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Maia conducía su todoterreno mientras escuchaba música, iba acompañada de Miguel y Hawk, había pasado a buscar al último mencionado para llegar juntos al dojo.

Al llegar se encontraron con un grupo de chicos afuera del lugar, querían entrenar con el dojo campeón.

La chica, junto a sus dos amigos, bajaron y se acercaron a la puerta, dos chicos miraban a la latina, como si fuera la última Coca del desierto.

-Oigan, retrasados, muévanse.- Ordenó Hawk.

Los chicos sonrieron y se hicieron a un lado, fueron tan amables que les abrieron la puerta.

-Quieren entrar a Cobra Kai ¿Eh?- Hawk fingió que los golpearía, los chicos se asustaron y retrocedieron. Miguel río y Maia se limitó a sonreír amablemente. -Tienen un largo camino.

-Quiero verlos ahí adentro.- Maia susurró con dirección a los dos chicos nuevos, les guiñó un ojo y entró.

Los nuevos asintieron con una boba sonrisa. Pero, rápidamente, se les borró al ver la cara del Latino y el de Mohicano. Miguel entró sin decir una palabra, Hawk se les acercó de manera amenazante.

-No tienen oportunidad con esa chica..- Habló. -Todos en Cobra Kai esperan que esos dos anden juntos..- Les dedicó una ultima mirada amenazante y entró.

Al entrar al dojo, los tres quedaron sorprendidos al ver el estado de este. Los espejos estaban quebrados y también parece que hubo fuego.

Los chicos pensaron que el sensei había tenido una fiesta.

Mientras Hawk se quejaba por no haber sido invitado, el rubio salió de su oficina.

-¡Silencio! El dojo está cerrado para estudiantes nuevos hoy.

-Vimos el torneo y quisimos inscribirnos.

Johnny, comenzó a molestarse por la insistencia, así que los nuevos decidieron marcharse, no sin antes recordarles que volvieran con sus chequeras.

Una vez que se fueron, el sensei ordenó que sus estudiantes se formaran. Miguel, Maia y Hawk se colocaron en la primera fila.

-Debió ser salvaje sensei.

-Si ¿Celebró todo el fin de semana?

-¿Celebrar que? Mis estudiantes son unos cobardes.- Comenzó a hablar molesto y las sonrisas de Miguel y Hawk se borraron. -Díaz, Hawk, al frente.- Los mencionados hicieron caso. -Hawk ¿Atacaste a tu oponente cuando te dio la espalda?

-¡Si, sensei!

-Díaz ¿Atacaste a propósito la lesión de tu oponente?

-¡Si, sensei!

-¿Creen que eso los hace rudos?- Se miraron entre ellos. -¿Que pasa? ¿Pregunta difícil? Quizá necesiten ayuda. ¡Señorita Robinson!

-¡Si, sensei!- Dio un paso al frente.

-Hay dos Cobras en la selva. Una mata al león más fuerte y la otra a un mono lisiado ¿Que Cobra quiere ser?- Preguntó mientras caminaba de un lado a otro.

-La que mata al león, sensei.

-¿Por qué?- Cuestionó.

-Porque es el más fuerte.

-¡Correcto! En Cobra Kai deben ser rudos. Y el más rudo es cuando ataca a su oponente en el mejor momento. No cuando está de espaldas..- Miró a Hawk. -Ni cuando está herido..- Esta vez miró a Miguel. -¿Entendido?

-¡Si, sensei!- Contestaron los estudiantes.

-Basta de hacer trampa y jugar sucio. Desde ahora eso es de nenitas.. ¿Quieren ser unas nenitas?

-¡No, sensei!

-Bien, ahora ustedes dos.- Señaló a Miguel y Eli. -Recibirán una patada en las bolas y la elegida para este trabajo es la Señorita Castro.

La mencionada asintió y se colocó frente a sus amigos.

-Disfrutaré esto..- Rió y le dio la primer patada a Hawk, dejándolo en el suelo, agarrándose esa parte. Luego siguió con Miguel, este también terminó como su amigo. -Lo siento, órdenes son órdenes.- Se encogió de hombros y volvió a su lugar.

-Mierda, no me gustaría estar en su lugar.- Hablo Johnny. -Ahora hagan cincuenta flexiones de nudillos.- Se dirigió hacia los dos chicos. -Señorita Castro, diríjalos.- Ordenó y volvió a su oficina.

-Si, sensei.- Respondió Maia, dando un paso al frente. -¡Posición de combate! Puño adelante ¿Listos? ¡Ya!

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El entrenamiento había terminado. Maia salió del dojo con Hawk y Miguel, se dio cuenta que, afuera estaba Sam conversando con Aisha.

Se le ocurrió una excusa para que Miguel no la viera y todo terminara en uma discusión. La excusa fue decirles que se había olvidado las llaves de su vehículo, así que estos dos entraron a buscarlas.

Se acercó al auto de su antigua amiga, con una sonrisa tímida. Una vez más, podría tratar de recuperar su amistad, solo si Sam quería, pero si esta se negaba no insistiria más.

-Hola Sam.- Saludo de manera tímida y la sonrisa que, antes, la castaña le dedicaba a Aisha se borró.

