Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 56

El ambiente en la habitación de Negan estaba tenso. Lou, aún en silencio, sentía que las palabras de su padre serían las mismas de siempre, intentando burlarse de él o decir algo que lo hiciera sentir incómodo. Sin embargo, a medida que Negan lo miraba con su característico tono burlón, Lou se dio cuenta de que no tenía sentido seguir ocultando lo que había sucedido.

Negan no esperaba menos de su hijo. Sabía perfectamente lo que había pasado entre él y Daryl, y aunque sus métodos de expresión no eran los más suaves, él era experto en leer entre líneas.

— Así que... ¿ya liberaste tensiones, eh? — preguntó Negan con una sonrisa ladeada, recargado en el marco de la puerta con una actitud relajada, pero con la picardía de siempre —. Estoy seguro de que el "humor de mierda" que traías ya está mucho mejor, ¿no? Después de todo, ambos salieron muy tarde de esa habitación... si sabes a lo que me refiero.

Lou lo miró fijamente, sin dejar que la incomodidad lo sobrepasara esta vez. Ya había lidiado con los comentarios de su padre antes. Estaba decidido a no dejarse manipular por esa actitud. Sin embargo, no pudo evitar un ligero rubor en su rostro. La referencia era demasiado directa.

— No es lo que crees — respondió Lou, sin poder evitar una leve sonrisa, sabiendo que su padre había leído la situación a la perfección —. Pero sí, creo que mi humor está mejor. Aunque tal vez sea porque ya no tengo que escuchar tus burlas constantes.

Negan se rió entre dientes, claramente divertido por la respuesta de Lou. No era el tipo de padre que mostrara mucha empatía o compasión, pero sí disfrutaba ver que su hijo comenzaba a enfrentarlo con una actitud diferente. A veces, Negan pensaba que Lou había sido su mayor desafío, pero también la razón por la que seguía siendo quien era.

— Oh, Louie — dijo Negan, caminando hacia él con un paso tranquilo —. Solo intento ayudar, hijo. Si te hace sentir mejor, genial. No tienes que ocultar nada. Solo me preocupa que después de todo esto sigas siendo mi pequeño chico... y no quiero que te conviertas en un tipo emocionalmente roto.

Lou, al escuchar esas palabras, entendió que la pregunta de Negan no era solo por curiosidad, sino una forma torpe de preocuparse por él. Aunque su padre tuviera una forma rara de mostrarlo, Lou sabía que la relación entre ambos nunca dejaría de ser complicada.

— Lo estoy manejando, papá — respondió Lou con una mezcla de seriedad y cansancio en su tono —. Lo que necesito ahora es tiempo para saber lo que quiero. Pero, por favor, no sigas con esto. Ya basta de chismes.

Negan se quedó callado por un momento, observando a su hijo con una mirada más seria. Finalmente, asintió.

— Está bien, hijo. Solo recuerda una cosa... — se acercó un poco más a Lou, con una sonrisa sardónica—. Si necesitas ayuda para liberar tensiones en el futuro, ya sabes dónde encontrarme.

Lou no pudo evitar soltar una risa, aunque fuera nerviosa. Sabía que Negan no cambiaría su forma de ser de la noche a la mañana, pero por alguna razón, ese comentario no le molestó tanto como antes.

— Claro, papá. Lo recordaré — respondió Lou, cruzando los brazos, sintiendo una extraña sensación de alivio. Al menos por ahora, todo parecía estar en equilibrio.

Lou, con una ligera sonrisa nostálgica, se sumió en un recuerdo lejano, uno que había permanecido grabado en su mente a lo largo de los años. Recordaba como si fuera ayer, aunque él no era más que un niño pequeño, tal vez de seis años, un niño que apenas comenzaba a comprender las nociones más básicas del mundo que lo rodeaba. Aún así, ese día con su padre fue uno de esos momentos que definieron mucho de lo que se convirtió después.

Era un día caluroso, y el aire de la casa donde vivían se sentía pesado. Negan lo había llamado al comedor, donde ambos solían sentarse a compartir esos momentos extraños entre ellos. El pequeño Lou, jugando con su juguete favorito, había intentado distraerse, pero Negan, con una expresión seria en el rostro, lo había mirado de esa manera que solo él sabía hacer.

— Lou, hay algo que tenemos que hablar — dijo Negan, su tono grave en contraste con la ternura infantil de Lou, quien no entendía lo que estaba pasando, pero sabía que esa mirada significaba que las cosas no iban a ser como siempre.

El niño miró a su padre, sintiendo una mezcla de curiosidad y miedo, sin saber muy bien a qué se refería. Aún no entendía muchas cosas, pero sabía que su padre le hablaba de una manera que no solía hacerlo. En ese momento, Lou ni siquiera sabía la diferencia entre izquierda y derecha con total claridad, pero la conversación con Negan de alguna manera lo hizo sentir que algo grande estaba por suceder.

— Escucha, hijo — continuó Negan, de rodillas frente a él, colocándole una mano en el hombro —. La vida, en general, no será fácil. No importa lo que pase, siempre vas a tener que pelear por lo que quieres. Y la gente... bueno, la gente no siempre va a ser justa. Pero eso no significa que tengas que dejar que te pisoteen.

Lou, con su rostro de niño inocente, solo asintió y repitió en voz baja lo que su padre le decía. El concepto de pelear y defender lo que quería no era algo que pudiera entender completamente a esa edad, pero había algo en los ojos de Negan que hacía que sus palabras fueran más impactantes que cualquier otra cosa que Lou pudiera haber escuchado.

Ahora, con el paso de los años y con todo lo que había vivido, Lou comprendía por completo el mensaje que su padre le había transmitido en ese entonces. No era solo una lección sobre cómo enfrentarse a la vida o defenderse, era un recordatorio de la constante batalla interna que Negan había intentado transmitirle, de cómo en el fondo todos tienen que aprender a pelear, incluso cuando no tienen idea de cómo empezar.

Lou, mientras caminaba por los pasillos del santuario, se dio cuenta de que muchas de las decisiones que había tomado en su vida habían sido una respuesta directa a esa lección de su padre. Había aprendido, tal vez demasiado pronto, a defenderse, pero también a ser una marioneta, dependiendo de las circunstancias.

El recuerdo lo hizo sonreír con amargura. Negan no había cambiado, pero Lou tampoco lo había hecho completamente. Se dio cuenta de que su lucha interna seguía siendo la misma, y aún había más por aprender de ese hombre que lo había moldeado, para bien o para mal.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro