
El inicio de algo mas
"Hoy si que había mucha gente en la tienda, por suerte logré comprar todo lo que quería a tiempo..." - Dijo Saitama muy feliz, llevando cinco bolsas de compras en una mano - "Creo que hoy solo descansaré y esperare a Genos... no tengo ganas de patrullar"
Llego a la puerta de su hogar y saco su llave para abrir la cerradura, cuando entró, dejó las compras en la mesa e iba a cerrar la puerta, pero se percato de que había una carta abajo de él.
"¿Ah?, ¿y esto?" - Levantó la carta del suelo y la vio por fuera, tenía un bordado de color rojo y un corazón en la parte del sello - "Espero que no sea otra carta para Genos... sus fanáticas pueden llegar a ser muy raras algunas veces..." - Volteo la carta y se dio cuenta de que era para el - "Oh... es para mi... ¿quien la habrá enviado?" - Se fue a sentar en su sofá y abrió la carta con cuidado de no romperla -
"Hola Saitama... ah... solo quería agradecerte por todo lo que has hecho por mi, y disculparme por no tener el valor suficiente como para decirte esto a la cara, todo este tiempo que pase junto a ti me ha ayudado a mejorar mi vida y mi bienestar personal. Creo que jamás había sido tan feliz como lo soy ahora que llegaste a mi vida... ahora que escribo esto me doy cuenta de que suena muy cursi... pero el punto es que... tu me gustas... y seguramente te haga una visita en la noche, para darte tu "regalo" de San Valentin"
PD: Ni intentes averiguar quien soy porque no lo lograrás.
Después de leer la carta, Saitama estaba en una especie de trance... su cara se empezó a poner sería y luego asustada de repente.
"Oh no... esto es terrible... yo... y-yo... ¡olvide comprar el champú en descuento!" - Se puso de pie y fue hasta donde estaban sus bolsas de compras, para verificar si había comprado el champú o si se le había olvidado - "Vamos... debe estar... oh, aquí está, que alivio..." - Luego recordó la carta - "Ok... eso... tal vez... fue un error... no... no creo, entonces... ¿de verdad alguien se enamoro de mi?, ¿pero quien?" - Le dio otro vistazo a la carta, y se percato de que en una esquina del sobre, había un cabello color verde oscuro, similar al de Fubuki - "Podría ser cualquiera"
Más tarde...
Saitama se había cansado de intentar pensar en quien había sido el responsable de mandarle esa carta, si bien, el cabello de Fubuki podría indicar que fue ella la responsable, Saitama no pensaba esto por una simple razón, y es que hace bastante tiempo que no la veía, hace como unos 2 meses, la relación que tenia con ella es muy... meh.
En cambio a la que veía más seguido era a Tatsumaki, su nueva amiga.
Pero para el tampoco tenía sentido que fuera ella, y si así fuera, ¿por que el cabello de Fubuki se encontraba en la carta?.
"Es muy desesperante... tsk... mejor lo olvido, según la carta la persona responsable vendrá aquí en la noche... lo que me librará de dudas sobre su identidad" - Fijo su vista hacia arriba viendo un reloj que estaba colgado en la pared, el reloj indicaba que eran las 11 de la mañana - "Pero falta mucho... hablando de eso, Genos aun no vuelve... ¿le habrá pasado algo?"
Genos se había ido ayer en la noche, sin decir nada, simplemente ayer cuando Saitama regreso a su hogar Genos ya no estaba.
"Normalmente me hubiera dejado una nota o algo... que raro... meh, debe estar bien, en fin... como parece que Genos no volverá por ahora, prepararé mi comida"
Saitama tomó lo que había comprado y lo guardo todo en la cocina, después se puso a cocinar. Cuando vio el delantal rosa que siempre usa Genos cuando tiene que cocinar, pensó en ponérselo, pero descarto la idea rápidamente al pensar que se vería ridículo.
Luego se ensucio su ropa... y pues termino poniéndose el delantal.
Tenía suerte de que nadie lo estuviera viendo.
Hasta que oyó un sonido venir de la ventana, parecido al toque de una mano contra el cristal, fue a revisar y no encontró a nadie. Solo vio en el cielo una estela de color verde, desapareciendo lentamente.
