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ESPECIAL - Al fin frente a frente

⛔ ATENCIÓN ⛔

Este capítulo contiene lemon explícito del JinKook, se que no es un ship común o que le guste a todo el mundo, por eso advierto, por si no es de su agrado como quiera si se lo saltan no afecta nada en la trama de la historia principal, pero déjenme decirle que me esforcé demasiado en este especial. De antemano gracias. 




El sábado había llegado mucho más rápido de lo que le hubiera gustado a Seokjin, quien sin dudas se moría de nervios de por fin tener frente a frente a Jungkook, de confesarle que todo este tiempo había sido él. 

Moría de miedo de ver decepción en sus ojos, de no ser lo que él esperaba, de no ser suficiente por que sin dudas había sido un estúpido, un idiota, él solamente quería molestarlo, jugar con él, hacerlo pagar por ser un mocoso insolente, pero quien terminó perdiendo fue él, quien cayo perdidamente enamorado por aquel chiquillo de ojos grandes en los que podía ver reflejado el universo entero, por aquel hombre de noble y tierno corazón, con un sentido del humor bastante peculiar, cayo rendido por él, como jamás había caído por nadie, y se odiaba a si mismo por eso, por que en el momento que se percato de eso, toda la seguridad que poseía se esfumo como si nunca hubiera existido.

Ahora por primera vez en la vida Seokjin dudaba de no ser lo suficiente para alguien, dudaba de gustarle, y tenía tanto miedo del rechazo, de que Jungkook lo odiara y que jamás quisiera verlo, sería lo peor que podría pasarle.

Jin confiaba en Jungkook el chico con el que hablaba por mensajes, en el tierno y dulce chico que lo único que quería eran cariños y amor, en ese hombre inteligente y maduro, con buen corazón, por que si se ponía a pensar en el Jungkook que conocía de la oficina, sin dudas que estaba completamente perdido y muerto sin siquiera intentarlo.

Así que trató de darse ánimos a sí mismo, mantenerse positivo, comenzó a alistarse, quería verse espectacular, más de lo normal claro, para conquistar a Jungkook, quería verse impecable, para que si lo rechazaba al menos le costara un poco hacerlo.

Por otro lado Jungkook estaba emocionado, le excitaba la idea de saber que WWH era Seokjin, no rechazaba aquel pensamiento, porque entre más lo pensaba más le gustaba aquello.

Definitivamente si se hubiera enterado de otra forma seguramente su reacción sería otra, pero al haber tenido tiempo de pensar en ello, de asimilarlo, sin duda había ayudado mucho a que su mente y su corazón lo vieran diferente.

WWH era lo que Jungkook siempre quiso en un chico, y aunque el se había prometido jamás enamorarse de nuevo, le era imposible no tener sentimientos por aquel hombre, su corazón tan tonto latía con fuerza dentro de su pecho avisándole que estaba completamente perdido.

Jungkook tenía todo planeado para aquel encuentro, que si las cosas salían como él las había planeado, esa noche sería el comienzo de una nueva historia que deseaba comenzar a escribir con todas las fuerzas de su corazón.

Ya que había rentado la habitación desde temprano, aprovechó el día yendo al SPA del hotel, necesitaba relajarse, despejarse, recibió un masaje que lo dejó completamente relajado, como nuevo.

Fue al sauna, a la alberca, nado un poco y por fin regreso a la habitación, pidió comida, y después tomó una larga siesta reparadora, faltaba poco para su encuentro y comenzaba a sentir un poco de nervios, pero después de esa larga conversación que tuvo al respecto con cierto rubio, todo dentro de Jungkook había cambiado.

Y si, aunque parezca difícil de comprender, la persona a la recurrió Jungkook en esos momentos de desesperación, de no saber que hacer, de enojo, al enterarse de que WWH era Jin, fue nada más y nada menos que Jimin.

El rubio se había sorprendido demasiado por aquello, jamás espero que el día que Jungkook lo citó en aquel café era para hablar sobre eso, sin duda esa tarde la relación de Jungkook y Jimin cambió para siempre, sin saberlo, se estaban convirtiendo en grandes amigos, que después de haberse sentido rivales, ahora se tenían un aprecio diferente.

