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「Pasado 」

Trece Años Antes 

– ¡Preparados o no, allá voy!

Un niño con hermosos cabellos castaños se quito las manos de los ojos, dispuesto a buscar a sus amigos. 

En ese bosque reinaba un silencio sobrenatural, pero el pequeño niño sentía que sus amigos estaban cerca. Sin dudar, se echo a correr, haciendo que las ramitas crujieran bajos sus zapatos, mientras se paseaba entre los enormes pinos.

Agudizo el oído a escuchar una risita. 

Se dirigió hacia el sonido, pero el eco lo despisto y solo pudo sorprender a una ardilla, que comía una nuez. Un vistazo al habitual escondite de Taehyung le revelo que solo había hojas ahí. Jimin camino mas lento y estaba apunto de girarse cuando oyó una voz 

–Un poco mayorcito para jugar al escondite, ¿no?

Jimin dio vuelta y fulmino con la mirada al hermano de su mejor amigo.

–Es divertido–Resopló.

 Habían estados muy unidos, hasta que el se despertó un día y decidió de repente que era una perdida de tiempo estar con él. Ya no le hablaba, ni pasaba por su casa para llevar las galletas de chocolate de su mamá ni le contaba chistes malos. Parecía que solo le llamaban la atención las chicas omegas, tontas y con tetas, porque si se había presentado como un alfa mientras el aun no se presentaba. Claro que, ¿a quien le importaba?. Se negaba a seguirlo por todos lados y rogarle por atención como si fuera su perrito faldero. 

–Además, tu no lo entenderías. Nunca quieres jugar con nosotros – reclamó– ¿Qué haces aquí, fuera?  

El pelinegro se acerco al menor. Min Yoongi tenia 15 años y era un tipo de lo peor. Se reía de todo lo que el hacia y se creía con derecho a jugar ser Dios, solo porque era 3 años mayor.

Tenia una piernas largas y pálidas. El pelo azabache rizado que caía por sus frente casi tapando sus ojos, Brillante y oscuro como la noche, pensó Jimin, Su cara redonda con facciones marcadas y definidos, pómulos bonitos, con un carnoso labio inferior que siempre le había intrigado. Ojos oscuros con un brillo inteligente y con un asomo de melancolía. Jimin conocía esa tristeza era lo único que ambos tenían en común. 

Min Yoongi era un niño rico que se aislaba en su mundo y que parecía no tener amigos. El menor siempre se había preguntado como su hermano, Taehyung, era tan extrovertido. 

–Deberías tener cuidado en el bosque, mocoso. Podrías perderte. 

–Conozco el camino mejor que tú 

Él se encogió de hombros para quitarle importancia al asunto. 

–Seguramente. Eres un beta – Dijo burlonamente 

Le hirvió la sangre cuando escucho lo que dijo, el aun no se presentaba. Apreto los puños y agito su cabeza despeinando levemente sus cabellos castaños. 

– Aun no me presento, alfa estúpido. Todos Saben que no te gusta mancharte las manos, niño bonito asi que dejame en paz, eres de lo peor. 

El alfa se desconcertó, nunca lo había escuchado insultar, Jimin siempre fue un niño incapaz de decir groserías. Lo de su presentación es un tema sensible para el menor debido a que todos sus amigos ya se habían presentado menos él. Todo indicaba que le seria un omega debido a sus sensibilidad y cuidado  hacia los demás. 

–Deberías comportarte mejor y comportarte como un niño de tu edad 

–¿Cómo?– el menor lo miró confundido 

–Si, deberías maquillarte, arreglarte y buscar un novio.  Todo indica que serás un omega debes buscar un Alfa.

Jimin frunció el ceño, jamás malgastaría su valioso dinero en cosas como esas. Ya es bastante difícil comprarse cosas nuevas, ni que decir maquillaje o perfume. El menor fingió un arcada

–Seguro que no has besado a nadie. 

Detecto el tono burlón en su voz. Casi todos sus amigos ya habían dado su primer beso, incluido Taehyung, pero en su caso la idea del primer beso siempre le había revuelto el estomago. Aunque prefería morir que admitirlo frente de Min Yoongi.

–Pues sí 

–¿A quien?

–No es asunto tuyo. Me largo. 

– ¿A que no te atreves? 

El graznido de un pájaro resonó en las alturas, y Jimin tuvo la sensación de que había llegado al punto de inflexión. Levanto la barbilla.

–¿A que? 

–Demuéstrame que sabes besar 

El estómago le dio un vuelco, se le aceleró el corazón y empezaron a sudarle las manos. Puso cara de asco. 

–¿Besándote a ti?

–Lo sabía

–¿Crees que me gustaría besarte? ¡Te odio! 

–Bien, olvida lo que he dicho. Solo quería comprobar si no eras un mentiroso. Ahora se que lo eres. 

Toda las dudas e incertidumbre que lo consumían salieron a la superficie para confirmar que era distinto. ¿Por que no era como Tae? ¿Por que prefería pintar, leer y jugar con los animales antes que fijarse en alguien?. A lo mejor Yoongi tenia razón y era defectuoso. 

El mayor hizo el ademan de irse, 

–Espera 

Yoongi se quedo de espaldas a él en un momento, como si estuviera considerando su súplica. Se dio la vuelta lentamente. 

Jimin se obligó a cortar la distancia que los separaba y a plantarse frente a él. Le temblaban las piernas. Sentía algo muy raro el cuerpo. como si estuviera a punto de vomitar. 

–Se besar. Y te... te lo voy a demostrar.

– Bien. Estoy esperando 

Yoongi ladeó su cadera, adoptando una pose arrogante, como si hiciera eso todos los días y ya se estuviera aburriendo. El menor recordó lo que había visto en películas y se inclino hacia adelante.

"No voy a meter la pata. Relaja los labios. Inspira hondo. Ladea la cabeza para que no nos demos en la nariz. Dios, ¿y si le golpeo la barbilla y lo hago sangrar? No, no pienses en eso. Besar es muy sencillo"

Nada del otro mundo. Nada del otro mundo Nada del otro mundo...

Sintió el roce ligero y tibio de su aliento en los labios. Acto seguido los labios de Yoongi hizo contacto con los suyos. Aunque fue una simple caricia, experimentó un sinfín de emociones. El contacto con sus dedos sobre los hombros. La dulce presión de su boca. El olor de bosque mezclado con la tentadora fragancia de las ciruelas que emanaba el mayor.

En esos breves segundos que duro el roce de labios, Yoongi le dio el regalo mas extraordinario. Le dio alas a su corazón mientras una extraña felicidad le corría por las venas. Su primer beso de verdad ¿Cuántas veces había temido la experiencia, dejándose llevar por el pánico de que odiaría a los chicos y los besos, y de que no seria normal? En ese momento tuvo mas confianza en si mismo y nunca volvería a cuestionarse sus capacidades.

El mayor de aparto lentamente mientras él habría los ojos. Sus miradas se encontraron. Jimin sintió que las emociones lo asaltaron como olas agitadas, como si estuviera a punto de descender una enorme pendiente de montaña rusa y lo consumieran el miedo y la expectación. Contuvo el aliento, a la espera. 

Yoongi tenia una expresión rara . Lo miraba como si no lo hubiera visto en la vida. Por un glorioso instante, atisbó algo en las profundidades de sus ojos... un relámpago vulnerable que el nunca compartía. Sus labios esbozaron una sonrisa. 

Jimin devolvió la sonrisa. Se sentía a salvo. Sabia que él ya no se reiría ni pasaría de él. Las cosas habían cambiado. Lo que hace tiempo había callado broto de su pecho y lo expulso por sus labios, sin pensar en las consecuencias

–Te quiero. Algún día me casare contigo. 

No dudo de su respuesta en ningún momento, seguro de su amistad y del beso. Confiaba en el ciegamente, sin reservas. El menor espero que una sonrisa mas brillante saliera a la luz, espero que le diera la razón y espero que su relación por fin cambiara después de esto, después de ese beso tan perfecto. 

Sin embargo, tuvo la impresión de que algo velaba el el rostro del contrario y el chico que había besado desapareció.

Entonces el soltó una carcajada, algo tétrica y burlona.

Jimin parpadeos, no comprendía su reacción, pero cuando volvió a mirarlo a los ojos, volvió a encontrarse con la mirada seria y el hielo se apodero de su pecho.

–¿Casarnos? gran idea. Mochi, cuando yo me case, será con un omega de verdad. alguien maduro, no con un niño como tú. 

Negó lentamente con una expresión socarrona y desdeñosa, como si la idea pudiera hacerlo reír durante días. Como si pudiera hacer reír a sus amigos y sus parejas de verdad. 

Jimin quedo plantado en el bosque, incapaz de poder mirarlo con otra expresión que no sea miedo, incapaz de soltar alguna replica ingeniosa por primera vez en la vida.

Las carcajadas de Yoongi terminaron en una risita 

–Pero tienes potencial, con un poco de practica conseguirás besar muy bien y todo. No vemos, mocoso.

Y se marchó  

En ese momento con apenas 12 años tomo su primera decisión de verdad: jamás permitiría que Min Yoongi o cualquier otra persona lo vuelva a humillar. El único amor que necesitaba era el de su familia y amigos. Los alfas no eran de fiar y el era lo suficientemente inteligente para no necesitar mas lecciones. 

Limpio su rostro sacando cualquier rastro de lagrimas. Se dio media vuelta y salió corriendo del bosque, olvidando el juego de escondite, mientras se preguntaba que era el dolor que invadía su pecho. 

Por supuesto, el era joven para entender. 

Y lo comprendió años mas tarde. 

Le habían roto el corazón.

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