Capítulo 2
El sonido de un golpe resonó, el impacto hizo que su cabeza se volteara un poco, el señor Seo miraba con desprecio y decepción a su único hijo, mientras su esposa solo lloraba en silencio, tensó la mandíbula, conteniendo el dolor antes de volver a mirarlo, controlando su enojo a la vez pero adolorido por la reacción de sus padres.
ChangBin sabía que su respuesta sería buena, no podía ocultarlo, aunque siempre le han brindado esa confianza, se sentía con toda la libertad teniendo miedo en el fondo, ahora solo ve sus miradas decepcionadas. El señor Seo negaba, suplicando que sea una broma, esas palabras fueron tan decididas y ChangBin jamás hizo una broma de mal gusto para molestarlos, resopló molesto, su cara se encontraba roja, no puede tolerarlo.
—No puedo creer que mi propio hijo haya salido siendo un maricón. — Soltó, su voz sonando grave y dura. — Pero no lo voy a permitir, no voy a permitir que seas homosexual.
—¿O qué? — Retó el menor, no podía quedarse con los brazos cruzados. — Soy su hijo, no pueden hacerme esto.
—¡No en esta casa y ni en esta familia! — Gritó con autoridad. — Sabes perfectamente que está mal y aún así te atreves decir que eres gay.
—Papá, no voy a permitir que me vuelvas alzar la mano. — Siguió manteniendo su postura. — Soy gay, pero no significa que soy débil. — Su voz sonó muy defensivo. — Será la primera y última vez que me pegas, ni te atrevas que te dé un golpe porque eres mi padre, no soy capaz de hacerlo.
—Puede que tengas agallas, pero tengo que enseñarte cual es tu lugar. Esto no se va quedar así, ChangBin. Buscaré un lugar donde tendrán que sanarte, y ahí te quedarás hasta que aprendas que amar a los hombres está mal. — El nombrado entre abrió la boca ofendido, descubriendo que será capaz de pasarse de esos límites.
—¿Piensas llevarme con los militares? — Soltó una amarga risa. — ¿O qué mierda vas hacer?
—¡No me respondas así!
—Mamá. — Volteó a verla. — Sé que no estoy solo en esto, solo es una preferencia y eso es normal.
—Con ella no busques protección. — Negó el mayor. — Será mejor que empiece desde ya, no toleraré que sigas con esa mentalidad, es mejor ahora antes que todo empeore ¡Y fin de la discusión!
ChangBin soltó un suspiro molesto, antes de retirarse y encerrarse en su habitación, cerrando la puerta de un portazo, pequeñas lágrimas salían por sus orbes, su respiración era pesada pero jamás se imaginó que sus padres son capaces de despreciarlo de esta forma, viendo que pueden llevarlo a un sitio donde "curarlos" las maneras estarán completamente mal, no sabe en qué consiste pero es mejor no permitir que lo lleven a otro sitio y dejarlo con el objetivo de volver a ser un hombre.
Se encuentra en la Universidad Nacional de Seúl, tal como ha deseado entrar, estudiando la carrera de sus sueños para ser un médico profesional. Desde pequeño la ha soñado, ya que solía ayudar a cuidar a su abuelo cuando empezó a enfermarse, diciendo que será un gran médico para sanar a todas las personas, incluyendo a sus abuelos para que puedan vivir más años y estén bien, sabe que las personas no son eternas pero más años de vida no suena mal. Tal vez se podría decir que sus objetivos quedaron por los suelos, pero no así, es el comienzo de una nueva oportunidad, pudo creer que las cosas van a seguir iguales, pero no le gustaría ver las personas que los consideró amigos empezaran a molestarlo, que cada vez que vea a su padre haya una discusión o cuando esté con su madre haya un silencio, no puede permitir que lo lastimaran en lo que buscan métodos para "sanarlo". Tomó su celular, marcando al número de la persona que llegó a su mente, al menos tiene personas que ama que no lo han rechazado.
Había mandado un mensaje a Bangchan y a sus pocos amigos que todo salió mal, así que es mejor actuar antes de que algo malo suceda, debido con esta situación podría lastimarlo de lo normal, es mejor evitarlo.
—¿Si? Diga. — Escuchó la voz de una mujer mayor a través de la llamada, aclarando la garganta para que no sonara dura y entre cortada.
—Abuela ¿Cómo has estado?
—Estoy bien, esperaba tu llamada, dime ¿Cómo te ha ido con tus padres?
—Mal. — Respondió, conteniendo su enojo y tristeza aún. — Muy mal, mi padre me golpeó y piensan llevarme a un sitio donde según curan a gente como yo.
