En el capítulo anterior, Elizabeth y Raúl después de una linda noche se tuvieron que despedir gracias a Sara. Pero ni ella ni ninguna otra circunstancia impidió que se volvieran a encontrar.

Hoy presentamos...

{LIBRE}

Habían pasado ya varios días después del reencuentro de Lizy y Raúl, ellos no se veían desde hace ya un mes, después de su dulce encuentro en aquel bosque. Era un día 11 de mayo en Barcelona, y la morena hablaba por teléfono con su mamá para felicitarla por el día de su cumpleaños.

-Felicidades mamá estoy muy feliz de que tú y todos estén bien- expreso La morena con una voz muy alegre.

-Veo que ya te Estás superando a ti misma Lizy, me alegro mucho de eso-habló la señora de tras del teléfono, con un tono de voz muy alentador.

-Creó que sí, esté viajé fue más que un simple viaje de superación sabes -replicó la azabache con una voz jubilosa.

-Veo que no sólo te has superado, sino que también has comenzando de nuevo en el amor-Insinuó la señora, con un tono de voz pícaro.

-¡Cómo crees mamá, no hay espacio en mi corazón para nadie!...

-¡No me mientas Elizabeth González!, yo sé que te has vuelto a enamorar, te conozco muy bien, y sé que estás más enamorada de lo que estabas por Tom- sermoneó la señora con un tono de voz firme y seguro.

-Mamá yo...

-No me digas nada, sólo un día tráelo a casa, para conocerlo- sugirió firmemente.

-Está bien mamá tendré eso en mente ja ja-después de decir esto la morena río sutilmente.

-Bueno hijita, te dejo porqué tú hermana y tú padre me están esperando para partir el pastel- indicó la señora despidiéndose de su pequeña hija.

-Hasta luego mamá, te amo- ella se despidió mandándole, un gran beso.

Después de esto, Eli salió a dar un pequeño paseó. Camino por las calles de la gran Barcelona, hasta que se detuvo en una pequeña feria que había en ese lugar. Ella se adentró un poco, y se detuvo en frente de una fuente de deseos. Esta sacó una moneda, cerró los ojos, y deseo fuertemente, poder estar con Raúl. Después de esto sonrió, y de un momento a otro sintió como le tapaban los ojos.

-Hola adivina quién soy niñita -menciono la persona tras ella.

-Pues por tu estúpida y molesta voz, el único nombre que se me viene a la cabeza es Raúl Álvarez-sonrío la chica con un gran sarcasmo, mientras quitaba las manos de Raúl de sus ojos, y se volteaba para verlo.

-Has adivinado muy bien cara medusa ja ja-tras decir esto Raúl soltó una carcajada.

-Acaso me vas a seguir a todos lados- cuestionó Elizabeth con una cara pícara, y tomando a Raúl de la camisa.

-Sólo venía a pasear un poco, pero veo que es nuestro destino encontrarnos en todos lados ja ja ja- Monólogo Raúl con una gran sonrisa en su rostro.

-Creo que si por eso estamos aquí ja ja- replicó la morena.

-Que perece si nos subimos a todos los juegos de aquí querida-propuso Raúl acercándose a la cara de Lizy.

-¡Me parece genial! - dictó la de piel canela mientras juntaba sus labios con los de Raúl.

Este beso duro mucho, pero por mala suerte de Raúl y Lizy Una gran amiga de Sara llamada Alicia, vio a la pareja de enamorados besarse.

-¡Esto no me lo va a creer Sara! - Exclamó la chica con una cara de asombro.

-¡tómales foto! ¡tómales foto! - insistió la muchacha que iba a lado de la amiga de Sara.

Después de esto la muchacha procedió a llamar a Sara.

-Hola Sara-saludo colocando el teléfono sobre su oído.

-Hola Alicia ¿para qué me necesitáis? - respondió Sara del otro lado del teléfono.

-No me lo vas a creer amiga, pero vi a tu novio besándose, con una tipa- Menciono La chica en modo de advertencia.

-¡¿Cómo?! ¡¿Con quién?!-Cuestiono la rubia con un tono de voz muy alterado.

-Con una tipa medio morena, no sé ve que sea de aquí- contesto la chica.

-¡Si creó saber quién es esa estúpida! - habló muy enfurecida.

-De todas maneras, nosotras tenemos foto, tu sabrás quien es- advirtió.

Después de esto pasaron varias horas, y ya eran las 7 de la noche. Raúl y Elizabeth ya habían probado todos los juegos, pero solo faltaba uno por probar, "la montaña rusa".

-Lizy hemos probado todos los juegos de esta feria, pero sólo falta uno- pronunció Raúl.

-¿Cuál? -preguntó Eli.

-¡Pues cual más, cara medusa!, la montaña rusa-dijo Raúl contemplado la imponente montaña.

-A lo que Elizabeth con una voz quebrada exclamó: no Raúl yo...

-¡¿Qué?! Sigues recordando lo que paso con el-planteó, mirando a La morena con una cara molesta.

-Todavía no lo superó-respondió Lizy mirando hacía el suelo.

-¡Pues yo te voy a ayudar a superarlo!-la tomó fuertemente del brazo.

El jaló a Elizabeth por toda la feria hasta que llegaron a la entrada de la montaña.

-¡¿Qué haces Raúl?!, ¡no! -Eli se negó con lágrimas en los ojos.

El la subió a la fuerza al carrito, y en unos minutos este comenzó a moverse.

-¡Bájame Auron!, ¡bájame! -suplico mientras las lágrimas se apoderaban de su rostro, mientras iban en la primera curva.

-¡Grita!, ¡grita todo lo que puedas! -exigió Auron, tomando la muy fuerte de la mano.

Ella gritó y lloro todo lo que pudo. Hasta que, de un momento a otro, abrió los ojos y vio un espectáculo de luces en todo el lugar, era como si todo aquel bello escenario estuviera preparado para la ocasión, ella respiró profundamente, alzó sus brazos calmándose al instante, haciendo que el aire pegara en su rostro, y moviera con fuerza su cabello. Estuvieron así unos minutos más, hasta que llegaron al final de su recorrido.

Cuando bajaron, la azabache abrazo con fuerza a Raúl, y tras hacer esto comenzó a llorar de la felicidad, ya que por primera vez la noche para ella no era oscura, ahora era más brillante que nunca. Ella por fin era libre, era libre de ese oscuro pasado que la estaba consumiendo. Ahora podía sonreír, saltar y llorar, ya que era libre de lo que sentía.

-Muchas gracias, Raúl tú me has salvado-lloro desconsoladamente.

-No hay de que cara medusa ¡no hay de que! - beso su frente.

Ella salió a las calles de la mano de Raúl saltando, llorando y riendo, ya que ahora era libre.

Continuara...
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Nos leemos en el siguiente capítulo.