Si no fuera por Jimin simplemente Jungkook no hubiera hecho todo aquello, así que si algún día pasaba algo entre él y Seokjin sin dudas sería en gran parte por aquel rubio nalgón.

La hora llegó, Jungkook se veía espectacular, hasta él mismo se sorprendió de cómo se veía, bajó al bar y se puso de acuerdo con el barman quien ya sabía que hacer.

Y se sentó en la barra, pidió un trago, algo ligero no quería embriagarse, quería estar en sus cinco sentidos, así que unos minutos antes de que llegara su cita, él ya estaba ahí, listo para dar su mejor actuación.

Seokjin entró directo al bar de aquel majestuoso hotel y lo único que sus ojos pudieron ver, fue a aquel chico sentado en la barra, luciendo estúpidamente hermoso, guapo, elegante, sexy, tremendamente sexy.

El corazón de Jin latía casi convirtiéndose en una taquicardia, respiró profundamente y se dirigió hacia donde estaba aquel hombre.

Se paró enseguida de él.

Al sentir aquella presencia Jugnkook ya sabía que era Seokjin, lo había visto por el espejo de la barra donde reposaban todas las botellas.

—¿Tu? ¿Qué haces aquí? Si no te importa, vete... espero a alguien.

Sin dudas se estaba divirtiendo, quería hacerlo sufrir, solo poquito mas.

—¿A si? ¿Al fin alguien se apiado de ti? —contestó Jin fingiendo desinterés aunque sin duda algo dentro de él le decía que nada saldría bien, que debía ser un hombre y por fin encararlo.

—¡JA! Ya quisieras... —dijo el menor dando un sorbo a su trago y viendo de arriba a abajo a aquel hombre frente a él, se veía guapísimo, moría por echarse en sus brazos pero se contuvo.

—¿Acaso me estás siguiendo o algo? ¿Por qué no dejas de aparecer por todas partes? ¡Esfúmate anciano! —dijo eso con la voz más seca que podía, le dolía hablarle así pero en parte lo merecía.

Jin lo tomó bruscamente de la muñeca y lo giró hacia él, al estar Jungkook sentado en el banco alto y Jin de pie, habían quedado a casi la misma altura. —Retráctate ahora mismo de lo que dijiste. —dijo Seokjin acercándose peligrosamente al rostro contrario.

Jungkook podía ver su cutis perfecto, oler su loción, incluso el jabón en su piel, se sintió abrumado por un segundo.

—¡Uy! ¡Qué miedo! ¿O si no que? —dijo retadoramente. —Suéltame ¿quieres? No vuelvas a tocarme...

—Estarás suplicando por ello. —dijo Jin con la voz suave justo en su oído haciéndolo estremecer.

—Ya veremos quien suplica primero. —dicho aquello se levantó y se fue no sin antes guiñarle al barman quien ya tenía instrucciones.

Jungkook se fue y Jin no hizo nada por detenerlo, se moría por ir detrás de él y decirle la verdad, pero después de aquello estaba seguro que Jungkook no lo aceptaría ni en un millón de años.

Se sentó justo en el banco que antes ocupaba el menor y el barman le sirvió un trago junto con una pequeña nota dentro de un sobre.

—¿Eres WWH? —preguntó el barman antes de soltar aquel sobre en sus manos.

—Lo soy... —fue lo único que contestó Jin y tomó aquel sobre y leyó la nota desesperado.

Dentro venía una llave de una suite.

 
Tomó la llave, la nota y las metió en el bolsillo interior de su saco, tomó su bebida de un solo trago y dejó un billete al barman, salió disparado de aquel bar rumbo a los elevadores del hotel.

No perdería la oportunidad, no de nuevo, ahora un millón de preguntas rondaban su mente.

¿En verdad Jungkook se había molestado por su presencia y por eso se había preparado con una nota para su cita? ¿Sabía Jungkook que era él? Todo le parecía demasiado extraño, no sabía qué pensar, tenía muchos nervios, pero estaba demasiado ansioso, moría por decirle a Jungkook que era él, que siempre fue él.

