Sí quieres saber

Mañana por la mañana me tengo que ir

Pero dónde quiera qué esté

Estoy pensando en tí

No puedo creer lo mucho qué te amo

Todo lo que tenemos está aquí, ésta noche

No queremos desperdiciar éste momento

Dame algo para recordar

Cariño, pon tus labios en los míos.

Y te amaré por siempre

Cada vez qué estemos separados

Cierra tus ojos

Y estarás aquí, conmigo

Mira tú corazón Y allí es dónde estaré

Sí sólo cierras tus ojos

Hasta que te alejes

Nunca estarás demasiado lejos de mí

Sí cierras tus ojos

Sé que te veré de vuelta

Pero prométeme qué no te olvidarás

Por qué mientras tú recuerdes

Una parte de nosotros estará junta

Incluso cuando estás durmiendo

Búscame en tus sueños

Sigue creyendo en lo que compartes

Y hasta cuándo no estoy aquí para decirte

Yo, te amaré para siempre

Cada vez que no pueda estar contigo

Esa noche Jimin le explicó el motivo, el padre de Ashley estaría de viaje por algunos meses, era la única fecha en la que podrían coincidir por mucho tiempo entonces tenía que ser justo en ese momento.

Al principio Yoongi no lo tomó tan bien, sabía que ese día llegaría tarde o temprano y el miedo lo invadía, pero estaba seguro que el lazo que habían vuelto a unir, era aún más fuerte que el anterior.

Discutieron por unos minutos hasta que Yoongi se disculpó, tenía que ser más seguro, confiar en su pareja, dejar de tener miedo y aunque le era muy difícil, había prometido estar bien.

El viaje sería la semana que entra, y aunque en el trabajo les habían dado solo esa semana, Jimin ya tenía el permiso para ausentarse una más debido al viaje.

Aprovecharía esa semana de descanso al máximo a la vez que Jimin disfrutaría de esos últimos días de Ashley con él en Corea.

La semana había pasado más rápido de lo que Yoongi hubiera deseado y cuando menos pensó, se encontraba bajando maletas de la cajuela de su auto en el estacionamiento del aeropuerto.

Ashley se sentía muy ansiosa, por una parte tenía mucho miedo de la reacción de sus padres y de los de Jimin al anunciar que habían roto su compromiso, por que aun no les habían dicho.

Pero por otro lado, se sentía feliz y emocionada de regresar a su ciudad donde siempre vivió, donde tenía su vida, donde estaban sus amistades y demás familia.

Sentía mucha nostalgia de dejar a Jimin, tenían tantos años siendo mejores amigos y estando juntos, pero se quedaba tranquila al saber que Jimin al volver sería mucho más feliz al lado de la persona que siempre amo, sabia que tenia unos maravillosos amigos que lo cuidaban y se preocupaban por él aparte de un trabajo que sabia el rubio disfrutaba demasiado.

Jimin y Ashley fueron a documentar su equipaje y recibir sus pases de abordar mientras Yoongi los esperaba atrás a cierta distancia, con las manos dentro del bolsillo de su pantalón no dejaba de mirar a Jimin.

Pensando en lo hermoso que era, físicamente Jimin era el hombre más guapo y precioso que haya visto en su vida, se sentía afortunado de ser su pareja, le daba risa como las chicas coqueteaban con él y como incluso algunos hombres lo miraban discretamente, su atractivo era innegable.

Después pensó en todo lo que tuvieron que pasar para estar parados justo en el lugar que estaban, todos los años que Yoongi vivió aferrado al pasado, siendo su propia víctima por no poder superar lo que había pasado.

Se sintió tonto de haber culpado y odiado a Jimin por tanto tiempo, por que aunque Jimin no hizo las cosas correctamente, hizo lo que tenia que hacer, y así tenían que haber ocurrido las cosas.

