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CAPÍTULO XLI - When you come around



Hay muchas razones
Por qué nuestro amor está garantizado
Muchas razones del porqué
No puedo esconder
Lo qué significas para mí

Así que dí lo que estás pensando
Mientras estás sentado a mí lado
Deja mostrar tus sentimientos
Sólo déjame saber
Cómo es ser predestinados cariño

No tienes que preocuparte
Porque todo está bien
Sé qué me tendrás
Qué me tendrás a través de la noche

Cuando estas cerca
Me levantas cuando me caigo
Y quiero que sepas
Cariño, ¿Cómo lo puedo mostrar?

Tengo que gritar y gritar
Cuando estas cerca
Sólo tienes que sonreír y me noqueas
Pero estoy aquí en el piso
Y estoy rogando por más

Cariño, así es el amor
No tienes que preocuparte
Porque todo está bien
Sé qué me tendrás
Qué me tendrás a través de la noche


Por más que lo intentó Taehyung no fue capaz de hablar con Jungkook, y el menor al verlo tan mal tampoco fue capaz de enfrentarlo como quería hacerlo.

Simplemente se dedicó a abrazar y a apapachar al castaño y el castaño por su parte se dejó hacer, hundiéndose en el cuello del menor, sintiendo el calor de su abrazo, despidiéndose mentalmente de aquel contacto, que a pesar de amar a Hoseok, se había encariñado mucho con Jungkook y no podía negar que iba a extrañarlo, sabía que seguirían siendo amigos, solo que extrañaría la forma en sus cuerpos se reconocen, extrañaría el dulce aroma de Kookie, lo tierno de su tacto, la calidez de su piel, y se estaba dando ese momento mentalmente para disfrutar ese que él sabría sería el último momento de intimidad con el menor.

No hubo sexo, pero aun así se sintió tan intimo, tan cercano, algunos besos pero sobre todo abrazos y caricias sinceras.

Cuando Jungkook le preguntó qué sucedía el mayor le dijo que se lo diría después y el menor solo asintió y se tumbaron en el sofá, aparentemente viendo la televisión pero los dos sumergidos en sus mentes.

El lunes en la oficina comenzó con un Jimin y un Yoongi demasiado coquetos, se la pasaban mirándose, sonriéndose pero ninguno hablaba de los mensajes subidos de tono que se habían mandado el fin de semana.

Suaves roces del cuerpo, Yoongi se acercaba a ver la computadora de Jimin poniendo su mano sobre la del menor en el mouse, y Jimin casi hundiendo su nariz en el cuello del mayor inhalando su esencia.

Mejilla con mejilla, ambos supuestamente revisando las gráficas de los archivos de la computadora del menor, pero simplemente creando una tensión sexual intensa, poco les faltaba a esos dos para terminar estallando, un movimiento en falso y se les olvidaría por completo que estaban en la oficina.

Ambos se morían de deseo por el contrario, se morían por comerse a besos, por arrancarse la ropa y sentir piel a piel el calor del contrario.

Pero se la pasaron así, con esos juegos sutiles y a la vez desesperantes, de rozarse, darse miradas, gestos y demás.

Jimin se fue al baño sin avisarle a su hyung a donde iba, necesitaba calmarse, se sentía demasiado acalorado, se sentía deseoso, se sentía peor que en la pubertad, una tremenda necesidad de liberarse era exigida por su cuerpo, sus genitales dolían, exigían un poco de atención, pero no era el momento, así que se fue al baño a echarse un poco de agua en la cara y tratar de calmarse y en lo que estaba entrando al baño recibió un mensaje del mayor preguntándole en dónde estaba.

El rubio lo unico que hizo fue mandarle una foto de su trasero desnudo, y antes de arrepentirse de aquello, envió el mensaje.

Fue la gota que derramó el vaso.

Después de haber hecho aquello el menor se sintió avergonzado ya que el mensaje solo se quedó en visto, Yoongi no le contestó nada. Bufo decepcionado pero a la vez decidido al fin de abrir esa llave en el lavado y mojarse el rostro cuando de pronto la puerta del baño fue abierta bruscamente.

Yoongi entró con demasiada urgencia, aventó la puerta y en cuanto la cerró puso el cerrojo de esta, ni siquiera dijo una sola palabra cuando giró bruscamente a Jimin, lo tomó de la cara con ambas manos y comenzó a besarlo con demasiada desesperación.

El rubio al recibirlo soltó un fuerte gemido necesitado, urgido por ser liberado de su garganta al sentir el contacto de esos labios que lo volvían loco.

