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CAPÍTULO XXIV - Don't get me wrong




No me malentiendas
Jugué mi parte y se acabóEstoy cansado de ser fuerte
Escondiendo que no lo soy

No me malentiendas

Jugaste tú parte y creo que sabes
Este amor es de verdad
Es hora de mostrar cómo me siento

Una y otra vez me niego a ver el porqué
No puedo seguir sin ti en mi sitio
Cariño, quería que supieras
Que sí puedes podrías ser parte de mi vida

Cariño, no sabes que podríamos
Hacer esto para siempre y lo haríamos bien.


Al día siguiente Jimin y Ashley habían ido muy temprano a la clínica a que le hicieran los estudios a la chica, después de eso Jimin la volvió a dejar en su casa para ir rápido al trabajo, no quería llegar tarde, nunca lo hacía y aparte se moría por volver a ver a Yoongi, lo había extrañado.

Llegó corriendo a su oficina y respiró aliviado al ver que el mayor aún no había llegado, revisó su reloj y se dio cuenta de que había llegado 10 minutos antes, así que dejo sus cosas y prendió las computadoras y decidió ponerse a trabajar, quería mantener la mente ocupada para no estar pensando en los resultados de la prueba de Ashley que lo tenían muy nervioso.

Estaba emocionado de comenzar con el plan de Ashley para recuperar a Yoongi, el fin de semana se pondrían a aquello, o al menos ese era el plan, esperaba que las cosas no fueran a ser distintas según el resultado de los estudios.

Se sumergió inmediatamente en la presentación que estaba preparando que no se percató de que había pasado una hora y Yoongi aun no llegaba hasta que lo escuchó entrar a la oficina maldiciendo.

Cuando se giró hacia el pálido noto que venía agitado, con dos cafés en mano y su portafolio colgando de su cuello y pecho.

— Ten. — Dijo el mayor entregándole uno de los vasos con café que traía en sus manos al rubio.

— Gracias Yoonie ¿Por qué estás de mal humor? — Dijo mientras tomaba el vaso y le daba un sorbo notando de inmediato que era su favorito. Eso le hizo sonreír aún más e hizo a su corazón dar un pequeño salto.

— Llegue tarde por querer hacer una buena obra y traerte tu maldito café favorito, eso me pasa por buena gente, pero los idiotas de la cafetería hicieron mal el pedido, entonces me tardé más y eso hizo que me quedara atorado en el tráfico.

Jimin se acercó lentamente a Yoongi, le ayudó a quitarse el portafolio, le quito el vaso que aún sostenía en sus huesudas manos, le acomodó el saco, la camisa y la corbata y le dejó un tierno y fugaz beso en los labios, dejando al mayor un poco desconcertado.

— Ya estás aquí, ya no te enojes... Ven... estuve avanzando en la presentación de mañana ¿Quieres verla?

Yoongi seguía congelado en el mismo sitio, instintivamente llevo sus dedos a sus labios y sonrió como tonto de aquel pequeño tierno y casto gesto que Jimin había tenido hacia él.

— Si quieres te doy otro a ver si así reaccionas. — dijo Jimin juguetón al ver a Yoongi aún parado en su sitio.

El pelinegro se sonrojo y de inmediato frunció el ceño y arrugó la nariz, haciendo un mohín de desagrado, que más bien lo hacía siempre que se sentía tímido o expuesto y avergonzado, eso hizo reír al rubio.

Se pusieron a revisar el avance de la presentación de Jimin la cual iba excelente, Yoongi se sintió complacido y de inmediato se dedicó a hacer su parte de aquello, juntos eran dinamita, trabajan en perfecta armonía, hacían un gran equipo y las cosas estaban saliendo de maravilla, para su mala suerte era demasiada información y pensaban que no iban a poder terminar, estaban algo estresados.

La hora de ir a comer ya se había pasado, era tarde y ambos chicos seguían enfrascados en aquella presentación que tenía que ser espectacular, tenían que impresionar y tener ventaja sobre el equipo contrario.

