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𝙙𝙖𝙮 𝙩𝙝𝙧𝙚𝙚

El resto del día paso con normalidad, si a normalidad podemos decir que Renjun estuvo pegado a Na todo el día. No lo dejaba solo en ningún momento y lo seguía por todo el departamento, ni si quiera lo dejó orinar tranquilo, pues cuando cerró la puerta el omega empezó a llorar porque, según él, su alfa no lo quería.

Luego de cenar, Renjun se encontraba haciendo un berrinche pues no quería dormir y estaba aferrado al cuello del alfa.  Jaemin le ayudó con su pijama y luego lo tapó deseándole las buenas noches. Al principio todo era normal hasta que Huang le pidió un abrazo y desde ahí lleva más de diez minutos tratando de separarse.

—¡No! ¡Alfa, no! —Gritaba forcejeando para que se acueste a su lado.

—¡Renjun, por favor, me duele la espalda! —Pues estar más de diez minutos encorvado no era algo muy lindo.

—¡No!

Jaemin suspiró cansado—. ¿Si duermo contigo me vas a soltar? —Renjun asintió y finalmente lo soltó, Jae se enderezó y gimió adolorido—. Mi espalda... Voy a cepillar mis dientes y vuelvo, ¿bien?

Salió de la habitación y caminó hasta el baño, abrió las canillas y mojó su cepillo de dientes para después colocarle pasta dental, mientras cepillaba sus dientes su celular sonó en la habitación de Huang, terminó de lavar su boca y a pasos perezosos volvió al cuarto tomando su teléfono que estaba sobre el escritorio.

Un mensaje sin leer:

Invierno: Jaeeeee, ¿mañ...

Chat con Invierno.

Invierno
Jaeeeee, ¿mañana a qué hora voy a la casa de tu novio para dejarte los trabajos?

Jaemin
No es mi novio, es mi mejor amigo

Y cuando el horario terminé

Invierno
Tú: No es mi novio, es mi mejor amigo
Por ahora 👀...

Hoy nos dijeron que salimos más temprano mañana, así que pasó como a las 12 del medio día

Jaemin
Muy bien, te espero

Invierno
¿Cómo te está yendo cuidando a ese omega?

Jaemin
Pues bien

Hace un rato me hizo un berrinche para que duerma con él

Invierno
👀👀👀

Jaemin
No seas pervertida

Invierno
Cómo sea

Mañana te dejo los trabajos, te dejo dormir con tu amor 👀
Enviado a las 00:56 hs.

Jaemin rodó los ojos y dejó el celular donde estaba, se dio la vuelta y se alertó al ver al omega moverse inquieto en el cama, se acercó y colocó su palma en la frente de este sintiéndola caliente. Tenía algo de fiebre y se agarraba el vientre haciendo muecas de dolor.

—Tal vez tienes cólicos... —Murmuró.

—Alfa... —Sollozó estirando sus brazos.

El pelirrojo se metió en la cama y Renjun rápidamente enterró su rostro en su pecho con intenciones de sentir su aroma, Jaemin tenía entendido que los omegas para sentirse mejor se pegaban a su alfa para olfatear su olor o algo así le había dicho Jeno. Por lo tanto, abrazó al pelinegro contra su cuerpo y dejó salir sus feromonas para tranquilizarlo, rápidamente la habitación se llenó de un aroma a chocolate amargo y canela, Renjun restregaba su nariz contra su pecho soltando suspiros de satisfacción, Na sonrió y empezó a acariciar su cabello.

Nunca habían dormido de esta manera y no es que no hayan hecho pijamadas en el pasado, sino que siempre dormían en camas separadas, cuando Renjun iba a la casa del castaño este dormía en una bolsa de dormir dejándole la cama al omega y cuando iba a la casa de Renjun se quedaba en la habitación de invitados. Nunca compartieron una cama y ahora que sí lo hacían se sentía tan bonito, tan... correcto.

A la mañana siguiente Jaemin se despertó primero que Renjun como era de costumbre, el pelinegro estaba prácticamente arriba suyo así que lo movió lentamente para que no se despierte, fue hasta el baño y salió a los cinco minutos. Caminó a la cocina y como era habitual le preparaba un jugo de frutas al omega mezclado con el supresor triturado, también hizo unas tostadas con Nutella y un té para él.

Fue hasta la habitación para buscar su celular y se encontró con Renjun removiéndose en la cama mientras lloriqueaba, quitó las sábanas que lo cubrían y Huang estaba todo rojo y algo sudado. De sus ojitos salían un par de lágrimas. Se sentó en la cama y se aferró a Jaemin como un koala.

—Alfa...

—Tranquilo, alfa esta aquí.

Lo tomó de los muslos y lo llevó al baño para que se cepille los dientes y lave su cara, al dejarlo en el suelo sus piernas temblaron perdiendo fuerza. Tuvo que ayudarlo y luego lo llevó hasta la sala dejándolo en el sillón, dejó el desayuno en la mesa ratona y ambos empezaron a comer.

Luego de comer, ayudó a Renjun con su baño pues parecía que sus piernas no querían cooperar ese día, no podía mantenerse parado por sí solo y el castaño lo ayudaba a caminar. Mientras Na llenaba la tina, Huang esperaba sentadito en la tapa del inodoro moviendo sus pies. Una vez la tina se llenó, cerró las canillas y acercó al omega quitándole el short del pijama, la remera y después la ropa interior.