-¿Que haces tu aquí?- Preguntó.

Allí, luego de esa pregunta, Maia se dió cuenta que Sam no estaba interesada en arreglar las cosas entre ellas.

-Ahmm.. Creo que esto es un dojo y yo entreno ahí.- Contestó.

-Que graciosa eres..- Se había creado un silencio incómodo. -Lastimaron el hombro de Robby. Jugaron sucio.- Volvió a hablar.

-Yo no le hice nada a Robby.- Maia comenzó a molestarse. -Parece que tienes los ojos en el trasero ¿No viste lo que pasó?- Habló sin pensar. -Lo siento, no quise hablarte así..

-Papá tenía razón, todos los Cobra Kai son iguales.

-¿Cuál es tu problema, Sam?- Cuestionó Aisha, molesta. -Maia no tuvo nada que ver en eso.. Y yo también soy una Cobra Kai, así que no creo que quieras salir conmigo.- Tomó a la latina del brazo. -Vamos a ver una película a casa de Hawk.. Adiós Samantha.

-Aisha, yo..

Samantha rápidamente se arrepintió sobre su actitud y quiso excusarse, pero Aisha se había marchado, junto a la latina, ignorandola por completo.

A la mañana siguiente, el entrenamiento comenzaba temprano.

Hawk tenía su mano en su boca de manera pensativa, viendo a los dos chicos nuevos, los mismos que se habían mostrado amables el día anterior. Hawk pensaba en un nuevo apodo, uno de los chicos decidió hablar, interrumpiendo los pensamientos del ojiazul.

-Bueno, yo soy Chris..

-¡¿Dije que podían hablar?!- Hawk les grito, asustandolos por completo.

Los latinos, que recién habían llegado al dojo, se acercaron.

-Chicos, están jugando con ustedes.- Hablo Miguel, uniéndose a la conversación.

-Gracias.

-Además todos sabemos que sus nombres son Inútil e Inepto.- Completó.

Maia negó con la cabeza.

-Ignórenlos.- Habló la peliazul. -Maia Castro, un gusto.- Ambos la observaban, embobados embobados por la linda sonrisa de la chica. -El sensei es duro al principio, pero luego se acostumbran.

Miguel observaba, con el ceño fruncido, como Maia se había quedado conversando con los novatos.

-Si no golpeas primero.- Eli dió un leve codazo en las costillas de Miguel. -Otro te robará a la chica.

-Ella no es un objeto.

Su amigo rodó los ojos. -Ya lo sé, pero si no haces algo, la perderás..

Las campanas del dojo sonaron, interrumpiendo la conversación de ambos chicos, indicando que alguien había entrado.

Un hombre de aspecto rudo entró al dojo.

-¿Quien es ese?- Cuestionó Hawk, mirando a Maia.

-Mi abuelo.- Contestó rodando los ojos.

-¡¿De verdad?!- Preguntaron Eli y Miguel al mismo tiempo.

-¿Que? Claro que no, par de tontos.- Dio un suave golpe en la cabeza de ambos. -No tengo idea de quien es..

Maia y Miguel se acercaron al hombre.

-¿Podemos ayudarlo en algo, señor?- Preguntó Miguel.

-No.- Contestó, mirándo de arriba a abajo a los dos adolescentes. -Pero tal vez yo sí.

El hombre miraba a los ojos de Maia, tratando de intimidarla, pero la chica no se dejó, así que elevó su mentón y lo miró con seriedad.

-Hola.- Interrumpió Johnny.

-Sensei..- La chica señaló con la cabeza al tipo.

El desconocido se acercó al sensei Lawrence, parecía que discutían.

Maia y Miguel fueron a sus lugares.

Johnny Ordenó a sus estudiantes que se formaran para comenzar el entrenamiento. A su lado se colocó el señor, este examinaba de pies a cabeza a todos los estudiantes.

-Tenemos un visitante. El es el señor Kreese, solo es un observador. Hagan de cuenta que no está aquí. Señor Díaz, diríjalos.

Miguel se posicionó al frente.

-¡Patada frontal!- Todos patearon. -¡Golpe lateral!- Nuevamente, los estudiantes hicieron caso. -¡Toque lateral!

Con la última indicación, los estudiantes hicieron un movimiento, que según ellos, era divertida, pero ridícula para Johnny, avergozandolo delante de aquel hombre. Los estudiantes comenzaron a reír, aumentando el enojo de su sensei. Maia, al ver la cara del rubio, borro su sonrisa y se puso seria.

-¿Que rayos fue eso?- Cuestionó Johnny.

-Solo estábamos jugando.- Respondió Miguel. -Tenemos once meses para el próximo All Valley.

-Si, además ya sabemos patear traseros.- Esta vez habló Hawk.

Para empeorar la situación, Aisha comenzó a reír. Johnny caminó hacia ella, queriendo que le cuente la razón de su risa.

-Lo siento, sensei. No lo entendería.

-Pruebame.

Aisha se inclinó.

-Lo de la Cobra.- Volvió a reír.

-¿Que es lo de la Cobra?- Preguntó, tratando de mantener la calma.