Yoongi jamás se hubiera negado a que Jimin se fuera, lo hubiera apoyado aunque hubieran tenido que terminar, lo que le había dejado una huella tan profunda era el hecho de que se hubiera ido así sin mas, sin avisar, sin despedirse, sin una explicación, convirtiéndose en un fantasma que rondaba cada día y cada noche en su mente y en su corazón.

Pero ahora no lamentaba nada de aquello, ahora sabía que todo eso se había convertido en un aprendizaje, había madurado, había aprendido a perdonar, a conocerse mejor, a no culpar a nadie por sus sentimientos y a hacerse responsable de sus acciones y sus palabras, él no era ningún santo, también lastimó personas, también tuvo acciones que lo lastimaron a él mismo, pero al final de cuentas aprendió y lo seguiría haciendo, por que estaba vivo, por que estaba aquí.

Las manos le sudaban, en verdad sentía muchas ganas de llorar, sentía el estómago revuelto y a pesar de saber que Jimin volvería, de saber que el boleto de regreso ya estaba comprado, el miedo era algo que no lo dejaba en paz, pero tenía que enfrentarlo.

Jimin y Ashley volvieron.

Jimin le regaló una sonrisa un tanto tímida.

—¿En qué piensas hyung? —dijo mientras los tres se encaminaban a las puertas donde tendrían que separarse.

—En nada, solo en que te ves muy bien hoy y que te voy a extrañar.

Jimin se sonrojó de inmediato y sonrió tímido.

—¡Oh Hyung! No digas esas cosas aquí porque no puedo besarte... —le dijo acercándose un poco más al mayor para decírselo en voz baja. —Aparte no me extrañes, vuelvo en menos de una semana.

—Lo sé, lo sé... no me hagas caso. ¿Lista Ashley? —dijo el mayor dirigiéndose a la chica quien apretaba con fuerza su pasaporte y los boletos visiblemente nerviosa.

—Si, lista. —suspiro con fuerza y estiró sus labios. —Gracias por traernos, te devolveré a Jimin en menos de lo que piensas.

Los tres rieron.

—Cuídalo mucho ¿Si? Y te juro que si vuelves a lastimarlo, tomaré el primer avión a Corea y vendré a darte una paliza. —dijo Ashley mientras extendía su mano en señal de despedida.

Yoongi sonrió y tendió su mano en respuesta.

—Lo tendré en mente. —contestó serio y después rio suavemente.

—Bien, los dejaré para que se despidan, voy a entrar, te veo adentro Jimin, hasta luego Yoongi. —hizo una pequeña reverencia la cual Yoongi imitó.

—Hasta luego Ashley, buen viaje y ¡Figthing! —hizo una señal con su puño alentando a la chica y ella solo sonrió y respondió el gesto, acto seguido se alejó para pasar por seguridad y poder entrar a la sala de abordaje.

—Amor... mírame. —soltó Jimin de pronto sabiendo que Yoongi evitaba mirarlo directamente a los ojos.

Yoongi se hizo loco mientras veía hacia sus pies.

—¿Yoon? Amor, vuelvo pronto, te lo prometo, no pienso irme de nuevo —tomó la cara de Yoongi con ambas manos obligándole a mirarlo —No cometer el mismo error dos veces, ahora que te tengo no pienso dejarte por nada del mundo. Te amo Yoongi.

El mayor sonrió ligeramente, tenía sus ojos llenos de lágrimas pero no las dejó salir.

—Lo se bebé, también te amo. Ahora ve y arregla todos esos asuntos para que puedas volver tranquilo, yo prometo que estaré aquí esperándote. ¿De acuerdo?

Jimin lo soltó y asintió tiernamente, volteo a todas partes como buscando algo y Yoongi volteo también confundido cuando de pronto sintió unos labios sobre los suyos.

Correspondió tímido a aquel casto beso.

—Nadie mira...

—Una mierda si alguien mira. —dijo Yoongi tomándolo de la cintura y atrayéndolo hacia su cuerpo para darle un beso más profundo y dulce.