Llevó sus propias manos y las posó sobre las del mayor, se estaban besando con tanta hambre y con tanto deseo, sus lenguas chocaban con violencia una con la otra, se mordían sin mucho cuidado, los besos salían con un embate de sus bocas, sin mucho cuidado, simplemente reflejando lo mucho que habían esperado por aquello.

Yoongi bajó una de sus manos y la puso sobre la cintura del menor jalándolo violentamente hacia su cuerpo, aprisionándolo posesivamente, apretándolo sin mucho cuidado, haciendo al menor gemir gustoso de aquel contacto, sus entrepiernas estaban empalmadas, chocando una contra otra, las manos de Jimin jugaban una con el cabello del mayor y otra bajando lentamente para posarse sobre la dura entrepierna del pelinegro.

Ambos hombres se encontraban extáticos, Yoongi con urgencia desabrochó el cinto del pantalón de Jimin a la vez que el botón y el cierre, sin pedir permiso los bajó con fuerza, despegó sus labios de los del rubio y lo giró violentamente.

Jimin apoyó ambos brazos sobre el lavabo quedando de frente al espejo viendo lo que el mayor le hacía.

Yoongi al encontrarse con las nalgas desnudas del menor, las abrió con ambas manos y enterró su cara en ellas, inmediatamente su lengua encontró su anhelado camino, comenzó a lamer y a chupar con tanto gusto el trasero del menor, haciéndolo retorcerse de placer, le estaba comiendo el culo justo como tanto deseó hacer el fin de semana, y Jimin estaba siendo comido por Yoongi justo como amaba que lo hiciera, sin piedad, sin ternura, solo deseo, placer, se miró al espejo y le gustó aquella imagen, de el agitado, sudando, desnudo de la mitad hacia abajo, jadeando, alcanzaba a ver la cabeza del mayor enterrada entre sus nalgas y eso le regocijaba como no pensó que lo haría, excitándose al 1000% ante aquella imagen.

La lengua de Yoongi comenzó a penetrarlo mientras sus manos seguían masajeando sus glúteos, el mayor estaba extasiado, devorando aquello que sabía le pertenecía, aquello que quería comer cada que tuviera antojo, aquello que era suyo, tan preciado, tan deseado, tan jodidamente rico y delicioso que era el trasero de Jimin.

Yoongi con una mano desabrocho su cinto y pantalón, saco su miembro y comenzó a masturbarse mientras seguía chupando, mordiendo, lamiendo, besando el trasero de Jimin, el menor comenzó a hacer lo mismo, jalaba su miembro con fuerza al ritmo de la lengua del mayor chocando con su interior.

Jimin fue el primero en soltar su anhelado orgasmo justo en el lavabo y salpicando el espejo, siendo un completo desastre de gemidos y retorciendo su cuerpo, sintiendo que las rodillas se le doblaban. Yoongi alzó su cabeza y lo miró a través del espejo con demasiada satisfacción, el estaba a punto de correrse también, su mano seguía moviéndose de arriba a bajo concentrándose más en el glande, el cual estaba hinchado y rojo, Jimin lo hizo ponerse de pie, y se dio cuenta lo mucho que le ponía ver a Yoongi masturbarse, era algo que le removía por dentro de sobremanera, casi al punto de querer gemir por esa escena.

El mayor nunca, pero nunca se masturbaba, y estarlo viendo en ese momento hacerlo era la maldita escena más caliente que había visto en ese día...

Comenzó a ayudarle con su mano sobre el largo de su falo, el mayor seguía enfocándose en la cabeza de su pene.

El menor se acercó y comenzó a besarlo, ahora lenta y sensualmente mientras entre beso y beso le decía —Vamos Yoonie, vente en mi cara ¿Si?

Al hablar usó un tono de voz tan dulce, tan travieso, tan lleno de doble sentido que eso incremente en Yoongi el momento de soltar el éxtasis que guardaba su cuerpo.

Jimin se arrodillo a la altura del miembro de Yoongi, el pelinegro lo estaba viendo a los ojos, se veía jodidamente sexy, hermoso, perfecto, Jimin comenzó a lamer sus labios y morderlos y la cereza del pastel fue cuando el menor sacó su lengua y comenzó a lamer la punta del glande del mayor descaradamente.

En ese momento Yoongi se corrió con tanta fuerza, el semen salía a chorros, disparado directamente a la cara del menor, manchándole el cabello y demás.

