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Al día siguiente, Maia volvió al dojo. Quería pedirle disculpas a su sensei, por su comportamiento.

-¡Vamos a la pista de patinaje el viernes!- Exclamó Maia emocionada, con la cabeza de Miguel sobre sus piernas. -Tory trabaja allí, habrá una noche ochentera. ¡Podríamos disfrazarnos como un integrante de KISS! Aunque nos mirarían raro..

Maia puso su mano en su mentón, Miguel tomó la mano de la chica y la colocó en su cabello, eso era una señal para la chica de que debía hacerle mimos.

-No les daré comida gratis.- Habló Tory, mientras estiraba. -Aunque lo consideraré si me dan una buena propina.

-Yo invito.- Dijo Miguel, con los ojos cerrados.

En un momento. Hawk entró al dojo, Maia lo miraba desde donde estaba.

-Ve a hablar con el..- Dijo Miguel, con un ojo abierto y se enderezó.

Maia asintió y caminó hasta donde estaba Hawk.

-Hola Hawk..- Saludó una vez que estuvo cerca.

-Hola.- Saludó fríamente.

-¿Olvidado lo del Coyote Creek?- Preguntó la chica.

Hawk sonrió y la miró.

-Enemigos por un día. Cobra Kai de por vida.- Respondió.

Ambos sonrieron y se abrazaron.

-Espero que no vuelvas a hacer otra estupidez como esta..

-Tranquila, no lo haré..

Hicieron su saludo de mejores amigos mientras reían.

Minutos después, Johnny salió de su oficina, examinaba a cada uno de sus alumnos.

-A sus posiciones. Hoy aprenderemos lo más importante de Cobra Kai.- Dijo el rubio.

-¿Y el sensei Kreese?- Cuestionó Hawk, con el ceño fruncido.

-¿No deberíamos esperarlo?- Esta vez, Cuestionó Mantaraya.

-El sensei Kreese no volverá. Al volverme su sensei, me prometí algo. Darles lo mejor. Lamentablemente, el no quería lo mismo. John Kreese pudo haber fundado Cobra Kai, pero ya no representaba a este dojo. Su Cobra Kai era viejo y anticuado ¿Y que pasa cuando no avanzamos, Díaz?

-Te atascas como el cemento.- Contestó.

-¡Exacto! Un gran luchador debe adaptarse. Ese lema..- Señaló las palabras en la pared. -Si lo siguen. Los hará fuertes. Los hará formidables, pero también los hará unos idiotas. Sólo son letras negras en un fondo blanco. Pero la vida no es así. La vida tiene matices. Y en esos matices, el Cobra Kai de Johnny Lawrence.. a veces, tiene Piedad. Aún necesitan ser rudos. Y necesitan pensar, no sólo con las manos, sino con la cabeza. Lo que nos lleva a la lección de hoy..

Johnny tomó una tabla de madera y la rompió en su cabeza, sorprendiendo a todos.

-Cabezazos, de a pares..

Explicó como hacerlo y luego fue a su oficina. Miguel fue el primero en hablar con el. Cuando el chico volvió, Maia fue la siguiente.

-¿Tiene un minuto para mi, sensei?- Cuestionó la chica.

-¿Que tiene para decirme, Castro?- Preguntó secamente.

-He pensado en lo que me dijo en el bosque.. Yo.. Lo siento. No es culpa de Kreese.- Johnny frunció el ceño. -Es culpa mía por dejar que entre en mi cabeza..- Colocó sus manos detras de ella y bajo la cabeza. -Yo no quiero seguir las lecciones de el, quiero seguir las de usted..

Johnny no podía culparla, después de todo era una adolescente que había cometido un error.

-Kreese también jugó conmigo. Solo prométeme que nunca dejaras que te manipulen de esa manera otra vez..

-No dejaré que Kreese entre en mi cabeza. Lo Prometo.- Dijo la chica y sonrió ampliamente. -Estoy perdonada ¿No?

-Estás perdonada, Castro.

Maia sonrió y abrazó a Johnny. El rubio no era muy bueno con las muestras de afecto, pero esta vez, le devolvió el abrazo.

-Ahora ve con tu novio. Seguro te está buscando.- Dijo.

-¿Se dió cuenta?- Preguntó algo avergonzada.

-Si, hasta un ciego podría darse cuenta de lo que ustedes tienen..- Respondió tranquilamente.

Maia y Miguel se encontraban en la casa del Señor Lawrence, quien necesitaba ayuda para manejar una aplicación para citas.

-Bien, la aplicación está descargada.- Dijo Miguel desde el piso, mientras el sensei tomaba cerveza y Maia sentada en el sofá detrás de Miguel, haciendo trenzas en el cabello del chico. -¿Que tipo de mujeres le gusta?

-¿Que no es obvio?- Cuestionó Maia. -Chicas super calientes.

-Pregunta tonta.. Bien ¿Cuáles son sus gustos?

-¿Mis gustos?- Preguntó y Miguel asintió. -¿Que me gusta? ¿Que mierda debería decir?- Volvió a preguntar algo estresado. -¿Caminar en la playa? Eso es de nenitas.. Me gustan las artes marciales y Águila de Acero, la uno y la dos.- Miguel bajó la cabeza. -¿Por qué no envías mensajes? Dile a tu novio que escriba..- Se dirigió a Maia. -La idea fue de el.

-Sensei, tiene que tomarse esto en serio.- Le dijo Maia.

-Antes era simple. Veías una chica linda en un bar, te le acercabas pero no mucho. Lo suficiente. Y le comprabas una cerveza.

-Como los cavernícolas..- La chica rodó los ojos.

