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Capítulo_26

En el capítulo anterior Lizy y Raúl se pudieron reencontrar después de muchísimo tiempo, cosa la cual a Sara no le cayó nada bien.

Hoy presentamos...

{DESPEDIDA}

—¿Usted conoce a la enfermera Elizabeth González? — dijo Sara con una mirada desafiante hacía el director de casi todos los hospitales vigentes en España.

—Si la conozco muy bien la verdad es buena trabajando, casi nunca me ha causado problemas—exclamó el señor con una voz bastante calmada.

—Pues mire doctor básicamente lo que yo deseo que haga para que nuestra deuda quedé completamente pagada— hablo la rubia haciendo una pausa en lo dicho mientras cruzaba las piernas.

—¿Qué es lo que necesitas Sara? — preguntó el señor arqueando una ceja.

—¡Quiero que la eches, quiero que nunca vuelva a conseguir trabajo dentro de este país! — soltó Sara con una voz bastante tajante.

—¡Pero señorita Sara eso es algo muy egoísta la chiquilla no ha hecho nada!...

—¡¿Quiero que desaparezca no oíste?!— interrumpió Sara apretando los puños.

—Señorita Sara esto es verdaderamente indignante…

—¡No me oyó! Aparte usted tiene una deuda conmigo, que podría completar con esta petición, pero de lo contrario si no me complace me veré en la penosa necesidad de exponer todo lo que se dé usted por internet, ¿no quiere eso verdad? — chantajeó Sara con un tono insistente.

—Está bien Sara no me dejas otra opción— menciono soltando un pequeño suspiro—¿tú de verdad odias a esa chica?

—¡La detesto! — contesto la rubia frunciendo el ceño.

Sara después de charlar un poco más con el director de aquel hospital, se retiró con la esperanza de que lo que había pedido se cumpliría.

Tras esto la azabache llegó dispuesta a echarle muchas ganas a su trabajo, después de que Sara hubiera dejado las instalaciones de aquel hospital. La señorita González se dirigía hacía la sala de enfermeras muy tranquila, cuando de un momento a otro, una de sus compañeras de enfermería se topó con ella y le dio el aviso de que el director del hospital la solicitaba en su oficina.

—¡Oh! Señorita González que bueno que la encuentro—exclamó su compañera enfermera a esta.

—¿Oh sí que paso Ania? — Cuestionó Lizy.

—El director te solicita en su oficina jejeje dice que vayas de inmediato— soltó la enfermera de cabellera pelirroja.

—¿Qué raro para que me quedra? — pensó la peli azabache para luego decir —¡ok Iré de inmediato!

Fue así como la morena se dirigió muy apresurada hacia la oficina en la que el director se encontraba esperándola. Cuando llegó ahí saludo y después de esto comentó.

—Buenos días doctor, ¿para qué me requería? — planteó la azabache muy confundida.

—Ok Mira Elizabeth no quiero que te tomes a mal esto ¿ok? Quiero que lo tomes con toda la calma del mundo ¿ok? — Insinuó él doctor entrelazando sus dedos.

—¿Qué podrá ser eso que quiere decirme doctor? —pregunto la morena con un tono de voz temblorosa.

—Mira me han llegado múltiples quejas sobre ti, y aparte hemos decidido hacer un recorte de personal, y sabes debido a las quejas que me han llegado he decidido empezar por ti—lanzo sin más el señor con un tono calmado.

—¡¿Cuáles quejas doctor yo he hecho nada mal?!—alegó la azabache con los ojos húmedos.

—¡He decidido despedirte y aparté de eso no podrás volver a trabajar en este país! — vocifero él doctor alzando la voz— lo siento Elizabeth es lo que tengo que hacer.

—¿Por qué? Yo nunca he hecho nada malo, ¡dígame! ¿Cuáles son las quejas? — cuestionó Lizy alzando la voz y con lágrimas cayendo de sus mejillas.

—Lo siento Eli recoge tus cosas, aquí tienes tu liquidación—Señaló el señor de mayor edad— limitándose a poner el dinero sobre la mesa —lo siento González pero no me dejas otra opción, se que podrás encontrar un buen trabajo en otro lugar, y te deseo la mejor suerte.

En este momento Lq de cabellera negra con una voz temblorosa exclamó.

—Me permite hacer algo y escribir unas cartas, es lo único que pido tal vez parta hoy mismo a mi país— pidió la morena con un Aura gris.

—Claro hágalo rápido— accedió con una voz amable

Ella tomó dos hojas de papel y una pluma y en eso comenzó a escribir dos cartas una para Camila y Otra para el Amor de su vida Auron. La última contenía las siguientes palabras.

Carta

Auron más bien querido Raúl, estoy aquí para decirte que por motivos un poco grabes estoy obligada a regresar a México, por favor te pido que no me detengas los dos sabemos que nuestro amor es algo que nunca va a poder ser, pero aun así te quiero confesar que pase los mejores meses de mi vida contigo, yo llegue de México destrozada, pero tú me salvaste, y a pesar de que nos odiábamos te atreviste en poner los ojos en esta simple chica, y te agradezco con todo mi corazón por esto, gracias por salvarme de aquellas penumbras. Te amo te amo demasiado Raúl siempre ten eso en mente, adiós, ¡adiós! Y gracias.

Fin de la carta.

Después de escribir las dos cartas, se sacó la pulsera de hilos rojos de su mano y la puso junto a la carta de Camila.