Se separaron y ambos estaban rojos.

—¿Cuídate si? Avísame en cuanto llegues y saluda a tus padres de mi parte, diles que por mas que lo intentaron no lograron separarnos, tal vez me odien un poquito más pero da igual.

—No te odian hyung, pero tienen que entenderlo. Tu cuídate también, espero que la primer semana en el nuevo departamento vaya bien, tendrás mucho que enseñarme y explicarme cuando vuelva.

—Despreocúpate amor, vete tranquilo, yo voy a estar bien. Te amo ¿Si?

—También te amo mi amor.

—Ahora ve, Ashley te espera.

Jimin le sonrió por última vez, él sí soltó un par de lágrimas. Se dio la media vuelta y antes de entrar se giró y mando un beso volador a Yoongi y grito "TE AMO".

Todo el aeropuerto se dio cuenta de aquello y Yoongi solo se soltó riendo mientras sentía todas las miradas en él, devolvió el beso volador y respondió de la misma forma con un grito.

Jimin entró y se perdió detrás de las puertas.

La semana se pasó desesperadamente lenta para Yoongi, el trabajo le ayudaba a distraerse, el nuevo departamento y equipo resultó muy bueno, de inmediato se pusieron a trabajar, les habían asignado un nuevo piso en el cual cada uno tenía su oficina privada y sala de juntas para los cuatro.

Se había reunido una vez con Hoseok y Taehyung luego de que Jimin se hubiera ido, sus dos amigos intentaron distraerlo con noche de Mario Kart, pizza y cerveza hasta la madrugada.

Namjoon lo había invitado a jugar golf, había accedido solo por hacer algo, pero definitivamente no le había gustado, sentía que era una mierda que solo los ricos hacían por ser ricos.

Jungkook y Jin lo habían invitado a cenar saliendo del trabajo y al principio no se sentía muy entusiasmado, tenia mas ganas de irse a su cueva a lamentarse de su miseria, pero SeokJin lo convenció diciéndole que él invitaba, cosa muy rara que no debía desaprovecharse, al final terminó pasándola muy bien, no sabia que carajos le había dado Jungkook, pero sin dudas lo agradecía por que ahora Jin comenzaba a agradarle, era mas amable, mas risueño incluso chistoso.

Los días parecían pasar en cámara lenta para el mayor, la manera más fácil de comunicarse con Jimin era a través de mensajes de texto ya que la diferencia de horario les impedía poder llamarse por teléfono ya que uno se encontraba durmiendo, o cuando el otro podía, el contrario se encontraba ocupado.

Era Viernes por la noche y al fin saliendo del trabajo pasaría a recoger a Jimin al aeropuerto.

Ese día se la pasó sonriendo, cantando y todos en la oficina se burlaban de él porque sabían el motivo de su felicidad.

Salió un poco antes y fue a comprar un bonito ramo de flores, después llegó y compro cena y por último un postre.

Llegó al aeropuerto y busco en las pantallas el vuelo de Jimin el cual venía a tiempo.

Luego de esperar por más de 20 minutos, por fin había aterrizado. Se paró ansioso junto a la puerta por donde su novio tendría que salir, pero no hasta adelante, prefirió esperar atrás dejándole espacio a las mujeres que esperaban a sus esposos acompañadas de sus pequeños hijos, a las madres ancianas que esperaban la llegada de sus familias.

A lo lejos pudo distinguir una cabellera rubia buscando en todas direcciones.

Yoongi sonrió y siguió observando a su novio, como se formaba un tierno puchero en su rostro al no encontrarlo. Se desvió de su dirección y Yoongi lo siguió en silencio hasta que se paró detrás de él.

Lo abrazo por el cuello de espaldas.

—¿Me buscabas?

Jimin tomó las manos de Yoongi con las suyas mientras sonreía aunque su chico no pudiera verlo.

Yoongi dejó un beso en su mejilla y le quitó la maleta de la mano.

