Cap 3||¡Surprise!
Todas las palabras de Soobin pasaban por mi mente una y otra vez, como si fuesen un bucle de recuerdos. Pero ¿Yo realmente hice eso..? No puedo comprender nada de lo que está sucediendo.
Juro que yo no lo recuerdo, de verdad no sé de lo que habla Soobin, quiero entender esto. Aunque si él reacciona de esa manera entonces podría ser cierto... ¿O acaso es una excusa? No, esto es demasiado delicado, mi Soobin no jugaría con este tipo de cosas, pero es que yo no lo hice, yo jamás lo tocaría, yo jamás me atrevería a ensuciarlo.
Solté un grito de frustración al mismo tiempo que mandé al suelo el cesto de basura, caí rendido mientras lloraba intentando recordar algo, pensar en algo que podría sacarme de esto, algo que me despertara de esta pesadilla. Pero no podía, me golpee la cabeza múltiples veces contra el suelo, lleno de furia y estrés.
- Necesito más respuestas...- pronuncié en un hilo de voz.
[...]
Entre múltiples luces de colores, música y gente, se encontraba sonriendo mi Soobinnie, tal y como sonreía conmigo hace tan sólo unos meses, se veía tan feliz como en aquellas tardes cuando solíamos vagar por el colegio riendonos de todo y siendo felices el uno al lado del otro.
Solté un pequeño suspiro intentando alentarme para escabullirme dentro de su casa, sabía que estaba mal, y más aún si Soobin me acusa de ser quien le arruinó la vida de tal forma. No encontraba alguna otra forma para buscarle respuestas a todo esto, así que opté por arriesgarme.
Pasé un buen rato escondiendome lo más posible de los ojos de algunos conocidos y principalmente de los de mi Soobinnie. No encontré el momento perfecto para hablarle, no paraban de rodearlo una y otra vez, así que me decidí por ir al baño a despejarme al menos por un momento de toda esa tensión que me abrumaba.
Yendo hacia el baño escuché a alguien decir mi nombre- ¡Yeonjun!
Voltee solo para encontrarme con el amigo de Soobin, ese estúpido con el que iba en el bus la otra vez.
- ¿Tú qué haces aquí?- pronunció a la defensiva acercándose a mí con pasos apresurados- Vete ahora mismo si no quieres que te parta la cara, enfermo- amenazó sin despegarme los ojos de encima.
¿"Enfermo"? ¿Acaso Soobin le dijo que yo "abusé de él"? En serio esto no podía ponerse peor, ahora debo de lidiar con un chico que ni conozco, no quiero armar escándalo porque todos terminarían enterándose de lo que supuestamente sucedió con Soobin, además cagaría su fiesta, pero necesito quedarme, necesito buscar respuestas a todas estas preguntas.
- So-soobin me invitó- mentí, todo esto me estaba poniendo muy nervioso.
- Mientes, él jamás invitaría a alguien tan repugnante como tú- me empujó haciéndome chocar con la pared del pasillo.
Mierda, sí le dijo, ¿ahora qué hago? Desearía poder desaparecer ahora mismo, estoy acorralado.
No pasó mucho tiempo para que estrellara su puño contra mi rostro, maldita sea, no quería armar escándalo pero no tengo de otra.
Esquivé el otro puño del chico y golpee su abdomen, en cuestión de segundos ya nos estaban observando unos cuantos. Mientras él y yo nos encontramos peleando en el suelo como si de animales salvajes se tratase, en lo único que podía pensar era en que Soobin seguramente me estaba viendo, decepsionandose una vez más de mí, pensando que soy un completo idiota, aborreciendome en todo en significado de la palabra.
Es como si yo estuviera cargando conmigo un objeto de mala suerte, como si lo trajiese incrustado en mi cuerpo, en mi piel.
Mis labios ardían con el sudor que brotaba de mi rostro, mezclándose con sangre y todo el desprecio del mundo que caía sobre mí. Eran como fuego en mi piel.
Voltee hacia el grupo de personas que nos miraban, buscando a esos tiernos ojos, a ese delicado rostro, pero en su lugar recibí un golpe que me hizo quedar acostado, uno que casi me deja inconsciente.
Aturdido me levanté para continuar con la pelea, no lo dejaría ganar, no soy un perdedor. Prepare de nuevo mi puño y tomé aire.
- ¡¡Sueltame Yeonjun!!- escuché a Soobin gritar de manera desgarradora, pero... Yo estoy aquí.
Empujé rápidamente a la gente del pasillo para ir hacia la voz de Soobin, que venía de arriba, en su habitación ¿se durmió y tuvo una pesadilla? Subí las gradas lo más rápido posible, traté de abrir la puerta pero se encontraba cerrada, recordé el lugar donde usualmente su madre ponía las llaves así que fuí y regresé cuanto antes, abrí la puerta y tan pronto como encendí la luz me quedé paralizado, mi piel se erizó y mis piernas perdieron la fuerza haciéndome caer sobre ellas.
Mi cuerpo entero se encontraba temblando, yo estaba apunto de orinarme encima. Soobin estaba siendo sometido por la fuerza de un hombre. El hombre... Era yo.
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