Ojos negros sin brillo alguno, piel
pálida, cabello oscuro alborotado.
Era mi nariz, mis labios, mis manos,
era mi cuerpo el que se encontraba
ahí, de pie al lado de la cama. Sentí
que vomitaría mientras cruzabamos
miradas.

El llanto de Soobinnie provocó que
me arrastrara hasta él aún en shock
sin creerme lo que estaba viendo. Lo
ayudé a bajar de la cama y lo puse
detrás de mí, en ningún momento
despegué la mirada de... ¿De mí?

Una sonrisa sádica apareció en su
rostro- Pero ¿Por qué tiemblas?- me
preguntó burlón.

- T-tú- tartamudee.

- ¿Que si soy tú?- se cruzó de brazos.

-¿Qué mierda está pasando?- dijo
Soobin a mi espalda aún con algo de llanto.

Él se mostraba sádico, burlón y
despreocupado, con ayuda de sus
manos se acomodó el cabello y empezó a caminar hasta la ventana de la habitación.

¿Está planeando huir? Pero la ventana está en el segundo piso. Dudé por un momento el seguir a... esa cosa, no podía dejarlo ir, es igual a mí ¿Por qué? ¿Qué hace aquí? ¿Quien es? ¿Acaso es él quien ensució a mi Soobinnie? ¿Qué trataba de hacerle a mi Soobin?

Basile un poco con mis pasos antes de tomar el valor para ir hacia él, lamentablemente llegué justo cuando se lanzó al suelo.
Corrí hacia afuera lo más rápido que
pude, vi su silueta alejarse pero no
lo dejaría así, si él fue quien le hizo
daño a mi Soobin debe pagar, si fue él el que causó que Soobin se alejara de mí entonces debe pagar la tristeza que me ha hecho sentir durante tantos días, semanas y meses, debe pagar cada una de mis lágrimas así como las de Soobin, además planeaba hacerle daño nuevamente. No lo dejaré huir, lo
golpearé tanto hasta que pierda todas mis fuerzas, hasta que caiga rendido, hasta que deje de sentir mis puños.

Corrí y corrí durante minutos detrás
de él hasta que finalmente pude
atraparlo en un descuido.

- ¡Mierda, sueltame maldito mugroso!- caímos al suelo, tuve que poner bastante esfuerzo para que no se liberara de mi agarre.

- ¿Quién eres?- le pregunté ansioso
por su respuesta.

- Ja, soy tú ¿Acaso no me ves?- dijo
claramente basilon.

- Maldita sea ¡responde!- apreté más
mi agarre.

- No es necesario que lo sepas.

- ¡¡Que me digas de una puta vez quien eres!!- grité furioso.

-¿Seguro que quieres saberlo?- otra vez esa sádica sonrisa y esa voz
burlona aparecieron.

En un rápido movimiento me senté
sobre su abdomen, pudiendo
así apreciar más su rostro, era
literalmente yo, era como si hubiese
un espejo en el suelo.
Con furia hice aterrizar mi puño en su rostro. Estoy harto de que siempre hayan demasiadas preguntas sin respuesta, quiero saber quién es.

- ¡Habla!- le dije sujetandolo por la
camisa.

- No me vuelvas a poner un dedo
encima, nunca más, porque te juro que romperé cada uno de tus miserables huesos- habló entre dientes- hermanito- de nuevo esa sonrisa.

- ¿Q-qué...?- inconscientemente me
levanté y retrocedi.

Se puso de pie sacudiendo sus
prendas- Sí, hermanito ¿no lo sabías?- hizo una pausa- ¿Mami no te
contó? ¿No te contó sobre el niño que
dejó en el orfanato? Al cual visitaba
solo una vez al año, que nadie quiso
adoptar, al niño sin casa, al pobre
niño ese... llamado Yeonsoo.

-¿Tengo un...-

- Gemelo- terminó la oración-
lamentablemente no sólo comparto
sangre contigo, sino también
apariencia.

¿Un hermano gemelo? ¿Cómo es
posible? ¿Por qué mami nunca me
dijo? ¿Por qué lo dejó allí?
Él se comporta de manera muy
sádica y extraña, apesar de ser mi
hermano, no se parece a mí en cuanto a personalidad ¿Qué hace aquí? ¿Por qué de repente se metió en mi vida?
Espera, si tengo un gemelo extraño, y
Soobin dice que fui yo pero yo no lo recuerdo, es claro que fue Yeonsoo
quien abusó de él, pero ¿Por qué?

De nuevo volví a sentir la ira recorrer mi cuerpo, como si fuese una corriente eléctrica.
Me abalancé hacia él con los puños
listos, pero él lo esquivó y me tiró al
suelo, antes de que yo pudiera darme
la vuelta para verlo, puso su pie en mi
espalda impidiendo mi movimiento.

