CAPÍTULO XXXIX - You can't loose what you never had
Cariño eres tan hermoso, y cuando estoy cerca de tí
No puedo respirar
Un chico cómo tú tiene lo que quiere, cuando lo quiere
Estás tan fuera de mi alcance
No te demostraré ningúna emoción
No te dejaré ver lo que me estás haciendo
Me imagino a los dos juntos, pero he estado viviendo en la realidad
Tengo miedo al rechazo
Mantengo mi amor adentro
Pero el tiempo está corriendo
Tan maldito mi tonto orgullo
No me importa sí piensas que estoy loco
No importa si sale todo mal
No tengo miedo a perderte
Por qué no puedes perder lo que nunca has tenido
Ahora voy a confesar que te amo
Lo he mantenido en secreto
Sintiéndome que podría morir
Pero sí decides irte
Cariño, está bien
Al menos tuvimos un momento, antes de decir adiós
No puedes perder lo que nunca has tenido
Las reglas están hechas para romperlas
Nada aventurado y nada ganado
Voy a estar mal, pero luego estaré bien
Y podría nunca tener una chance de nuevo
Cariño, le dije a mi corazón que no te quería, pero mentí
Hoseok despertó al medio día, con una resaca y un dolor de cabeza que sentía que se la partiría en dos.
Se levantó, tomó una ducha y mientras lo hacía todas las imágenes de la noche anterior lo bombardearon con fuerza.
Pero por extraño que fuera, no se arrepintió, se sentía ligero, liberado al fin de esa carga que lo estaba atormentando.
Recordó todo lo que Tae le había dicho, y de cierta forma lo comprendió, en algún momento realmente pensó que Taehyung lo recibiría feliz por haberse encontrado después de haber estado tan perdido, y el hecho de que no fuera así lo desconcertaba, pero ahora más que nunca quería hacer las cosas bien, no quería volver a ver ese dolor en la mirada de su Tete...
Salió de bañarse, respiró profundo y se dispuso a buscar al menor para hablar con él, ahora si en sus cinco sentidos.
Su sorpresa fue no encontrarlo por ningún lado, estaba solo, no había ni una nota, nada que dijera dónde estaba. Así que salió a buscarlo.
Tenía una ligera sospecha de donde podría estar, al ser mejores amigos tenía una ventaja puesto que conocía bien al chico, y sabía qué lugares frecuentaba el menor cuando se sentía solo y triste.
Después de visitar dos de los tres lugares que él sabía, sólo quedaba una opción, antes de irse para aquel rumbo, llegó a una cafetería, compro café para los dos y condujo a las afueras de Seúl.
Cuando llegó, bajó del auto y caminó por los hermosos jardines de aquel lugar, y en una banca, completamente alejada de todo, lo vio.
Tan indefenso, tan puro, tan solitario, viendo a la nada, de vez en cuando sonriendo cuando algún pajarito se posaba en la misma banca que él.
Se dio un momento de apreciarlo, de verlo sin ataduras, de contemplar sus hermosas facciones, lo encontraba perfecto, adorable, apuesto, hermoso ¿Por se había tardado tanto en darse cuenta?
Sonrió feliz ante aquella imagen, respiró profundo buscando valor y comenzó a caminar en su dirección.
—¿Café? —dijo extendiéndole el vaso de bebida.
Taehyung se asustó un poco, volteó a verlo, tenía la mirada perdida, tomó el vaso y bebió un poco. Hoseok se sentó a su lado.
—Por un momento pensé que no te encontraría. Debí saber que vendrías primero acá.
—¿Cómo me encontraste?
—¿Se te olvida que se todo de ti?Este museo siempre ha sido tu escapatoria, el arte te hace olvidar, te hace sentir bonito, por eso supe que estabas aquí.
El castaño sonrió tímidamente, una hermosa sonrisa que Hoseok atesoro en su memoria.
—¿Me perdonas?
—¿Por qué? —Taehyung quería saber donde estaba parado, quería saber que tanto recordaba su hyung de lo que se dijeron la noche anterior.
—Perdón por llegar demasiado tarde, simplemente estaba perdido. Escucha Tae... yo no quiero que te sientas presionado por lo que hablamos ayer ¿Si? No tengo derecho de exigirte hacer nada, solo quiero que sepas que respeto lo que tienes con Jungkook, ahora me siento libre al fin...
—Eso se siente salir del closet... —El menor rio bajito.
—No me gustan los chicos... me gustas tú, sabes eso ¿Cierto?
