
Capítulo 14
Las clases finalizaron, Félix tendría que ir a la florería para hablar con la señora Soo con la elección de diseños para la decoración, ha hecho muchas combinaciones en sus bocetos, agregándole las flores favoritas de la futura novia, caminaba hacia la salida del campus para ir a la parada de autobús, ha salido un poco tarde y tenía hambre ya que hay una probabilidad que comenzarán con pequeñas pruebas, no supo de ChangBin después del almuerzo pero para nada han cruzado palabras, a la vez prestaba atención en la plática con sus amigos ya que no quería que el chico notara de sus sentimientos, se preguntaba si lo habrá notado o está haciendo bien tratar de no actuar con obviedad, tremendo desastre que hay en su mente, con suerte pudo concentrarse en las clases, no puede encontrar una oportunidad para la fiesta de RyuJin ya que no le gustaría bailar con él y no confía que HyunJin guardara silencio, lo que si admite es volverlo a ver y que suceda lo que su imaginación crea o lo que el tiempo le tenga preparado.
Se preguntaba cómo sería besarlo, con suerte no llegó a ese síntoma donde besaba una almohada o peluche solo porque el sueño era real, o simplemente dejarse en ese sueño estando despierto como JiSung le ha contado, hizo una diminuta mueca mientras sus manos jugaban con las correas de la mochila, quiere sentir ese maravilloso cosquilleo a pesar que a veces posaba su mirada en los labios de ChangBin, un poco resecos o manchados de chocolate, pero no perdían su color.
¿Qué debería hacer para llegar a ese momento? No tiene que ser tan pronto y mucho menos a la próxima que se vean.
Estaba tan apegado en sus pensamientos que no se percató la presencia de esos chicos, quienes comenzaron a seguirlo desde que salió del campus, aquellos estaban reunidos hablando de lo que sea, cambiando sus planes un poco para divertirse, riéndose bajo y murmurándose entre sí, YongMin tomó al rubio del hombro para obligarlo a voltearse, provocando que diera un sobresalto del susto, sonriendo burlón al percatar esa mirada de miedo con una pizca de odio.
—Hola florecita, ni un adiós dices. — Habló el chico evitando que Félix diera un paso más para irse. — Casi no te vemos, cuéntanos ¿El idiota de HyunJin ya es tú novio? O ¿Será MinHo?
—Déjame en paz. — Trató irse pero DongYul lo evitó.
—¿Por qué tanta prisa, preciosa? — Trató de tocarle la mejilla, el rubio lo evitó alejándose de él. — Podemos acompañarte a la florería, los negocios de nuestros padres están cerca ¿lo olvidas?
—No iría a ninguna parte contigo.
—¿De verdad? — Alzó una ceja mirando a dicho chico que había borrado su sonrisa. — Eso no lo decías cuando JungHwa te lo decía. — El nombrado cruzó mirada con Félix, detesta de como le recuerdan a ese sujeto y más verlo cada que lo molestan. — Solo por querer estar con él, aceptabas.
—Eso sucedió en la secundaria ¿Por qué sigues jodiendo con eso? — Soltó JungHwa. — Piensa en tu querido amigo que aún siente asco por jugar con este marica.
—Asco debería tener por querer llegar a besarte y hacer esos intentos. — Respondió Félix a la defensiva, mirando con odio hacia el pelirrojo. — Si no querías sentir asco ¿Por qué hiciste esa apuesta?
—Porque era divertido la cara de idiota que ponías, pero más de ver como sigues siendo la misma basura. — Respondió, acercándose a él para tomarlo del cuello de la camisa, el chico es un poco alto que él, a la vez ponía sus pies un poco de puntillas. — Ya sabíamos que eres un maricón, y jugar contigo nos divierte.
—J-JungHwa... — Balbuceó al sentir ese terrible miedo de ser golpeado. — S-Suéltame. — El chico negó, mientras el resto ansiosos lo que este podría hacer.
—Vamos, defiéndete. Veremos si tus golpes mejoraron, siempre me daban cosquillas y al primer golpe que te damos lloras. — Félix puede contener sus lágrimas, las cuales hacían que sus ojos picaran.
JungHwa es el chico que le tiene miedo, a pesar que en estos años él y sus amigos siempre tuvieron a Félix como su juguete, después de esa broma de mal gusto el resto de sus años de secundaria fueron las peores, alguien lo defendía siendo sus amigos o sus antiguas parejas, en la preparatoria fue un alivio pero se los topaban en la calle donde el padre de YongMin también tiene su negocio allí, aprovechaban las veces que está solo y llevarlo a callejones o sitios para que nadie sepa lo que pasa, solo porque a Félix le gusta los chicos, y sus agresores les divierte su debilidad, que no pueda pelear o ser como los otros chicos.
