
CAPÍTULO XLV - Back at one
No se puede negar que tenemos que estar juntos
Es increíble como decía que nunca me enamoraría
La base es saber
Si tu simplemente no sabes lo que siento
Déjame demostrarte que soy sincero
que todas las cosas con el tiempo se demuestran
Primero, eres como un sueño hecho realidad
Segundo, solo quiero estar contigo
Tercero, es fácil decirque tu estas hecho para mi
Cuarto repite los pasos de el primero al tercero
Quinto, haré que te enamores de mi
Y si alguna vez creo que he terminado con mi trabajo
volveré hacer todo de nuevo
Es increíble cómo las cosas se van desenvolviendo solas
y cuando puedes ver la realidad de las cosas
y no es nuestro destino estar separadosnunca hubiera avanzado tanto
pero tu tienes la llave de mi corazón
Digo a la oscuridad de la noche
Yo veo la luz del sol a punto de llegar
Yo siento como un niño al nacer, que la vida ha empezado
Llegaste y respiraste
El fin de semana Yoongi se la pasó consintiendo a Jimin, simplemente estando para él, vieron películas, fueron a comer, pero no hubo besos, no hubieron palabras de amor, todo fue tranquilo, tierno, doméstico, pero con sus limitantes, no por que Yoongi no quisiera, sino porque quería prepararle una sorpresa al rubio, algo digno de él, y Jimin se sentía complacido de tenerlo a su lado pero frustrado por no tenerlo como quería, pero simplemente no iba a presionar, le gustaba la forma en la que las cosas estaban pasando y quería que siguieran fluyendo de la misma manera.
El lunes en la oficina, un Jimin más animado y contento apareció dándole a Yoongi la noticia de que se iría a Estados Unidos a acompañar a Ashley.
—No puedo dejarla sola hyung, me corresponde también hablar con su familia, después de que me la traje acá, ¿como me vería de solo dejarla ir así nomas?
—¿Y el trabajo? ¿Qué vamos a hacer? —Yoongi estaba molesto, odiaba que Jimin tuviera que irse de nuevo, el miedo volvió a apoderarse de él, el temor de volver a ser abandonado sin aún haber recuperado del todo al rubio.
—Dejaré todo listo, no pienso irme y dejarte el proyecto tirado hyung, cuando tenga todo preparado, pediré unos días para poder ir y volver.
El pálido estaba notablemente molesto, su mandíbula estaba apretada en una visible señal de incomodidad y desagrado, su ceño fruncido, las fosas nasales más abiertas de lo normal y la mirada sin brillo.
El menor fue y cerró la puerta de la oficina y se acercó lentamente al mayor, quien tenía una mano en la cintura y otra en el mentón, como repasando aquella información recientemente adquirida.
Jimin lo abrazó por la cintura dejando su rostro cerca del contrario.
—Yoonie... ¡Mírame! No pienso abandonarte de nuevo, se que tienes miedo aunque no lo digas, se que estas enojado por sentirte así, y perdóname que te lo diga, pero no es mi culpa conocerte tanto...
Yoongi fue suavizando el gesto conforme escuchaba la dulce voz del chico hablar tranquilamente.
—No cometeré el mismo error dos veces, no pienso dejarte, seguiré aquí, lucharé por nosotros, solo necesito que me apoyes en esto... sabes lo importante que es Ash, sabes que no puedo dejarla sola...
Yoongi sabía, entendía perfectamente, pero se cagaba de miedo de solo pensar en Jimin irse de nuevo, en volver a perderlo, en no haber sido valiente de decirle todo lo que sentía por él, tenía que apresurarse a decirle todo, tenía que dejar de temer, tenía que confiar, y esta era la prueba definitiva con la que iba a sellar esa confianza.
—Yo lo sé, perdóname, solo tengo miedo... —por fin habló el mayor con la voz suave y seca.
—Se que lo tienes, pero confía en mí por favor, solo te pido eso... Esta vez será diferente, créeme ¿Si?
Yoongi asintió, abrazo al menor y recargo su barbilla en la cabeza contraria y dejó un beso en esta. —Te creo, solo dame tiempo ¿Si? Te quiero Jiminie...
—Te quiero hyung. —Jimn alzó la cabeza y dejó un tierno beso en la mandíbula del mayor haciéndolos sonreír a los dos.
Después de aquel breve momento sentimental, ambos se enfrascaron de nuevo en el trabajo, Jimin tendría que apurarse, exigirse y esforzarse más para poder irse unos días con Ashley a Estados Unidos, no sería fácil pero tampoco sería imposible.
Jungkook iba a recoger unos documentos al departamento de contaduría, en el trayecto iba con algo de pereza, distraído en el celular, los lunes nunca habían sido sus días favoritos, así que para distraerse un poco comenzó a mandarle mensajes a su admirador secreto.
Al llegar al departamento de contaduría, tuvo que sentarse a esperar a la chica que le entregaría aquellos papeles que necesitaba, así que tomó asiento y esperó.
Mientras se enfrascaba en una conversación con cierto chico misterioso, comenzó a notar algo realmente extraño.
Cada que él mandaba un mensaje, ahí en ese mismo espacio, se escuchaba llegar una notificación.
Al principio lo vio como una coincidencia, después comenzó a mandar más mensajes y cada mensaje que él enviaba, provocaba un sonido de notificación.
Sonrió triunfante, deseoso de encontrar al fin a su admirador secreto.
Se levantó de donde estaba sentado y comenzó a caminar lenta y sigilosamente en los cubículos, intentando no llamar la atención, cuando se le ocurrió una mejor idea, decidió marcar a aquel número.
De pronto un celular comenzó a sonar mientras seguía en línea, rápido siguió el sonido y cuando llegó, encontró el sitio vacío, justo como su chico secreto le dijo, que volvería en un momento.
Se apresuró a volver a su sitio de espera, cuando la chica regresó y le entregó los papeles que necesitaba, Jungkook no se aguanto y preguntó.
—¿Disculpa? El último cubículo junto a la ventana, ¿De quién es?
Y en definitiva no estaba preparado para lo que escucho.
—Kim SeokJin.
Esto se va a descontrolar estoy emocionada, estamos cada vez mas cerca del final, que nervios.
Es increíble como la preocupación termina jodiendote físicamente tanto. Las cosas están peor que antes queridos lectores, espero que todo se mejore.
Les quiero mucho les mando muchos abrazos.
Momo ❤️
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