Capítulo 12
En el camino, ambos chicos hablaban de como les ha ido en los exámenes y lo tranquilo para Félix pasar la materia de economía, a tiempo pudo salvarse en el parcial. ChangBin ha escuchado que están están formando un grupo para hacer algo al respecto, hasta llegó ver una pequeña reunión cerca en la facultad de derecho, hay alumnos que prefieren no decir nada por miedo o por el hecho de ser expulsados por decir mentiras de esos profesores, Félix le ha comentado de como le está yendo a su amigo MinHo, explicando los casos que sabe y llegó a descubrir, de como tienen miedo de hablarlo para no ser lastimados, otros con el miedo de que dirán sus padres al respecto. Caminaban a la par después de bajar del autobús, es un día soleado con un perfecto clima, faltaban unas cuadras para llegar al lugar ya que de nuevo, Félix tuvo que guiar a ChangBin los caminos a pesar que lo intentó por su cuenta.
Ojalá fuese así cada que salen juntos, que ChangBin tomara caminos equivocados para tener más tiempo con él, de ver su rostro, memorizándolo mientras oculta ciertos pensamientos, cuidando de no soltarlo en voz alta para no arruinar buenos momentos.
El chico vestía tan bien, usaba una camisa color durazno con estampado de un conejito, un cárdigan color azul pastel que las mangas cubrían sus manos, pantalones nada ajustados ni holgados de mezclilla de azul un poco claro. El aroma de su perfume era tan dulce que le gustaría olerlo de cerca, de poder plantar pequeños y suaves besos en su cuello. De oler a él. De abrazarlo por la espalda, rodeando sus brazos por la cintura, alimentando esa sensación cálida que fluye, quizás su corazón está temblando por esa imagen mental, podría comenzar a colapsar o quizás no, solo es cuestión de esperar para que eso suceda.
Sonrió para sí mismo, bajando la cabeza para ocultarlo, el rubio seguía hablando mientras miraba al frente, en busca de ese cartel que venía en la foto. Se sentía nervioso de como podrían salir las cosas buscando alguna forma tan discreta para que ChangBin no notara sus sentimientos, ha estado observando con atención sus expresiones, no puede confundirse el interés con lo amoroso.
—Deberíamos ir a una fiesta en este fin de semana. — Sugirió Félix de la nada, volteando a ver al pelinegro. — Va ser en casa de RyuJin, y bueno, me gustaría que me acompañaras.
—¿No tienes que atender la florería? — Él negó, haciendo un sonido de negación.
—Puedo tomar una hora extra para salir un poco temprano, además tengo que diseñar para un arreglo, aún no escojo las flores indicadas. — ChangBin lo miró.
—¿Haces arreglos para eventos?
—Claro que hacemos arreglos, ganamos muy bien pero cuando se trata de flores, es donde me buscan. — Suelta una diminuta sonrisa. — Y más en emergencias románticas.
—Solo porque eres un experto, es hermoso. — Murmuró, Félix no lo escuchó, vio que se detuvo y se paró al frente, haciendo que se parara de golpe.
—Llegamos. — Dijo, señalando con su cabeza a su costado. — Al parecer venden deliciosos postres, he traído más dinero si no nos alcanza.
—De acuerdo. — Respondió apenado, recordando el lugar perfecto que JeonGin indicó. — ¿Te encantaría en la terraza? — Asintió el contrario. — Vamos.
—Me encanta comer en la terraza a ciertas horas, dentro de un poco el clima estará fresco.
—O-Oh, ¿En serio? — Entraron al lugar, saludando a los meseros que les dieron la bienvenida. — Recuerdo que te gusta la malteada de chicle.
—Y a ti el de café.
Subieron por unos escalones para llegar a la terraza, con suerte encontrando lugar, el área está decorado de plantas, begonias dobles de color rosa y begonias tuberosas de color naranja, y focos redondos de luz amarilla. Ambos tomaron uno disponible, echando un vistazo al menú, efectivamente venden como lo demuestra en la publicidad, aparte de malteadas venden cualquier tipo de comida dependiendo la hora. Félix trataba de no pedir mucho, apretó un poco sus labios recordando los consejos de HyunJin, no es tan bueno en ligar ya que la primera que haya contacto visual lo pone nervioso, Félix no es experto en ser él en dar el primer paso, es complicado y quizás eso le hace lucir como un idiota.
Para los ojos de sus amigos, es tan obvio lo que siente por esa persona por más que lo disimule, preguntándose si ChangBin notaría que se vistió perfectamente bien, sus palabras balbuceantes o sus intentos de miradas de cariño, no quiere que sus actos sean ridículos, eso le pone un poco de malas.
Después de que su orden haya llegado, entre ellos se había formado un gran silencio, ChangBin miró a Félix, quien está apegado en sus pensamientos, no puede parar de verlo y pensar lo bien que se ve, buscaba un buen tema para no aburrirlo, quizás sea una mala idea hablar sobre intereses amorosos y esas cosas solo para conocerlo en ese aspecto, Bangchan y SoYeon le darían un golpe por tener esa semejante estupidez, pero tampoco tocaría temas delicados para hacerlo sentir mal, soltó un suspiro dándose por vencido, suplicando que no vaya arruinar nada.