—Bienvenido mi amor. —dijo viéndolo a los ojos y regalándole una preciosa sonrisa enorme que hacía ver sus encías. —¿Cómo estuvo tu viaje?

Jimin se derritió en ese momento, había extrañado demasiado a su novio que se moría por abrazarlo y llenarlo de besos.

Caminaron uno al lado del otro hasta que llegaron al auto, Yoongi guardó la maleta en la cajuela y subieron al auto, una vez dentro Jimin se abalanzó a sus brazos y lo besó.

—¡Oh por dios, no sabes como te extrañe Yoonie!— decía mientras seguía besándolo y abrazándolo posesivamente a pesar de la incómoda posición en la que estaban.

Yoongi tomó el rostro del menor con ambas manos y lo sostuvo mirándolo tiernamente.

—Yo también te extrañe mucho mi vida. —acto seguido dejó un suave y lento beso en la boca de su pareja.

Jimin volvió a su asiento y se abrocho el cinturón de seguridad cuando lo hizo no pudo evitar ver lo que había en el asiento trasero.

—¿Y esas flores? ¿Son para mi? —chilló emocionado.

—Si, son tuyas amor... ¿Te gustan?

Jimin se estiró a tomarlas y las abrazo luego de verlas con detenimiento.

—Me encantan, pero amor... Nunca me habías regalado flores, tú siempre habías dicho que no te gustaba eso ¿Tanto me extraño mi novio?

Yoongi estaba demasiado avergonzado.

—Si no te gustan podem...

—¡Me encantan! Gracias amor. —interrumpió Jimin emocionado.

En el camino no tocaron temas importantes, solo cosas como el cambio de horario, el vuelo, el clima y cosas así.

Al llegar al departamento de Jimin, Yoongi bajo la maleta y las cosas de Jimin y el menor se encargó de bajar la cena, el postre y por supuesto que sus flores.

Al llegar Jimin se sintió de nuevo en casa, su departamento estaba limpio, olía demasiado bien y todo estaba en orden.

—¿Hyung... tu?

—No fue nada cielo, quería que cuando llegaras estuviera todo en orden para que pudieras descansar.

Jimin aventó todo en la barra de la cocina y se colgó a su novio como un pequeño mono besándolo con desesperación.

Yoongi lo recibió al principio desprevenido pero luego correspondió más que gustoso.

—Mierda, te extrañe tanto... ya no aguantaba un minuto más sin ti hyung...

Yoongi se reía por la desesperación con que Jimin lo besaba y lo tocaba mientras intentaba sacarse la ropa.

—Amor, tendremos tiempo, ahora vamos a cenar, seguro vienes hambriento.

Jimin hizo un puchero fingiendo estar ofendido.

—¿Me estás rechazando?

—No, pero te conozco mejor que nadie.

Jimin se bajó de los brazos de su novio y suspiro resignado.

—¡Aish! Te odio. Tienes razón, muero de hambre, comamos... pero eso si, tu eres el postre ¿Si?

Yoongi se soltó riendo y negó divertido con la cabeza.

—Lo que usted diga señor.

Se sentaron a comer, Jimin en verdad estaba hambriento, devoraba todo a su paso y Yoongi lo veía divertido, enternecido, enamorado.

—También tu come hyung, estás muy flaco. —decía el menor con los cachetes llenos de comida mientras le acercaba una porción de carne a Yoongi con sus palillos, el mayor lo tomó y mastico con calma.

Una vez que terminaron de cenar se fueron a sentar al sofá, Jimin recostado en el pecho de Yoongi, sin poder mantener las manos quietas, tocando, besando, oliendo.

—¿Y cómo salió todo con los padres de Ashley?

Jimin suspira.

—Pues bien. Al menos ahora sé que Ash se siente mejor.

Jimin procedió a contarle como había sido aquella caótica comida en casa de la familia de Ashley, en la que habían reunido a ambos de sus padres para anunciarles el rompimiento del compromiso y que Ashley se quedaría en Estados Unidos.