El elevador se detuvo y salió corriendo, pensó en tocar primero pero decidió solo introducir la tarjeta y entrar en cuanto la luz se tornó verde.

El lugar estaba muy oscuro, iluminado solo por un par de velas, había música suave de fondo y olía demasiado bien. De inmediato Seokjin pensó que estaba siendo víctima de una broma, que seguramente habría alguna cámara escondida, que se estaba burlando de él y solo ese pensamiento le estaba rompiendo el corazón en pedazos.

En cuanto la puerta se cerró la voz de Jungkook resonó por la habitación, se encontraba en el baño, ansioso por recibir a Seokjin.

—¿WWH? ¿Eres tú? —preguntó con una risita nerviosa dentro del baño.

Jin fingió una voz más grave y solo dijo —Si, soy yo.

Jungkook quería reírse pero se contuvo.

—Creí que no vendrías... en la cama hay un antifaz, necesito que te lo pongas, no quiero que me veas... yo tampoco podré verte aún, no voy a prender la luz, lo prometo.

Seokjin estaba confundido, pero obedeció.

—Confío en ti, saldré a la cuenta de tres y espero que lo tengas puesto.
1... 2... 3.

Jungkook salió y ahí estaba, sentado en la orilla de la cama, justo en el centro, con el antifaz puesto y temblando ligeramente.

La luz era tan tenue que era difícil ver sus facciones o sus gestos, y eso le dio tranquilidad a Seokjin.

Sin saber en qué momento pasó, Jungkook susurro justo en el oído de Jin.

—Al fin.

Seokjin se estremeció de pies a cabeza al sentir aquel cálido aliento.

Jungkook se acercó de forma atrevida y se paró justo entre las piernas de Jin, tomó sus manos y lo hizo que lo rodeara por la cintura. Jin solo trago pesado cuando sintió la piel desnuda de la pequeña cintura de Jungkook, se moría por arrancarse el antifaz de los ojos y verlo.

—Déjame verte... —susurro Seokjin desesperado.

—Estás frío... —dijo Jungkook en el momento de que aquellas manos lo rodearon posesivamente y su piel se erizo por el frío tacto.

—Por favor, te lo suplico, déjame verte bebé...—Jin no podía mas con eso, sentir la tibia piel de Jungkook y no poder verlo era una tortura.

Jungkook se subió a horcajadas sobre Seokjin, quien estaba nervioso, sudando frío, jadeaba buscando aire.

—¿Estás nervioso? —preguntó Jungkook muy cerca de sus labios.

Jin solo asintió.

—¿Por qué? ¿No es esto lo que querías?

Jin solo asintió y lo rodeó más fuerte con sus brazos, se sentía bien, jodidamente bien, Jungkook jadeo al sentir como su cuerpo era rodeado por esos brazos.

—¿Quién es el que suplica entonces?— dijo Jungkook soltando aire por su nariz en forma de burla lo cual descoloco completamente a Jin pensando en que todo estaba arruinado. —Eres un cobarde KIM SEOKJIN. —Jungkook espero un par de segundos para ver cual era la reacción del hombre debajo de su cuerpo, el cual dejó de respirar por unos segundos, sus labios se separaron incrédulos, trago saliva y en ese momento Jungkook junto sus labios a los contrarios en un beso profundo y necesitado.

Jin sintió que en ese momento moriría, apretó más fuerte el cuerpo de Jungkook y correspondió ese beso que anhelo desde hace tanto.

Los labios de aquel chico encajaban perfectamente con los suyos, su aroma era embriagador y su sabor lo tenía mareado.

Jungkook le quitó lentamente el antifaz y sus miradas se encontraron.

—Hola. —dijo Jungkook sin soltar el fuerte agarre que tenía alrededor del cuello contrario.

—Hola mi amor. —dijo Jin en un susurro, con los ojos llenos de lágrimas.

En cuanto Jungkook escuchó aquello una revolución ocurrió en su estómago y su corazón, Jin siempre lo llamaba cariñosamente en mensajes pero ahora estarlo viendo, oliendo, sintiendo y escuchando en persona, era algo extraordinario, casi mortal para su corazón.

Una lágrima escapó de los ojos de Jin y Jungkook la atrapó con sus labios.

