ˏˋ°•*⁀➷ Palabras de Wild.

Cuando comencé a escribir esta historia, no imaginé todo lo que terminaría volcando en sus páginas. Editando algunos borradores y releyendo cada escena, me di cuenta de que había más de mí en esta historia de lo que esperaba. Pensamientos que nunca supe cómo expresar, emociones que llevaban años acumulándose, recuerdos y experiencias que alguna vez me hicieron sentir solo, pero que ahora encontraban su lugar en estas palabras. De alguna manera, este fanfic se convirtió en un desahogo, en un espacio seguro donde pude darle voz a sentimientos que nunca antes me atreví a compartir.

Sé que muchos suelen saltarse las notas de autor, y quizás esta es una de esas reflexiones que normalmente irían en un comentario aparte. Pero sentí que era importante decirlo aquí, antes de que la historia comenzara, porque esta no es solo una narración de amor, es algo mucho más personal.

Esta es una historia LGBT+, con una protagonista lesbiana que no tiene una vida fácil. Rayita es inestable, insegura, una persona con cicatrices invisibles que lucha contra sus propios miedos y la realidad que le ha tocado vivir. Aquí no solo se contará su relación con Marinette, sino también sus batallas internas, sus momentos de fragilidad, el proceso de aceptación de su sexualidad y todo lo que eso conlleva en un entorno que no siempre es comprensivo. En cada una de esas luchas hay un poco de mis propias vivencias, de los miedos que enfrenté y de los momentos en los que sentí que no encajaba en ninguna parte.

Sé que no soy la única persona que ha pasado por algo así. Tal vez quienes están leyendo esto, también hayan sentido esa sensación de no poder hablar con nadie sin miedo al juicio, de tener que ocultar partes de uno mismo por temor a la burla o el rechazo. Yo tampoco tuve con quién hablar sin sentirme una carga o sin temer que alguien se riera de mí, como ya lo habían hecho antes. Y aunque al inicio este fanfic no estaba pensado para abarcar estos temas de manera tan profunda, me dejé llevar. Escribirlo me ayudó a soltar un poco de ese peso que llevaba dentro, y quizás, de alguna manera, pueda hacer sentir comprendido a alguien más.

Si llegaste hasta aquí, gracias por darme un momento de tu tiempo. Espero que esta historia, con sus luces y sombras y ese agridulce sabor a pay de limón y frambuesas, pueda transmitirte algo, aunque sea un pequeño reflejo de que nadie está realmente solo en sus luchas.