Haga lo que haga, esto no se detendrá, no sabe si en algún momento a pesar que trata de ser lo suficiente fuerte para enfrentar esto, terminara derrumbándose. Félix es un chico fuerte pero a la vez no lo es, como cualquier ser humano siente miedo y más cuando se siente en peligro, sabe como va terminar esto, bueno, si corre con la suerte de no terminar golpeado e ir adolorido a la florería.
Su cuerpo comenzaba a temblar, ha llegado a golpearlos y ha sido inútil, ha tratado de dejarlos en su lugar pero le contradecían o simplemente lo golpeaban, pedir ayuda es lo más inútil que podría hacer, eso le queda en claro en dichas situaciones que sucedió.
—La florecita quiere llorar. — Habla HyoSuk. — ¿No quieres al menos patearle las bolas? — Lo retó.
Dos de ellos rieron pero el pelirrojo se mantenía serio, conteniendo su enojo averiguando si será hoy para golpearlo, bueno si dice algo conveniente.
—Deberías dejar de decir las cosas si no estarás seguro de hacerlas. — Soltó. — Vamos, preciosa, defiéndete.
Cada que le pedían aquello termina mal, por la calle no había gente que quiera salvarlo, mucho menos un docente rondando por allí, está jodidamente muerto si complace a estos imbéciles en golpear a cualquiera, para que al final lo llevaran a un sitio silencioso del campus.
—P-Por favor...
—¿Ya deberías estar con mamá? — Indagó con burla. — ¿El bebé quiere a su mamá?
—J-JungHwa no me hagas esto.
—Solo es un golpe Félix, te damos grandes consejos y ni te defiendes. — Negó el aludido asustado cuando alzó la mano, cerrando sus ojos de golpe, empuñándolos con fuerza mientras se hacía pequeño. — No te va arruinar el maquillaje si es lo que piensas.
—Procura de golpearlo en el estómago. — Avisó YongMin, viendo la escena con los brazos cruzados. — No queremos que su novio vea lo que le hicimos a su niñita.
—Mejor cuéntanos, ¿Qué se siente andar con un hombre? — Indagó DongYul acercándose, para tomar al rubio de las mejillas sin ser liberado por el pelirrojo.
Félix se movió para librarse, de nuevo ambos chicos lo evitaron, no puede librarse para huir de ellos, aunque si eso sucediera lo perseguirán hasta alcanzarlo, escuchaba esas palabras de siempre mezclándose con palabras llenas de amenazas y de como debería dejar de gustarle los chicos, ellos se reían y se turnaban para espantarlo con que lo van a golpear, mientras su cuerpo está inmóvil por JungHwa.
Recibió un golpe en el estómago, solo por querer comenzar a llorar, provocando que sus ojos se llenaran aún más de lágrimas, el vacío que llevaba era para que el dolor sea insoportable, haciendo que se retorciera soportando soltar un quejido o grito, JungHwa iba darle otro golpe pero alguien tomó su antebrazo, cuando finalmente sintió libertad elevó la mirada, encontrando a ChangBin impidiendo que el pelirrojo le diera otro golpe, las sonrisas de sus amigos desaparecieron.
ChangBin lo miraba enfadado, no importa que la diferencia de estatura signifique que no podrá con los agresores del rubio, Félix sin dudarlo se acercó donde está el chico que acompaña a su amigo, ellos tenían la mirada en el pelinegro, ninguno hizo que el rubio regresara al sitio de antes.
—¿Y tú quién eres? — Indagó JungHwa con voz grave.
—Alguien que no te gustaría saber.
—¿Serás el novio de la florecita? — ChangBin rio amargo.
—¿Qué importa si lo soy? — No hubo una pizca de diversión, como respuesta el pelirrojo lo empujó, librándose de su agarre.
—Vaya, al parecer serás quien le va proteger el culo también.
—No quiero que te le acerques.
—Nos lo dijeron varias veces.
—Félix nunca les ha hecho nada para que ustedes vengan a joder ¿Quién eres tú para decidir su orientación por él? — El mencionado recordó la vez pasada cuando se topó con ellos. — Si tanto te dan asco los homosexuales, es mejor que te largues a otro lugar.