Jin lo atrajo a su cuerpo y lo abrazó con fuerza enterrando su cara en el cuello del menor, aspirando su dulce aroma, sintiendo el calor que emanaba, sintiendo que nada era real.

—¿Me odias? —preguntó Jin atreviéndose a salir de su escondite y mirar esos ojos que lo hacían perderse.

—No. —contestó Jungkook regalándole la más hermosa sonrisa del mundo. —Te amo.

Jin simplemente no creía lo que escuchaba, de nuevo lágrimas corrían por sus mejillas, se puso de pie, cargando a Jungkook quien lo rodeaba con piernas y brazos y lo acomodó en la cama posándose sobre su cuerpo.

—¿Estás jugando conmigo? —dijo Jin sin dejar de verlo directamente a los ojos, esos ojos en los cuales podía perderse, esos ojos colosales en los que se veían un millón de estrellas.

—No. ¿Y tú?

—No podría, Te amo mi niño, te amo, te amo, te amo... —dijo llenándolo de besos, en la cara, en los labios haciéndolo reír fuertemente. Tratando de hacer que ese sentimiento se quedara grabado en el corazón y en la mente del menor, desesperado por transmitir ese sentimiento a como diera lugar.

Se volvieron a ver a los ojos y las palabras fueron innecesarias en ese momento. Sus bocas se reclamaban con insistencia, besos que no saciaban esa necesidad desesperada por mantener el contacto.

Las manos de Seokjin recorrían el cuerpo de Jungkook con tanta adoración, despacio, suave, disfrutando la tibieza de aquella piel perfecta.

Jungkook suspiraba cada con cada roce, con cada beso, con cada caricia y Jin no hacía más que desvivirse por darle tanto amor al cuerpo de su pequeño.

—No sabes cuanto soñé con este momento bebé... te amo, te amo, te amo... —decía mientras bajaba lentamente con besos desde el pecho, las costillas, el abdomen, hasta parar justo en la pretina del pantalón.

—Cuando te vi en el bar casi me da un infarto... ¿Sabes lo tremendamente caliente que te ves con esta ropa?

Jungkook río —Si, lo sé... ¿Te gusta?

—Me encanta, pero es hora de que se vaya...

Jungkook alzó la cadera y Jin rápido desabrocho el pantalón y lo bajo.

El menor ya se había encargado de aventar por algún sitio el saco del mayor así como de desabrochar todos los botones de la camisa que traía.

—¿Puedo hacerte el amor?

Jungkook soltó una sonora carcajada

—Definitivamente eres un anciano... puedes hacerme lo que tu quieras... ¡Pero ya!

—Eres un niño muy malcriado, ahora que lo recuerdo, voy a castigarte por tantas insolencias. —dijo Jin mientras se hincaba entre las piernas del menor y desabrochaba su cinto y su pantalón, Jungkook lo veía con deseo, con urgencia.

—Soy muy muy malcriado daddy —dijo el menor mordiéndose los labios de forma provocativa.

Eso llevó al límite a Seokjin quien se inclinó con tanta urgencia a devorar los labios de Jungkook.

—Escúchame bien niño, después de que termine aquí contigo, tu y yo vamos a hablar seriamente... pero por ahora, recibirás tu castigo ¿Entendido?

Jungkook asintió de forma sumisa, gimiendo bajo la voz demandante de aquel hombre perfecto que posaba sobre él.

Jin frenó el ritmo bruscamente haciendo a Jungkook ponerse repentinamente nervioso.

—¿Pasa algo? —pregunto haciendo notar la inseguridad en su voz.

—Si. Pasa que me vuelves loco, que no sabes cuantas veces soñé con este momento, y no puedo creer tenerte aquí, a mi lado... quiero disfrutarte cada maldito segundo.