Sabía muy bien de quien era esa estela, no estaría enojado si no lo hubieran visto usando ese delantal, al final decidió ignorarlo y siguió cocinando, no sin antes cerrar la ventana y poner las cortinas para que nadie lo espiara.
"Casi me descubre..." - Exclamó una esper de unos 28 años de edad, siendo nadie más que Tatsumaki - "Se veia lindo con ese delantal... jeje..." - Se dio cuenta de lo que dijo y se sus mejillas se sonrojaron - "¡¿Q-que estoy diciendo?!, ah... mejor regresó a casa... aunque... si me quedo, podría ver más sobre su vida cuando no estoy..." - Formando una sonrisa - "Suena como si fuéramos algo... si... tal vez hoy por fin sea así..."
En la noche... (19:00 horas)
Saitama después de haber almorzado termino durmiendo todo el día, no había ninguna alerta de kaijins ni nada por el estilo. Esto para algunos héroes podría significar un día de descanso, pero para Saitama era un día de puro aburrimiento más que nada.
Tenia en sus planes salir un rato afuera, solo para pasear por ahí, pero descarto esa idea al recordar que día era hoy. No podía soportar ver a tantas parejas siendo felices ese día, cuando el estaba solo y peor aún, sintiendo que sus emociones y el sentido de su vida se iban cada vez más. Alejado de sus pensamientos, en su sueño, volvió a aquel tiempo, un día como hoy, pero hace muchos años.
Sueño de Saitama (10 años antes):
"Que aburrido... los maestros no hacen mas que dejar tareas repetidas en lugar de enseñar algo nuevo..."
"Tu lo has dicho... pero al menos tenemos tiempo para descansar, ¿no lo crees, Saitama?"
"Si... supongo..." - Con una expresión deprimida y aburrida en su rostro, esto no pasó desapercibido por su amiga -
"Oye... ¿pasa algo?"
"No... bueno, en realidad si, pero es una tontería..."
"Eso lo decido yo, cuéntame"
"Ok... solo lo haré porque estoy aburrido... veras, hoy es 14 de febrero, ¿no?"
"Si, todos lo saben" - Un poco confundida -
"Pues... tenía pensando... e-eh..."
"Vamos, puedes decírmelo"
Saitama no quería revivir ese recuerdo, intento por todos los medios despertar pero no lo consiguió, tuvo que ver nuevamente como sería humillado.
"No... no de nuevo..."
Su yo de 15 años tuvo la grandiosa idea de declararse a la chica que le gusta en San Valentin, ¿quien es tan idiota como para hacer eso?, lo bueno es que no había nadie cuando lo rechazaron, pero aún así la noticia se esparció por todo el colegio, generando todo tipo de burlas hacia Saitama. Por esa misma razón, termino odiando esta celebración, era algo inmaduro, pero eso fue lo primero que pensó su yo de 15 años, su mentalidad había cambiado mucho a lo largo de los años, si bien ahora no diría que odia la festividad, sólo no la quiere practicar, prefiere ignorarla y hacer como si ese recuerdo de ru rechazo fuera solo un sueño producto de su subconsciente.
Por eso es que hoy en la mañana, cuando leyo la carta que le mando Tatsumaki, no podía terminar de procesar lo que leía, así que prefirió hacer como si nada pasara, así como hacia siempre.
Por tener esa mentalidad, termino hundiéndose en un vacío de soledad, mucho antes de empezar su entrenamiento, para cuando se volvió tan fuerte, termino cayendo en los más profundo de ese agujero sin fondo, donde nadie estaría para el.
Fin del sueño.
"Que molesta pesadilla..." - Saitama se levantó de su cama como si nada hubiera pasado, camino hasta la cocina buscando algo que comer, iba a recalentar la comida de la tarde, no tenía ganas de cocinar algo nuevo aunque tenga los materiales necesarios para hacerlo. No se sorprendió al saber que Genos aún no había llegado, lo que sí lo sorprendió es que cierta esper peliverde lo estaba esperando sentada en la sala - "¿Eh?, ¿que haces aquí, Tatsumaki?"