—Al principio no lo tomaron bien... estaban bastante molestos, hubieras visto la cara de papá —Jimin se rio al recordar —Nunca lo había visto tan molesto y ¿Sabes que hice?

Yoongi negó mientras acariciaba el cabello de su novio.

—No podía dejar de reírme. Me parecía absurdo que se enojaran, era estúpido, me di cuenta que no teníamos por que darles explicaciones, que fuimos demasiado condescendientes y cuando el padre de Ashley le estaba gritando, acusándola de no haber sido buena conmigo que por eso yo la había dejado, tuve suficiente.

»Me hubieras visto hyung, ni yo podía creerlo, me levanté de la mesa y la golpeé con los puños, en ese momento todos me estaban viendo —Jimin se incorporó y se sentó en flor de loto enseguida de Yoongi mientras le contaba con más emoción —. Le dije al viejo ese que se callara, que no le hablara así a Ashley y que si quería culpables, que me culpara a mi, que yo era el que había terminado la relación.

»La pobre de Ashley se levantó también y me miró asustada y dijo que habíamos sido los dos. Yo les dije que dos personas que no se amaban no podían casarse y estar juntas, que Ash y yo éramos los mejores amigos pero que como pareja nunca íbamos a ser felices.

»Ashley de pronto se soltó llorando, nunca había llorado frente a sus padres ¿Puedes creerlo? En ese momento a su padre le cambió el semblante por uno preocupado y yo le seguí diciendo que no tenía que obligar a Ashley a nada, que ella debía encontrar su propia felicidad, cometer sus propios errores, le dije que él y su mujer ya había elegido, que ahora dejaran a su hija hacer lo mismo.

»Ahora te lo cuento todo tranquilo pero te juro que me cagaba en los pantalones. La mamá de Ashley se acercó a ella y la abrazo, Ash solo le pedía disculpas pero ni vas a creer lo que pasó después.

—¿Qué? ¿Qué paso? —dijo Yoongi que estaba muy metido en la plática que contaba su novio tan emocionado que se había contagiado de la emoción.

—El papá de Ashley también se acercó a ella, la abrazó y le dijo que era él quien tenía que ofrecer disculpas a ella. ¡Fue increíble hyung! Te lo juro, ese hombre es de hierro, parecía que no tenía corazón, pero ahí estaba, llorando y pidiendo disculpas a su hija.

»Tuve que interrumpir un poco aquella emotiva escena familiar antes de que perdiera la valentía que tenía y me dirigí a mis padres y les dije que había vuelto contigo, que te amaba y que realmente no me importaba si ellos lo aprobaban o no, que tu me hacías feliz y que lo único que quería era estar contigo.

Yoongi abrió grandes los ojos, no esperaba aquello.

—Hubieras visto la cara de mi madre, era un poema, se quedó congelada sin saber qué decir, estaba avergonzada lo se, pero en cambio mi padre estaba sereno, yo pensé que iba a ser al revés.

»Tu no puedes estar con un hombre, eso no es normal, me dijo mi madre, los padres de Ashley voltearon a verme confundidos pero ya estaba ahí, tenía que continuar y antes de que hablara mi padre le interrumpió y le dijo: Ya cálmate mujer, si nuestro hijo es feliz al lado de Yoongi, eso es más que suficiente para mi, Yoongi es un buen muchacho, creo que ya es tiempo de que lo asimiles.

—¡Wow! ¿Tu padre dijo eso? No lo puedo creer.

—¡Si! Yo tampoco podía te lo juro, luego nos quedamos viendo y ambos asentimos, mi padre me había dado su aprobación y eso me hacia tan feliz, mi madre siguió con su cara de pedo toda la noche, los padres de Ashley se había transformado de pronto en los señores más amables del mundo y Ashley se veía simplemente feliz eso me dio tanto gusto.