Eso lo único que hizo fue que el corazón de Jungkook diera un salto dentro de él, sus ojos se llenaron de lágrimas pero no arruinaría el momento llorando, simplemente se sentía inexplicablemente amado, pero no como te aman tus amigos, o tu familia, si no como realmente te ama una pareja, alguien que piensa que eres lo mejor que le ha pasado en el mundo, alguien que no concibe la vida sin tu existencia, alguien que adora todo de ti en las buenas y en las malas, y Jungkook sintió eso, sintió como Jin genuinamente lo amaba, y tener ese sentimiento de nuevo abría un mundo lleno de posibilidades en la mente del chico, que jamás creyó poder volver a sentir por y con nadie, y ahí estaba, cayendo estúpidamente en los brazos del único hombre al que creyó haber odiado en su vida.

—Eres un cursi ¿Sabías? ahora deja de llorar y "hazme el amor" —dijo queriendo sonar gracioso y dramático burlándose de Jin, pero sonó más tierno de lo que quería, con la voz quebrada por la emoción y el sentimiento.

Jin se acercó a su cara y tomó sus labios con demasiado cuidado, con tanta calma, disfrutando la tibieza y el sabor, la textura de aquellos labios perfectos que no hacían más que una explosión de sentimientos su pecho.

—¿Qué diablos me hiciste Jeon Jungkook? —dijo incrédulo el mayor de estarse sabiendo tan perdido por alguien.

Jungkook enredo sus piernas en la cintura de Jin, ya había sido mucho amor, ahora quería aquello que todas las noches había deseado, perderse en el cuerpo y los brazos del hombre que más deseaba en el mundo.

En un hábil y grácil movimiento Jungkook los hizo girar quedando ahora el sobre Seokjin, quien no dudó en dirigir sus manos directo a las nalgas del menor y dar una nalgada fuerte mientras lo miraba con deseo y mordía su carnoso labio inferior.

Jungkook se deshizo del crop top negro que tenia, dejando ver sobre su piel aquella hermosa cadena que le rodeaba el pecho y el vientre, haciéndolo lucir como un pecado.

Jin estaba demasiado excitado, no dejaba de pasar sus manos desde las piernas, las nalgas, el abdomen, el pecho y la cara de Jungkook, el menor comenzó a mecerse suavemente sobre su cadera creando una deliciosa fricción entre sus miembros.

Jin cerró fuerte los ojos disfrutando aquel placer, para después abrirlos y ver que Jungkook alzaba la cabeza hacia arriba, con los ojos cerrados y mordiendo sus labios, sin dejar de mecerse, era la imagen más erótica que el mayor había visto en su jodida vida.

Nada se comparaba a Jungkook, nada ni nadie, todo lo que alguna vez pudo haber sentido estando con alguien más, era nada ahora que estaba con Jungkook y eso que apenas estaban comenzando.

—¿Podemos ser simplemente Jin y Jungkook esta noche? ¿Puedes ser mi daddy otro día? —pregunto seriamente apoyando ambas manos sobre su pecho.

—Podemos ser lo que tu quieras mi amor, soy tuyo, solo tuyo, haz conmigo lo que quieras.

Ahora Jin quedó sobre Jungkook al girar sobre la gran cama. El mayor bajó lentamente el elástico de la ropa interior del menor y comenzó a dejar tiernos besos en cada sección de piel que iba descubriendo de aquella íntima zona.

Jungkook termino de sacarse la ropa interior con las piernas y llevó su mano a su miembro, comenzó a acariciarse lentamente sin quitar los ojos de encima del mayor, quien solo tenía ojos en ese momento para ver como Jungkook se estimulaba a sí mismo, ese niño si que estaba haciéndolo enloquecer.

—¿Me vas a ayudar o solo vas a quedarte viendo? — Seokjin se sentía sorprendido de lo dominante que podía llegar a ser Jungkook, jamás había estado con un chico que al ser pasivo fuera tan jodidamente dominante, y eso lo estaba poniendo terriblemente cachondo.

Se sentía extraño no tener el control, no ser el que daba las órdenes, pero se sentía maravilloso ser dominado por aquel hombre al cual sabía amaba. Ya tendría tiempo de dominarlo cuando fuera su daddy y Jungkook su babyboy, ahora dejaría que Jungkook hiciera lo que quisiera.

—¿Cómo te ayudo cielo?

—Cómeme. —demandó el menor soltando su miembro y tomando con esa misma mano la cara de Jin acercándola a su entrepierna, y antes de alejarse metió su pulgar en la boca del mayor haciéndolo probar su presemen.