- ¡¿Fuiste tú verdad?! ¡Tú le hiciste
daño a mi Soobinnie!- le dije entre
dientes haciendo vanos intentos para quitarmelo de encima.

Se agachó- ¿Qué? Ahhhh ¿te refieres a cuando me lo cogí?

Sentí como si mi corazón se
detuviera, como si me hubiesen
atravesado el pecho con una estaca.
Fue él, él lo hizo, él le hizo daño a
Soobin, él lo ensució, él fue quien
le arrebató su pureza ¿Y se atreve
a decirlo de ese modo? ¡Maldito
descarado! Me las pagará.

Puse toda mi fuerza e ira en
levantarme, tan pronto como estuve
de pie frente a él, empecé a lanzar
golpes y a recibir unos cuantos. Lo
tomé por la nuca y lancé un rodillazo
en su abdomen, logrando que él
quedara sin aire y bajara la guardia,
de un puñetazo logré hacerlo caer,
él empezó a arrastrarse y por suerte
llegué antes de que se levantara, me
agaché a su altura poniendo parte de
mi cuerpo sobre su espalda evitando
que escape.

- ¡¡Malnacido!! Eres un puto enfermo,
das asco ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Por qué lo tocaste?! ¡¿Por qué mierda?!-
le grité mientras golpeaba su cabeza
contra el suelo de cemento.

-¿"Por qué"..? ¿Por qué no podía
tenerlo?

- ¡Cinico de mierda! ¡Muerete!- empecé a dar patadas en su rostro.

Lo mataré, no importa si voy a la
cárcel, él me arrebató a mi Soobin,
pero no solo eso, también le arrebató una parte muy importante a Soobin.
Esta no debía ser la forma en la
que Soobin experimentara algo tan
íntimo, no era el momento y mucho menos la forma, no me puedo ni imaginar la manera en la que se ha
estado sintiendo, sin duda ha estado
luchando mucho con esa asquerosidad, me da mucha pena por él.

Me siento extraño con el hecho de
que Soobin estuvo todo este tiempo
pensando que fuí yo, viendo mi rostro en sus pesadillas y ser el autor de su sufrimiento. No sé si después de
esto Soobin quiera intentar regresar
a como era antes, dudo que pueda
soportar ver mi rostro o incluso sentir mi toque, ya no podré abrazarlo ni acariciar su lindo cabello.

- ¡Yeonjun!- era Soobin- ¡Para! ¡Para
ya!- me tomó por atrás intentando
alejarme.

- ¡No! ¡Él debe pagar! ¡Te hizo daño!-
le dije regresando a patearlo.

- ¡Lo vas a matar!

-¿Y qué? Se lo merece por hacerte
daño.

- No por favor...- creí oírlo sollozar- Yeonjun déjalo, ya hemos llamado a la policía, no tiene caso que sigas.

- ¡Estaré tranquilo hasta que muera
este malnacido!

- ¡Que te detengas de una puta
vez!- era el amigo de Soobin- Ya
está inconsciente, vas a terminar
desfigurandole la cara- me apartó de
un jalon.

- Yeonjun... Perdóname- Soobin
estaba llorando, sus lindos ojos
brillaban de una manera que lograban hacer a mi corazón romperse en mil pedazos- perdóname por no querer escucharte antes, por alejarme y por lo mal que te he hecho sentir todo este tiempo, perdón por todo lo que dije- cayó sobre sus rodillas sujetando mi ropa.

- No, no, no llores mi Soobin- traté de levantarlo- no te disculpes, estabas en todo tu derecho, no me puedo imaginar cómo te sentías, comprendo todo lo que hiciste, lamento haberte insistido tanto y lamento mucho más haberte golpeado aquel día, me siento fatal por haber hecho eso. Disculpame por favor, yo no quería lastimarte, en serio perdóname Soobin- algunas lágrimas se me escaparon. Soobin pasó sus brazos para abrazarme y me apegó a su cuerpo. Me paralicé por un momento ¿De nuevo iba a sentir su calor? ¿Yo realmente me merecía esto? Después de tanto tiempo podía volver a sentir sus palpitaciones haciendo eco en mi pecho. Algo que se había vuelto imposible para mí, ahora está volviendo a suceder- Soobin- le dije llorando desconsoladamente, tal cual un niño pequeño con su madre. Lo abracé tan fuerte como pude, no quería soltarlo, no quería volver a perderlo, si esto era un sueño, no quería despertarme- ¡no me vuelvas a dejar! No te vayas de mí, no me dejes, no me sueltes mi Soobinnie.