—Suena terrible, has dicho que tal vez con tus padres no te van aceptar pero al parecer no nos equivocamos.
—Abuela, déjame ir a vivir contigo. Es mejor actuar antes que todo sea demasiado tarde. — Pidió, su voz sonó con algo de súplica, pudo escuchar que la mujer se encontraba preocupada. — Sabes que con mis ahorros puedo comprarme un boleto para Ulsan, para ellos será mejor que no esté aquí.
—Hijo, suena feo lo que dices, sabes perfectamente que aquí eres bienvenido pero tienes que seguir con la universidad, te faltan unos años para graduarte.
—Puede que descarte un poco mis sueños, lo que cuesta es que esté bien y de como soy ahora nadie hará en que cambie, empezaré ahora mismo para ir contigo, muchas gracias por aquella oportunidad.
—No hay de que, puedes continuar con tu carrera aquí. — Escuchó un sollozo por parte de la mayor. — Lamento demasiado en que no saliera como esperabas, quiero que estés bien.
—Y sucedió, me dieron la espalda pero tú no. Sé que vas a estar apoyándome y queriéndome tal y como soy.
—Anda, espero tu afirmación, intentaré convencer a tu padre pero sé que no va cambiar de opinión... te dejo. — Cuando la llamada finalizó, ChangBin no se limitó en aguantar las lágrimas.
Ha tenido el apoyo necesario, pero sabe que con esto va ser imposible, ha escuchado las opiniones de los demás respecto con la homosexualidad, lo que menos deseaba es que sus propios padres sean de esa manera, no es nada malo como todos lo señalan, solo es amor y nada más. Soltó un débil suspiro, quitando sus lágrimas con su antemano, escuchó que alguien golpeaba la puerta de una manera cuidadora, para nada contestó, hasta haber escuchado que ha sido abierta.
—ChangBin, hijo. — Era su madre, quien aún tenía los ojos llorosos y limpiaba sus lágrimas con un pañuelo, su voz se escuchó entre cortada, a ella también le dolía el pecho. — ¿Tienes un minuto?
Prefirió darle la espalda, solo se acomodó en su lugar, teniendo su celular vibrar entre sus manos, trató de contenerse el llanto.
—No voy a cenar, no tengo apetito.
—Lo sé, pero hoy tenía pensado hacer tu platillo favorito, tus notas habían llegado y como celebración quería que la pasemos como familia.
—¿Y vas a decir que lo arruiné yo? — Soltó un poco incrédulo, mirándola. — ¿A eso vienes?
—ChangBin, será mejor que dejes esa locura, hazlo por tu bien. Q-Quizás estás confundido o no sé. — Empezó a negar el menor. — Tienes que comprender, hijo.
—¿Comprender? ¿Por qué debería? Si se los dije, es para no ocultarles nada, jamás les tuve un secreto porque confío en ustedes, no voy a cambiar esa decisión.
—¿Y vas a ser feliz al lado de un hombre?
—Si, de cual me enamore. Pero sé que estás de acuerdo con papá y no lo voy a permitir.
—Hijo, escúchame. Tu abuela está hablando con tu padre ahora, es mejor que dejes esta locura y que las cosas sean como antes.
—No insinúes que por ser gay me va arruinar la vida.
—No es eso lo que me refiero.
—Y lo hiciste, creí que hay una pizca de apoyo en ti, pero me equivoqué.
—ChangBin, no pienses irte, no tienes a donde ir. — El mencionado ríe seco.
—Eso está resuelto.
No dijo nada la mujer, prefirió irse al ver que convencerlo no va servir, bueno al menos ChangBin no se encuentra totalmente solo, su abuela reaccionó bien diciéndole que lo va querer tal y como es, estando feliz que ese haya sido su camino, mientras encuentre esa persona que amará. Finalmente, Bangchan, SoYeon, SeongHwa, YuNa y JinYoung, su respuesta es darle el apoyo necesario y defenderlo cuando lo necesite, ha sido complicado aquellos días, donde el resto de sus amigos empezaron a crear un nuevo rumor que en cualquier momento revelarán de quien están hablando, esos cinco no decidieron cortar con esta amistad, prometiendo que no harán algo que lo lastimara. Exhaló profundo antes de entrar a la página web donde permite hacer el proceso para obtener un boleto a Ulsan, aprovechará el tiempo necesario para iniciar con un plan, antes de que todo empeore, lo supo al oír el grito de su padre repitiendo esas palabras, duda demasiado que sus padres cambiaran de opinión pero es mejor no arriesgarse.
Le importa una mierda que sus padres intentaran evitar de que se vaya, pero no va tolerar estos actos y rechazo sobre su persona. Es mejor dejar de avergonzar a que estar soportando malos tratos.
