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ESPECIAL - Siempre te he pertenecido parte 2

Eran las siete de la mañana cuando el ruido de su celular sonando con insistencia lo sacó de un hermoso sueño con aquel rubio de tierna mirada.

Sin ver de quien se trataba, tomó el aparato y contestó con la voz ronca y adormilada.

—¡Diga!

—¡Buenos días dormilón, ya levántate! —la dulce y cantarina voz de Jimin sonaba al otro lado de la línea y eso hizo sonreír en grande al mayor.

—No quiero, es muy temprano, además estaba soñando muy bonito. —dijo el otro con una voz tierna llena de reproche.

—¿A si? Cuéntame... ¿Qué soñaste?

—No, si te cuento ya no se hace realidad... —dijo Yoongi despertando un poco más, se sentó y se recargó en la cabecera de la cama mientras tallaba sus ojos con fuerza.

—Que malo... no me digas pues, pero ¿Qué crees? creo que te llegó un paquete.

—¿Un paquete? ¿De que hablas loco?

—No se, un pajarito me dijo que afuera de tu puerta había un paquete... —dijo el rubio con falsa inocencia en su voz.

Yoongi de inmediato se levantó y con paso torpe se dirigió a la puerta de su departamento, al abrirla y mirar abajo, efectivamente, estaba ahí una caja junto con una nota, tomó ambas cosas y se soltó riendo, mientras sostenía el teléfono con su cabeza y su hombro con las manos abría la nota.

—¿Qué es esto Park? —preguntó con cierta diversión en sus palabras.

—Averígualo...—dicho esto el menor colgó emocionado.

—Es lo que... oye... ¿Me colgaste? —el pelinegro no podía creer que le acababa de colgar el teléfono, se quito el aparato y lo dejo sobre la mesa, estaba sonriendo como tonto "Vamos a ver que tramas Park" dijo para sí mismo mientras leía aquella nota.

"¿Sabes lo difícil que es encontrar unos pantalones tan feos a las dos de la mañana y tenerlos listos en la puerta de tu casa antes de las siete? Mas te vale ponértelos y ser puntual, a las seis en nuestro lugar de siempre..."

Yoongi sonrío emocionado, abrió aquella caja y encontró un par de pantalones a cuadros, iguales a aquellos que añoraba tanto y que uso en múltiples ocasiones cuando era novio de Jimin, aquellos pantalones que el menor siempre le decía que eran horribles, pero en el fondo sabía que lo decía solo para molestar, por que sabia que eran sus favoritos.

Jimin era un manojo de nervios, había tenido tanto que hacer y tan poco tiempo para lograr que,  aquel loco plan que se le ocurrió cuando el mayor le pidió ser su novio se llevará a cabo, pero nada era imposible para Park Jimin, con ayuda de Ashley hicieron todo, la rubia se había molestado por ser despertada a la 1:30 de la mañana por un Jimin vuelto loco, de felicidad, de nervios, de estrés.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué me despiertas a estas horas? —dijo la mujer mientras Jimin no dejaba de zarandearla con fuerza para que despertara.

Jimin le contó todo lo que había pasado horas antes en casa de Yoongi y le contó sobre su plan descabellado.

—¿Y quieres que hagamos todo eso ahorita? ¿Para que esté listo antes de las seis de la tarde?

—Ash, por favor, nunca te pido nada, ándale... sin ti no puedo, ayúdame, sabes que es lo que más quiero... lo sabes.

—Aggggg eres un manipulador... dame mi laptop, yo consigo los pantalones y tu encárgate de lo otro,  ahora quítate de encima que pesas. — decía mientras empujaba a cierto rubio que se había subido a horcajadas sobre la chica en su afán por despertarla.

—Eres la mejor —emocionado dejó un beso en su frente y se levantó apurado a pasarle la laptop a la chica mientras él buscaba la suya y se ponía manos a la obra.

Se durmieron a las 4:30 de la mañana, pero todo había quedado listo, al menos la primer parte del plan, Jimin llamó a Yoongi para avisarle del paquete que gracias a Ashley ahora estaba afuera de su puerta, y ahora tenía que ponerse manos a la obra para preparar todo lo que faltaba.

Llegó al bar lo más temprano que pudo, Sam, el dueño de aquel lugar, escuchó atento el plan del rubio y sin dudarlo aceptó ayudarlo, conocía a aquella pareja desde hacía tantos años y le emocionaba que cosas así ocurrieran en su local.

De inmediato reunió a algunos de sus empleados y les pidió que ayudaran a Jimin, no eran gran cosa, pero para Jimin significaba el mundo entero.