Giró a verlo, encontrándolo apreciando las Begonias que estaban cerca, veía su precioso perfil y enfocó en sus labios color carmín, preguntándose si tendrá la oportunidad de besarlos, si serán suaves y dulces como parecen.
—¿Cuál es tu tipo ideal? — Inquirió, desviando la mirada en sus ojos cafés, quien lo observaba curioso.
—¿Mi qué?
—Tu tipo ideal. — Repitió. — No me lo malinterpretes, solo me gustaría saber qué clase de chico te gusta.
"Bien, ChangBin, lo acabaste de cagar" Se maldijo mentalmente. Félix no sabía si era una indirecta tan directa o de verdad quiere saberlo, ladeó la cabeza sin saber qué hacer, llorando internamente por ser un cobarde en no soltarlo todo, sin importar que el pelinegro diga que es muy pronto para eso o no sienta nada, lo entendería.
Prefirió tomarlo como una simple charla, una curiosidad sobre los gustos amorosos del otro.
—Soy una persona que ama demasiado el afecto, el desinterés es un asco. — Habló dudando si está bien. — Adoro que me regalen peluches, mis flores favoritas o chocolates con alguna nota, sin importar que tenga dos palabras. — ChangBin no dijo nada, sabía que diría algo así. — Las citas nocturnas son las más lindas, no importa si pasear por el parque o platicar sentados en la banqueta comiendo algo. Se ve que pido de más, prefiero los chicos con responsabilidad afectiva, que sepan lo que hacen y lo que quieran, porque no me gustaría ser un experimento. — Jugaba con el popote. — Que tenga objetivos, sueños, que sepa que un pequeño detalle lo aceptaría con una sonrisa.
ChangBin arqueó ligeramente sus comisuras, tratando de no sonreír, en verdad cuando uno piensa de cómo tiene que ser su tipo de relación, es inevitable sonar cursi ya que esa clase de sentimientos son los más dulces, encontrar a alguien que tenga las mismas preferencias es complicada, y lo sabe, solo es buscar al indicado o... simplemente que llegue.
—Solo un idiota pensará que el desinterés es lo mejor. Últimamente creen que es una buena técnica para enamorar.
—Solo subirías el ego, buscan para llamar tu atención, y cuando lo tienen solamente se van.
—¿Te ha pasado alguna vez? — Félix emitió un sonido de afirmación.
—Cuando salí del clóset, el chico me trató tan bien que creí que sería mi primer novio. — Lo mejor de estar a su lado, podía sentir confianza, aún cuidadoso prefirió contar. — Al principio me mandaba el almuerzo o lo encontraba en mi mesa, las salidas habían sido de lo mejor que... esperaba el momento que me besada, pero jamás sucedió.
—¿Aún así aceptaste ser su novio?
—No, el desinterés comenzó de la nada y eso me confundía, he tenido charlas con mis padres de no tomar esos actos como amor porque eso no debe ser dañino. — Los señores Lee fueron perfectos en indicarle un buen camino. — Lo peor fue cuando no obtuvo lo que quería, me lastimaba emocionalmente porque había cosas que no quería, para él soy un niño tan estúpido que sueño despierto, que caí con facilidad pero no lo suficiente para ser un idiota. — Notó su voz entristecida, era lo que ChangBin debió evitar al percatar que es un asunto delicado, pero está bien escucharlo ya que sabrá un poco más de su pasado. — Ese chico, hoy en día es mi agresor. Él hizo un trato con uno de sus mejores amigos pero perdió, en ese entonces nadie me molestaba cuando me enteré. Él y sus amigos se reían de mí por haber sido un ingenuo, tachándome que soy yo el culpable. En esos tiempos creí que si, hasta que llegué con la conclusión que no hice nada malo, ellos son los culpables.
ChangBin sintió un hueco en su pecho, quedándose sin palabras, se sentía un poco molesto pero tan triste por los años que lo molestan, como supo, sus años de secundaria fueron más o menos, JiSung se arriesgaba con tal de que lo dejaran en paz, sus compañeros no hacían nada al respecto y tampoco le hicieron la vida imposible.
—Lo bueno fue que el imbécil perdió. — Continuó. — Al menos me enteré antes de que haya sido tarde. Fue un alivio al no tener un novio como JungHwa, pudo haber sido una verdadera pesadilla.
—Eres bastante listo para darte cuenta. — Se sintió avergonzado, suponiendo que lo ha lastimado. — Lo que hacen esas personas es jugar y hacer que creas que te aman de verdad, por más inexperto que podrías ser, no significa que seas fácil o un ingenuo.
—Eso dolió y no fue fácil, lo superé cuando comencé a odiarlo. — Suspiró. — Una vez, salí de casa a las altas horas de la madrugada y fui a un parque cercano, admiraba el cielo, pensaba las cosas malas que me hizo que no lo había notado antes, lo analizaba todo y supe que las palabras se las lleva el viento, por eso aprendí a fijarme en las acciones.