A la mañana siguiente, se había cambiado y tomó sus cosas para salir de casa rápido, ignorando los llamados de su madre diciendo que desayunara y se llevara su almuerzo, teniendo cero ganas de dirigirle la palabra, ni un "buen día" recibió por parte de su padre, pero su madre había intentado que este día sea el buen inicio como todos los días.
Caminaba por los pasillos con tranquilidad, al llegar a su aula se sentó en el asiento al lado izquierdo de su amigo, dejando su mochila sobre la mesa para después apegar sus antebrazos y cabeza en ella, era muy temprano y no había nadie, también quería evitar una persona.
Bangchan desvió su vista ignorando un poco lo que estaba platicando por chat, lo notaba tan agotado, veía como su espalda subía y bajaba con lentitud, dándole saber que no está llorando, o quizás lo haga en silencio. ChangBin no es tan sentimental, pero mucho menos intenta ocultarlo, se acercó con cuidado después de avisarle a SeongHwa que ya se encontraba con él, colocando su mano sobre la espalda ajena, habían hablado lo que sucedió anoche, leyendo cada palabra de desahogo, le entristece de como salieron las cosas.
—Hey.... — Soltó con suavidad, siendo audible para el pelinegro. — Binnie, todo saldrá bien. Te vamos a defender de YuSeok, ni él ni nadie va seguir creando rumores maliciosos de ti.
Vio que finalmente se movió, elevando poco a poco la cabeza mirando al frente, el pelirrojo había notado que su amigo salió tan temprano de casa para evitar otra discusión, ya que, era muy rara la vez que Seo llega a estas horas.
—Chan... — Soltó en un sonoro murmuro, no quiso contarlo antes pero sería un golpe tan repentino para sus amigos. — M-Me iré a Ulsan a la próxima semana. — Volteó a verlo, notando su expresión preocupada. — Mis padres no saben de eso, con mis ahorros he logrado conseguir un boleto.
Era de esperarse, aunque quisiera que esté con él en casa, asintió para sí mismo relamiendo sus labios.
—Cuando se enteren, tu padre es capaz no dejarte ir.
—¿Qué esperará de mí? Él lo dijo a gritos, solo seré una vergüenza para todos.
—E ir con los militares no va solucionar en nada.
—Mi madre intentó que todo sea igual, pero no quise soportar nada, además no traje mi almuerzo.
—Binie, me gustaría que vivieras conmigo. He hablado con mis padres antes y ellos aceptan que sigamos siendo amigos, pero les mencioné sobre lo de anoche, dijeron que si las cosas no salen bien en estos días, puedes quedarte con nosotros.
—Creo que será mejor irme contigo, pero, no sé cómo voy a decírselo a los chicos. SoYeon y YuNa no lo soportarían.
—Puedes decírselo cuando te des de baja, te ayudaré en que nadie de aquí se entere.
—El viernes hablo con la directora, dejaré un poco mis sueños a un lado y empezaré de nuevo allá.
—Mantengamos nuestra amistad a distancia, ahorraré suficiente dinero para verte. Me alegra de que tu abuela te haya aceptado y puedas vivir con ella, espero que encuentres tu primer amor en Ulsan.
—Te lo contaré cuando eso suceda. — Sonrió ligero, pero un poco entristecido. — Gracias por darme tu apoyo, a todos les va sorprender que me gusten los chicos a pesar que aquí tuve una novia.
—Solo estás siendo feliz, avisaré a mi padre de que vas a estar con nosotros, te esconderemos de tus padres.
—De acuerdo, echaré demasiado de menos esta escuela y a ustedes.
—Hagamos videollamadas en los fines de semana, no hay de qué preocuparse.
Por más que intentó sonreír con felicidad, no pudo, al menos está al cien por ciento convencido que nada va impedir de irse, además ya tiene una buena edad para intentar independizarse, obtendrá su título como médico y un buen trabajo, nada va impedir que solo por su preferencia de amar, es consecuencia que no será feliz, seguirá adelante solo, teniendo el apoyo y el consuelo de las personas que se quedaron a su lado.
No hay nada de que demostrar para este mundo, todos son libres de ser como uno quiere ser, libres de tener una preferencia de amar, no le importa en lo absoluto los futuros malos comentarios, solo le importa demasiado su felicidad, y él mismo.
Bangchan se levantó un poco de su asiento para abrazarlo, lo cual ha sido correspondido.
—No me vayas a olvidar, hermano. — Apretó un poco el abrazo.
—No lo haré, esperaré las veces que quieras verme.
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