"Creo que lo sabes muy bie- ¡Aaaah!, ¡¿por qué estas desnudo?!" - Cubriéndose los ojos para no ver a Saitama -
"No estoy desnudo... solo no tengo mucha ropa"
"¡Es lo mismo imbecil!, ¡ve a ponerte algo!"
"Ok..." - Regreso a su cuarto - "Exagerada" - Le dijo antes de cerrar la puerta -
"¡Te escuche calvo!"
Unos minutos después...
"Listo, ya tengo ropa" - Salio vistiendo su clásica pijama azul -
"Ya era hora..." - Rodando los ojos enojada, bueno, solo un poco, no iba a negar que le gustó ver a Saitama así -
"¿Por que hiciste tanto escándalo?, solo estaba sin camisa..."
"¡E-es lo mismo!" - Sonrojandose al recordar la escena -
"Bueno... ¿que haces aquí de todos modos?"
"¿Ya lo olvidaste?"
"¿Ah?, ¿que cosa?"
"La... la carta..."
"Oh..."
Hubo un silencio tenue entre ambos, por fin las cosas se pusieron serias, o algo así. Saitama recordó lo que pasó en la mañana, al parecer Tatsumaki se había enamorado de él, ¿pero como?, era lo que se preguntaba el calvito.
"¿Por que... por que te enamoraste de mi?"
"P-pues... n-no lo se... desde hace meses que somos amigos... y hace unos días, me puse a pensar en todo eso... mi cabeza no tenía otra cosa en que pensar que no fueras tu"
"Tenias razón, si eres muy cursi"
"¡Cállate, es tu culpa que sea así!"
"Jajaja... ok..."
El ambiente mejoro un poco.
"Y eso... se me hace difícil explicar lo que siento... no tenia nada planeado, solo quería confesarme y lo hice... justo el día de San Valentin... ¿quien es tan idiota como para hacer eso?"
"Yo" - Respondió al instante, de manera seria -
"¿Uh?"
"Hace un tiempo también me confesé en esta fecha... y me rechazaron... no se si sea porque ya no siento mis emociones que haya olvidado el odio que tenía hacia esta fecha, o porque he madurado... quizás sean ambas. Tatsumaki, respecto a tu carta... creo que ya puedes saber cual será mi respuesta..."
La esper se esperaba lo peor, pero aunque le duela el rechazo, iba a actuar firme, después de todo, su orgullo vendria siendo lo único que podría cuidar y proteger, después de que su corazón sea roto en mil pedazos.
"E-entiendo..." - Su voz sonaba entrecortada, se estaba preparando mentalmente para lo que vendría a continuación -
"Lo lamento... pero... no-"
"Basta... ya se... me iré y te dejare en paz..." - Antes de que Saitama pueda decir o hacer algo, Tatsumaki fue hacia la mesa de la sala y trajo el regalo que le iba a dar a Saitama, siendo una caja de chocolates en forma de corazón - "Toma... feliz día de San Valentin" - Se lo entrego a Saitama, quien rápidamente lo dejó a un lado y fue hacia la puerta que daba para la salida de su hogar, quería evitar que Tatsumaki se fuera -
"Espera, Tats... no me dejaste terminar..."
"Ya se lo que dirás... y pensaba soportarlo pero me doy cuenta que no podré hacerlo... p-pero aun podemos ser amigos... ¿no?" - Por un momento, Saitama vio como los ojos de la pequeña Tatsumaki estaban cristalizados, parecía aguantar las ganas de llorar -
"No" - Tatsumaki quedó impactada al oír la respuesta de Saitama, su corazón se quebró aun más - "Seremos nov-"
Nuevamente, no dejo que Saitama termine de hablar.
Activo sus poderes bruscamente, rompió la puerta y salió disparada hacia el cielo, voló por unos momentos junto a las nubes y aterrizó en la cima de un edificio. Por alguna razón estaba cansada y agotada, seguramente por la tristeza que sentía en ese momento.
Tatsumaki puso su cabeza entre sus rodillas, mentiría si dijera que no estaba llorando, aunque no fuera tanto llanto, cada lágrima cargaba consigo sentimientos no correspondidos.
