𝙙𝙖𝙮 𝙛𝙤𝙪𝙧
Al día siguiente Renjun se despertó más caprichoso de costumbre. No quería separarse de Na ni por un segundo, se tuvo que saltar el supresor del desayuno y merienda porque Huang observaba todo lo que hacía y si lo veía con un supresor empezaría a llorar para no tomarlo, incluso ni siquiera lo dejo solo para poder bañarse, literalmente el menor lo esperó sentado en la tapa del inodoro.
Ni siquiera hacer sus tareas lo deja, pues desde que se levantó Renjun tuvo la manía de sentarse en sus piernas todo el tiempo, no entendía a que se debía eso pero le estaba empezando a molestar. No podía hacer nada sin que Huang lo estuviera siguiendo y su paciencia se estaba acabando.
Ahora mismo estaba acostado en la cama con Renjun sobre él, estaba dormido pues lo convenció de dormir una siesta para que él pudiera terminar sus tareas, de forma lenta quitó su brazo que el pelinegro estaba usando como almohada y se levantó de la cama de la misma manera. Salió de la habitación y arrimó la puerta, fue hasta el cuarto de invitados y tomó su mochila para después dirigirse a la cocina para ponerse a estudiar de una vez.
Joder, cada vez que los días pasaban el cuidar a Renjun se volvió más tedioso y pesado, soportar berrinches no era lo suyo. Agradecía que todavía no haya presentado alguna acción sexual, lo único "intimo" que compartían era dormir en la misma cama y besitos en la mejilla, todavía no tenían alguna interacción sexual y Jaemin no estaba mentalmente preparado para eso.
Renjun era su mejor amigo hace años y por más que este en celo no podría ayudarlo de esa manera, una cosa era ver su cuerpo desnudo cuando lo bañaba y otra era verlo de forma sexual. No podía ver a su reservado amigo como algo sexual, no podría ayudarlo a satisfacer su deseo sexual que llegaría en algún momento.
Sabía que eso pasaría dentro de poco pues el departamento entero olía a chocolate blanco y algo así como cupcake, el aroma era simplemente dulce y embriagador, el aroma de su amigo estaba impregnado en su ropa y en él, sumado a que estaba mucho más cariñoso que antes. Joder, ¿cómo haría para cuando ese momento llegue? Porque no creía que Renjun quisiera usar sus... juguetes.
Además parecía que odiaba a Minjeong, cada vez que venía a entregarle las tareas, Renjun le gruñía y se comportaba de una forma extremadamente posesiva. Incluso llegó a morderle el cuello cuando estaba distraído, todavía tenía los pequeños colmillos de Renjun marcados en su piel canela.
Habían pasado casi dos horas y todavía no terminó, le faltaba poco pero quería terminar todo antes de las ocho de la noche pues a esa hora Minjeong pasaba a buscar su tarea para llevarla a la universidad al día siguiente.
—Alfa... —La adormilada voz de Renjun lo hizo suspirar de cansancio.
—¿Qué pasa, Ren?
El omega se acercó—. Mimos...
—Ahora estoy ocupado, Ren —Dijo para volver a su tarea.
El omega hizo un puchero—. Pero alfa...
—Renjun, estoy ocupado ahora —Suspiró—. Más tarde te doy todos los mimos que quieras, ¿si?
—¡No! ¡Ahora! —Gritó frunciendo el ceño.
—Renjun —Advirtió—. Basta.
—¡Mimos, alfa! ¡Ahora!
—¡Te dije que no! —Gritó usando su voz de mando logrando que Renjun se encogiera en su sitio—. ¡Estoy ocupado!
Renjun se encogió en su sitio debido al
miedo, sintió sus ojos picar y al poco tiempo sus mejillas se inundaron de lágrimas llorando en silencio. Jaemin relajó sus facciones y al darse cuenta de lo que hizo el pánico se instaló en su pecho.
—No, no, cosita, no llores, ¿si? —Dice acercándose al omega pero este retrocedió por el miedo. Renjun tenía la cabeza agachada, sus hombros estaban encogidos y sus manos casi a la altura de su pecho—. ¿Quieres mimos, no? Bueno, vamos al sillón y...
Renjun negó con la cabeza y salió de la cocina mientras sollozaba.
Jaemin rápidamente agarró su celular y buscó el chat con Jeno.
Chat con Jeno.
Jaemin
La cagué
Jeno
¿Qué mierda hiciste?
Jaemin
Tal vez... use mi voz de mando con Renjunie cuando quería mimos y tal vez lo hice llorar...
Jeno
Quiero golpearte ahora mismo
Jaemin
¡Dije que tal vez!
Jeno
¡NUNCA tienes que usar tu voz de mando con un omega en celo!
¡Todo el mundo lo sabe!
Jaemin
YO NO SOY TODO EL MUNDO
Jeno
PERO TE LO ESCRIBÍ EN EL PDF QUE TE MANDÉ, IMBÉCIL
¿Lo leíste al menos?