En cuanto Jin sintió ese sabor y textura en su lengua algo dentro de él se encendió, sin mucho que pensar, se puso cómodamente entre las piernas del menor y de una, engullo completo el miembro de Jungkook haciéndolo soltar una fuerte gemido.

Jungkook tomó la cabeza del mayor y comenzó a tirar de ella sin mucha fuerza, mientras empujaba sus caderas.

—Eso es Jinie hyung... así... así.

Jin estaba disfrutando demasiado aquello, sentía su polla palpitar dentro de su ropa, así como sentía la humedad llenarle la ropa interior.

—Cómeme todo. —demandó el menor.

—Lo que tu pidas amor. —Jin lo tomó con fuerza de las caderas haciéndolo girar, el menor quedó completamente boca abajo soltando un fuerte gemido al sentir como aquellas manos separaban sus nalgas buscando fácil acceso a su tan necesitada entrada.

Cuál fue su sorpresa al ver que un hermoso diamante rojo adornaba esa parte del cuerpo del menor.

—¿Alguien estuvo jugando? —preguntó Jin con la voz seca, definitivamente no esperaba aquello, su entrepierna dolía de anticipación, moría por arrancarle el juguete y enterrarse en él, pero también quería disfrutarlo.

—¿Ups? —dijo Jungkook juguetonamente mientras giraba su cabeza para ver al mayor.

Jin comenzó a pasar su lengua por todo el contorno de aquel juguete, mientras amasaba los glúteos del menor, robándole varios suspiros. De pronto tomó aquel juguete y comenzó a retirarlo lentamente haciendo a Kookie gemir con fuerza.

—¿Te gusta?

—mmmhhmm... —Solo pudo contestar con sonidos.

Jin saco completamente aquel juguete y disfruto viendo como el chico se encontraba perfectamente dilatado, listo para recibirlo, vio como esa rosada entrada palpitaba en anticipación a lo que se vendría.

Seokjin se acercó y comenzó a chupar la zona, movía su lengua de arriba abajo y después juntaba ambos labios creando una deliciosa succión, haciendo un sonido bastante fuerte y obsceno que no hacía más que ponerlos a ambos al límite.

Jungkook se retorcía, gemía fuerte, sin una pizca de vergüenza.

Jin volvió a introducir el juguete y así como lo metió lo volvió a sacar, tres veces seguidas hizo aquello haciendo a Jungkook retorcerse por la sensación que aquello le daba.

Después de aquello lo dejó afuera y acercó de nuevo su boca y fue su lengua la que introdujo en su orificio, degustándolo, comiéndolo.

—Ya no puedo más bebé... —dijo Jin con un deje de sufrimiento en su voz.

—Tómame hyung, tómame por favor, te necesito.

Jin sacó un condón de su pantalón antes de quitárselo y se lo puso cuidadosamente, Jungkook, quien seguía aun boca abajo,  se masturbaba suavemente meciendo su cadera de adelante hacia atrás, haciendo que su prepucio subiera y bajara sobre su glande dándole gran placer.

—Vamos hyung ¿Qué esperas?

Jin se agacho de nuevo, besó la entrada de Jungkook y antes de separarse dejó mucha saliva, luego tomó más saliva de su boca y con el índice y el medio la tomó para luego esparcirla a lo largo de su pene.

Se acomodó entre las piernas del menor y lentamente se fue introduciendo en él.

—Me voy a correr bebe. —dijo en cuanto estuvo dentro, sintiendo que nada era mejor que aquello, sintiendo que en cualquier momento podría explotar de placer, pero por supuesto que no lo haría.

—Mas te vale estar bromeando anciano precoz. —dijo Jungkook enderezándose, pegando su espalda con la del mayor. —Esto apenas comienza.

Jin rodeó la cintura del menor posesivamente, mientras mordía su cuello, sus orejas, sus hombros, besaba, mordía y chupaba todo a su paso, mientras el menor comenzó a moverse sobre aquella polla que lo tenía con los ojos en blanco.

—¡Dios! Si... así... —pedía por más el menor, apretando su interior cada que se movía de nuevo hacia atrás, provocando que el mayor se enterrara más y más profundo en su interior.