Yoongi gimió roncamente, y después de unos segundos que se compuso, tomó papel y rápidamente comenzó a limpiar a Jimin.

—Lo siento bebé, en verdad, yo lo siento...

—No lo sientas tonto... estuvo riquísimo... ¿No te gustó?

—S-si... pero yo, nunca...

—Nunca te habías venido en mi cara, ni tampoco te había visto masturbarte... y quiero que se repita si o si, ¿Entendido? Salió mucho, en verdad si me extrañabas... —dijo siendo demasiado pervertido.

El mayor le mostró una enorme sonrisa dejando ver sus preciosas encías, y negando ante las palabras dichas por el menor y riendo con sus hombros soltando aire entre sus labios, definitivamente lo volvería loco.

Jimin tuvo que enjuagarse el cabello en el lavado además de la cara, y el mayor tuvo que ayudarle a quitarse todo el semen donde Jimin no veía, se pusieron a limpiar el espejo, y dejaron aquel baño completamente limpio, sintiéndose un poco avergonzados de aquel arranque de lujuria pero a la vez sintiéndose complacidos hasta la médula.

Cuando ya estaba acicalados, con la ropa acomodada y el baño limpio, Jimin se recargo en el lavado y suspiro, Yoongi se puso entre sus piernas, una mano la acomodo en la cadera y la otra en la mandíbula del menor, se agacho un poco y junto sus labios, en un beso lento, dulce, suave, con ligeros roces de sus lenguas, ligeros apretones de labios, combinado con pequeños besitos, y luego unos más profundos, ambos comenzaron a sentirse mareados, pero felices.

—Gracias Minie. —Dijo lo último sellándolo con un besito chiquito.

—Gracias a ti Yoonie. Ahora si vamos a comer de verdad.

Yoongi se soltó riendo lo abrazó fuertemente, casi estrujándolo el menor reía a carcajadas mientras comenzaba a picarle las costillas a Yoongi, el mayor se soltó riendo igual, abrieron la puerta del baño y se fueron rumbo al comedor hablando, riendo, y con un brillo totalmente especial y único en sus ojos, siendo cómplices de algo que acababa de marcar el inicio de algo demasiado esperado.

Mientras aquellos dos chicos se comían en el baño, afortunadamente el personal de ese piso se encontraba en el comedor, como cierto chico con sonrisa de conejo que comía acompañado de su colega Minho, ambos chicos se encontraban cada quien en sus cosas, Minho en la computadora y Jungkook en el celular, simplemente se hacían compañía pero no estaban interactuando.

—Voy por algo de postre ¿Quieres algo? — Pregunto Jungkook a Minho

—No JK, gracias, de hecho voy a subir a la oficina, te veo allá...

Jungkook se fue y se puso a ver con calma la sección de los postres pensando que se le antojaba más.

A lo lejos Seokjin lo observaba con coraje y la vez con admiración, lo segundo inconscientemente, prestando total atención a cada detalle del rostro del menor, a cada gesto, como se le hacían arruguitas a los lados de los ojos al fruncir el ceño indeciso de cual postre elegir, encontrándolo realmente apuesto.

Se levantó y se dirigió hacia donde estaba el menor, parándose peligrosamente cerca de él, Jungkook no se había percatado de aquello, ya que estaba muy ocupado tomando un plato con bananas y crema..

Al girarse se topó de frente con Seokjin, quien a propósito lo hizo para chocar con el menor.

—Fíjate por donde caminas mocoso descuidado.

—Deja de atravesarte como idiota en el camino de los demás.

Ambos se veían con odio, pero sintiendo algo más dentro.

Se sostuvieron la mirada por unos segundos y Jungkook antes de irse rozó su hombro con el contrario empujándolo bruscamente, al pasarlo giró su cabeza y lo miró con burla, el mayor lo miraba también y le sonrió maliciosamente.

El menor llegó a su asiento en el comedor y sacó su celular, Seokjin fingió irse pero se sentó en un lugar donde el menor no pudiera verlo a él pero el sí ver al chico, quería ver sus gestos.

Y comenzó a mandarle mensajes.

¡Ufff que calor! Este Yoonmin se esta saliendo de control, yo no entiendo, justo cuando dicen que como amigos y que no se que, salen con sus cosas jajaja

¡Feliz Navidad a todos! Espero que la hayan pasado bonito, felices, con sus seres queridos.

Tristemente Yoonie, Nam y Jinnie están enfermos, pero esperemos que se recuperen muy pronto.

Les mando muchos besos y les agradezco que me lean.

Les ama mucho

Momo ❤️

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