— Iré a buscar algo de comida, no tardo, deberías de tomarte unos minutos para relajarte un poco Yoonie...

— No es necesario, ve por la comida, aquí te espero, seguiré avanzando.

Dicho aquello Jimin se fue al gran comedor y lleno una bandeja de comida para los dos.

Al volver se encontró a Yoongi demasiado sumergido en la computadora, los hombros tensos y el semblante cansado, los ojos rojos e irritados por estar todo el día metido en aquella computadora.

Jimin se paró detrás de él y comenzó a hacer un leve masaje en los hombros del contrario haciendo a Yoongi relajarse inmediatamente, recargó su espalda en el respaldo de la silla y soltó un sonoro respiro.

— Ven, comamos. — Dijo Jimin invitándole a unirse a la pequeña sala que tenían en la oficina, había puesto los alimentos en la mesita de centro y se sentaron en el suelo a comer un poco más tranquilos.

— No sabía que tenía tanta hambre hasta ahora que empiezo a comer.

— Igual yo — dijo el menor con las mejillas abultadas llenas de comida.

— Ya no nos falta tanto, solo falta terminar las diapositivas de análisis y diagnóstico y terminamos. — decía el pelinegro tomando un bocado más.

Al terminar de comer volvieron a ponerse a trabajar, de pronto Yoongi sonrió triunfante y alzó ambos brazos hacia arriba — Es todo Park ¡Terminamos!

Jimin le devolvió la sonrisa — Es genial hyung, ve a casa, aun me falta un poco...

La hora de salida había pasado hacía bastante tiempo, el edificio se encontraba desierto, eran más de las 10 de la noche, en su piso solo la luz de su oficina estaba encendida y seguramente solo el guardia quedaría en aquel recinto.

— ¿Qué? ¿Pero qué falta? — preguntó Yoongi incrédulo, él estaba seguro de que habían terminado al fin.

— Esto es aparte hyung, es un video que estoy editando, durante todo el viaje tome varios clips de los lugares a los que fuimos y quiero usarlo como referencia, siento que nos daría un punto extra a favor, valdrá la pena, pero yo me encargo, ve y descansa, los necesitas.

Jimin siempre dando un poco más de sí, definitivamente Yoongi admiraba aquella cualidad del rubio, nunca se quedaba satisfecho con algo, siempre quería dar lo mejor de sí, en su escuela siempre fue de esa forma y ahora en el trabajo demostraba lo mismo, era fácil entender cómo había llegado tan lejos en tan poco tiempo.

— No pienso dejarte solo, estamos juntos en esto, aparte no solo yo necesito descansar, también tú, así que nos iremos juntos ¿En que te ayudo?

De momento no había mucho que el pálido pudiera hacer por Jimin, el video solo podía ser editado en un ordenador, así que Jimin le pidió a Yoongi solo compañía, gomitas, y música para no dormirse.

El pelinegro de inmediato fue a la máquina expendedora y le trajo todas sus golosinas favoritas, de inmediato puso música que a ambos les gustaba y comenzó a cantar fuerte y desafinado haciendo al rubio reír fuerte, haciéndolo pasar un rato demasiado agradable para que el tiempo pasara más rápido.

Yoongi había aventado el saco y la corbata horas atrás, traía la camisa remangada, lucía cansado pero no dejaba de sonreír, quería ser un buen compañero, era como cuando vas en un viaje largo en carretera y eres el copiloto, tu responsabilidad es hacer que el piloto no se duerma, y tienes que ir platicando, poniendo música o alimentándose y justo eso era lo que Yoongi hacía en ese momento.

El reloj marcó las 11:15 de la noche, definitivamente era muy tarde, solían salir a más tardar a las 7 así que sin dudas se había vuelto un día demasiado largo.

— ¡Termine! — Grito Jimin emocionado poniéndose de pie, estirándose y tronándose todos los huesos, Yoongi de inmediato hizo un gesto de desagrado, seguía odiando aquella mala maña del menor. — Ya solo tenemos que esperar a que se renderice...

— ¿Y eso como cuanto tarda? — Preguntó emocionado Yoongi.