La hora había llegado, Min Yoongi, puntual por excelencia, estaba afuera del bar dos minutos antes de las seis, vistiendo sus pantalones a cuadros sintiéndose fabuloso y rejuvenecido, sintiendo ese poder que le hacía sentir vestirlos en sus años de juventud, algo estúpido pensaba él, pero se sentía bien, así que sonrió y entro decidido al bar, seguía sin entender nada, estaba nervioso pero emocionado.

Al llegar se dirigió a la barra y Sam solamente le sonrió, después vio que el hombre levantaba su pulgar en señal a dios sabe dónde y todas las luces del bar se apagaron de pronto.

Una sola luz se encendió, la del escenario, y ahí estaba él, Jimin, siendo el centro de atención, iluminado preciosamente por aquel reflector, vistiendo un overol una talla más grande que el, viéndose terriblemente tierno y ardiente para los ojos del pálido parado justo enfrente, con las manos dentro de sus pantalones, sonriendo sin entender nada sin poder despegar la vista de aquel menudo hombre de cabellos rubios.

Una melodía demasiado familiar comenzó a sonar y una tersa y suave voz comenzó a cantar aquellas palabras que él conocía de memoria, era Jimin, cantando su canción, Wouldn't it be nice de los Beach boys...

El público aplaudía emocionado, Jimin lo estaba haciendo de maravilla, parecía que se había dedicado toda su vida a cantar y a los escenarios, pero era algo totalmente fuera de la realidad.

Al principio Jimin estaba nervioso, Yoongi lo sabia, tenía la punta de su nariz roja y sus ojos más pequeños de lo normal, se pasaba la mano por el cabello constantemente, y conforme la canción fue avanzando y el público lo recibió de tal forma, el más joven se relajó y se apoderó de ese escenario, sin dejar de regalar coquetas miradas al mayor, quien no paraba de sonreír y de mover sus labios formando las palabras que hacían la letra de la canción.

Al terminar todo mundo aplaudió, escuchó unos gritos y silbidos demasiado fuertes y escandalosos que no tuvo siquiera que mirar para descubrir que pertenecían a sus dos revoltosos y escandalosos amigos, pero toda su atención seguía centrada en una sola persona.

Cuando Jimin bajó de un brinco del escenario, un letrero de luces neón justo en el centro del escenario, se encendió y simplemente decía "SI"

Jimin se acercó nervioso y agitado, todo el bar lo seguía con la mirada, sin saber nada de lo que ocurría pero curiosos por averiguarlo.

—¿Si? —preguntó Yoongi sin poder dejar de sonreír enormemente mostrando sus encías rosadas y sus pequeños y blancos dientes. —¿Si que Park?

Jimin se paró seguro frente a él, lo miró a los ojos, rodeo el cuello contrario con sus manos —Si a tu pregunta de ayer... Si quiero ser tu novio... ¿Y tú? ¿Quieres ser el mío? —su respiración estaba tan agitada por la adrenalina de haber cantado frente a un público y por estar parado frente al amor de su vida esperando una respuesta la cual conocía pero esperaba ansioso por escucharla de sus labios.

—Si, maldita sea, si, un millón de veces si. —dijo el pálido soltando una sonora carcajada mientras enredaba sus brazos en la cintura del más bajo y lo levantaba en su euforia.

Jimin solo rio fuerte también, la felicidad se veía en sus ojos y en su sonrisa, y simplemente unió sus labios a los del mayor en un casto besos y todo el bar estalló en gritos y aplausos.

Yoongi dejó en el suelo a Jimin, ambos se tomaban de la mano y Yoongi cubría su rostro con su otra mano libre, estaba muy avergonzado, odiaba ser el centro de atención, y la gente no dejaba de mirarlos, de gritarles puras cosas positivas. "¡Felicidades!" "¡Así se hace!" "¡Eso es amor!"  "¡Vivan los novios!" y todos festejaban a salud de los ahora novios, que los allí presentes habían pensado que había sido una propuesta de matrimonio, pero no estaban ellos para corregirlos así que solo agradecían con pequeñas reverencias con su cabeza mientras se dirigían a su mesa de siempre, la cual ahora era mas grande, rodeada de sillas que eran ocupadas por personas que eran importantes para ese par... Taehyung, Hoseok, Ashely, Minho, Jungkook y ¿Seokjin? eso le pareció extraño al mayor, pero aun así lo saludo con gusto, nada podía opacar la felicidad que sentía en ese momento.

Todos los felicitaron, todos estaba felices y todos querían expresar que por fin se habían decidido a estar juntos.

Esa noche no fue la única sorpresa, Taehyung y Hoseok tenían algo que contar... y por su parte Jungkook y Jin también.

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