El cuerpo de Renjun era simplemente hermoso, su pálida piel lograba formar un rosa pálido natural en sus mejillas, nariz y oídos, su vientre era plano con unos abdominales algo marcados, sus piernas eran largas con muslos carnosos. Nunca lo había visto desnudo, pues el omega lo obligaba a esperar afuera de la habitación mientras se cambiaba y ni siquiera lo dejaba entrar al baño mientras se bañaba dándole igual si Jaemin se estaba orinando, pero sin duda su cuerpo era una obra de arte. Renjun era una obra de arte.

Renjun se metió en la tina y Jaemin se agachó para poder lavar su cabello y cuerpo, sonrió con ternura al escuchar un especie de ronroneó mientras tallaba su cabello, luego con una esponja con mucho jabón la pasó por su espalda, brazos, torso y piernas. El baño duro unos 20 minutos, sentó a Renjun en la cama y empezó a buscar ropa para ponerle. Sin querer abrió el cajón donde tenía sus juguetes sexuales, abrió los ojos como platos y cerró el cajón con las mejillas rojas.

«¿Esas cosas realmente le entran?»

Luego de vestirlo, tratando de olvidar lo que había visto, fueron nuevamente a la sala para mirar televisión. Na se había dado cuenta que el aroma de Renjun se hizo más fuerte y que se pegaba a él para impregnar su aroma, no le molestaba ya que era algo normal que los omegas en celo hicieran eso con sus alfas y de esa forma marcar territorio.

El timbre del departamento sonó, Jaemin se levantó del sillón y fue a abrir la puerta encontrándose con su rubia amiga.

—Hola, Winter —Saludó.

—Hola, Jae —Sonrió y frunció el ceño para después sonreír nuevamente—. Ese no es tu aroma...

El castaño rodó los ojos—. ¿Puedes darme lo que dieron hoy?

Renjun, que estaba sentado en el sillón, frunció el ceño e hizo una mueca al sentir el olor de otra omega, otra omega estaba con su alfa. Decidido, se levantó del sofá ignorando el temblor de sus piernas.

—El profesor dijo que...

—¡Alfa mío! —Exclamó aferrándose al brazo del castaño—. Omega fea.

Minjeong abrió la boca indignada cuando Renjun le sacó la lengua.

Jaemin se aclaró la garganta—. Winter, él es Renjun, Renjun, ella es Minjeong.

—¡Mío!

—Bien... Yo me voy, Jae —Murmuró la rubia—. Mañana te traigo lo demás. Adiós.

—Adiós, Winter. Gracias —Se despidió y cerró la puerta, se dio la vuelta y observó a Huang con una ceja arqueada—. Renjun...

—¡No! Mío —Volvió a gritar y se fue al sillón sentándose de brazos cruzados y con un puchero—. Alfa tonto.

Jaemin lo observó indignado por el insulto, suspiró y dejó los apuntes de su amiga arriba de la mesa, volvió a la sala y se paró frente a Huang de brazos cruzados.

—Eso no estuvo bien, Ren —Le dijo.

—¡Alfa mío! ¡Mío!

—Lo sé, cosita, pero no estuvo bien que le hagas eso a Minjeong, ¿quieres que alfa se enojé y no te de besitos? —Renjun empezó a negar con la cabeza con una mirada asustada.

—No, no, no —Murmuró alzando sus brazos—. Abrazo.

Jaemin intentó seguir con su faceta "enojada" pero ver esos lindos ojitos de Bambi y sus labios en un pucherito su corazón se derritió de ternura. Se acercó a Renjun y lo abrazó dejando un besito en su moflete.

—Ahora entiendo porque decías a cada rato "mío", y yo pensaba que le decías a la comida.

Renjun se separó del hombro de Jaemin con ojos brillosos—. ¿Comida? ¡Comida!

Huang salió volando del regazo de Jaemin para ir a la cocina pero esta vez sus piernas fallaron y cayó al piso lastimado sus rodillas, Jaemin soltó un grito al ver la caída y se acercó rápidamente al omega para tomarlo en brazos y llevarlo al baño para curar sus heridas que esta vez si sangraron.

Renjun soltaba pequeños sollozos por el dolor en sus rodillas observando a Na buscar el botiquín de primeros auxilios, instintivamente abrió sus piernas cuando se arrodilló frente a él, claro que Na las cerró para poder curarlo correctamente.

Jamás creyó que cuidar a Renjun sería tan difícil, pues el omega hacía berrinches por todo y lloriqueaba cuando no le prestaba atención. No sabía de dónde sacaba su paciencia pero lo agradecía, pues seguramente le gritaría que dejara de molestarlo y lo haría llorar. Y lo que menos quería era hacerlo llorar.

—¿Sigues con hambre, cosita? —Preguntó luego de dejar un beso en cada rodilla. El omega asintió y volvió a estirar sus brazos para que cargara.

Jaemin le hizo caso y lo cargó con la idea de dejarlo en el sillón, pero el omega no quiso y lo tuvo que dejar sentadito en la isla de la cocina. Con el pelinegro ahí no podía darle el supresor, ya que como no lo podía triturar lo mezclaba con la comida, pero la caja estaba a la vista y si Renjun lo veía que la tomaba iba a hacer un berrinche para no tomar la pastilla, así que decidió dárselo en la cena.

—Las cosas que hago por ti, cosita —Murmuró viéndolo comer felizmente.

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