El menor se encogió de hombros, se ruborizó un poco por que se le hacía demasiado extraño escuchar aquellas palabras provenir de su Sol, palabras que anheló escuchar por tanto tiempo y que ahora que las escuchaba se sentía tan bien, pero daban demasiado miedo.
—Solo no me odies por favor y no me alejes... Me importas demasiado y quiero estar contigo siempre, así como has estado conmigo... Me da miedo perderte.
El menor se giró para estar frente a frente a Hoseok.
—Hobi... no te odio, en verdad no lo hago... lo odio a él —dijo señalando su corazón —Por que se aferró tanto a ti...
Hoseok tomó la mano de Tae que apoyaba en su pecho —No lo odies, él no tiene la culpa...
—Si la tiene... nos hace daño.
—A mi no, a mi me abrió los ojos, y se lo agradezco, me hizo darme cuenta de lo mucho que te quiero pero me moría de miedo de aceptarlo ¿Sabes desde cuando siento esto?
El menor alzó la mirada y negó repetidas veces viéndose demasiado lindo.
—¡Dos años maldita sea! Ahora entiendo por que cuando te veía se me aceleraba el corazón, por que me sudaban las manos cuando te acercabas tanto, por que se sintió tan jodidamente bien besarte, por que nada con Wendy funcionaba... ¡Porque siempre fuiste tu! Pero nunca quise admitirlo. Preferí negarlo, ocultarlo, si no pensaba en eso no pasaba ¿Entiendes? Fui un idiota.
—Lo eres.
—Lo soy...
Ambos chicos rieron.
—Voy a estar bien, promete que tú lo estarás ¿Si? —Hoseok quería llorar, pero no sería egoísta, así que se contuvo.
—Estaré bien hyung...
—Bien... me voy, te dejaré en tu lugar favorito. Nos vemos luego ¿Si?
—Si...
Hoseok comenzó a alejarse con las manos dentro de su abrigo, de pronto escuchó como el menor le gritaba.
—Hyung....
Se giró para ver que necesitaba.
—Gracias por mi café —Alzó el vaso sonriendo.
—No es nada... adiós Taehyung. —Se giró y siguió su camino.
En ese momento no sabía nada, no sabía que pasaría, no sabía cómo estaban las cosas, pero se sentía tranquilo.
Por su parte el menor soltó unas cuantas lágrimas, se sentía igual, sin saber dónde estaba parado, sin saber en que habían quedado, confundido, sorprendido por las confesiones del mayor, a la vez se sentía feliz de saber que su Sol lo quería de esa forma desde hace tanto, se quedó analizando para saber él desde cuando se sintió flechado por esa sonrisa de corazón, él pensaba que había sido desde esa semana que el mayor se había quedado a dormir en su casa, de las noches que lo cobijaba y velaba su sueño, pero se dio cuenta de que se había enamorado de aquella sonrisa perfecta desde el momento en que Yoongi se lo presentó, solo que al saber que no era gay, reprimió todo aquello y lo transformó en bromas, en risas, en una amistad que hasta la fecha perduraba.
Terminó su café y se dirigió a un lugar, con una persona que sabía que lo haría sentir bien, con una persona que sabría ayudarlo.
Justo cuando las cosas se estaban poniendo intensas entre Jimin y Yoongi, el timbre de la puerta del mayor sonó.
— ¿No que no vendrías Jiminie? Te convencí — Gritó antes de abrir sonriendo la puerta y cual fue su sorpresa al encontrarse a su amigo Tae.
Se le veía decaído, preocupado.
—Hola flaco, ¿Estás ocupado?
—No, claro que no pasa...
El castaño entró y se sentó en el sofá.
Por su parte Jimin se frustró un poco de que el mayor se fuera de la nada, se tranquilizó cuando vio un mensaje del pálido diciéndole que Tae había llegado de pronto a su casa y que no se veía bien, Jimin lo comprendió y le alentó a que cuidara de su amigo.
De la nada el rubio recibió un mensaje de Seokjin.
Al principio aquello le pareció extraño, pero después le encontró sentido a lo que decía Jin aunque francamente no lo tenía, pero en ese momento Jimin estaba pensando en "otras cosas" que simplemente lo dejó pasar.
¿Pensaron que Tae iría a buscar a Jungkook verdad? Pues no, en esta ocasión necesitaba un consejo de su amigo, lastima que interrumpió aquella candente conversación justo cuando Yoongi casi convencía a Jimin.
¿Para que querría Jin el número de Jungkook? Hagan sus teorías sería divertido leer que creen que va a pasar.
Y bueno este Yoonmin anda pero intenso jaja andan de cochinos nomas.
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Gracias por leer
Les quiere
Momo ♥
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