Los estudiantes sisearon y movieron sus brazos, tratando de imitar a una cobra, Maia solo negó con la cabeza. Los estudiantes esperaban que Johnny riera, pero lo único que consiguieron fue que se enfadara más.

-¡Silencio! Mañana a las 5 A.M., en la esquina de Fulton y Raymer. Quien no vaya esta fuera del equipo ¡La clase terminó!

Lawrence se marchó a su oficina, seguido de Kreese, este miró a Miguel, preguntándose ¿Como el pudo haber ganado el torneo?

-Este no era el momento..- Comentó Maia.

Al día siguiente, cuando llegaron al lugar indicado, el sensei puso a sus estudiantes a mezclar cemento.

-¿Por qué mezclamos cemento?- Preguntó Maia.

-Sin preguntas. Sigan revolviendo.

-Me duelen los brazos.- Comentó la chica y Miguel la miró con una sonrisa.

Johnny se paró al lado de Kreese. Segundos después, apareció un camión alertando a los estudiantes con el sonido del claxon.

El conductor se bajó y le entregó a Johnny unas llaves. Los estudiantes observaban con curiosidad.

Johnny llamó a sus estudiantes y todos se acercaron. Como siempre, Johnny les dio un discurso para inspirarlos.

-¿Creen que ganar el torneo les da el derecho a divertirse?- Cuestionó Johnny. -Bueno, les tengo noticias. Ganar un torneo no significa nada. Un verdadero campeón nunca debe dejar de entrenar, deben seguir avanzando. Oh de la contrario quedará varado en donde están. Como el cemento, si el tambor no gira, el cemento se endurecerá y se atascará ¿Quieren que eso pase?

-¡No, sensei!

-Bien.- Johnny asintió. -Entonces, suban, entren y Háganlo girar.

-¿Que?- Preguntaron sus estudiantes, confundidos.

-Sensei, perdón por perder el tiempo.- Se disculpó Aisha.

-Aprendimos la lección.- Dijo Hawk.

Johnny bajó la escalera.

-¡ENTREN!- Ordenó Johnny.

-Sensei, esto parece peligroso.- Dijo Miguel. -Los vapores podrían..

-Silencio.- Habló Kreese. -Ese hombre los llevó a la cima de la montaña ¿Y lo cuestionan?- Preguntó, con sorpresa. -Mírate.. Mirense todos. No puedo creer que este montón de nenitas compitieran en el All Valley mucho menos que ganaran.- Maia Observó de reojo a Miguel, este se veía ofendido. -¡Es un completo milagro! ¿Y quien es el responsable de ese milagro? Johnny Lawrence.- Kreese señaló al sensei. -El mejor alumno de la historia de Cobra Kai. Mi estudiante.

-¿Fue el sensei del sensei?- Cuestionó Hawk, completamente perplejo.

-Será mejor que lo creas, niño.- Respondió Kreese. -Y nunca entrené a un alumno más rudo en toda mi vida.- Kreese se giró hacia Johnny. -Si saben lo que les conviene, será mejor que Oigan cada maldita palabra que les tenga que decir.- Maia y Miguel intercambiaron miradas.

Maia dio un paso al frente.

-Yo lo haré, sensei.- Maia habló con seguridad.

Johnny asintió, orgulloso.

-Ella es mi Reina Cobra.- Murmuró Johnny, como un padre orgulloso.

Fue seguida por Miguel, Hawk, Chris y Mitch.

-Verga..- Fue lo único que Maia dijo, mirando el interior.

Miguel entró y luego fue Maia. Miguel estaba algo distraído y casi se cae, pero la chica los atrapó antes de que cayera por completo.

-Ay Miggy.. Te tengo a mis pies.- Bromeó Maia, Miguel Soltó una risa.

-No se queden ahí parados.- Habló Johnny, asomándose. -¿Quieren quedarse atrapados? ¡Muevanse!

Los alumnos tuvieron bastantes dificultades pare hacer girar el tambor, una de ellas fue que, caían al cemento.

-Mierda.. Es mi remera favorita.- Habló Maia.

-Quitatela..- Susurró Mitch. Hawk, quien alcanzó a escuchar, giró su cabeza lentamente y con una mirada amenazante. -Lo siento..- Se disculpó.

Chris quiso acercarse para ayudarla, pero Miguel se le adelantó.

-Gracias Migue.- Agradeció, con una sonrisa.

Poco a poco, lograron girar el tambor y cada vez más rápido al escuchar las palabras de aliento de Johnny.

••

Johnny, con una manguera, comenzó a mojar a sus estudiantes, para limpiar la mayor cantidad de cemento posible.

-Deberían estar orgullosos. Yo lo estoy. Sus padres también estarían orgullosos si les contáran, pero no lo harán. Avanzaron cómo campeones. Sin rendirse, si insisten y siguen avanzando, llegarán a lugares que nunca soñaron.- Finalizó.

Todos caminaron fuera del lugar.

-Ahora Vanessa quedará con olor a cemento.- Se lamentó.

El primer capítulo de la segunda temporada está aquí 🙊

Espero que sea de su agrado.

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+10☆ Para Continuar.
Tali.