Jaemin
... Sí
Jeno
NA JAEMIN
TE DEJE A MI BEBÉ EN TUS MANOS
Jaemin
YO LO CONOCÍ PRIMERO
Jeno
YO LO CUIDÉ EN SUS CELOS
Jaemin
DEJA DE GRITARME Y DIME QUE HACER
¿O QUÉ? ¿NUNCA LE GRITASTE A UN OMEGA EN CELO?
Jeno
NO
Dios, simplemente trata de darle lo que quiere
Si quiere mimos, dáselos PERO HÁBLALE BIEN ALFA PULGOSO
Trátalo con dulzura, Renjun en celo es DEMASIADO sensible
No es como el Huang Renjun normal que te da una patada en los huevos por gritarle
Jaemin
Bien, gracias Nono
Jeno
Si no puedes llámame e iré en seguida Enviado a las 18:36 hs.
Jaemin dejó su celular en el bolsillo trasero de su pantalón y salió de la cocina caminando hasta la habitación. Abrió la puerta encontrándose con Renjun enredado en las sábanas, su llanto se podía escuchar claramente y eso hizo que el corazón del castaño se encogiera, se acercó a la cama y se sentó al lado del omega.
—Renjunie... —Lo llamó colocando su mano sobre el bulto de sábanas, el omega soltó un pequeño sollozo y se alejó del toque de Na—. Cosita, lo siento... No debí hablarte así, lo siento mucho. ¿Me dejas ver tu linda carita?
—N-No...
—¿No? ¿Por qué no?
—Alfa tonto —Susurró.
Jaemin rió bajito—. Pero si no me dejas verte no podré darte mimos y si alfa no puede darte mimos se pone triste.
Renjun dudo un poco, su omega de sentía lastimado y sobre todo rechazado, Jaemin le daba besitos en la mejilla cuando hacía algo bien y pensaba que estaba siendo un buen omega pero cuando el castaño le gritó todo ese lindo sentimiento se fue al caño. Su corazoncito se rompió y su lobito se puso muy triste. Jaemin soltó un pequeño suspiro de decepción y estuvo a nada de irse pero Renjun quitó las sábanas dejando ver su carita roja y sus ojitos hinchados.
—Mira tu carita... —Murmuró triste—. ¿Qué te parece si vamos a lavarte la cara y luego te doy muchos mimos?
—Sí...
Jaemin sonrió y lo ayudó a bajar de la cama. Se estaba empezando a preocupar, pues las piernas de Huang estaban fallando más seguido ahora y la fiebre y los cólicos eran más constantes. Luego de ir al baño volvieron a la habitación para su sesión de mimos, Jaemin se quedó sentado en la cama con Renjun en su regazo y su cabecita en su hombro inhalando el aroma del castaño.
Jaemin estaba acariciando el negro cabello de Renjun mientas que con su otra mano pasaba levemente sus cortas uñas por su espalda, Huang soltaba pequeños "ronroneos" y sus ojitos estaban cerrados disfrutando de las caricias pero en un momento se separó y observó a Na directamente a los ojos, colocando sus manitas sobre sus hombros. Jaemin estaba confundido porque no entendía que era lo que el menor quería hacer pero vería hasta donde llegaría.
El omega se fue acercando tímidamente hasta los labios del alfa hasta que dejó un rápido pico en sus labios.
Jaemin se sorprendió y se alejó unos centímetros, estaba desconcertado pero su lobo aullaba de felicidad y deseaba probarlos por más tiempo. Ver los labios cerezas de su amigo solo enloquecían más a su lobo.
Sin pensarlo lo tomó de las mejillas y volvió a juntar sus labios pero esta vez en uno más prolongado, disfrutando de sus labios juntos, de sus sabores tan adictivos y como encajaban increíblemente bien. Como si hubiesen sido creados para estar juntos.
Jaemin casi se derrite por el delicioso sabor de los labios de Renjun.
El beso empezó a ir más allá, en algún momento las mordidas aparecieron y sus lenguas entrelazándose abriéndose paso en la boca ajena, el calor comenzó a aumentar en sus cuerpos, sus manos acariciando la piel que estaba expuesta.
Renjun sintió como su lubricante natural empezaba a salir, inconscientemente comenzó a mover sus caderas sobre la entrepierna de su alfa y solamente en ese momento su mente volvió a la realidad. Se separó de Huang sacándolo de su regazo a la vez que se levantaba rápidamente de la cama mientras negaba con la cabeza.
—No, no, no, no, no —Dice dirigiéndose al cajón donde estaban los juguetes de Huang, sacando uno y lo lanzó golpeando accidentalmente la cabeza del omega—. No, no ¡no!
—P-Pero alfa...
—¡Usa eso! —Gritó nervioso—. ¡Úsalo, p-porque si lo haces alfa estará muy feliz y t-te dará un regalo! ¿Quieres? ¡Cuando termines me llamas! —Y cerró la puerta de un portazo.
Renjun asintió levemente algo confundido, ¿por qué su alfa reaccionó así?
Por otro lado Jaemin estaba en la cocina tirando de sus cabellos cafés apunto de entrar en crisis y a hiperventilar.
—¡¿Qué carajos pasó ahí?! —Gritó en susurro para sí mismo.
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