-Eso también me gusta, como los de comerciales de seguros.- Dijo.

-Creo que podré llenar el resto por mi cuenta.- Habló Miguel. -¿Que hay de la ropa? Lo que llevará puesto.

-¿Ahora me vas a enseñar de moda?- Preguntó Lawrence.

Maia lo examinó de arriba a abajo con los ojos entrecerrados. -Tal vez lo necesite..

El latino se levantó y caminó hasta el armario del Señor Lawrence.

-Pienso en una camisa y unos jeans desgastados.- Sugirió Miguel, desde la otra habitación. -¿Tiene algo de eso?

Maia se levantó y se sentó al lado del rubio, para poder ver mejor la pantalla.

-Tengo jeans viejos, si es lo que quieres decir.- Respondió Johnny. -Oye, hay una chica en mi aplicación.- Le dijo a Maia.

-Deslize a la derecha si le gusta y tendrá muchas citas.- Explicó la chica.

-¡Que tontería! No puedes saber nada de una chica con tan solo verl..

-Ella es sexy..- La pelirroja lo interrumpió.

-Tienes razón..- Concordó.

-¡Oiga!- El latino llamó la atencion de los ptros dos.- ¿Me presta esta chaqueta?

-Oh, si. Tómala.- Respondió el rubio.

La latina se levantó y caminó hasta su novio.

-Deberías usar esa chaqueta esta noche..- Sonrió divertida.

-¿Te gusta?- Cuestionó el chico.

-Si, se te vería genial.- Dejó un beso en su mejilla. -Yo me iré a preparar, seré Joan Jett..

-Buena elección.- Dijo Johnny, con la mirada en su computadora.

-Lo se.. Adiós Pomelito. Adiós sensei..

Una vez en la pista de patinaje.

-Allí está Tory, deberíamos ir a saludar.- Dijo Miguel.

-¡Hola, Tory!- Saludó Maia. -¿A que hora descansas? Tal vez podamos pasar un momento de Mejores Amigas..

Sam, quien no había sido vista por Maia, se tenso al ver a su ex con su antigua amiga.

-Oh.. Hola, no los reconocí.- Murmuró Maia, algo incomoda. -Lindos disfraces..

-Tory, ellos son Sam y Robby..- Presentó Miguel.

-Si, ya nos conocíamos.- Respondió la rubia. -Tuvimos un altercado en el club de playa..

Las amigas Cobras se miraron entre ellas, recordando lo sucedido.

-¿Y como se conocieron?- Preguntó Sam, mirando al moreno.

-Tory está en Cobra Kai.- Respondió.

-Con razón..- Murmuró LaRusso. Maia elevó una ceja, pues ella logró escucharlo.

-¿Que dices?- Preguntó Tory.

-Nada..- Respondió la castaña.

-Debo seguir trabajando.- Dijo la rubia. -Nos vemos pronto, Maya.

Tory se acercó a la latina y la abrazó, Samantha nuevamente se tensó un poco al ver eso, tal vez una pequeña parte de ella extrañaba pasar tiempo con la chica de ojos marrones.

-Consigamos unos patines.- Robby le dijo a Sam. -Adiós.- Se despidió con una sonrisa, que fue devuelta por Maia.

Sin nada más que decir, los Miyagi-Do se fueron.

-Bueno, ahora que estamos solos podríamos..- La latina se acercó a su novio, este la tomó por la cintura y juntó sus labios en un beso profundo.- Me encanta esto.- Maia se separó. -Pero, quiero patinar.

-Lo que la chica más hermosa quiera..- Respondió Miguel y la tomó de la mano.

Ambos se dirigieron a la pista de patinaje, rieron, se cayeron y cantaban las canciones que sonaban en el lugar.

-I'll be there 'til the stars don't shine, 'til the heavens burts and the words don't rhyme..- Cantaba la chica.

-And i know when i die you'll be on my mind..- Siguió el latino.

-And i'll love you always..- Cantaron ambos, mirándose a los ojos.

Ambos aprovecharon la cercanía y volvieron a unirse en un beso.

Mentirían si decían que no estaban enamorados, porque Miguel Díaz estaba totalmente a los pies de Maia Castro.

-Fui un idiota al no darme cuenta antes..- Comenzó a hablar el latino. -De que el amor de mi vida siempre estuvo frente a mis ojos..

Ambos adolescentes rieron. Siguieron bailando al ritmo de la música que sonaba, hasta que en un momento, los patines del chico se arruinaron, así que fue a cambiarlos. Una vez que volvió con su chica, patinaron un rato mas y decidieron buscar una mesa, para sentarse a devorar una hamburguesa.. o devorarse entre ellos, lo que llegue primero.

Estuvieron a punto de sentarse, cuando escucharon un fuerte estruendo, vieron a Tory tendida en el suelo con comida a su alrededor y a Samantha viéndola con una sonrisa de autosuficiencia.

-¡¿Que demonios, Sam?!- Preguntó Miguel acercándose.

Maia, rápidamente fue a ayudar a su amiga.

-¡¿Que?! ¿Yo? Fue ella la que..- Comenzó a excusarse, pero fue interrumpida.

-¿Que mierda contigo, Samantha?- Preguntó la latina, molesta. -¿Crees que Tory juega a la cocinita aquí? Ahora el dinero de esa comida que ves en el suelo saldrá de su sueldo.. No todos tienen el mismo privilegio que tú..

Y como el Karma es un gato, un guardia de seguridad terminó corriendo a Sam de la pista de patinaje, y Robby fue tras ella.

+10☆ Para Continuar.
Tali.