— Espera, esta procesando... — Decía el rubio mientras veía la pantalla. — ¡Mierda!

— ¿Qué paso? — Preguntó asustado el contrario.

— Un hora, una maldita hora mas. — dijo Jimin fastidiado tumbándose de nuevo en la silla, dejándose caer con el cuerpo laxo del cansancio. — En serio mejor vete a casa, yo me quedo a esperar... es lo ultimo, solo esperar a que renderice y guardar el archivo.

— No me iré así que deja de insistir.

Jimin se resigno a que Yoongi no se iría y en cierta forma le emocionaba que se quedara ahí acompañándolo.

El tiempo parecía pasar en cámara lenta, el mayor estaba tumbado en el suelo recargado en el sofá y Jimin se unió a él, y ahí estaban los dos tirados en el suelo, sus cabezas casi chocaban y sus cuerpo estaban cansados y sin fuerzas, comenzaban a quedarse dormidos hasta que el mayor comenzó a lanzar los envoltorios de las golosinas al cesto de basura que estaba a unos metros de distancia junto a uno de los escritorios.

— Con razón no te eligieron para el equipo de básquet, no atinas ni una hyung. — Dijo Jimin burlándose del mayor.

— Golpe bajo Park. — Siguió lanzando papeles al cesto y ninguno caía dentro del cesto, luego de unos minutos tenía el piso lleno de papelitos de golosinas tirados por todo el suelo y ambos reían a carcajadas como tontos, el cansancio los había puesto en un modo muy simple.

Jimin se puso a gatas y comenzó a recoger los papeles y a echarlos en el cesto, al estar moviéndose en cuatro al rededor de la oficina, Yoongi no pudo evitar posar su mirada en el trasero del contrario, aquella retaguardia que siempre lo había vuelto loco.

— Te falto uno acá... — Dijo señalando Yoongi justo enfrente de él, no había nada, pero lo hacía para que Jimin quedara empinado en cuatro justo enfrente de él y poder tener una mejor vista.

Jimin sin percatarse de las acciones del mayor, se arrastro hasta ese sitio dejando su trasero justo a la vista de su hyung, Jimin buscaba y buscaba el dichoso papel, pero no lo encontraba, pegó su pecho al suelo para agacharse mas y buscar debajo del escritorio y el mayor no pudo contener la risa de ver a Jimin ahí tan ingenuo y tan expuesto.

Jimin giró la cabeza solo para mirar a su hyung y darse cuenta de aquel macabro plan que el mayor había tenido solo para mirarlo descaradamente.

— Eres un cochino pelado Min Yoongi.

Eso hizo reír aun mas al mayor — ¿Ups? — Dijo riendo aun y alzando ambos hombros en sinónimo de falsa inocencia y disculpa.

Jimin se puso de pie y comenzó a sacudirse el pantalón de las rodillas y las pantorrillas agachándose demasiado, de nuevo dejando a la vista su abultado trasero, Yoongi se puso serio y se quedo mirándolo con cara de bobo, tragando en seco.

Jimin era tan flexible que asomo su cabeza entre sus piernas — Lo estas haciendo de nuevo Min Yoongi.

El mayor se sonrojo y sonrió, una hermosa sonrisa de encías, y sus ojos se hicieron mas chicos de lo genuina que había sido esa sonrisa y de lo cansado que estaba. — ¿Ya mero? — Preguntó el mayor impaciente.

Jimin fue a ver la computadora — Falta media hora. Pero ya se que podemos hacer mientras para ahorrarnos tiempo mañana. Vamos al salón de multimedia donde será la junta y dejamos de una vez tu computadora conectada en el proyector.

Era una buena idea, así que que Yoongi tomo el teléfono y le pidió al guardia que se encontraba en recepción que si podía ir a abrirles la sala de juntas.

El señor Lee apareció luego de 5 minutos y les abrió la sala de juntas que se encontraba en el tercer piso.

Ambos chicos se despidieron con una reverencia.