Félix es valiente, ha soportado mucho para que siga brillando, no importa lo que diga su forma de aparentar ya que en realidad ha enfrentado terribles tormentas, a pesar que llegara salir lastimado y con lágrimas en sus ojos porque sus sentimientos también han sido aplastados, sigue demostrando ese brillo resplandeciente. Es donde ChangBin sin dudarlo lo decidió, lo protegerá de las personas que lo lastiman, de ayudar que todo lo que le atormente tuviera un alto y ser él en demostrar que siempre estará para él, lo ayudará en lo que sea porque ya se volvió importante para su vida, y Félix se está volviendo en algo que no le gustaría perder.
Es donde ChangBin pensó, ser el indicado para Lee Félix, ser un lindo recuerdo para él, en alguien que podría cuidar tanto de él demostrando su amor sin miedo y sin pensar lo que dirán los demás, es verdad que a la sociedad odia lo diferente, eso no tiene que tomarse en cuenta ya que son solo ellos viviendo su vida, decidiendo para uno mismo. Los amores diferentes son de lo genial, y en ninguna debería ser dolorosa para querer volver amar, bebió su malteada con tranquilidad escuchando un poco más de los gustos del rubio ya que no quiso cambiar del tema.
Tiene grandes expectativas en el amor, YuNa diría que es su alma gemela si llegase a contarle de esto para saber quién es el más cursi. Cuando fue su turno, ChangBin tiene pocas cosas al respecto, aún seguía encontrando cuales son esas expectativas y una es encontrar a un chico sumamente tierno, tratando de no describir a Félix a la perfección, aunque no podía apartar su mirada con la contraria.
—Debe ser algo que te guste. — Animó Lee después de beber su malteada. — Es válido que quieras cambiar con algunos gustos, dijiste que preferías a las chicas antes y hasta novia has tenido, pero conservaste el gusto de que la persona sea lo opuesto de ti en el aspecto de como aparentas.
—La ropa color pastel y clara no encaja en mí, el rosa es un color que detesto.
—A mi desagrada los deportes, no soy bueno en ninguno y no es porque temo ensuciarme o salir lastimado, solo que no soy como los demás chicos.
—Pero amas los videojuegos, te encantan los autos y cosas que a un chico le fascinaría.
—Deberías ir a mi casa algún día, he comprado unos nuevos en el mes pasado, solo que voy a confiar que llegarás sin perderte.
—¿De verdad? — Asintió el rubio.
—¿Una tarde o una pijamada?
—¿Piensas invitar a tus amigos?
—No lo sé, si es así podrías ir, solo hay que ponernos de acuerdo. — ChangBin sonríe.
—Bien, me anoto.
Félix había armado el valor de invitarlo en algo, ser él en hacerlo y no esperar un mensaje donde ChangBin quiera verlo, quizás no sea una mala idea que conviva con sus mejores amigos, además no quiere estar solo para su siguiente fase, teniendo en mente de tener una charla tan seria con ellos y sobre todo con Hwang HyunJin, ahora el obstáculo sería convencer a esos tres en que no lo vayan a dejar solo.
—¿Hoy te toca estar en la florería? — La voz del pelinegro lo sacó de sus pensamientos.
—No, hasta mañana después de clases. El día de hoy descansamos ya que mi mamá pasará el tiempo con papá, así que es una ventaja para el resto de la familia.
—¿Tienes hermanos? — Negó el rubio.
—¿Y tú?
—Tampoco, pero considero a mi mejor amigo como uno.
—Oh ¿Es SeungMin?
—Se llama Bangchan. — Recordó. — Él está en mi antiguo hogar, el resto y yo nos hacemos videollamadas.
—Me gustaría saber más de ti, lo que hacías allá en Seúl, quizás haya un mal recuerdo que no me gustaría incomodarte.
ChangBin no negaría que ha sido un mal recuerdo, hasta sigue adolorido por eso, que sus padres y algunos de sus amigos le hayan dado la espalda, disfrutaba un poco más su malteada de café antes de responder.
—Mejor después, no te preocupes por eso ¿si?
Félix comprendió, asintiendo mientras sonreía, tiene que darle tiempo si se trata de algo delicado, ya que en ChangBin no notó alguna expresión o algo que demuestre estar triste, solo esperará el día que quiera contarle o el porqué desvía un poco dichos temas, Félix recordaba lo muy poco cuando le dieron la espalda, ChangBin es un chico social y amable que sabe hacer amigos con facilidad, alguien que no hace lo posible por encajar, quiere saber más de él, de escucharlo sin importar que eso sonara tan íntimo.
Así como ChangBin, espera que Félix hable sobre esos chicos que le molestan, así para poder ayudarlo y empezará contra el profesor de economía, la sensación de querer cuidar al otro está apareciendo, preguntándose si serán capaces de hacerlo.
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