—Te amo Jungkookie, te amo tanto maldita sea... —dijo Jin con voz desesperada y después mordió con fuerte el lóbulo de la oreja de Kookie.

—Yo te odio, eres arrogante... ahhh... presumido, así, así... mentecato... mas, mas, justo ahí... —decía el menor mientras con una mano se sujetaba con fuerza del brazo que rodeaba su cintura y con la otra agarraba como podía la cara de Seokjin. —Te odio tanto...

—¿Si? ¿Cuánto? —Jin se sentía complacido, de sentir como Jungkook se deshacía en sus brazos, de aquel juego que comenzó odiándose mutuamente.

—Te odio con todas mis fuerzas, porque me hiciste amarte.

Jin comenzó a embestir con más fuerza, dando justo en el punto exacto para hacer al menor explotar.

—¿Qué hice qué? Dímelo de nuevo —dijo susurrando en el oído del menor, su aliento era fresco, como siempre, menta y cítricos, delicioso, con deje de alcohol.

—Te amo, te amo... te amo Kim Seokjin.

Y en ese momento pasó algo inexplicable para ambos, algo que jamás habían experimentado... se corrieron al mismo tiempo, explotaron en un orgasmo cargado de emociones.

Jin sentía como era apretado por Jungkook mientras sentía como la esencia del menor brincaba para todos lados cayendo unas gotas en sus brazos, y por otra parte Jungkook sentía en su interior como el pene de Jin se contraía espasmódicamente, seguramente liberando los chorros de semen que el condón estaría atrapando en su interior, deseando no tener esa barrera entre ambos.

Jungkook buscó la forma de girar su cara y se besaron desesperadamente.

Después de que el orgasmo cedió, Seokjin salió del interior de Jungkook, lo tomó de la cintura y lo giro, Kookie enredó las piernas en la cintura de Seokjin quien aun estaba hincado, el mayor lo sujetó con fuerza por las nalgas y con la otra mano lo tomó de la nuca y lo jalo hacia él besándolo apasionadamente.

—Gracias por odiarme tanto.

—Gracias a ti por hacerme odiarte tanto.

Aquella noche la vida de ambos había cambiado para siempre.

Sin dudas una nueva historia comenzaría a escribirse, y sin dudas aquella frase que dice que del odio nace el amor, con ellos dos se confirmaba.

Continuará...


Espero que les haya gustado, la verdad es que el JinKook no es de mis top ships favoritos, pero siendo honesta, me encanta verlos interactuar en cada momento, siempre tienen esa relación amor odio, en la que se están constantemente molestando pero terminan sonriendo, eso me inspiró mucho para poder escribir sobre esta pareja. 

En otras noticias, tengo algo muy bueno que contarles, después de todo lo malo que les conté que sucedió, pasó algo bueno, algo increíble y maravilloso que sigo sin poder procesar.

Aquí su humilde servidora consiguió boleto para ir a ver a nuestros shiquitos a Las Vegas.

Les juro que sigo aun procesándolo, es demasiado, no puedo creer que los veré, que respirare el mismo aire que ellos, es simplemente una cosa que no puedo creer aun, y lo mejor es que conseguí boleto VIP Gold, quiere decir que podré verlos ensayar, podre verlos en el sooundchek.

Podré ver a Yoongi con su camiseta de FG, con chanclas y bennie, no estoy lista para eso, no estoy lista para tener frente a mis ojos la belleza sin igual de Jimin, esos hermosos cachetitos y esos ojitos, no estoy lista para los hermosos ojos brillantes de Jungkook, para el brillo desbordante de la sonrisa de Hoseok y su rostro perfecto, para ver el al endemoniadamente guapo y perfecto de Seokjinie, para ver los hermosos hoyuelos de Namjoon, para ver esa sonrisa cuadrada que nos derrite a todas, es que simplemente siento que no es real.

Quería compartir esto con ustedes, por que no todo en la vida es bueno o malo, blanco o negro... y esto es un sueño que nunca creí que pudiera cumplir y menos tan pronto.

Les quiero mucho, gracias por esperarme y seguir aquí.

Momo ♥


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