jackson llevará de más, no le voy a negar nada.

—Igual refrescos para la gente que no toma, no siempre la diversión tiene que venir del alcohol. — Repitió JiSung teniendo la boca llena.

—¿Le dijiste a tus padres? — HyunJin niega con la cabeza, haciendo que Félix sonría burlón.

—Por eso aproveché que se van de viaje de negocios en este jueves, el fin de semana es nuestra.

—Algún día van a prohibirlo, recuerda que tuvimos que ocultar la reliquia de tu familia cuando lo hemos encontrado roto. — Ríe Lee al recordarlo, Minho igualmente rio.

—Bueno, al menos tus padres no se han dado cuenta de eso.

—La palabra lo dice ¿no? — Soltó con lógica, encogiendo un poco de hombros. — No pasa nada oiga.

JiSung miró a su amigo después de echar un vistazo a su celular.

—Bueno amigo, saldremos temprano.

—¿Ocurrió algo?

—Al profesor de matemáticas tuvo que irse porque su madre está en el hospital. — HyunJin hizo una señal de celebración, JiSung rio bajo. — ¡Oye, ten respeto! — Se quejó.

—Solo porque no va ver clases, pero que su madre se recupere.

—Todo el mundo odia las matemáticas. — Defendió MinHo antes de beber su malteada.

—Pero a mí me encantan. — Habló teniendo las mejillas con un poco de bocado, haciéndolo ver tan adorable.

—Ya entendí porque Lia dice que eres una linda ardilla. — El aludido le restó importancia.

—Es adorable oírlo de las chicas, no empiecen.

—Ya que salimos tan temprano, digo que vayamos algún sitio en esta tarde. — Propuso HyunJin. — Y hablando de chicas, vayamos a conseguirle una novia a MinHo, cada vez está más solo.

El mencionado lo miró con el ceño fruncido, para después darle un manotazo en su brazo.

—¿Por qué dices que estoy solo?

—Bueno, MinHo y Félix están solos. — El rubio miró al Jisung, al igual que el otro Lee. — No lo estoy defendiendo.

—Nada de seducir que para esto está lo del viernes.

—MinHo es el genio. — El castaño sonrió ante la respuesta de Félix.

—Será mejor que aprovechemos estas horas para hacer las tareas y avanzar el proyecto del viejo este. — Hace un diminuto puchero, recargando su mejilla sobre la palma de su mano. — Al menos Félix puede cubrir unas horas en la florería para que su madre lo deje salir temprano.

—Creí que no ibas a pensar en eso, HyunJin.

—¿Qué clase de amigo crees que soy? — Soltó un poco ofendido.

—La última vez lo llevaste hasta una pastelería, creyendo que su madre es pastelera.

—Y en primer lugar ¿A dónde vamos a ir? Porque pienso que a un karaoke o una árcade. Espero que no tengan planes para esta tarde.

—Puede que cambiemos de opinión. ¿Hoy a las seis?

—Estaré, reunámonos en casa de Félix. — Hwang y Lee asintieron.

Estuvieron hablando de otras cosas mientras comían su buen almuerzo, para que después HyunJin quisiera dejar a todos a sus casas, así que el primero que ha dejado fue a Félix ya que la florería está a quince minutos de la universidad.

Su madre le asombró saber que su único hijo haya salido tan temprano, pero terminó por aceptar de cubrir esas horas para salir con sus amigos, mientras atiende la tienda hará su tarea, agarrando el puesto de ella mientras dejará algunas órdenes.

—Hijo, MiNa vendrá a la una a limpiar y acomodar la bodega, ayúdala de una vez en regar las plantas.

—Si, ma.

La mujer se acercó donde está él y vio la cantidad de tareas.

—Cada vez te dejan demasiadas tareas, no tienen que presionarte así, dime ¿Algún maestro te molesta? — La señora Lee luego convive con las madres de sus amigos, ella sabe que los maestros de su hijo dejan una buena cantidad de tareas, pero que sea al exceso para Félix tiene algo de sospecha.

—No, solo son proyectos de economía y nada más.

—¿Nada más? — Asintió convencida. — Bueno, me voy. Tu primo me está esperando. — Dio un casto beso en su frente antes de irse.

Cuando finalmente queda solo, desvaneció la sonrisa cambiando su expresión a una de cansancio, suplica mentalmente que no se vaya a topar con la madre de JiSung o de casualidad a la madre de HyunJin, para comprobar si está diciendo la verdad, lo protegen demasiado, ya que no sería la primera vez que sucede. En el penúltimo año, Félix tuvo que lidiar con los comentarios de su maestra de inglés, de igual manera dándole trabajos extra, reprobándolo a propósito o más proyectos para él. Para que en ese momento, Félix tuviera que dormir pocas horas al día o no dormir, presionándolo de esa manera solo por la misma estupidez, por su orientación sexual.

Le cansa demasiado ese tipo de acciones, es como si hubiera cometido el peor crimen para tener ese tipo de castigos, por más que ignore al cien los comentarios, los actos son lo que no lo dejan en paz.

Puso música de su playlist en Spotify, después accedió a Google y empezó con su investigación, en la florería suelen comprar para los arreglos de mesa, para regalarle a alguien, eventos importantes o para alguna boda, una gran ventaja en las ventas, también en vísperas de San Valentín, el mes donde las rosas llegan a agotarse a la semana. Félix suele recomendar qué otro tipo de flores son perfectas para regalar, si, también ayuda a los clientes en que tengan una buena elección cuando no saben qué comprar, buscando lindos detalles.

Es lo que le fascina demasiado, Félix sabe mucho de plantas y más de las flores, lo segundo de vez en cuando inventa una cosa para que sonara tan especial, o de igual manera investiga en internet.

Es solo un pasatiempo que sale con éxito.

Escuchó la campanilla de la entrada resonar, dándole saber que hay un cliente, dejó de escribir un poco y elevó la mirada.

Quedó atónito al ver, un chico de prendas negras, de estatura promedio, sus cabellos oscuros, lacio y un poco ordenados había entrado, cada paso que daba resonaba el contacto de la suela de sus botas en el reluciente piso. Revisaba un poco a su alrededor, teniendo una mano dentro del bolsillo de su chaqueta, para terminar cruzando miradas con el rubio.

Félix sintió su corazón palpitar demasiado, sintiéndose extraño.

Quizás los planes de sus amigos en buscarles pareja a él y a MinHo se ha cancelado, porque se sintió tímido al ver a ese chico sonreír.