Yoongi tomó su computadora y comenzó a conectarla mientras Jimin se sentaba en una de las sillas y comenzaba a girar infantilmente en ella, estaba cansado y aburrido.

— Listo, ya quedó. — Dijo el mayor viendo que el escritorio de su laptop se proyectaba en la enorme pared de aquel salón. Se dispuso a apagar la computadora para poder salir y ver si aquel video ya había terminado de procesarse.

Apagaron las luces y se disponían a salir cuando notaron que la puerta no abría.

— ¡Oh no! — Fue lo único que pudo decir Jimin luego de intentar mil veces girar la manija de la puerta pero esta simplemente no daba de sí. — ¡Min Yoongi! Claramente te dijo el señor Lee que debías ponerle el seguro por dentro para que la puerta no se cerrará. — Jimin estaba desesperado.

— Lo siento, lo olvidé. — El mayor estaba algo apenado por aquello...

— Claramente así fue... Llama al señor Lee para que nos abra.

El mayor obedeció, tomó el teléfono de la sala de juntas y marcó a la recepción, el teléfono timbraba y timbraba y nadie respondía... — No contesta...

— Olvídalo, no lo hará. — Dijo Jimin sentándose fastidiado sobre uno de los escritorios.

— ¿Cómo lo sabes?

— Acabo de recordar que el señor Lee antes de irse dijo que daría una vuelta por los pisos, su rondín de noche, para asegurarse de que todo esté en orden... eso fue hace 20 minutos...

— Entonces no debe de tardar... — El mayor se sintió un poco optimista.

— Si, te recuerdo que estamos en un edificio de 20 pisos... y este es el tercero...

— ¡Mierda! — Fue lo único que el pálido pudo soltar.

Se tumbó en una silla que estaba a un lado de Jimin resignado a que tal vez pasarían ahí la noche.

Después de unos minutos en silencio Yoongi se levantó y apagó la luz.

— ¿Por qué la apagas?

— Por qué no puedo dormir con luz y si nos quedaremos aquí encerrados al menos intentaré dormir un poco, deberías de hacer lo mismo.

El salón aquel había quedado en completa penumbra, Yoongi caminó torpemente intentando regresar a su lugar, pero evidentemente no veía nada y se había golpeado un par de veces.

Jimin río — Sigue mi voz torpe...

— No me digas así... — Se quejó el mayor quien caminaba lentamente con los brazos hacia el frente para no chocar con algo, pero cuál fue su sorpresa cuando chocó con el pecho de Jimin haciendo al menor estremecerse un poco pero no dijo nada...

Yoongi no quitó sus manos del pecho del contrario, comenzó a acercarse un poco más hasta quedar parado justo en medio de las piernas de Jimin, bajó sus manos lentamente hasta posarse en la pequeña cintura del rubio, acercó su nariz a la contraria y ahí solo se escuchaba la pausada respiración de ambos.

Jimin llevó una de sus manos al rostro de Yoongi tomándolo por la mandíbula y sin titubear ni un poco lo besó.

Hundió su boca en la contraria siendo recibido con demasiada urgencia, Yoongi lo rodeo posesivamente con sus brazos mientras Jimin enroscaba sus manos en el cuello contrario y las piernas en su cintura, haciendo aquel beso mas profundo y más necesitado.

No se veía absolutamente nada, solo se escuchaban los chasquidos de ambas bocas comiéndose y las respiraciones entrecortadas de los dos hombres.

Yoongi comenzó a soltar la corbata de Jimin desesperadamente mientras le desabotonaba la camisa casi por completo, enterró su cara en el cuello del rubio y comenzó a besar y a morder apasionadamente, Jimin acariciaba el cabello del contrario y con la otra mano se sostenía en el escritorio, arqueando su espalda y su cuello para darle un mejor acceso al mayor.

Yoongi comenzó a chupar y a lamer los pezones de Jimin hasta dejarlos duros y sensibles, el menor contenía sus gemidos.

— Nadie te escucha... — Dijo el mayor casi como un susurro...

— Oh Yoonie... sigue, no pares... — Logró decir entre suspiros y jadeos.

