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-- Ma, cinco minutos más. -- Pidió Maia.

-- Alex no llega ¿Verdad? -- Cuestionó su madre.

Maia bajo su vista y con eso, su madre obtuvo su respuesta.

-- ¿Por qué sigues con el?

-- Porque lo quiero, Mamá.. Y yo se que me quiere, seguro le paso algo... -- Comenzó a hablar la chica, con los ojos cristalizados.

-- Sí te quiere, como tu dices. -- La interrumpió. -- ¿Por qué no lo demuestra? ¿Por qué no se esfuerza para demostrarlo? -- La chica no decía nada. -- Antes de conocerlo, te veías más feliz.. El te está apagando Mai.. Te estas dejando de querer, por quererlo a el.

Maia Alzó su vista y se encontró con los ojos de su madre, No dijo nada, solo la abrazó y se rompió en llanto.

-- Perdón Mamá... Solo, dame tiempo.

-- Tómate el tiempo que quieras, cariño. Lo importante es que abriste los ojos. -- Dijo limpiando unas lágrimas con sus pulgares.

-- Ahora salgo. -- Dijo Maia con una debil sonrisa.

-- Está bien. Cinco minutos, ni más ni menos. -- Dejó un beso en la frente de su hija y salió.

Lágrimas rodaron por las mejillas de Maia, aunque le doliera admitirlo, su madre tenia razón. Pero, por más tristeza y dolor que le causara, no podía dejar de quererlo.

Luego de los cinco minutos. Maia estaba más calmada, se arregló un poco el cabello, fingió una sonrisa y salió.

Al salir. Subió al pequeño escenario que había en el restaurante de su madre, ahí ya estaban Sarah y Ámbar, ellas tocaban instrumentos y también cantaban.

-- Oye Mai. -- la llamó Sarah. -- ¿Por qué tardaste? ¿Te encuentras bien? -- Cuestionó.

-- Si, todo está bien. -- Contestó. Aún fingiendo una sonrisa. -- Cantemos "Bad Romance" de Lady Gaga. -- Dijo, cambiando de tema.

-- Sus deseos son órdenes. -- contestó Ámbar.

Ambar y Sarah comenzaron a tocar sus instrumentos y Maia tomó el micrófono.

A medida que la cancion avanzaba, los ojos de Maia comenzaron a arder.

Al terminar la canción. Una persona que conocía perfectamente, entró.

Se bajó del pequeño escenario y caminó hasta llegar a la persona.

-- ¿Alex, donde estabas?

-- Lo siento tanto, mi abuela tuvo un accidente y tuve que.. -- comenzó con sus excusas.

-- Tienes que aprender a cubrir las marcas. -- lo interrumpió viendo su cuello.

-- No es lo que piensas..

-- No me mientas más.. -- Pidió en un hilo de voz. -- Dime la verdad ¿Con quien estuviste?

-- Con Angelina.. -- Respondió.

Maia cerró los ojos y una lágrima traicionera bajó. Angelina era la razón de sus inseguridades.

-- Pero yo te quiero a ti. -- Intentó acercarse a la chica, pero ella dio un paso atrás.

-- Vete, porfavor. No quiero verte más.

-- ¿Estás rompiendo conmigo? -- Preguntó, Maia asintió. -- ¿Quien te hará feliz?

-- Hace mucho que no me haces feliz.. -- Contestó.

-- ¿Quien te va a querer? -- La chica iba a hablar, pero no pudo. -- Tú vas a perder.. Volveré con Ange, Adiós Maia. -- Terminó de decir y salió del lugar.

Maia se quedó con la vista perdida en el suelo, no salían palabras ni lágrimas.. Solo pensaba en las palabras del chico.

-- Tierra llamando a Maia. -- dijo Ámbar, pasando una mano por su cara.

La castaña parpadeo rápidamente y miró a su amiga.

-- Por favor, Dile a mi madre que voy a casa de Eli. Ella lo conoce. -- Pidió.

-- ¿Estás bien? -- Cuestionó la rubia, preocupada.

-- Si.. -- Mintió y salió del lugar.

Maia caminaba con un dolor en el pecho y un nudo en la garganta, con una pregunta clavada en la mente..

<<¿Quien podría quererme?>>

Las palabras que Alex dijo, le habían hecho daño. Y ahora se torturaría con preguntas.

Al llegar, tocó la puerta de su amigo y este salió.

-- ¡Hola! -- Saludó el chico con una sonrisa.

-- ¿Puedo pasar? -- Cuestionó.

-- Si, pasa. -- Dijo y se hizo a un lado para dejarla pasar. Maia entró.

-- ¿Estás solo? -- Preguntó con la mirada baja.

-- Si, llamaron a mamá del trabajo y salió.. -- Se dio vuelta y vio que algo andaba mal. -- ¿Paso algo?

La chica se rompió a llorar y abrazó a su amigo. El ojiazul la abrazó confundido, nunca la había visto así.

Con lágrimas en los ojos, le contó a su amigo lo que pasó.

-- ¿Hay algo malo en mi? -- Preguntó, mientras abrazaba sus rodillas.

-- No hay nada malo en ti.. El es un idiota que no supo valorarte.

-- Solo quiero a alguien que no se vaya de mi lado.. ¿Tan difícil es quedarse a mi lado?

-- Mai, Soy tu mejor amigo.. Nunca me iré de tu lado. -- Dijo, mirándola a los ojos.

Maia lo abrazo de vuelta.

-- Gracias Eli. Te quiero una banda. -- Dijo lo último en español.

-- No se que dijiste, pero espero que sea algo bueno. -- La chica Soltó una pequeña risa.

Eli y Maia se conocieron cuando la chica fue dejada de lado por su amiga, Samantha LaRusso.

La chica entró a la cafetería, luego de que Yasmine, la nueva amiga de Sam, la molestara y que su "amiga" no haya echo nada.

Al entrar. Pudo ver que, un chico de rasgos asiáticos molestaba a un chico con una cicatriz en el labio y a un pálido de ojos verdes. Se acercó y los defendió.

Nunca nadie los había defendido como la chica lo hizo. A partir de ahí los tres se hicieron buenos amigos. Al principio, Eli fue bastante tímido, pero con el tiempo se fue soltando y abriendo con la chica.

Podía ser el mismo.

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Esa noche volvió a su casa un poco mejor, pues Eli sabía como hacerla reír. Pero cuando apoyó su cabeza en la almohada, el nudo en la garganta y la picazón en los ojos volvieron a ella..

Todos los recuerdos que tenía con Alex volvieron a su mente, giró su cabeza y vio un oso de peluche que el chico le había regalado.

No aguantó más y lágrimas rodaron por sus mejillas. Lloró hasta quedarse dormida...

Por dos semanas se sintió deprimida, sin interés por nada, con insomnio, fatiga y sin poder concentrarse.

Oemege!

Una pequeña introducción.

Espero que les guste! <3

Recuerden Votar y Comentar, me ayudarían mushoo. No me dejen así 🤡

Besos!! 💋

Tali.