JungHwa sonrió de lado, una sonrisa ladina y amarga, miró a sus amigos para después a ellos, alzó ambas manos como señal de rendirse, siendo evidente que se burlaba de ChangBin, fingiendo lo cuán arrepentido está por molestar a Félix.
—Será mejor irnos. — Sus amigos entendieron, soltando sonrisas burlonas. — El príncipe llegó por su princesa.
Giró sobre talones para irse, caminando a la par mientras hablaban entre sí, Félix trataba de soportar el dolor de su abdomen, suponiendo que no podrá comer mucho ya que el golpe ha sido tan fuerte, soltando diminutas muecas mientras se quitaba las pequeñas lágrimas con el dorso de su mano, JeonGin lo abrazó por los hombros sumamente cuidadoso para no alterarlo, ChangBin miró a Félix preocupado, se acercó a él para examinar si no tiene una herida aparte del dolor estomacal, de nuevo el rubio se sentía un poco inútil por no defenderse como debería de ser, así para alejar de sus agresores y no ser la carga para alguien más.
No quería que ChangBin los enfrentara, no sabe cómo serán las consecuencias pero siempre cuidaba que el pelinegro no apareciera, el menor de ambos no sabía como tranquilizarlo ya que estaba llorando, tiene miedo que también se meta en problemas, es suficiente con sus tres mejores amigos.
—¿Estás bien? — Félix negó. — Oye, yo te ayudaré en esto solo... — Él volvió a negar.
—¿P-Por qué? — Soltó tan bajo en un hilo de voz. — ¿Por qué tú? — Ninguno pudo percatar lo que dijo, JeonGin se acercó para escucharlo pero se alejó, librándose de su agarre.
—Oye yo no... — El pelinegro mayor hizo un ademán que se encargaría.
—Puedes irte sin mí... — Quizás Lee no está cómodo que un desconocido esté presente. — Por favor.
JeonGin sin decir algo percató la orden, asintiendo para después irse con la idea que ChangBin se lo contará después, le dolía ver al rubio así y más cuando se exhibió asimismo, suponiendo que era eso que quizás estará pensando porque no hizo nada, dándole un poco la espalda para que después venga a salvarlo, eso le temió.
—Félix.
—No debiste ayudar. — Eso confundió al contrario. — ¿P-Por qué? Si yo no quería que te los enfrentaras.
—¿Por qué me dices eso?
—Te van a molestar, a ti y al chico que vino contigo. — Dijo refiriéndose a JeonGin. — Yo... n-no quiero ser una carga para ti también.
ChangBin sintió que un pedacito de él se quebró, una punzada al ver que el chico le diga esa clase de palabras, más ver esa expresión de tristeza con una mezcla de dolor, el brillo de sus ojos siendo así por la causa de las lágrimas.
—Será mejor que no me ayudes en nada.
—¿Y dejar que te sigan molestando? ¿Dejar que en un día de estas hagan algo grave?
—F-Fui un idiota, no debí hacerle caso a él para que nada de esto pasara.
—Félix no es tu culpa, cualquiera de ellos quien ha sido el chico que te gustó, él fue quien jugó contigo a sabiendas de como van a terminar las cosas, eso quedó en el pasado y consideraste al primer novio que tuviste, alguien que te gustó por primera vez. — Caminó hacia él para hacer que elevara la mirada, él se alejaba. — Félix, te está recordando el pasado una y otra vez solo porque te molesta, tiene el poder en ti porque sabe que no podrás hacer nada.
Sorbó la nariz, todo lo que dijo ChangBin es verdad, aunque eso no le afectara recordar que JungHwa fue el primer chico que le gustó, es inevitable no sentir un poco de culpa ya que su odio hacia él es grande, se arrepiente por conocer a un chico así. La punzada en su estómago le molesta, más cuando gruñía exigiendo comida, Félix no hizo nada cuando ChangBin intentó acercarse pero no hizo nada para abrazarlo.
ChangBin está seguro que el chico pelirrojo es el que jugó con el rubio, ya que soltaba cosas del pasado solo para molestarlo, le provoca enojo al ver que es la forma de divertirse mientras Félix se llenaba de odio, incluso sentirse culpable.
—Tú no eres la carga de nadie, solo te están protegiendo de estas personas, no todos necesitan alzar un golpe para defenderse.
—N-No quiero que me golpeen, quiero que me dejen en paz.
Finalmente el pelinegro terminó por abrazarlo, siendo correspondido en segundos, Félix empuñó sus ojos enterrando su nariz y boca en el hueco su cuello, podía sentirlo hipear restándole importancia de mojarse por las lágrimas.
ChangBin se encontraba completamente enojado, no podía negar que detesta a ese chico, a pesar que no sabe mucho sobre ese tema. Pero para ambos, el calor del otro les tranquilizaba, sintiéndose seguros entre el abrazo, lo contrario cuando abrazan a sus amigos solo por protección, algo que no quieren romper. Quizás hay dichas cosas que no lo han notado, ya que ambos podrían estar seguros que el otro no siente este maravilloso sentimiento, la causa de sus pensamientos o suspiros mientras sus acciones son tan discretas, teniendo en mente que dichos actos no tienen que confundirse con una intención romántica, confuso para ellos y a la vez un milagro.
ChangBin abrazó un poco más a Félix, quien no paraba de llorar, pero tampoco soltarlo.
—Verás, puedes borrar dichos recuerdos del pasado. — Rompió el silencio. — Porque es tu vida y tus memorias, no es tu culpa lo que hacías en esos momentos, ellos sabían lo que hacían y tú solo creíste que será un buen romance, si le dieras asco ¿Por qué aceptaría un reto?
Si, lo mismo se lo preguntaba, recordó que al mencionar lo mismo y otras palabras más, recibió la peor paliza. El dolor en el estómago sigue igual de insoportable, pero no le importaba, solo quería tranquilizarse entre los brazos del chico, quien trataba de encontrar la manera de mostrarle que todo está bien.
—Has tenido lindos noviazgos y está bien, nadie sabe lo que sucederá después, el primero o el segundo podemos estar conscientes que esa persona podía ser el amor de nuestra vida. Podemos llegar a caer por culpa de las personas que nos lastiman, no sabemos quienes entran a nuestras vidas, pero lo que sí, te puedes dar cuenta quien te quiere de verdad y quienes se quedarán, te apoyarán, te defenderán porque eres importante para ellos.
—ChangBin, debería estar en la florería ahora.
—No dejaré que huyas. — El rubio se separó un poco para mirarlo a los ojos, quitándose las lágrimas, estando confundido por su respuesta. — No voy a permitir que me pidas que me aleje cuando estés en peligro, somos hombres, si, pero nuestro género siempre nos han dicho que tenemos que ser como tal. No te fuerces porque no puedes golpear como un chico, no te humilles de esa forma solo porque no eres así.
No sabía como sentirse, y más de la forma de como aferró sus brazos en su cuerpo sin lastimarlo, así para evitar que se escapara.
—Félix, mereces a alguien a quien le encantes, a quien no pueda dejar de mirarte o buscarte, mereces a quien nunca te haga dudar si te quiere o no, que luche contra el sueño porque no quiere dejar de hablar contigo, mereces a quien te dé los buenos días cada mañana, quien te sonría cuando te ve haciendo una de tus locuras, mereces a quien nunca le guste dejarte dormir enojado, alguien que cante contigo tu canción favorita, mereces a la persona de tus sueños, quien te regrese la ilusión, quien te haga feliz porque te ama. — Sonrió un poco. — Mereces lo que siempre has deseado.
Sin palabras, solo se quedó callado escuchando esas cálidas palabras, no podía apartar su mirada de la contraria, sintiendo sus mejillas mojadas pero están coloreadas de un rojo carmín, su labio inferior temblaba pero es como si un pequeño destello del sol entrara en esta oscuridad, un destello que con ojos borrosos logró ver, sabiendo que es algo bueno para que quiera llegar hacia él y saber de dónde viene ese brillo, Félix también tiene peores días, igual ChangBin, pero todo después de una terrible tormenta hay un arcoíris que saldrá con la ayuda de los destellos del sol, haciendo que las gotas brillaran dando un lindo paisaje, su significado, es que todo estará bien.
Volvió abrazarlo, pero esta vez posicionando su mejilla sobre el hombro del contrario, rodeando sus brazos en el abdomen y cerró los ojos con un poco de fuerza.
Hay amores que te dan buenos recuerdos, pero también podrían existir amores que te ayudarán y harán lo que sea solo para sentirte bien.
Las flores se marchitan si son descuidadas o maltratadas, pueden llegar hasta morir, pero, volverán a recuperar su color si estas tienen un cuidado adecuado, donde podrán crecer y durar por mucho tiempo.
Así es como se siente Félix a veces, podía marchitarse pero a la vez volver a florecer.
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