Yoongi volvió a esa boca que era su perdición y siguió devorándolo a su gusto, saboreando la lengua contraria, sintiendo la tibieza de esa saliva que sabia a la mas dulce ambrosia.

Jimin acerco mas su cuerpo al de Yoongi haciendo que ambas entrepiernas se rozaran entre sí creando una deliciosa fricción.

Tímidamente bajo su mano y comenzó a frotar la erección del mayor haciéndolo soltar pequeños gruñidos los cuales morían en su oído, aquellos sonidos secos y graves que salían de la garganta del mayor tenían a Jimin mal.

— No sabes cuantas ganas tengo de cogerte justo ahora bebé... — dijo Yoongi susurrando en su oído, haciendo a Jimin soltar un sonoro gemido, ahora el menor fue el que tomó la boca del contrario desesperadamente — Hazlo — Dijo Jimin en la boca del pelinegro.

Yoongi correspondía de igual forma arrebatada a aquel beso lleno de mordidas, lamidas y chupadas.

Cuando el mayor comenzó a desabrochar el cinto del rubio para poder comenzar a desvestirlo el fuerte sonido del timbre telefónico los asusto demasiado haciéndolos saltar de su lugar.

— Mierda, maldito teléfono casi me da un infarto. — Dijo el mayor despegándose de Jimin para ir a buscar a tientas el infernal aparato que no dejaba de sonar.

Jimin se levantó y prendió la luz haciéndolos a los dos cegarse por unos breves segundos, al fin el mayor dio con el teléfono y contestó.

— Si señor Lee, nos quedamos encerrados, de acuerdo, aquí lo esperamos.

Jimin de inmediato comenzó a acomodarse la ropa al igual que Yoongi acomodaba su erección de forma "discreta " dentro de su pantalón.

Cuando el señor Lee llegó, ahí no había indicios de lo que había estado a punto de suceder.

Se apresuraron al ascensor para llegar a su piso, el 14... tenían tiempo, ambos se voltearon a ver y no hubo necesidad de palabras. Jimin brinco a los brazos de Yoongi y este lo recibió con gusto, pegándolo a la pared del elevador, siguieron devorándose a besos, besos que gritaban, suplicaban algo más, sus cuerpos estaban tan necesitados por el contacto del contrario, era un arranque de lujuria, de deseo.

El elevador llegó más rápido de lo que esperaban a su piso. Jimin bajó de brazos de su hyung y ambos se dirigieron a la oficina.

— Está listo. — Dijo Jimin aliviado, guardó el archivo en una memoria y apagó la computadora.

Ambos chicos tomaron sus pertenencias y se dirigieron de nuevo al elevador, esta vez no fue la pasión la que los invadió, se fueron abrazados, dándose mimos, tiernos besos y caricias, ambos estaban exhaustos y ya era casi la una de la mañana, realmente dormirían poco pero había valido la pena en todos los sentidos.

Al llegar a sus autos antes de que se subieran, Yoongi le gritó a Jimin.

— ¡Park!

— ¿Si? — dijo Jimin antes de cerrar la puerta del auto.

— Esto no se va a quedar así... me debes una, a la próxima no te salvas.— Gritó el mayor y le sonrió hermosamente y le guiño un ojo antes de subirse a su auto.

Claro que esto no se quedará así Yoonie, te debo esta y las que quieras...

Fue lo último que pensó Jimin con una enorme sonrisa en su rostro antes de dirigirse a casa.

Extraño mucho sus comentarios, siento que ya no comentan como antes ¿Es que ya no les gusta la historia? Sus comentarios me dan vida, y aunque no siempre contesto, les juro que los leo todos y son un super motivantes para mi.

Y con respecto a lo que paso en el capítulo de hoy...

Estos chicos se tienen unas ganas tremendas, la tensión sexual entre los dos es palpable y evidente, pero ¿Qué tan conveniente es que sigan así?

Si también te prendiste aunque sea poquito, regálame una estrellita por favor.

Gracias por leer.

Les quiero mucho...

Momo ♥

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