Ella estaba experimentando, el dolor de ser rechazado por alguien al que amas, no sólo eso, ella sentía que no era lo suficientemente buena como para estar con Saitama, y que por esa misma razón, el calvo había tomado la decisión de no corresponderle.
Conforme pensaba más en eso, su llanto se hacía más fuerte, afortunadamente para ella en donde estaba nadie podría juzgarla. Podía desahogarse tranquilamente.
Eso hasta que alguien le paso un pañuelo para que se limpie las lágrimas.
"Gracias..." - Acepto el pañuelo sin ver quien se lo había dado, luego entro en razón y volteó su mirada para ver quien estaba con ella -
"Wow, es la primera vez que te escucho dar las gracias..."
Era Saitama.
"¿C-como sabías que estaba aquí?"
"Solo seguí tu rastro..." – Refiriéndose a la estela verde que Tatsumaki deja al volar –
"Y... ¿por que viniste?" - Limpiándose las lágrimas -
"Quería hablar contigo..."
"Déjame... no necesito tu lastima..." - Haciéndose la indiferente -
"No me dejaste terminar... queria decirte que no puedo dejar que tu sufras lo mismo que yo..."
Saitama se acercó hacia Tatsumaki y la abrazo por detrás con sus brazos.
"A-ah... ¿S-saitama...?"
"Tranquila..." - Dándole suaves palmadas en la espalda - "Se como se siente el rechazo, y no quiero que pases lo mismo que yo pase, contigo... veo una nueva oportunidad para amar otra vez... al igual que tu, yo no puedo expresar mis sentimientos como quisiera... así que no se muy bien lo que estoy diciendo... solo se que te amo y quiero estar contigo"
"Esa fue la confesion más cutre que he odio" - Exclamó mientras se relajaba en el agarre de Saitama.
"Para mi esta bien siempre que hayas entendido" - Sonriendo levemente -
Ambos estuvieron así unos minutos, ninguno quería moverse para no arruinar ese maravilloso y mágico momento. El tiempo parecía ir más lento, estaban en calma... nada podía arruinarlo.
"Ah, casi se me olvida"
"¿Eh?, ¿que pas-?"
Saitama le dio un beso rapido a Tatsumaki en la frente, dejando a la esper muy sonrojada y confundida, pero al mismo tiempo feliz. Tatsumaki puso una sonrisa nerviosa, su rostro sonrojado era realmente hermoso.
"Feliz día de San Valentin, no tengo algo para darte... pero podemos comer tus dulces cuando regresemos" Saitama tenía una sonrisa en el rostro, aquella sonrisa hacia que Tatsumaki sienta una calidez indescriptible.
La esper sintió como sus ojos se ponían llorosos de emoción, todo parecía tan perfecto, que le era imposible no emocionarse.
"Claro, vamos" Respondió con una sonrisa.
Saitama aferro a Tatsumaki contra su pecho, y dio un salto para regresar a su hogar.
Esta escena era nostálgica para ambos, les recordaba a la vez que tuvieron su primer enfrentamiento y Saitama hizo lo mismo con Tatsumaki.
Tatsumaki cerró los ojos, finalmente, podía descansar, estaba satisfecha, pero recordó que también tenía que ir con su hermana Fubuki, pero ella quería pasar el resto del dia con Saitama, así que se le ocurrió una idea.
"Oye... Saitama"
"¿Si?"
"¿Puede Fubuki quedarse en tu casa esta noche...?" - Mirando a Saitama de manera tierna y dulce para convencerlo -
"Ok..." (Debería ser un delito ser tan adorable).
Y así, Saitama finalmente había superado el "trauma" que tenía con el día de San Valentin, aceptando que no siempre se trata de lo que sientas, sino de como haces sentir a la persona que amas.
Y Tatsumaki, pues ella no podía estar mejor, amaba más que nunca a Saitama, el héroe que la salvo de su soledad y no la juzgo por como era, en lugar de eso, se esforzó por entender su forma de ser y ayudarla a cambiar y ser mejor persona.
Tatsumaki de verdad estaba agradecida de que alguien la haya ayudado a cambiar...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro