Jimin se removió en el asiento, mientras se prolongaba el silencio reinante en el BMW negro. Su futuro esposo parecía igual de incómodo, pero decidió concentrar su energía en la radio. Intentó no hacer una mueca cuando eligió a Mozart. A YoonGi le gustaba la música sin letra. Casi se estremecio al pensar en compartir casa con él.

¡Durante todo un año!

-¿No tienes nada de Ariana Grande?

El pareció desconcertado por la pregunta.

-¿Como dices?

Jimin contuvo un gemido indignado

-Me conformaría con cualquiera de los clásicos; Britney, Madonna, Black Eyed Peas

YoonGi guardo silencio.

-¿Los Eagles? ¿The Beatles? Por favor, dime que te suena alguno de los nombres.

Vio que él tensaba los hombros.

-Se quienes son. ¿Prefieres Beethoven?

-Déjalo -dijo rendido

Se sumieron de nuevo en un silencio, rotos únicamente por la música de piano de fondo. El pelicastaño sabía que los dos se iban poniendo nerviosos a medida que se reducían los kilómetros que los separaban de casa de sus padres. Lo sentían en el aroma del contrario. Interpretar a una pareja enamorada no sería fácil cuando eran incapaces de mantener una conversación de dos minutos. Decidió intentarlo de nuevo.

-Tae me ha dicho que tienes un pez.

Ese comentario le valió una mirada gélida.

-Si.

-¿Como se llama?

-Pez -dijo con simpleza.

Jimin parpadeó, desconcertado.

-¿Ni siquiera le has puesto un nombre?-pregunto indignado.

-¿Cometí algún delito?

-¿No sabes que los animales tienen sentimientos al igual que nosotros?

-No me gustan los animales- comento él

-¿Por qué? ¿Te dan miedo?

-Claro que no.

-Te asustaste de la serpiente que encontramos en el bosque. ¿Recuerdas que no querías acercarte y pusiste escusas para irte?

Tuvo la sensación de que la temperatura descendía unos cuantos grados dentro del coche.

-No me asusté, es que pasaba del bicho. Ya te he dicho que no me gustan los animales.

Resopló, pero después se mantuvo en silencio. Tachó otra cualidad de su lista. La Diosa Luna no daba una. Jimin decidió no contarle a su futuro esposo lo del refugio de animales. Cuando estaban sobrepasados, siempre llevaba algunos perros a casa hasta que hubiera lugar para ellos. El instinto le decía que YoonGi pondría el grito en el cielo. Si acaso conseguía reunir la emoción necesaria para perder el control.

La posibilidad lo intrigaba.

-De que te ríes - pregunto él sacándolo de sus pensamientos

-De nada. ¿Recuerdas de lo que hemos hablado?

YoonGi solto un suspiro cansado.

-Si. Hemos repasado todos los miembros de tu familia en profundidad. Me se los nombres y sus vidas. Por el amor de la Diosa, Jimin, jugaba en tu casa cuando eramos niños.

Gruño al escucharlo.

-Tu solo venias a buscar las galletas de chocolate de mi Madre. Y te encantaba torturarnos a tu hermano y a mí. Además, eso fue hace muchos años. No te has relacionado con ellos durante la última década -Intento disimular la amargura con todas sus fuerzas, pero la facilidad con la que YoonGi se había desentendido de su pasado seguía molestandolo- Por cierto, no hablas de tus padres. ¿Has hablado con tu padre últimamente?

Se preguntó si seria posible acabar con la hipotermia por el frío que YoonGi desprendía.

-No.

Espero que añadiera algo más, pero no lo hizo.

-¿Que me dices de tu madre? ¿Se ha vuelto a casar?

-No. No quiero hablar de mis padres. No tiene sentido hacerlo.

-Maravilloso, alfa. ¿Y que vas a decirle a mi familia sobre ellos? Porque van a preguntar -aseguró Jimin ya irritado por la actitud del mayor

Sus palabras fueron cortantes.

-Diles que mi padre está en México y que mi madre anda en alguna parte con su nuevo novio. Diles lo que se te de la gana. De todas formas no van a asistir a la boda

Jimin abrió la boca para protestar pero la mirada que le lanzó el alfa le dejó muy claro que el tema está zanjado. Genial. Le encantaba. Presto atención al camino y vio la señal de tráfico a la que estaban llegando.

-Esa es la entrada de la casa de mis padres.

El pelinegro aparcó en el camino de la entrada circular y apago el motor. Los dos contemplaron la casa blanca de estilo victoriano. La estructura irradiaba calidez desde cada una de las columnas clásicas del elegante porche que rodeaba toda la casa. Los sauces llorones flanqueaban en el jardín casi con gesto protector. Unos enormes ventanales con contraventanas negras salpicaban la fachada. La oscuridad ocultaba las señales del descuido ocasionado por las dificultades económicas. Escondía la pintura descascarillada de las columnas, los escalones desvencijados del patio y el tejado maltrecho. Jimin suspiro cuando el ambiente de su hogar lo envolvió como una cálida manta.

-¿Estas listo?-le preguntó YoonGi

Lo miro. Su expresión era impasible y su mirada, distante. Tenía un aspecto relajado con lo jeans negros, una camiseta blanca y una chaqueta de mezclilla. Su pelo azabache enmarañado como si se hubiera despertado hace poco. Se veía bien. Demasiado bien para su gusto. Su camiseta se señia a su torso de maravilla. Era obvio que hacía pesas. Se preguntó si tendría una buena tableta de chocolate blanco, pero la idea provocó una extraña sensación en el estómago, así que decidió olvidarse del tema y concentrarse en el problema que se les avecinaba.

-Quita esa horrible expresión de tu rostro

La expresión impasible del alfa desapareció y embozo un sonrisilla torcida.

-Esto... Tae me contó que escribías poesía.

-Se supone que estamos locamente enamorados. Si sospechan lo contrario, no podré casarme contigo y mi madre convertirá mi vida en un infierno. Así que métete en el papel. Y que no te de miedo tocarme o marcarme con tu aroma. Te prometo que no tengo sarna o algo por él estilo.

-No me da miedo...

El alfa siseó cuando el menor extendió su brazo y aparto un mechón rebelde. El tacto sedoso de su pelo en los de lo complació. La expresión desconcertada de su cara hizo que se diera a la tentación de continuar la caricia y pasarle el dorso de los dedos muy despacio por la mejilla. Su piel era suave y áspera a la vez. Ambos aromas se mezclaron en el cuerpo del contrario y soltaron un suspiro al sentir lo perfecto que olían juntos.

-¿Lo ves? No pasa nada.

Esos labios carnoso hicieron un mochin que él supuso era de irritación. Saltaba a la vista que Min YoonGi no lo consideraba un adulto, sino una especie de ser humano asexual. Como una ameba.

Jimin abrio la puerta del auto y le impidió replicar al decir

-Que empiece el espectáculo.

YoonGi mascullo algo y lo siguió

No se molestaron en llamar el timbre. Los miembros de su familia salieron uno a uno, hasta que el porche delantero estuvo atestado con sus chillonas hermanas y con varios alfas que no les quitaban los ojos de encima.

El omega los había llamado para decirles que se habían comprometido. Se había inventado que llevaba un tiempo saliendo con YoonGi en secreto, que lo suyo había sido un romance fulminante y que se habían comprometido de forma impulsiva.

Hizo hincapié en el pasado que compartían para que sus padres creyeran que habían mantenido el contacto a lo largo de los años y que seguían siendo amigos.

YoonGi trato de alejarse de las muestras de afecto, pero sus hermanas se negaron a darle el gusto. Lalisa y Lily se lanzaron a sus brazos para darle un gran abrazo sin dejar de hablar.

-¡Ya era hora!

-¡Bienvenido a la Familia!

-Lily, te dije que seria guapísimo. ¿A que es increíble? ¡Amigos de la infancia que ahora serán esposos!

-¿Tienen fecha para la boda?

-¿Puedo ir a la despedida de soltero?

YoonGi parecía apunto de querer salir corriendo hacia el auto y salir de ahí.

Jimin se echo a reir. Interrumpió a sus hermanas gemelas con un abrazo.

-Déjenlo en paz. Por fin tengo un prometido. No me lo espanten.

Sus hermanas se echaron a reír. Eran dos chicas idénticas de dieciséis años con el pelo color chocolate con flequillo, ojos azules y piernas larguísimas.

Una llevaba ortodoncia la otra no. Jimin estaba convencido de que sus profesores agradecian mucho ese detalle. Sus hermanas eran unas traviesas y les encantaba hacer bromas haciendose pasar la una por la otra. Aunque esto cambiaría una vez que se presentarán.

Un grito exigente llamo su atención. Levanto a su angelito rubio que tenia a los pies y cubrió de besos a su sobrina de tres años.

-Soyeon, Bicho malo, te presento a Min YoonGi. Tío YoonGi para tí, mocosa.

Soyeon lo miro con la cuidadosa atención de la que solo los eran capaces los niños pequeños. YoonGi espero su opinión con paciencia. Después, su carita esbozó una sonrisa deslumbrante.

-¡Hola YoonGi!

Él le devolvió la sonrisa

-Hola, Soyeon

-Aprobación recibida -dijo Jimin. Le hizo un gesto al mayor para que se acercará y este se acerco-Déja que siga con las presentaciones. Mis hermanas gemelas, Lalisa y Lily. Ya creciditas y sin pañales -Paso de sus quejas y sonrio- Mi cuñado, Jin. Y ya conoces a mi hermano Namjoon y a mis padres. Chicos, les presento a Min YoonGi, mi prometido

Ni siquiera se trabo con la palabra.

Su madre, Park Hye Kyo, tomó la cara de YoonGi entre sus manos y le dío un fuerte beso

-YoonGi, mírate que grande estas -Abrió sus brazos en señal de bienvenida- Y que guapo

Jimin se preguntó si lo que veía en la mejillas del alfa era rubor, pero después deshecho la idea.

El alfa carraspeo

-Esto... Gracias señora Park. Hace siglos que no nos vemos.

Namjoon le dio un puñetazo amistoso en el hombro.

-Yoon, amigo. Hace siglos que no te veo. Y ahora me entero que vas a formar parte de la familia. Felicidades.

-Gracias.

Su padre se adelanto y le tendió la mano.

-Llámame Joong Ki -le dijo- recuerdo que te pasabas la vida atormentando a mi pastelito. Creo que su primer insulto oficial lo pronunció pensando en tí.

-Pues, creo que sigo teniendo el mismo efecto -respondió con sorna el alfa

El mayor solto una carcajada. Jin se aparto de Namjoon para darle un fuerte abrazo.

-Ahora a lo mejor cuento con alguien para igualar fuerzas -dijo Jin. Sus ojos verdes brillaban- Siempre acabó perdiendo en las reuniones familiares.

Jimin solto una carcajada.

-Es alfa, Jin. Créeme, se pondrá de parte de Namjoon siempre.

Namjoon volvió a abrazar a su omega, tomándolo por la cintura.

-Las cosas empiezan a cambiar-comenzó el alfa rubio- Por fin contaré con otro hombre en la casa para enfrentarme al pre celo y al embarazo de los omegas.

Jimin dio un puñetazo en el brazo y Seok Jin en el otro antes de alejarse de ahí.

Park Lalisa

Park Lily

Kim Seok Jin

Kim Nam Joon

Park Hye Kyo

Park Joong Ki

Kim So Yeon