»Cuando volvimos a casa mi madre no me habló, llegué y me encerré en una habitación y los escuché discutir, a la mañana siguiente mi mamá me preparó el desayuno y con lágrimas en los ojos me dijo que aunque ella no lo entendiera, lo aceptaría, que si era mi decisión no tenía más que apoyarme, que mi felicidad era la suya y que la disculpara por su reacción, que sabía lo buen muchacho que eras y lo mucho que yo siempre te había amado y que me apoyaba, que me quería más que nada en el mundo y quería que fuera feliz.

Yoongi seguía incrédulo, siempre fue bien recibido por los Park pero sabía que nunca iban a apoyarlos como pareja y ahora todo era diferente, se sentía emocionado y feliz, por Jimin y por él.

—Amor, es genial... estoy tan orgulloso de ti de que defendieras así a Ashley, de que enfrentaras a tus papas, de que defendieras lo nuestro. —Yoongi en verdad estaba impactado.

—Es mi trabajo amor, siempre defenderé lo nuestro de quien sea, te amo y no pienso separarme de ti nunca más y a quien no le guste pues lastima, por que yo no pienso dejar a la persona que me hace mas feliz en todo el mundo.

Yoongi lo besó con ternura y le agradeció con lágrimas en los ojos.

—Pues así estuvo todo, salió mejor de lo que pensaba la verdad, Ashley se quedo un poco triste por que me fui, pero sé que seguiremos en contacto, yo ya quería volver por que tengo algo que decirte.

—¿Estás embarazado? —preguntó Yoongi fingiendo estar asustado.

—No seas tonto hyung, lo que estaba pensando es que ahora la casa se va a sentir muy grande para mi solo, y pues... yo estaba pensando que si tu... que si tal vez... quisieras...

—Sí quiero amor, si quiero mudarme contigo.

Jimin lo vio asombrado porque sabía exactamente lo que quería preguntarle pero que no se atrevía a decir, en ese momento se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza.

—¿En verdad aceptas?

—Acepto mi amor, nada me haría más feliz que despertar todos los días a tu lado, que ver tu carita preciosa al dormir, que escuchar tus risas y tus cánticos matutinos, te amo y no hay nada en el mundo que ame mas que estar a tu lado.

Jimin sonrió mientras limpiaba una pequeña lágrima de su rostro.

—Gracias Yoonie, no hay dudas de que Cuando la vida insiste en unir a dos personas, no hay fuerza capaz de contradecirla, henos aquí, siendo ridículamente cursis y empalagosos. —Jimin río y sorbió su nariz con mocos.

—Tu cursi y empalagoso, yo no.

—¡Ay aja! Cállate mejor hyung que sales perdiendo.

—Ven acá cabroncito, ahora sí, vamos a comer postre.

Jimin soltó una fuerte carcajada mientras Yoongi le besaba juguetonamente el cuello haciéndole cosquillas.

—Te amo Jimin.

—Yo te amo Yoongi... más de lo que puedas imaginar. ¿Siempre juntos?

—Siempre bebé, siempre.

FIN

Pues este momento llegó al fin, hoy 16 de agosto del 2022 a las 7:23 de la noche, pude escribir esa palabra que tanto miedo y placer nos da a los escritores.

Espero que hayan disfrutado la novela tanto como yo disfrute escribiéndola, fue mas difícil de lo que pensé que seria, hasta el momento son casi 114 mil palabras, no puedo creerlo en verdad, y aunque la abandone por mucho tiempo por cuestiones que ya saben, volví, y volví para terminarla, por mi, por ustedes.

Gracias por acompañarme cada que subía capitulo, gracias por leer mi historia, por sus comentarios que siempre me llenan de ilusión y felicidad, por sus mensajes por sus votos, no tengo como agradecerles.

Aun falta el epilogo y un especial, aun no nos despedimos del todo, pero no quería desaprovechar esta oportunidad para decirles todo esto.

Les quiero mucho.

Momo ♥