—Por favor está carta y la pulsera es para Camila, la otra carta es para Raúl Álvarez, por favor entregué eso a Camila cuando me vaya, a Raúl si me llega a buscar dele la otra carta— soltó un pequeño suspiro para luego decir—es mi último deseo.

Después de esto, la peli azabache se retiró, ella tomó sus cosas que se encontraban en el hospital y después, se retiró. Llamo a una agencia de aviones y reservo un vuelo para las 3 de la tarde con destino hacia México. Unas horas después ella llego a su apartamento y comenzó a empacar sus cosas. Salió del apartamento iba bajando con lágrimas en los ojos. Cuando de un momento a otro tropezó con un chico de apariencia noruega y ojos azules, tenía un cubre bocas negro y un sudadera con capucha negra. A lo que ella sin pensarlo y cabizbaja menciono.

—Perdón joven— se disculpó la peli azabache.

A lo que el Joven se limitó a sonreírle a la chica. Esa sonrisa alentó un poco a Lizy no sabía por qué, pero ese muchacho le dio buena espina. Entonces sin más que decir dijo.

—Permiso.

Para después irse de aquel lugar donde paso los momentos más importantes y dulces de su vida.

Todavía le quedaban algunas horas para irse, así que paso por última vez a ese parque en el que había dado su primer beso y en el que paso los mejores momentos de su vida junto a la persona que amaba. Ella al llegar ahí se sentó en una pequeña banca viendo hacia aquella hermosa cascada, y de un momento a otro comenzó a recordar todo lo que había vivido en su estadía en Barcelona, y al recordar aquellos bellos momentos, comenzó a llorar sin consuelo. Se mantuvo así un buen tiempo con la esperanza de volver a ver aquel hombre que la había cautivado, hasta que miro su reloj y faltaba media hora para partir, así que se retiró, sin antes decir.

—Adiós bellos recuerdos adiós a todo adiós, amor.

Por otro lado, Raúl estaba muy aburrido y solo, estaba pensando mucho en Eli así que sin pensarlo, salió de su casa para ir a visitarla al hospital, no sin antes comprarle un ramo de rosas a su pequeña cara medusa. Cuando llegó ahí se encontró de frente con el mismísimo director de aquel hospital al cual le pregunto.

—¿Usted es el joven Raúl? — preguntó el viejo señalando.

—Este, si buscaba a la señorita Elizabeth González ¿se encuentra? — Cuestionó el youtuber.

—Justo quiero entregarle algo que ella me dejó antes de irse sígame— termino de decir el señor para empezar a caminar hacia su oficina. Cuando llegaron hasta ahí, el viejo de un cajón saco la carta de Lizy y exclamó.

—La señorita me dijo que le diera esto antes de marcharse—espeto el viejo entregándole la carta a Raúl.

Este simplemente arqueo una ceja, y comenzó a leer, pasaron unos pequeños segundos y mientras Raúl más leía la carta, más arrugaba con sus manos la hoja de papel para también soltar unas pequeñas lágrimas. Cuando acabo de leer el sin deberla ni temerla tiro todo lo que tenía en las manos y se dirigió al aeropuerto con gran velocidad, así que tomo un taxi para llegar más rápido.

Por otro lado la peli azabache estaba esperando en una sala de espera su vuelo, su mente estaba en blanco no quería pensar en nada, paso un tiempo y por fin anunciaron que el vuelo con destino a México estaba por irse, así que ella se paró de su asiento y empezó a caminar si mirar atrás, cuando de repente escucha que alguien le grita, reconociendo la voz de aquella persona al instante.

—¡Lizy!.

—¡¡¡Raúl!!!— grito la morena se volteo inmediatamente y está comenzó a correr hacia donde estaba el.

—Lizy — exclamó Raúl mirando atentamente a los ojos a la morena— ¿Por qué me haces esto?

—Lo siento ya no hay motivo para quedarme en Barcelona, me corrieron y aparte no quiero interferir más en tu relación con Sara— hablo la de cabellera larga con una voz quebrada.

—Cara medusa por favor…

—¡Por favor, Raúl no lo hagas más difícil! Por favor si me amas déjame ir— interrumpió Elizabeth con una voz llorosa.

—Está bien solo por favor ten esto— pronunció mientras se quitaba un Dije que tenía en el cuello— date la vuelta— indico Auron a lo cual Lizy obedeció.

El apartó su cabello y puso en Dije en el cuello de de la de piel canela.

—Cada vez que te sientas sola ve este Dije que te acabo de poner, así cada vez que lo veas me recordarás y tendrás en tu mente todo lo que vivimos— sonrió fría y melancólicamente.

—Raúl yo te…

—Disculpe señorita el vuelo está por irse, tiene que subir ahora mismo— cortó una chica del personal.

—Aquí me despido me gustaría quedarme un poco más de tiempo—una pequeña lágrima se deslizó por toda su mejilla haciendo que está se estremeciera— ¡Hasta pronto Raúl!.

Después de decir esto La morena subió al avión, dejando en aquel lugar todos los hermosos recuerdos, aquellos hermosos recuerdos que ahora yacerán en aquel lugar donde dio su último adiós al amor de su vida.

continuará...

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Hola chavas y chavos espero que les haya gustado mucho este capítulo, mañana estaré corrigiendo la ortografía de este capítulo. En fin espero que les agrade, y les agradezco por todo el apoyo que me dan.

En fin si te gusto me ayudarías con tu voto y comentario que siempre los tomo en cuenta.

Nos leemos en el siguiente capítulo.


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